tag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post5512753034609404164..comments2023-10-30T11:58:19.665+01:00Comments on Adicto a la gente: Lenka: te presento a mi abuela RemediosJuanhttp://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comBlogger49125tag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-55646985872204014302009-01-04T18:12:00.000+01:002009-01-04T18:12:00.000+01:00Jajajaja, pues sí, pero da igual Elvira. La amista...Jajajaja, pues sí, pero da igual Elvira. La amistad es maravillosa. <BR/><BR/>Un abrazoJuanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-85950870337694353412009-01-04T15:36:00.000+01:002009-01-04T15:36:00.000+01:00No, Juan, yo escribí: "La amistad es DE lo mejor q...No, Juan, yo escribí: "La amistad es DE lo mejor que hay en el mundo." Vamos, que está entre las cosas mejores del mundo, que no es lo mismo. Ese DE cambia la frase. :)Elvirahttps://www.blogger.com/profile/07277831648954508282noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-25864748466532656512009-01-04T13:06:00.000+01:002009-01-04T13:06:00.000+01:00Luna, me has dado una idea. No te contestaré aquí,...Luna, me has dado una idea. No te contestaré aquí, sino haciendo una entrada sobre lo que comentas: soledad en el mundo de la comunicación. Muy interesante. <BR/><BR/>Lenka ya ha apuntado muchas cosas al respecto. <BR/><BR/>A mí me gustan muy poco las típicas pastillitas para la depresión, cuando depresiones no hay tantas, la mayoría de veces son simples momentos de tristeza, por el que todos pasamos y que son incluso necesarios en nuestro desarrollo. <BR/><BR/>Con la ansiedad sucede igual: los miedos y el meternos en un mundo vertiginoso, de una rapidez inusitada con mil excusas y justificaciones y creemos realmente que no hay otra manera de vivir y, en vez de cambiar algunas cosas (o sea, en vez de luchar), preferimos el ansiolítico, que nos da una respuesta eficaz, rápida.....durante unas horas. Sólo mejora el síntoma, pero no la causa de esa ansiedad.<BR/><BR/>Cuanto más huimos del dolor, más posibilidades tenemos de hundirnos en él. Hay que saber aceptar que el dolor existe y, aunque no hay que abandonarse a él, forma parte de nuestras vidas porque con las cicatrices nos vamos haciendo mejores.<BR/><BR/>Elvira: ¿La amistad es lo mejor del mundo?. No sé si lo mejor, pero sí es imprescindible para una vida plena. De cualquier forma, el amor y la amistad lo comparten todo....a veces hasta el sexo. <BR/><BR/>Un abrazo.Juanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-87199831037308363672009-01-04T09:01:00.000+01:002009-01-04T09:01:00.000+01:00Juan, Lenka, Luna, todos: MUY interesante."Un simp...Juan, Lenka, Luna, todos: MUY interesante.<BR/><BR/>"Un simple período de stress, un poco de agobio, una pena legítima, una fase de abulia... y rápidamente nos quieren etiquetar, diagnosticar y medicar (y queremos nosotros los primeros) cuando lo lógico sería: bueno, qué fase de mierda tengo, en fin, se pasará, haré lo posible para ir mejorando. Estoy mal, me duele, no tengo fuerzas, pero que no cunda el pánico, el dolor no es eterno, pasará." Totalmente de acuerdo, Lenka. Realmente escribes muy bien, como ya te dije arriba.<BR/><BR/>La amistad es de lo mejor que hay en el mundo. Yo a mis amigos "de carne y hueso" los cuido todo lo que sé y un poco más. Y a los nuevos amigos blogueros espero aprender a cuidaros bien también. Un gusto. Y un abrazo.Elvirahttps://www.blogger.com/profile/07277831648954508282noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-28262342107065002462009-01-04T03:20:00.000+01:002009-01-04T03:20:00.000+01:00Juan, muchíiiiiisimas gracias. Tenía todo eso en l...Juan, muchíiiiiisimas gracias. Tenía todo eso en la cabeza y no había logrado expresarlo bien. Mis reacciones son demasiado viscerales y al final, de todo ese proceso mental, lo que sale de mi boca o mis teclas es: "aaarrrgh, la madre que la parió, pero cómo, cómo pudo llegar a esto, pero por dios, por qué no le arrearon dos tortas a tiempo y la espabilaron un pocooooo????" Y claro, suena tan crudo, tan cruel, tan inhumano por mi parte... <BR/><BR/>Pero acabas de hacer un perfecto croquis de lo que yo sentía y no lograba exponer con claridad. Las fases que van pasando, cómo la sociedad nos empuja (encima!) a ser más y más autocomplacientes y "cojos", cómo los que nos quieren meten la pata con la mejor intención y nos dan caramelos en lugar de verdades, todo, todo eso, cómo nos vamos hundiendo cada vez más y con el tiempo todo se enquista hasta llegar a una fase de no retorno. <BR/><BR/>Qué distinto sería si fuéramos conscientes de todo esto mucho antes, verdad? Es asombroso cómo nos aterra el dolor pero luego nos agarramos a él. Un simple período de stress, un poco de agobio, una pena legítima, una fase de abulia... y rápidamente nos quieren etiquetar, diagnosticar y medicar (y queremos nosotros los primeros) cuando lo lógico sería: bueno, qué fase de mierda tengo, en fin, se pasará, haré lo posible para ir mejorando. Estoy mal, me duele, no tengo fuerzas, pero que no cunda el pánico, el dolor no es eterno, pasará. <BR/><BR/>Cómo va a cambiar el mundo para nosotros si nosotros no podemos cambiar nada de nosotros mismos? <BR/><BR/>Luna, es la era de la comunicación pero parece que, en efecto, cada vez estamos más solos. Mucha tecnología que nos ahorra tiempo y esfuerzo, pero también contacto. La gente vive con prisa, comemos de pie, salimos a divertirnos y parece una carrera, rápido, un bar, otro bar, una copa, seis copas... cuánto hace que la gente no se toma horas para comer en familia y charlar, charlar de verdad, sin el rumor de la tele? Cuánto hace que los amigos no hablan y ríen, sin el chunda chunda? El lenguaje parece más vacío, el "cómo estás" es más una fórmula que genuino interés, nos aislamos con los cascos del mp3 porque nos molesta oír a la gente, si alguien te habla en el autobús le tomas por un plasta o un loco, en los barrios la gente ya no se conoce aunque lleven 20 años de vecinos de puerta, defendemos nuestra intimidad y no nos importan los demás... tiempos más frenéticos y más desconfiados. Quien tiene un par de amigos es muy afortunado y más le vale cuidarlos de corazón. Y eso, cuidar a la gente, quererla, escucharla sin invadirla, eso también parece que nos cuesta a veces. <BR/><BR/>Me caiiiiigo de sueño, seguiré pensando en tu comentario. <BR/>Besos a todos!!Lenkahttps://www.blogger.com/profile/15095069967840842547noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-85483239522908884142009-01-03T21:48:00.000+01:002009-01-03T21:48:00.000+01:00Buenas noches.Vengo de vacaciones y estoy desconce...Buenas noches.<BR/>Vengo de vacaciones y estoy desconcertada.<BR/>Llevo años preguntándome como en la era de la comunicación, hay tan poca comunicación física, tanta soledad.<BR/>¿ Donde están los amigos donde apoyar la cabeza, el dolor o la alegría?Lunahttps://www.blogger.com/profile/02444801336152101914noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-29756672502169411912009-01-03T19:45:00.000+01:002009-01-03T19:45:00.000+01:00Pues Lenka, tal y como has ido haciendo preguntas ...Pues Lenka, tal y como has ido haciendo preguntas las has ido respondiendo con una veracidad increíble, teniendo en cuenta que, me imagino, has leído poco de psiquiatría, pero has sabido leer y mucho la realidad que te rodea.<BR/><BR/>Veamos, la química cerebral (llamémosla así para ahorrarnos multitud de palabrejas) es de doble vía. Al aumentar una sustancia nos cambia, pero nosotros al cambiar, aumentamos esa sustancia. La química influye en nosotros y nosotros en la química. <BR/><BR/>Hay casos, como el Alzheimer, esquizofrenia, transtorno bipolar o la depresión endógena grave, en que se produce un fallo orgánico primario (bastante desconocido de momento) en los que nuestra voluntad algo puede hacer, pero muy poquito. Los fármacos tampoco curan sino que sólo sirven para mitigar el sufrimiento del paciente....o del entorno, que todo es importante. En este tipo de enfermedades, poca o ninguna responsabilidad tiene el que la padece, salvo someterse al tratamiento que los mantenga lo mejor posible.<BR/><BR/>En las depresiones secundarias se produce un cambio en la química del que la padece, pero el estado anterior del paciente, su forma de vida, de enfrentarse a los problemas, su educación, valores, ilusiones, su nivel de compromiso, su equilibrio personal o su armonía previas a la pérdida, serán fundamentales a la hora de la recuperación. Una persona emocionalmente desequilibrada (sin estar enferma) al perder a su madre, se recuperará mucho más lentamente y acusará la pérdida de forma más tremendista que una hermana equilibrada. De hecho, tras la pérdida, la primera hermana tiene bastantes posibilidades de cronificar la depresión y para la segunda, tras un periodo de luto, volverá a su vida normal. Incluso ese periodo de luto lo vivirán de forma muy diferente.<BR/><BR/>La primera hermana, si no ha sabido luchar, si no ha sabido controlar sus emociones y sus miedos, si no ha sabido cambiar, parte de un estado muy negativo en el que hay una hiperreactividad del sistema nervioso simpático. Hay un estado permanente de ansiedad, que en sí mismo no es una enfermedad, sino una forma inadecuada de adaptarse al entorno. Aquí todavía es controlable, está sujeto a la voluntad, aprender a no preocuparse.....pero hay que saber hacerlo....hay que saber desaprender tantas normas, tantos prejuicios que nos han instalado previamente....y no todo el mundo sabe o no todo el mundo es capaz de dejar de ser cómodo ni dejarse llevar. Pero sí veo, sin duda, que aquí, al final es la voluntad la que puede hacer el trabajo de tener una vida psicológica más sana.<BR/><BR/>Pero el mundo sigue y esa persona no adaptada, con baja tolerancia al stress se va enrolando en más y más problemas de muy variado corte: problemas en el entorno del trabajo, familiares, con amigos, búsqueda de la pareja inadecuada que va profundizando cada vez más el hoyo. No ve, sinceramente no ve, en que está metiendo ella la pata y, como no lo ve, la culpa es del mundo que es muy malo. <BR/><BR/>Pero además, la Sociedad hedonista e irresponsable que tenemos, le dice que está enferma, que el mundo es malo y que hay que tener miedo a todo. Todo lo tiene que dar papá Estado, el esfuerzo no se lleva, la lucha está mal vista. Así que sigue en sus trece que ella no tiene que cambiar.......que es el mundo el que debe cambiar. Pero el mundo no cambiará para que tú estés mejor, eres tú la que debes cambiar para adaptarte mejor lo que te rodea (ojo, adaptarse en este caso no me refiero a ser un borreguito).<BR/><BR/>Así pues se suma el no saber cambiar, con el segundo punto: la sociedad me dice que yo no tengo ninguna responsabilidad en lo que me está pasando. Para pasar por fin al tercer y devastador punto: los demás me miman por mi estado de tristeza-ansiedad. Ya no busco mejorar, busco los mimos que me dan, los caramelos. Soy un mártir. El sufrir mucho es bueno y el Reino de Dios es de los que sufren. Los demás, conforme me dan caramelos (gracias Chusa), no sólo no aplacan mi sed, sino que la aumentan y ya no sólo espero que me los den: los exijo, porque los merezco. Hasta este punto, todavía hay posibilidades de cambio, con voluntad, posiblemente con ayuda profesional o de medicamentos, pero la voluntad es lo único esencial. Hay una clara responsabilidad del paciente.<BR/><BR/>Pero los caramelos empiezan a agotarse, así como las personas que los dan y comienza una fase autodestructiva brutal que lleva a una depresión endógena en la que ya, la voluntad, poco puede hacer. O sea, ha tenido responsabilidad durante muchos años, pero llega un momento en que el trastorno es tan profundo, que se ha convertido en una auténtica enfermedad donde la voluntad, por sí misma, ya no basta. Aquí el cerebro ya está deteriorado, lo que pasa es que lo hemos deteriorado nosotros mismos.<BR/><BR/>No sé si te he contestado a las preguntas. Es que cuando se sintetiza demasiado, es complicado abarcarlo todo y habrá casos que se escapen e esta destrucción escalonada del cerebro. Por supuesto no todo el mundo llega al estadío último. La mayoría se quedan en pasos intermedios. Pero he preferido llegar hasta el final para que comprendas los pasos aproximados que ha podido seguir la señora de malva.<BR/><BR/>Un abrazo.Juanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-24854524620700111652009-01-03T15:17:00.000+01:002009-01-03T15:17:00.000+01:00Gracias por la idea, Mujer X. Quizá haga esa entra...Gracias por la idea, Mujer X. Quizá haga esa entrada sobre los maravillosos diálogos y las maravillosas personas que tantas veces me han ayudado a seguir adelante. Qué habría sido de mí sin ellos? No lo sé. Lo que sé es que esos diálogos y las personas con las que los sostuve llegaron mucho, mucho después de mi momento de máxima oscuridad. Porque en ese momento estaba sola. Por eso resalto que lo único que me dio fuerzas fue pensar en mi madre, y eso que ella era parte de mi dolor. No había más a lo que agarrarse, pero, por suerte, me bastó. O no, qué demonios, no lo achacaré a la suerte. Me paso la vida avergonzándome de mis cosas malas, por qué no estar mínimamente orgullosa y satisfecha por haber encontrado una razón? Luego fueron llegando las demás, pero tardaron algunos años. Pensaré en esa entrada de todos modos. <BR/><BR/>Juan, desde la ignorancia, crees de verdad que toda persona profundamente deprimida tiene un problema en su cabeza? Me refiero a un problema físico o químico. Veamos, tengo una familiar que debe medicarse de por vida porque unos bichitos en su cabeza producen no sé qué cosa en menor cantidad de lo normal, lo que influye tremendamente en sus energías y su estado de ánimo. Depresión endógena. <BR/><BR/>Hay otras personas perfectamente sanas que se deprimen (obviamente) por una causa externa: pérdida de un ser querido, enfermedad, baches económicos, paro, problemas en el trabajo... montones de causas. Se supone que son cosas que se van superando, no es un estado de tristeza permanente, aunque claro, la pérdida de un hijo, por ejemplo, es de esas cosas de las que cualquiera de nosotros pensamos: "buf, no se levanta cabeza en la vida". <BR/><BR/>La pregunta es, cuando la causa es externa, nuestro cerebro puede llegar a deteriorarse? Estoy segura de que la química no funciona igual ante un shock semejante, pero, es irreversible? Hay personas que superan los peores golpes con tiempo y esfuerzo, y otras que se ven incapaces de hacerlo, incluso con el apoyo de los suyos, con terapias y con fármacos. <BR/><BR/>Tiramos demasiado de fármacos en casos en los que a lo mejor no harían falta? No estamos un poco cojos si dependemos de una pastilla pero no logramos aprender herramientas propias para combatir el dolor? Porque luego, sin el fármaco, quizá volvamos al estado de hundimiento, no sé si me explico. Es obvio que en casos como el de mi pariente la medicación es para siempre e imprescindible, pero en otros casos? <BR/><BR/>Y claro, también están las personas con trastornos mentales. Personas con esquizofrenia o bipolares. También conozco a algunas personas que sufren estos trastornos, y es obvio que, cuando están en crisis, sus cerebros no les permiten razonar con normalidad, ni interpretar correctamente la realidad, lo cual es tremendo. Ahí no se discute la necesidad de fármacos ni los problemas en el cerebro. <BR/><BR/>Pero son los otros casos, los de la persona sana que vive una pérdida, los que me llaman la atención, porque supongo que, además, son los más numerosos. Llega el cerebro a deteriorarse tanto como para no permitirnos razonar, como para que se nos distorsione la realidad? Cuánto hay de eso y cuánto de incapacidad nuestra? (Entendiendo incapacidad como montones de cosas: falta de herramientas, acomodo, abandono, búsqueda de compensaciones, egoísmo, miedo, bloqueo... todo ello desde el nivel más bajo al más enfermizo) <BR/><BR/>Supongo que mi duda es cuánto hay de deterioro (inevitable) y cuánto de "voluntad". Hasta dónde podemos controlarlo, hasta dónde es responsabilidad nuestra. Porque algo habrá de eso, no? O eso espero, no quisiera creer que la tristeza es algo ajeno e incontrolable que en ningún caso podemos manejar! <BR/><BR/>Tenemos responsabilidad en nuestro dolor, o en la forma de gestionarlo? Hasta dónde? Y, en todo caso, cómo se mide eso??? Cada caso es un mundo, claro... <BR/>Ejemplo: una mujer se siente fatal y está deprimidísima sin saber muy bien por qué (no hay una causa palpable, ni pérdida, ni carencias aparentes). Siente que no es querida, que no es valorada. Su familia se vuelca con ella, pero no es suficiente, ella no mejora. Se lamente de ser una carga, un estorbo, o incluso dice que la cuidan por lástima, o por la herencia! Se acostumbra a los cuidados y se estanca en ese estado de abandono, llegando al chantaje y la manipulación. No discuto que se siente mal realmente, ni digo que sea una mala persona, pero parece que esté distorsionando la realidad, que no logra empatizar con los que le rodean, no valora sus buenas intenciones y llega al estado de que "nada sirve". Cómo romper ese círculo vicioso? Existe una pastilla que le haga volver a ser objetiva con la realidad? No lo creo. Una terapia? Sí, pero sólo si está dispuesta a asumir su parte de responsabilidad, y me temo que hay personas que se niegan en redondo, la "culpa" siempre es de los otros. Y cuanto más se vuelcan en ella, más la incapacitan con toda la buena intención. <BR/><BR/>Sinceramente creo que esos casos son los que más abundan, aunque puede que me equivoque. Pero cada vez que oigo a una anciana lamentarse en la sala de espera del médico de lo deprimida que está y lo mal que está "de los nervios", cada vez que veo a un jubilado cascarrabias protestar por todo y encerrarse en casa, cada vez que veo a tantas personas jóvenes colgadas de sus fármacos estimulantes y sus somníferos... no sé, me suenan a este último caso. Normalmente no hay una pérdida tangible que justifique tanta depre. Igual me equivoco por completo, pero de verdad creo que cada vez hay más adictos a la depre, más acomodados en una etiqueta que lo justifica todo: la desidia, las quejas, el pataleo, la ira, el chantaje, el miedo, el reclamo de atención, la pereza, el pasotismo, el no implicarse, el no pensar, la no responsabilidad. "No ser no duele". <BR/><BR/>Y sigo dándole vueltaaaaaas!!!Lenkahttps://www.blogger.com/profile/15095069967840842547noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-46039525480109081402009-01-03T14:17:00.000+01:002009-01-03T14:17:00.000+01:00C. bienvenida a este rinconcito. Lo que expresas e...C. bienvenida a este rinconcito. Lo que expresas es exactamente el sentido que le he dado a la entrada. No todo consiste en tener más o menos, en cuanto a cuestiones materiales. Hay algo infinitamente más importante: saber vivir, saber ser feliz, estar comprometidos con algo para tener un compromiso con la vida. Es algo que no nos saben transmitir y generalmente sí que nos enseñan a lo contrario: a sufrir. <BR/><BR/>Pero se puede salir, no pierdas la esperanza. Quizás ahora estés en un pozo en el que no ves ninguna posible salida, pero te aseguro que la hay, otros muchos lo han conseguido y tú también tienes esa capacidad, aunque ahora no la veas.<BR/><BR/>Hay una palabra esencial en momentos así: cambio. Controlar el miedo a hacer cambios que quizás sean dolorosos, difíciles, pero neesarios. La soledad no querida es aplastante, pero la solución a tu dfelicidad no está en los demás, si no que está dentro de tí. Cambia tú y verás como, por arte de magia, tus circunstancias y los que te rodean, cambiarán también. <BR/><BR/>Un abrazo C.Juanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-68451988731043726922009-01-03T13:29:00.000+01:002009-01-03T13:29:00.000+01:00Hola,He llegado aquí desde el blog de Lenka.Un his...Hola,<BR/><BR/>He llegado aquí desde el blog de Lenka.<BR/>Un historia terrible. Una mujer, tu abuela, que tuvo que luchar lo indecible por sobrevivir cada minuto.<BR/><BR/>Entiendo todo lo que dices. Según tu abuela yo sería muy afortunada y, sin embargo, como tú muy bien expresas, teniendo un techo bajo el que vivir, comida en la mesa, un trabajo, dios quiera que no me falte jamás, a mi pequeño trasto... yo me siento tremendamente infeliz. Infeliz porque me falta un poco de calor humano, porque me encuentro sola, sola hasta querer gritar en el vacío. Sola porque la gente de mi alrededor a veces me parecen fantasmas, o extraños que viven conmigo en un mundo, en una vida, sobre el que carezco de control ninguno. Mejor dicho, sobre el que ya casi no me quedan ilusiones. Yo, afortunada yo, aunque sin chachas, ni casas, ni grandes lujos, como la mujer de malva, y sin necesitarlos ni ansiarlos ni envidiarlos. Yo, que sé perfectamente que en este mundo terrible puedo considerarme afortunada, yo me siento desgraciada y a veces deseo abandonar la lucha. Tengo un vacío dentro, una tristeza que me puede. Me falta algo sin lo que no sé vivir, algo que tuve, algo que tu pobre abuela no tuvo nunca, algo que creo, sé, que no volveré a tener jamás... y sin lo qeu me está resultando difícil seguir adelante. Tal vez se a débil, muy débil, pero seguiré adelante.<BR/><BR/>Muchas gracias por compartir tu historia con nosotros.<BR/>Otero día echaeré un vistazo a tu blog que estoy segura de que contiene historias y experiencias enriquecedoras para el alma.<BR/><BR/>C.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-48099755996616590302009-01-03T12:50:00.000+01:002009-01-03T12:50:00.000+01:00Pues sí Celadus. Nos quejamos muchas veces, no de ...Pues sí Celadus. Nos quejamos muchas veces, no de una circunstancia injusta general, si no de una situación que no va acorde con tu interés. Demasiadas veces confundimos justicia con nuestro propio beneficio.<BR/><BR/>Rose, percibo que este tema te ha tocado vivirlo de lleno y supongo de la enorme dificultad y desasosiego que te debe producir. <BR/><BR/>Escribes “en mi nula capacidad para justificar por más que trate de entender”. Posiblemente no haya nada que justificar ni entender, sólo respetar y, no se tu situación pero ¿quizás huir?. Si esa persona de tu entorno está pasando por ese calvario (y lo está haciendo pasar muy mal a los que la rodean), me imagino que lo habeis intentado todo. <BR/><BR/>Si sufre de anorexia, esa anorexia no es más que un síndrome que forma parte de una enfermedad psiquiátrica más grave. Pueden haber factores educacionales en su génesis, pero también una incapacidad manifiesta de esta persona para salir del hoyo. Habrá escuchado cientos de consejos, muchos de ellos muy acertados, pero en estas condiciones extremas, los consejos no son procesados adecuadamente y no suelen servir de nada. Los psiquiatras y psicólogos ayudan en algunos casos, pero no siempre lo consiguen desgraciadamente. En fin, sólo puedo desear que tengáis suerte. A veces se les enciende una lucecita y consiguen mejorar. En otras encuentran una pareja adecuada y el amor es un bálsamo milagroso. Ojalá suceda.<BR/><BR/>Efectivamente Lenka, es un retrato muy similar a la señora de malva. La desesperación y la depresión y/o psicopatía aleja a una persona por completo de la realidad, o de nuestra realidad, de tal forma que lo hace incompatible para establecer comparaciones con la “normalidad”. Desde fuera lo vemos todo muy claro, sabemos perfectamente que es lo que “debería” hacer esa persona. Pero este tipo de personas no lo ven así, tienen unos esquemas radicalmente distintos, un funcionamiento de su cerebro absolutamente diferente, una química y unos neurotransmisores “locos”. Sufren como condenados y no saben como salir de la situación. Les gustaría salir de esa situación, pero no saben (ojo, quieren, pero no saben). Se vuelven seres autodestructivos....y destructores de los demás. Los que se mueven alrededor los abandonan, pero ¿y su madre, padre, hermanos o hijos?. Estos se convierten....no en sus víctimas, sino en víctimas de una enfermedad. Lo de enfermedad no lo entiendas como justificación, sino como la realidad objetiva de unos cambios cerebrales profundos que se llegan a producir en estas personas.<BR/><BR/>Ya sé Lenka, a raíz de anteriores comentarios tuyos que no había intención de prejuzgar ni condenar a nadie. Es lo que tiene este medio escrito. En cinco minutos hablándolo mientras nos tomamos un cafetito lo hubiéramos visto claro. Nos falta la comunicación no verbal, que es tan importante.<BR/><BR/>Por otra parte, lo que a tí te ha sucedido con respecto a las ganas de abandonarlo todo, creo que le ha sucedido a mucha gente, pero no es comparable al tema que hablamos de los verdaderos suicidas. Una profunda tristeza, sin un componente de psicopatía, puede en ocasiones terminar en suicidio, pero es excepcional. En los casos que nos ocupa, como el de la conocida de Rose, hay un componente orgánico muy importante que me imagino que no se dió en tí. De todas formas te quería agradecer tu enorme sinceridad, ya que imagino que no ha debido ser fácil contarlo.<BR/><BR/>Por último suscribir lo que dice Io:<BR/>“Qué maravillosa reflexión has desarrollado con respecto a ello. Siempre me encantó lo bien que escribes, y lo bien que piensas.”<BR/><BR/>Un abrazoJuanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-36438215612937805622009-01-03T08:51:00.000+01:002009-01-03T08:51:00.000+01:00Lenka, tal vez sería bonito una entrada en la que ...Lenka, tal vez sería bonito una entrada en la que hablaras de qué habría sido de ti, honestamente, si aparte de tu poderosa voluntad, no hubieras contado con esos infinitos diálogos que te ayudaron a germinarla.<BR/><BR/>¿Crees que en cierta forma los atrajiste tú hacia tu vida...?Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-28379509630812790792009-01-03T08:46:00.000+01:002009-01-03T08:46:00.000+01:00Io, gracias por tu empatía tan cercana.Tal vez esa...Io, gracias por tu empatía tan cercana.<BR/>Tal vez esa forma tuya de matizarla sea un puente para muchos que se pierden y no se hallan sino en el limbo de sus mentes.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-27198310345996885562009-01-03T08:41:00.000+01:002009-01-03T08:41:00.000+01:00Gracias por el apunte útil de los termalgines, Jua...Gracias por el apunte útil de los termalgines, Juan... Espero que no te asustes y nos niegues conocer algo de ¿alivio? para el trance más amargo de la noche más oscura del alma.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-21086146185342837132009-01-02T23:54:00.000+01:002009-01-02T23:54:00.000+01:00Exacto, Lenka, esa oscuridad tan perra y tan cabro...Exacto, Lenka, esa oscuridad tan perra y tan cabrona, esa oscuridad que tanto aterra, existe.<BR/><BR/>Qué maravillosa reflexión has desarrollado con respecto a ello. Siempre me encantó lo bien que escribes, y lo bien que piensas.<BR/><BR/>Un abrazo.Iohttps://www.blogger.com/profile/10412016358101775141noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-53661500341661003122009-01-02T23:15:00.000+01:002009-01-02T23:15:00.000+01:00Rose, el retrato que acabas de mostrarnos de esa p...Rose, el retrato que acabas de mostrarnos de esa persona que conoces se parece tremendamente a la señora de malva. Tanto que se me han puesto un poco los pelos de punta. <BR/><BR/>Comprendo que el título de mi entrada haya podido dar a entender un prejuicio por mi parte. Ahora lo entiendo mejor, Juan, gracias. No era tal la intención, a veces uso títulos sólo porque suenan bien o porque son frases populares que todos conocemos y que dan una pista sobre lo que voy a comentar. En este caso, ("pobres niños ricos") se trata de una frase archiconocida, que, además, me gusta porque expresa en sí misma una contradicción. Pobres y ricos. Ricos en unas cosas, pobres en otras. No es una etiqueta con la que pretenda encerrar a toda persona con dinero, claro que no. Pero creo que refleja muy bien una enorme realidad: que el dinero no da la felicidad. Que se puede ser muy rico de unas cosas y muy pobre de otras. Se puede tener todo y sentir un enorme vacío. Se puede no tener nada material y sentirse la persona más colmada y feliz del mundo. <BR/><BR/>Además, pienso en esa familia y veo que la historia se podría repetir, tal vez no con exactitud, pero sí en esencia. Porque esta mujer de malva, que siempre tuvo todo lo material, tiene cuatro hijos a los que siempre dio todo lo material (nunca un beso, ni un rato de juegos, ni una sonrisa, estaba demasiado ocupada para eso, o bien en sus cosas sociales o bien en su depresión, y, además, ya pagaba a otra gente para que cuidara de sus niños), y dos de esos hijos llevan perdidos toda su vida. Se les ve vacíos, desorientados, tristes, llenos de adicciones y lamentos, muy parecidos a cómo era su madre. Es una pena, pero hay muchas posibilidades de que sigan el mismo patrón que ella. No pretendo culpar a la mujer de malva, pero quizá les dejó en herencia algunos de sus miedos, parte de su vacío, algunas de sus carencias. Les dio cosas, pero no les dio tiempo, ni cariño, ni herramientas para vivir. Claro, ella misma no las tenía. <BR/><BR/>Io, comprendo bien lo que tratas de decir, con el ejemplo de Erika, pero mira, me salen otra vez mis prejuicios y mi cabreo. Yo no querría jamás una vida como la que ella se encontró de repente. Y, aún así, pienso: "y si se hubiera ido a vivir a Nueva York, a Estocolmo, a Buenos Aires?" Es una idea, sin más. Una forma de escapar de algo que no te gusta y no tienes por qué tolerar, pero al menos escapar sin morir. <BR/><BR/>Claro, seguramente estaba tan hundida, tanto, tanto, que ni podía pensar, no veía salida alguna. No lo discuto, qué nivel de hundimiento, de dolor, tiene que ser terrible. No lo discuto porque, como dije, yo llegué a un punto parecido. A lo mejor estaba mil escalones por encima que ella, no lo sé. Lo que sé es que pensar en las lágrimas de mi madre me hizo avergonzar y decidí pelear aunque no podía más. No podía más? Creía no poder más. Pero pude, porque estoy aquí, fue hace doce años y he pasado días de infierno desde entonces (muchos, muchos). <BR/><BR/>Así que no puedo evitar el sentir que, en ese momento terrible, Erika fue egoísta, porque ni pensar en su hija le hizo dar marcha atrás. Pensó en su propio dolor, enorme, insondable, pero no en el de los demás. Eso creo, ojo, me puedo equivocar. A lo mejor no podía pensar en nada de nada. Quizá a tal extremo se llega ya en estado catatónico, ciego y sordo a todo, no lo sé. Me suena egoísta, yo me soné egoísta en su momento, por eso no lo hice. Será un egoísmo legítimo de puro doloroso, pero sigue pareciéndome egoísmo. <BR/><BR/>Pienso en el dolor y la culpa de su familia, en qué pensará esa nena cuando crezca y quizá se pregunte si su madre realmente la quería, por qué ella no fue bastante para que su madre quisiera vivir. Y sé que es eso tan mosntruoso lo que me ciega y me cabrea y no me permite ser más objetiva. Me apena mucho la oscuridad tan tremenda a la que puede llegar una persona, pero lo que de verdad me aterra es que esa oscuridad te vuelve egoísta y casi inhumano. Probablemente contra tu voluntad, sin que sea esa tu intención, pero así te vuelve, o eso parece. Hace que no haya NADA que te importe lo bastante. Buf. Qué duro. Y será porque me aterra esa oscuridad tan perra y tan cabrona y tan egoísta a razón de que me niegue a aceptarlo. <BR/><BR/>Lo terrible de todo es que, en semajante estado, se tome la decisión más importante de tu vida, la irreversible, la única que no tiene marcha atrás. Quizá no es una decisión egoísta, ni generosa, ni noble, ni cobarde, ni nada. Quizá es tal la negación y el vacío que ni pensamos, quizá ya uno se deja caer sin más. Ni ganas, ni voluntad, nada. Quizá por eso mismo no se pueda juzgar en absoluto, ni para mal ni para bien. No lo sé y ojalá no lo sepa nunca, porque ya estuve cerca (o lejos, pero por ese barrio) y joder, joder. <BR/><BR/>Besos a todos, esto da para pensar muy mucho en muchas cosas.Lenkahttps://www.blogger.com/profile/15095069967840842547noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-21254282576881576962009-01-02T22:30:00.000+01:002009-01-02T22:30:00.000+01:00Por cierto, quizá mi blog si esté dando problemas ...Por cierto, quizá mi blog si esté dando problemas para comentar, porque hace unos días otra bloguera me comentó lo mismo. Pero no sé cómo comprobarlo....Rosehttps://www.blogger.com/profile/11164139478189518799noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-47425671856508500672009-01-02T22:27:00.000+01:002009-01-02T22:27:00.000+01:00No, no, Juan, sé que no se trataba de un debate / ...No, no, Juan, sé que no se trataba de un debate / competición. Lo siento, leyéndome sé que me expresé mal... es lo que tienen las prisas en este medio. En realidad supongo que pensaba en mí misma, en mi probable falta de objetividad cuando se habla de suicidios, en mi imposibilidad de no verlo como un acto de cobardía, en mi nula capacidad para justificar por más que trate de entender... Supongo que me resulta más fácil ponerme en el lado de los que se quedan, de los que sufren la pérdida, de los que se sienten culpables aún a sabiendas de que han estado siendo manipulados. Claro, estoy hablando de esos casos en los que hay una manipulación previa, de esos "me mato por vuestra culpa, y sufriréis mi muerte toda vuestra vida", o de esos "si no me queréis como yo quiero que me queráis, me mato", supongo que por ese caso que he expuesto, que es el único que conozco. <BR/>Sí, Juan, efectivamente, yo también creo que en realidad nunca quiso matarse, sino únicamente llamar la atención y seguir manipulando. Cuando ya no encontró un medio mejor de hacerlo, eligió ese. Pero también creo que algún día puede llegar a conseguirlo (o quizá no es que lo crea, sino que tengo miedo de que así sea) porque se le vaya la mano. Porque se tome más pastillas de las que tiene calculadas, porque la persona que está previsto que llegue a casa y la salve de la muerte, se de la casualidad de que ese día no llegue. Tú mismo has comentado el caso de una chica a la que le sucedió. Puede pasar...<BR/>Y en este caso en concreto te diré que efectivamente sufre depresión, y anorexia, desde hace años, que se ha desentendido de la manutención y educación de su hijo desde que éste tenía tres años, cediendo su custodia al padre (lo cual no le impide decir delante del niño, cada vez que tiene una nueva pareja, que le apetece "ir a por la niña), que ha llegado a amenazar violentamente a su madre, que ha llegado a agredir físicamente a su hermana, que no es capaz de levantarse de la cama para ir a trabajar o para asistir a la comida de cumpleaños de su hijo, pero invierte dos horas delante del espejo para acicalarse y salir de marcha, que manipula a absolutamente todas sus parejas hasta tal punto que no pueden más y la abandonan, anímicamente destrozados, que continuamente echa en cara a su madre que es la culpabhle de todas sus "desgracias", porque es incapaz de responsabilizarse de sus propios actos y de sus propias decisiones, ufffff..... no puedo ser objetiva, no puedo entender, me duele demasiado, no por ella (que también, aunque me lo niegue a mí misma) sino por su hijo, y por su madre....<BR/>Y sí, Juan, yo también me pregunto a veces si el sufrimiento que genera en vida no es mayor que el que generaría si alguna vez llegase a matarse de veras, pero es una pregunta que no me puedo contestar... cuando hay emociones por medio, la razón se nubla demasiado.<BR/>Gracias por este "debate" no competitivo.... jejejejej... me ayuda mucho.<BR/>Besos.Rosehttps://www.blogger.com/profile/11164139478189518799noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-50323264687266615792009-01-02T20:50:00.000+01:002009-01-02T20:50:00.000+01:00Sobre la queja y sus circunstancias, quisiera come...Sobre la queja y sus circunstancias, quisiera comentar aquí algo que me llamó la atención el otro día. Ponían por la televisión una noticia sobre la recogida de la fresa en Huelva y como muchos inmigrantes se han quedado sin trabajo. El caso es que un marroquí se quejaba de que en años anteriores él había podido trabajar en la campaña de la fresa, pero este año no. El hombre protestaba porque "tengo papeles desde hace seis años, pero este año han contratado a un montón de rumanos y no hay trabajo para mi".<BR/>¡Cómo nos cambia la perspectica cuando cabian nuestras circunstancias!Celadushttps://www.blogger.com/profile/04718325620459425347noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-18182172500549288132009-01-02T20:35:00.000+01:002009-01-02T20:35:00.000+01:00Elvira: otro de mis pensamiento en tus palabras: m...Elvira: otro de mis pensamiento en tus palabras: me va ir a favor de y no en contra de.<BR/><BR/>Yo también estoy de acuerdo en el matiz que ha introducido Celadus en lo de las comparaciones. Esa forma de comparar a mí también me ha servido mucho.<BR/><BR/>Muchas gracias Elvira, como siempre, me ha encantado tu aportación.<BR/><BR/>Io, creo que has expresado perfectamente mi pensamiento. El ejemplo de Erika viene como anillo al dedo a lo que deseo decir. No puedo justificar el suicidio, incluso puedo no comprenderlo, pero eso da igual. Respeto a la persona que lo ha hecho porque ha tenido que sufrir tan profundo dolor que lo ha dejado todo, aunque el dolor que la ha llevado a la tumba sea o parezca ser, una tontería. Yo no me eché las manos a la cabeza ni la juzgué egoísta ni a ella, ni al señor gallego tetrapléjico que se suicidó. Sus razones tendría: SUS razones. Yo no soy quien para juzgarlas ni juzgar a su persona. Otra cosa muy diferente es que estas muertes me den motivos para pensar, reflexionar, conocer o intuir los porqués para intentar, en lo posible, que no suceda.<BR/><BR/>Un abrazoJuanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-62541624537197745662009-01-02T20:23:00.000+01:002009-01-02T20:23:00.000+01:00Chusa, en un comentario previo ya ponía que había ...Chusa, en un comentario previo ya ponía que había comprendido bien el mensaje de Lenka. La lectura directa de su entrada me sugirió un prejuicio contra la señora de malva o los niños ricos, por el hecho de ser rica. Yo he conocido muchas señoras de malva, que jamás han tenido un euro. Pero esto está totalmente aclarado con los comentarios que Lenka ha puesto posteriormente.<BR/><BR/>Hay una serie de puntos que me han llamado mucho la atención.<BR/><BR/>“Sabemos que es imposible valorar la intensidad con la que alguien vive su dolor, y calibrar quien sufre más o menos, pero es muy legítimo elegir como nos relacionamos con el dolor del otro.”<BR/><BR/>Me has quitado la frase, jajajajajaja. Respetar el dolor ajeno, sí. Como nos relacionamos con el mismo: eso ya es otro cantar. En el foro del capitan alatriste, había un Rincón de la queja. Habían muchos post normales y corrientes, pero habían otros en que me daba la impresión que se potenciaba a los que sufrían (nunca con mala fe, por supuesto). Sólo, que yo recuerde, escribí una vez en el mismo y preferí no hacerlo más porque me daba la impresión que se reproducía en ese hilo, la civilización del sufrimiento judeo-cristiano de nuestra sociedad. <BR/><BR/>Y es que hay, como bien dices, muchos tipos de dolores. Los hay que no dependen para nada de nuestros actos (la muerte de un padre), y que necesitan de nuestro apoyo emocional, de nuestros abrazos. Los hay que, si los aprovechamos, nos van a hacer crecer, como cuando nuestra pareja nos abandona o perdemos el trabajo. En este caso, además del abrazo, que siempre es fantástico, también hace falta, en ocasiones, dar un revolcón al que lo sufre, para que no se quede parado, para que luche, que no se limite a lamer las heridas.<BR/><BR/>Las personas caramelizadas, me ha gustado mucho esta metáfora. Me va a servir mucho. Conozco a muchas personas así y nunca las había visto desde esta perspectiva. Yo he hablado a veces de vampirismo emocional y material, del eterno pedir/exigir y del subsecuente transigir y consentir del otro. Pero el caramelismo, me ha dado otra visión del mismo problema. ¡¡¡¡Me lo quedo¡¡¡¡, jajajajajaja.<BR/><BR/>Por supuesto que para mí no es lo mismo un tipo de dolor que otro. El ejemplo que pones de señora y criada sufriendo es harto elocuente. Pero como te he dicho antes, no era ese el tema que me chirriaba del post de Lenka, sino la falsa impresión que tenía, posiblemente por el título de su entrada, de que parecía que un rico no tenía derecho a sufrir por el hecho de ser rico. Hay dolores que, aún respetándolos, no los comparto ni por consiguiente les hago el más mínimo caso. <BR/><BR/>Pero la señora de malva, a buen seguro, no se ha suicidado por carecer de criada o no tener el yate que le gustaba. Se ha suicidado porque sufría intensamente y posiblemente por un enorme vacío existencial. Lo de no tener criada y quejarse no era más que un pequeño síntoma de un transtorno mucho más profundo y de mayor calado que nada tiene que ver con ser pija o rica. <BR/><BR/>Yo voy a la típica frase de “Lo tiene todo y no lo sabe aprovechar”. No lo tiene todo, posiblemente no tenga nada de nada, de lo que realmente es importante. No ha sabido ser feliz. No ha sabido luchar. Tenga joyas o no, yates o no. Me da igual. Hay muchas personas que no saben ser felices y creo que la mayoría luchan pero no saben en que dirección. Es más, este tipo de personas intentan poseer más y más cosas materiales buscando la felicidad en ellas. Luchan contra la infelicidad de esa forma que les han enseñado y.....cada vez se sienten más y más vacías y cada vez se quejan de más y más cosas, a cual más gilipollas.<BR/><BR/>Con respecto a tu tía, evidentemente se queja de cosas gilipollas, pero eso no la hace gilipollas. (Quizás lo sea, jajajajajajaj, pero no la conozco). Tampoco se el grado de sufrimiento de ella. Ni porque sufre, si lo hace. Lo que sí te puedo asegurar es que las “quejas gilipollas” de tu tía, son las mismas, aunque de distinta índole a otras muchas personas que no tienen un duro. La queja eterna de tantos y tantos por nimiedades que prefieren quejarse a actuar.<BR/><BR/>Estoy plenamente de acuerdo contigo en que no habrían caramelistas sin personas que consienten. De hecho, creo que los caramelistas no nacen....se hacen. Los que consienten son responsables de la existencia de consentidos. Y es muy difícil, muy difícil no consentir, sobre todo con los hijos, pero es absolutamente necesario. <BR/><BR/>“como tampoco creo que para ser justo haya que empatizar y no poner nombres a las estupideces propias o ajenas,”<BR/><BR/>Creo que en esta frase no entiendo el uso de empatizar. Empatizar y consentir son totalmente diferentes y creo que, por el contexto en que la utilizas, realmente querías decir consentir. Lo de poner nombres a estupideces propias o ajenas no le veo ningún problema. Si una persona ha mentido, veo correcto decir que ha mentido: eso no es etiquetar, simplemente es expresar una realidad concreta de ese momento. Pero si la tachas de mentirosa, eso sí es etiquetar: has hecho de un acto, mentir, un todo de esa persona: mentirosa. Por eso siempre hablo de actitudes y no de personas. Mentir/mentiroso. <BR/><BR/>Lo del 14% que se suicida para hacer daño, no lo he encontrado. Sí es cierto que hay manipuladores del suicidio, muchos, pero suelen tener buen cuidado en no matarse. Recuerdo una chica a la que atendí en Urgencias que se tomó 20 pastillas de Termalgin, poniendo buen cuidado en que su novio se enterara. La chica no se quería matar, sólo dar pena o manipular al novio. Como en su casa el Termalgin era como “agua”, se tomó una caja entera creyendo que era muy poca dosis y que no le pasaría nada. Lo que no sabía era que 20 pastillas de Termalgin son mortales. Murió en dos días y la pobre chica lloraba amargamente cuando vio que se le metía en UCI y que todos los médicos estábamos muy preocupados. Sólo repetía que no se quería matar, que el Termalgin no le podía hacer tanto daño.<BR/><BR/>Muchas gracias Chusa. Me ha encantado tu comentario y he aprendido muchas cosillas y a ver más claras otras. <BR/><BR/>Un abrazoJuanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-85818836826693610802009-01-02T20:16:00.000+01:002009-01-02T20:16:00.000+01:00Hola Elvira:A veces, ni siquiera el mejor especial...Hola Elvira:<BR/><BR/>A veces, ni siquiera el mejor especialista. Con mi amiga A. no pudo ni el mejor. Ingirió una sobredosis de pastillas, fué tratada en un hospital y, nada más volver a su casa, se fue directa a la ventana.<BR/><BR/>Nunca podremos llegar a entender lo que pasa por la mente de alguien que busca la muerte desesperadamente, salvo que nosotros mismos nos veamos en esa situación.<BR/><BR/>Un abrazo, querida amiga.Iohttps://www.blogger.com/profile/10412016358101775141noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-36477899113341258062009-01-02T19:30:00.000+01:002009-01-02T19:30:00.000+01:00Hola Chusa:Pues está claro que te explicas mejor q...Hola Chusa:<BR/><BR/>Pues está claro que te explicas mejor que yo o que las prisas me roban las palabras, porque lo que venía a decir es exactamente lo que has puntualizado tú.<BR/><BR/>Que no es necesaria una causa, sea cáncer, desamor, ruina, etc. para hundirse en un vacío que te lleve a la desesperación. <BR/><BR/>Que uno puede, en apariencia, tenerlo todo y sin embargo querer morirse.<BR/><BR/>Que ese vacío y esa desesperación pueden llevarte a ignorar algo tan incuestionablemente importante como es una hija.<BR/><BR/>Que no estoy hablando del manipulador que se dedica a gritar a los cuatro vientos que se va a suicidar para saciar su necesidad de atención y egocentrismo.<BR/><BR/>Y en este punto me referí a Erika Ortiz porque su trágica muerte respondió a muchas de estas premisas. Era una mujer muy sensible, que no se dedicaba a manipular a nadie, que no estaba enferma, que no tenía problemas económicos, que no sufría desamor, que tenía una hija maravillosa, que contaba con una posición que tal vez le hubiese facilitado otro tipo de huida. Y sin embargo NO PUDO. <BR/><BR/>Se que fue, precisamente, la nueva situación de su hermana la que le llevó a ese hundimiento, por cuanto era una filosofía de vida que atentaba de lleno contra la sencillez de la suya propia.<BR/><BR/>Mucha gente se echó las manos a la cabeza por esa niña que quedó huérfana, por destrozar el corazón de su familia, por haber optado por una solución "egoísta" que hizo daño a mucha gente. Pero yo pensé en ella, en cómo de hundida y desesperada debió sentirse ella para hacer lo que hizo a pesar de su niña y de la vida que tenía por delante.<BR/><BR/>Y por eso la he puesto de ejemplo. Porque me ha parecido que en este debate se estaba tomando como modelo a un tipo de suicida frívolo y manipulador, y muchas de las personas que se quitan la vida no tienen la culpa de caer en el abismo en el que caen, no pueden evitarlo, no saben luchar contra ello y, curiosamente, no suelen contarle a nadie que tienen intención de suicidarse.<BR/><BR/>Y por mucho que nos parezca una aberración, tendríamos que estar en la oscuridad de su desesperación y de su infierno para poder entenderlas y comprender que no existe un ápice de egoísmo en su trágica decisión, que no pueden evitar sentir como sienten, que la vida puede ser un lugar muy bello y hay que estar pasándolo muy, pero que muy mal para retirarse antes de tiempo.<BR/><BR/>Luego habrá otro tipo de suicidas, manipuladores, ególatras, etc. Pero el caso al que yo me refería, que es el único que conozco, no era de esos.<BR/><BR/>Un abrazo, ChusaIohttps://www.blogger.com/profile/10412016358101775141noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-75812932715842926612009-01-02T19:27:00.000+01:002009-01-02T19:27:00.000+01:00Mejor te vienes tu pa Chiclana, quillo. ;)Otro abr...Mejor te vienes tu pa Chiclana, quillo. ;)<BR/>Otro abrazo para ti.Celadushttps://www.blogger.com/profile/04718325620459425347noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3782364544317393193.post-43500862906298855982009-01-02T19:20:00.000+01:002009-01-02T19:20:00.000+01:00Celadus, jajajajajaja. Pues sí, tienes toda la raz...Celadus, jajajajajaja. Pues sí, tienes toda la razón. <BR/><BR/>Huyo como la peste de etiquetas y prejuicios, pero se me escapan. A veces me doy cuenta y otras no. Esta la has pescado tú. Es una lucha en la que he ganado muchas batallas, pero sé que voy a perder la guerra....pero sigo luchando. <BR/><BR/>Y también estoy de acuerdo en que he empleado, sin nombrarlo, un debería, jajajajajaja. No era mi intención, pero así ha salido. <BR/><BR/>“comparar es poner una cosa junto a otra y observar sus semejanzas y diferencias”. También te doy la razón, desde el punto de vista sintáctico. Pero no me refiero a este tipo de comparación en que tan sólo se observa, sino a la comparación dañina para uno mismo, unas veces por pura competitividad malsana, otras para reprocharte lo que no eres o no haces y otras para justificar un prejuicio contra alguien. La comparación que sirve para aprender y mejorar por supuesto que es sana y necesaria.<BR/><BR/>Cuando hablaba de compromiso, iba implícita la actuación para hacer efectivo ese compromiso. Yo lo expresaba como “vivir el compromiso”.<BR/><BR/>Celadus, pide traslado a Sevilla, jejejejejeje. Que te tengo “etiquetado” como un amigo que me hace falta tener cerca, jajajajajaja. <BR/><BR/>Un abrazoJuanhttps://www.blogger.com/profile/14852056622948536410noreply@blogger.com