sábado, 29 de marzo de 2014

Sobre el amor romántico

“Lo eres todo para mí”. “Sin ti no soy nada”. “Me muero por tu amor”. “Si me dejas me mato”. “Eres lo mejor de mí” . 

Todos hemos oído o dicho estas frases y nos parece que así debe ser el amor: todo un canto a la dependencia, a la esclavitud, a la exclusión del yo. Una manera de acercarse al amor con la violencia como mochila y en la recámara. La mejor manera de pasar, en un instante de desengaño, del amor al más feroz de los odios. 

No existe la generosidad en este tipo de relación sino el dominio, la pertenencia, la posesión. Si lo eres todo para mí, me perteneces, porque sin ti no soy nada…..y pobre de ti si me abandonas, te haré la vida imposible, porque yo no tengo vida…sin ti. 

Cuando no puedes vivir sin alguien te conviertes en su esclavo. Y, si te abandona, sólo vivirás para vengarte.

El amor no debe ser una compra en propiedad con una hipoteca asfixiante para pagarla. El amor es un alquiler renovable para ambas partes.


En la sociedad el poder lo detenta el más fuerte o el más inteligente. En la pareja no es así, el poder lo tiene el que menos necesita del otro. Por eso, frente al amor romántico, postulo el amor egoísta, el amor que respeta la individualidad propia, la independencia y el compartir como base de una unión libre, rica y en donde las alas de cada uno crezcan para volar juntos hacia lo más alto.