sábado, 31 de diciembre de 2011

Así, no

Mal empieza el gobierno del PP. Tenía pocas esperanzas en este gobierno y, nada más comenzar su andadura, me he quedado sin ninguna.

El gasto del Estado es excesivo (para los ingresos que tiene). En eso creo que coincidimos todos. Hay que recortar los gastos. ¿Pero es necesario recortar los derechos y aumentar los impuestos para ello?. Estoy absolutamente convencido de que no.

Hay dos maneras de ahorrar:
1. La fácil, o sea, la que ha hecho el PP: recortar salarios, congelar inversiones, aumentar impuestos y recortar derechos.
2. La más fácil y eficaz: gestionar bien.

El Estado es una auténtica máquina de derrochar: prefiere gastar o recortar a lo loco que gestionar correctamente lo que tiene. Inversiones millonarias en aeropuertos en que no aterrizan aviones, puertos gigantes que no hacen falta, cientos de televisiones públicas para autobombo, organismos públicos que doblan servicios ya existentes, pésima gestión de la Sanidad, cajas de ahorro gestionadas por políticos (el gran problema de la banca española no han sido los bancos, gestionados por profesionales, sino las cajas gestionadas por indeseables públicos).

A finales de 2010 me enrolé en un desafío: gestionar la Unidad de Traumatología y Reumatología de mi Hospital (la Unidad más grande de España). Contábamos con un presupuesto de 44 millones de euros (se habían gastado 46 en 2010). Pues hemos terminado el año habiendo gastado sólo 39 millones. Un ahorro de 7 millones respecto a 2010 (casi un 16% menos). Esto se ha conseguido sin haber quitado un solo derecho, sin despedir a nadie, habiendo bajado en tres meses la lista de espera de cirugía y bajando la lista de espera de consultas en dos semanas. Hemos mejorado el nivel de satisfacción del usuario y se han reducido las reclamaciones en un 50%. Todos los pacientes se han ido de cada consulta con un informe completo informatizado (frente al 10% del año previo) y la satisfacción de los profesionales ha aumentado.

Es posible ahorrar, y mucho, gestionando bien. Y esto lo ha conseguido un médico. Me imagino que un gestor profesional podría hacer mucho más.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Una buena taza de café

Soy un enamorado del café. No tengo remedio. Un enamorado, que no un entendido. Me gustan casi todos. No soy escrupuloso. Me da igual con leche, cortado, largo o corto de café, con la leche fría, templada, desnatada, semidesnatada o completa. No soy capaz de diferenciar si es torrefacto, arábigo, nexpresso o no sé que leches de miles de variedades.

Supongo que habrán paladares más exquisitos que el mío, capaces de diferenciarlos. Pero un camarero me comentaba en uno de estos cafés de indias, que ofertan multitud de variedades que, cuando tienen prisa por ser mucha la clientela, ponen a todos el mismo café. Ni siquiera se esmeran en ponerlos largos o cortos, cortados o simplemente con leche. Mejor con la leche templada pa tos (así no se coscan los que la piden fría o caliente). Y cuando el cliente avispado pregunta ¿cuál es el largo de café?, sin inmutarse el camarero señala el que tiene más cerca. Muchas veces se divierte al comprobar como los clientes comparan sus respectivos cafés ¡¡¡y son capaces de diferenciarlos¡¡¡. Este de Costa Rica es más intenso, pero el de Nicaragua más profundo. Como mi brasileño no hay ninguno. Pobreticos.

A mí nunca me engañan: siempre pido un cafelito con leche. Sea de donde sea y venga de donde venga. Una buena taza de café con leche, con su aroma, su espuma y su sabor.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Impuestos

No tengo ningún problema en admirar a los ricos que han conseguido su bienestar en base a la creación de empresas reales y puestos de trabajo, mediante la innovación y el trabajo bien hecho y bien gestionado. Son ricos y, a la vez, crean riqueza para todos en forma de empleo y de impuestos que salen de las actividades empresariales.

Tampoco tengo ningún problema en que los bancos ganen dinero basándose en una solidez, confianza y en su negocio genuino: comprar y vender dinero. Un buen banco gana mucho dinero y, a la vez, contribuye a un mayor desarrollo de la sociedad.

Pero no entiendo la ingeniería financiera. Las finanzas modernas no crean empleo, apenas generan impuestos, inflan precios y crean burbujas en las que caen, al abrigo de aumentos espectaculares de beneficios a corto plazo, millones de incautos. Este “capitalismo virtual” sólo es especulador. Sólo trabajan el riesgo y, las más de las veces, con trampas. Juegan con ruletas rusas trucadas.

Sin embargo, a pesar de que la ingeniería financiera sólo beneficia a una pandilla de embaucadores financieros y perjudica a la inmensa mayoría de la sociedad, APENAS PAGAN IMPUESTOS. Los instrumentos financieros complejos están casi exentos de tasas.

Pienso que las cosas deberían ser muy diferentes.
1. El capitalismo productivo es positivo, hablando en términos genéricos, no así el especulativo.
2. Deseo una sociedad con altísima libertad moral pero con una libertad económica bastante controlada.
3. Quién produce paga impuestos. Quien especula, paga muchos más impuestos.
4. Si existen especuladores de miles de millones de euros es que hay ingenuos que se los ceden. Los segundos también son responsables por codicia y por estupidez.
5. El 5% más rico debe contribuir más de la parte de beneficio para lujo y debe pagar menos cuando reinvierte el beneficio en la creación de empleo.
6. El dinero público no debe servir para alimentar vagos sino para crear una sociedad en que la igualdad de oportunidades sea real.
7. La creación de riqueza no se debe basar en un aumento del PIB a cualquier precio. Un crecimiento continuo no es sostenible a largo plazo. Sólo tenemos un planeta y, el crecimiento desorbitado del consumo (que es el principal motor del aumento de PIB), está devastándolo. Un decrecimiento ordenado, con una economía sostenible desde el punto de vista ecológico, disminuirá sin lugar a dudas nuestro nivel de vida, pero en absoluto tiene porqué empeorar nuestra calidad de vida.
8. Los impuestos deben ser mayores a las empresas más contaminantes, por muchos empleos que generen. También deberán ser mayores para los ciudadanos de a pie que más contaminen. Los que consuman más gas o electricidad (por encima de un mínimo personal) deberán pagar el doble o triple del precio base y, de esta manera, pagar el sobrecoste de energías limpias. El uso del coche particular debería estar muy penalizado con aumentos ingentes de impuestos en carburantes. El que desee vivir a 100 Km de su trabajo, contaminando mucho más, que lo pague.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Movilidad social

El índice de movilidad social hace referencia a la facilidad con la que una persona puede subir o bajar en la escala social de un país.

Es uno de los mejores índices de justicia social. Cuando hay poca movilidad social significa que hay pocas posibilidades de mejorar tu situación mediante el esfuerzo. Una sociedad poco móvil no premia el esfuerzo ni castiga la desidia. El destino de un individuo viene predeterminado por la situación económico-social de los padres.

Por el contrario, en las naciones con alto índice de movilidad, el mérito es el factor fundamental para que un individuo desarrolle al máximo su potencial.

Hay diversas maneras de estudiarlo y son realmente complejas. Quizás, la que más se aproxime a la realidad, sea la que estudia el nivel de los padres respecto a sus hijos. Si los hijos ocupan escalas muy diferentes a los padres significa que la riqueza o pobreza de los padres no influye en el status del hijo, que éste mejorará o empeorará su situación dependiendo de su esfuerzo. En este caso hay verdadera igualdad de oportunidades, pero ojo, que la movilidad y la desigualdad en la distribución de la renta no se encuentran teóricamente relacionadas. Sigue habiendo desigualdad de rentas sólo que, esta desigualdad, no está relacionada con la cuna sino con el mérito.

La educación, a primera vista, parecería que es el factor clave para conseguir un mayor índice de movilidad social. Si la calidad de enseñanza es alta, sin tener en cuenta la economía de los padres, mediante un sistema público de enseñanza universal, gratuito y de calidad, se debería tender a que los hijos tengan más igualdad de oportunidades. Sin embargo, esto sólo es verdad en parte. Con una buena educación universal se consigue mejor índice de movilidad educacional (titulación), pero no cambia demasiado el índice de movilidad ocupacional (nivel de puesto de trabajo). Hay otros factores más importantes para la movilidad ocupacional como son el nivel de industrialización, la ideología, ya sea política, religiosa o cultural, imperante en un país y el nivel de envidia de la sociedad.

La envidia, que existe en todas las sociedades, pero no en el mismo grado, se convierte en una clave esencial para entender este concepto. En un país en que se alaba al que consigue superarse es más probable que haya más movilidad ocupacional y, por el contrario, si se desprecia al que más se esfuerza y consigue cotas más altas habrá menos movilidad.

Los países con mejores niveles de movilidad social son los escandinavos. España se encuentra en una zona media en Europa. Chile es otro de los países más justos.

Gran Bretaña y USA, aunque pudiera parecer lo contrario por aquello de la tierra de las oportunidades, tienen unos niveles de movilidad social bastante bajos debido a un sistema de enseñanza en que lo privado prima sobre lo público. Sus universidades son magníficas, pero hay que pagarlas y sólo pueden estudiar en ellas los ricos o los pobres hiperdotados.

La meritocracia es, a mi juicio, el sistema más justo para construir una sociedad. No hay que hablar de igualdad a secas, sino de igualdad de oportunidades.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Sobrecualificación

Según cifras recientemente publicadas, el 31% de los trabajadores españoles están sobrecualificados respecto al trabajo que realizan. Cifra mucho más elevada que en la UE que es del 19%.

Se da la gran paradoja de que jamás en la historia de nuestro país la población ha estado tan preparada y, a la vez, nunca ha existido tanto paro.

Surgen varias preguntas:
1. Preparados ¿para qué?.
2. La cualificación profesional ¿es sinónimo de empleo?.
3. ¿Trabaja mejor el que tiene más títulos?.
4. La enseñanza universitaria ¿se debe enfocar sólo al empleo?.

Me salen mejor las preguntas que las respuestas.

La formación integral de la persona es esencial para que una sociedad sea lo más justa y equitativa posible. Pero, al menos es España, esa formación va dirigida casi en exclusiva a conseguir en el futuro un trabajo. No se pretende formar personas sino trabajadores.

Este enfoque de los estudios trae consigo muchos de los males que nos azotan. Se invierte demasiado en conseguir arquitectos, ingenieros, médicos o dietistas, todos ellos necesarios, y nos olvidamos que, sin una formación integral, nos va a faltar gente con sueños, ideas, imaginación, con novedades, con capacidad de innovación, con inquietudes científicas, que son curiosamente los que crearán los empleos para que los universitarios trabajen.

Nacemos con un potencial creativo impresionante, con una diversidad asombrosa, producto de millones de años de evolución. Pero desde que nacemos, la mal llamada educación, yo diría des-educación, no intenta potenciar lo que traemos de fábrica sino que pretende justo lo contrario, homogeneizarnos, que seamos lo más parecidos posible, desterrar la creatividad y la diversidad e imponer la memorización absurda de los reyes godos y el sistema periódico. Los diferentes son mal vistos, peligrosos. Cuanto más igualitos seamos, más posibilidades (supuestamente) tendremos de trabajar por cuenta ajena (por cuenta propia es demasiado arriesgado).

De esta manera empieza una carrera de obstáculos y, desde los tres años, te sientan en un pupitre para prepararte la memoria (no la capacidad de inventar o crear) y empiezan a obligarte a memorizar una ingente cantidad de datos, no para que los recuerdes todos cuando seas mayor, sino para preparar la memoria que te servirá en el futuro para aprobar el bachillerato, la selectividad, la licenciatura, los máster y, por último, la oposición. Pero pobre de aquel que no sea capaz de sentar el culo en la silla de memorización colectiva durante seis horas al día. El niño de seis años que no sea capaz de eso es “anormal”, tiene déficit de atención o simplemente es rebelde y hay que domarlo o, en último extremo medicar, al diferente.

Pero el “normal”, consigue terminar sus estudios con gran éxito y se tiene que enfrentar con la “OPOSICION”, porque no hay tantas plazas como licenciados. Los que han conseguido tener mejor memoria la aprueban. Pero los que no consiguen superarla, se encuentran de pronto con un título, que supuestamente les iba a dar trabajo, pero a la hora de la verdad es papel mojado, y como sólo se les pedía memoria y no creatividad, que la dejaron en el pupitre, no tienen capacidad de crear empleo y se tienen que conformar con que alguien les dé trabajo en lo que sea.

No hay sobrecualificación en España. Hay un exceso de DES-EDUCACIÓN y, este exceso de des-educación, lleva a que existan muchos demandantes de empleo y pocos creadores.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Sanidad pública

Pocos aspectos de la vida social suscitan tanto consenso como la bondad del sistema público de salud.

Sin embargo, negros nubarrones se ciernen sobre ella. Es de gran calidad, pero demasiado cara, al menos para los ingresos que obtiene el Estado.

Pero no es cara por los sueldos que se cobran (mucho más bajos que los de nuestro entorno) sino por otras circunstancias fácilmente subsanables, si hay verdadera voluntad para solucionarlos. Todos, en mayor o menor medida, somos responsables de ese gasto excesivo y, por consiguiente, somos responsables de solucionarlos.
Los tres actores principales son:

1. Gestión económica.
Es realmente desastrosa y bochornosa. No se gestiona, simplemente se ingresa y se gasta sin el más mínimo control. Las deudas son desorbitadas y lo único que se ha hecho para reducir los costes no ha sido mediante una gestión eficaz, sino bajando el 5% de los sueldos, cerrando plantas y consultas y retrasando el pago a los proveedores.

¿Porqué se gestiona tan mal?. Porque los gestores no son profesionales. Son médicos/políticos que poco o nada saben de economía. Un ejemplo de pésima gestión es la mala costumbre de crear unidades quirúrgicas de alto nivel, como cirugía cardiaca pediátrica, en todas y cada una de las ciudades españolas. Ello conlleva un gasto extraordinario y no sólo no mejora la calidad sino que la empeora de manera espectacular. Son intervenciones muy complejas y poco frecuentes que, al repartirse entre 50 equipos, ninguno de ellos llega a tener la suficiente experiencia como para tener unos buenos resultados. Es preferible que en toda España hayan dos unidades hiperespecializadas que sean las que lo operen todo. Esos dos equipos conseguirán tener una enorme experiencia y calidad y el coste para el sistema será mucho más pequeño. Pero el político se pone medallas cada vez que abre un nuevo servicio en su pueblo.

2. Personal.
Los médicos tenemos barra libre para solicitar pruebas y poner tratamientos, algunas veces muy caros y sin sentido. No se trabaja de cara a ser más productivo sino para tener los menos problemas posibles en el día a día y, si pidiendo una Resonancia, nos quitamos a un paciente coñazo, la pedimos. Por otro lado está el grave problema del absentismo laboral que, en algunos sectores llega a ser del 30%.

Hay miedo a trabajar según productividad. La igualdad se ha impuesto y gana lo mismo un profesional de primer orden con resultados extraordinarios a nivel mundial que el que resuelve diez veces menos trabajo y con menor calidad. En Medicina están perfectamente estandarizados por procesos la productividad de la inmensa mayoría de acciones que se realizan. Incentivar al buen profesional con más sueldo es equitativo y deseable y, al final, le resulta más rentable al sistema pues hay más posibilidades que el profesional mediocre mejore.

Los pacientes con enfermedades graves, como por ejemplo los que necesitan de un transplante, no tienen conocimiento directo de los resultados que obtienen distintos equipos a nivel español. Sería deseable que se publicaran los resultados que obtiene cada unidad en cada patología de importancia para que el paciente pudiera elegir acudir al mejor centro. A su vez, los mejores centros, a los que acuden más pacientes, deberían ser estimulados pagándoles más y, a los peores, se les restaría dinero.

3. Usuario
Hay tendencia al abuso de servicios cuando son gratuitos (o esa es la impresión de muchos). Cualquier patología, por banal que sea, es subsidiaria de acudir a un servicio de urgencias, al médico de cabecera o incluso exigir pruebas complementarias caras “para quedarse tranquilos”.

Se insiste en acudir al “especialista” por cualquier tontería, cuando éste sólo está para tratar a pacientes complejos que no puede atender el médico de cabecera.

Cualquier prestación pensada para unos pocos que la necesitan se tiende a universalizar, como por ejemplo el calzado ortopédico o las plantillas.

Se aplauden todas las iniciativas que pretenden poner en cada pueblo unidades muy avanzadas, con el inmenso coste y pésima eficacia que ello supone. M

Muchos creen que tienen derecho a todo, cuando sólo tienen derecho a lo que realmente necesitan.

Nuestra Sanidad tiene unos niveles de calidad muy altos y no creo que sean necesarios recortes sino buena gestión por parte de unos y responsabilidad por parte de los demás.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Bravos y mansos

A los toros se les clasifica como bravos o mansos dependiendo del comportamiento que tienen en la plaza, de la lucha que establecen ante una agresión.

Curiosamente, en los seres humanos, esta distinción también se da. Hay personas que nacen mansas y otras bravas....y no parece que la educación tenga nada que ver en ello.La manera de defenderse de las imposiciones de los demás, de lo que cada cual considera injusticia, es completamente diferente en unos y otros. Y esta distinta manera de reaccionar se produce prácticamente desde el nacimiento.

Poneos a pensar en distintas personas que conozcáis y os daréis cuenta lo fácil que es clasificarlos en uno u otro grupo.

El bravo es rebelde, lucha y se enfrenta a lo que considera injusto, sabe decir que no cuando no está de acuerdo, manifiesta sus ideas en cualquier situación y ante cualquiera. Tiene una agresividad "asertiva", abierta, no se la guarda. Es expansivo.

El manso prefiere adaptarse a los demás para evitar enfrentamientos. Se calla para evitar mostrar su desacuerdo. Cuando le agreden agacha la cabeza y aguanta el chaparrón. Se achanta cuando se le enfrentan. Sin embargo puede ser igual o más agresivo que el bravo, porque la va guardando en vez de expresarla abiertamente y cuando estalla......estalla.

Las dos características forman parte del temperamento y, en consecuencia, son genéticas. Pero la genética predispone, no determina. Ser bravo o manso no es positivo ni negativo, sólo depende de como gestionemos esas actitudes.

Un bravo puede ser un rebelde "sin causa", un individuo que se opone sistemáticamente a todo sin ofrecer posibilidades alternativas, puede ser destructivo sin construir posteriormente, es el que justifica su mala educación y su manía de insultar en que es "muy sincero". Puede tener miedo, pero ese miedo lo emplea en agresividad/actividad.

Por contra, la bravura bien gestionada es rebelde "con causa", un ser que, ante la injusticia o ante lo que está mal, no duda en cambiarlo y es capaz de enfrentarse al mundo para mejorarlo. La bravura la emplea para construir, para crear algo diferente.

En lo político no son de derechas ni de izquierdas (que poco me gustan estas expresiones), tienden a ser "progresistas", siempre dispuestos a cambiar. En Cuba serían anti-marxistas y en USA tenderían a ser de izquierdas.

Un manso no se rebela casi nunca. Traga, consiente demasiado, incluso que le falten al respeto. No destruye lo que está mal, tiende a justificarlo y abogar, en todo caso, por reformarlo "un poco". Siente demasiado miedo a los cambios bruscos. El miedo le paraliza y le hace aferrarse de manera aún más fuerte a lo conocido, por malo que sea.

Por contra, la mansedumbre bien gestionada tiende a negociar, a crear buen ambiente, a dialogar, a formar grupos poco jerárquicos, sin líderes de ordeno y mando, en que cada uno tiene voz. Sabe trabajar en equipo y tender puentes.

Tienden a ser conservadores. En Cuba serían comunistas y en USA capitalistas.

Me confieso bravo.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Elecciones generales

Según la encuesta del CIS, así quedarían las elecciones. A la izquierda pongo el número de escaños que cada partido conseguiría con un reparto equitativo según votos y a la derecha, entre paréntesis, los que sacarán según la actual ley (D´Hunt).


PP 166 (192-196)
PSOE 112 (110-113)
IU 32 (11)
UPyD 15 (2)
CIU 12 (14)
PNV 4 (5)
ERC 3 (3)
BNG 2 (2)
Amaiur 2 (4-5)
CC 1 (2)
Compr 1 (1)

Según estos resultados,mis conclusiones son:

1. España es bipartidista.
2. Con un reparto proporcional directo, las cosas cambian, pero no tanto. El PP tendría casi la mayoría absoluta.
3. Los pequeños partidos nacionales (IU y UPyD) son lo claros perdedores con el sistema D´Hunt.
4. Los partidos nacionalistas y el partido mayoritario (en este caso el PP) los que más se benefician del reparto según la actual Ley electoral.
5. Los españoles sienten gran simpatía por el movimiento 15-M (el 75%), pero ninguna confianza. El partido que más se acerca a sus propuesta (IU) sólo obtendría un 8.8 % de los votos.

domingo, 30 de octubre de 2011

La palabra mágica: NO

Comprendo lo difícil que es decir que no. Tan difícil como imprescindible para la salud emocional.

Hay personas que parece que llevan un cartel en la frente que dice: venid a mí con vuestros problemas. Y los que llevan ese cartel consiguen que acudan cientos a esa llamada invisible.

Y sólo consigo encontrar tres maneras de afrontar este hecho:
1. “Ser altruista” y ayudar, aún en contra de lo que sientes al hacerlo. Pero esto desgasta y, sobre todo, amplías el cartelito de la frente y más moscas acuden hasta llegar al agotamiento y la decepción. En ocasiones se puede terminar con la famosa frase del “doy más de lo que recibo” o la otra: “y yo cuando recibo”.
2. “Ser egoísta”. El bienestar propio está por encima del bienestar de los demás. Puede llegar a guiar hacia el egocentrismo y a crear unas relaciones insanas que, finalmente, redundan en contra del bienestar que perseguimos.
3. “Ser natural”. Lo intermedio entre el altruismo buenista, en última instancia, “dar a los demás para que me quieran y así ayudarme a quererme más” y el egocéntrico “no dar, sólo recibir porque me lo merezco”. Ese ser natural implica indagar en nuestros sentimientos y sensaciones para dar sólo aquello que realmente queremos dar y no lo que nos exigen/autoimponemos por la imagen de “bueno” que tenemos o, sobre todo, nos han inculcado.

La cultura y moral judeocristiana tiene mucho que ver en el altruismo autodestructivo. Nos meten desde pequeños un chip en el cerebro en el que lo importante no es lo que quieres, sino lo que se espera de ti. De esta concepción nace la sacralización del sacrificio, la bendición del sufrimiento, la obediencia ciega.

Busca en tu manera de relacionarte con los demás lo que haces para que se enganchen a ti. Cuando lo encuentres y lo cambies notarás que las exigencias de los demás bajarán en la misma medida que tu capacidad de ayudar aumentará, porque empezarás a auxiliar porque sale de ti y no porque te lo exigen/ autoimpones. Dejar de ser altruista o egoísta y empezar a ser “natural”.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Sintiendo y pensando

La teoría nos la sabemos perfectamente. Los libros de autoayuda (que horror la mayoría de ellos) campan por sus anchas en las librerías. Nos conocemos al dedillo las mil y una maneras de afrontar nuestra vida con grandes posibilidades de éxito y felicidad. Pero a la hora de aplicar esas recetas tan “lógicas” fallamos una y otra vez.

Son fórmulas generadas desde el pensamiento y puestas en práctica por un ser pensante….y con emociones. Y son precisamente estas emociones las que se rebelan una y otra vez contra la teoría.

Nos educan desde una base puramente racional (no hay más que ver las materias que estudian nuestros hijos) y nos dejan analfabetos del mundo de las emociones. Resultado: no sabemos que hacer con ellas, no las sabemos manejar y, si no las manejamos, ellas nos manejarán y no sabremos por donde nos vienen las tortas que nos estamos dando nosotros mismos.

Me imagino que cada uno tendrá que aprender su propio camino, su manera especial y única de conocerse, ayudado del pensamiento racional, sí, pero no sólo de él. En mis momentos peores me he dejado “violar” por mis miedos, iras, rabias, dependencias, apegos, angustias, traumas, decepciones, alegrías, amores y pérdidas, recuerdos y sueños. Me he entregado a ellos sin huirlos, sintiéndolos…para comprenderlos. Y cuando los he entendido se me ha abierto un nuevo mundo, una forma diferente de sentir, actuar e incluso pensar.

domingo, 23 de octubre de 2011

Balance provisional de la catástrofe

Extracto del artículo “Balance provisional de la catástrofe
Publicado en El Pais por César Molinas.

……….Las estructuras básicas de nuestro mercado laboral y de la negociación colectiva siguen siendo las que se heredaron del franquismo en 1975: fueron diseñadas para una economía autárquica y corporativista. Las elevadas indemnizaciones por despido, causa importante de la temporalidad y del miedo empresarial a contratar, responden al paternalismo de un régimen para el que no existía el concepto de desempleo y, por tanto, no lo aseguraba. Ahora sí se asegura. La negociación colectiva, con su estructura jerárquica de convenios, tiene sus raíces en los antiguos sindicatos verticales y sigue siendo terriblemente eficaz a la hora de conseguir que los incrementos salariales no tengan nada que ver con los aumentos de productividad.
Así no hay economía que pueda funcionar. En 1986, España se integró en la Unión Europea, no en la Unión Soviética, mal que les pese todavía a algunos. Debemos ser consistentes en el entorno en el que estamos obligados a competir, y para eso no hace falta inventar nada: basta copiar lo que está funcionando bien en los Estados miembros que tienen tasas de desempleo de un solo dígito. En esa dirección van la propuesta de un contrato laboral único con costes de despido crecientes con la antigüedad, y la propuesta de flexibilización de la negociación colectiva para dar protagonismo a la negociación en el ámbito de la empresa. ……..

………El éxito en la salida de la crisis, por una parte, y en los objetivos democratizador y europeo, por otra, contribuyeron a consolidar a los interlocutores sociales, de modo que estos acabaron disfrutando de una representatividad de facto que iba mucho más allá de la de sus meros afiliados, que es lo único que reconoce la Constitución. Gobiernos de izquierda y de derecha han otorgado a los sindicatos una tutela y un veto implícitos sobre todo "lo social". A ello se debe, por ejemplo, el enorme retraso en la reforma de las pensiones y el fracaso de cualquier intento de reforma en profundidad del mercado laboral. Como escribió un comentarista, los sindicatos se han convertido en la columna vertebral del establishment contrario a la reforma estructural.
Es urgentísimo hacer una reforma profunda del mercado de trabajo, y es muy probable que haya que hacerla contra los sindicatos. Pues bien, hágase. Sí, conllevará un cambio en nuestro sistema político, pero un cambio en la buena dirección: la de dar plena soberanía al Parlamento en temas que, hasta ahora, le llegaban filtrados, cuando le llegaban………



…………..El consenso de 1978 tuvo el gran acierto de integrar los nacionalismos históricos. Era, por aquel entonces, un tema peliagudo -y lo sigue siendo-. La vía elegida para hacerlo fue el Estado de las autonomías, versión café para todos. A lo largo de tres décadas, la descentralización del Estado ha sido muy grande. Salvo en las comunidades forales, que recaudan sus propios tributos, el gasto público se ha descentralizado mucho más que los ingresos y se han producido disfunciones entre las decisiones de gastar y las de recaudar………………

La crisis de moral y de valores
Escribí hace algún tiempo en este periódico que la acumulación de derechos sin contrapartida por el lado de los deberes embrutece a las masas. Esto, más por ignorancia que por otra cosa, escandalizó a algunos, que lo consideraron una ocurrencia mía provocadora y deleznable. No es así: este pensamiento tiene firmes raíces en Ortega y en Kant. Lo ilustraré con un ejemplo. El derecho a no ser despedido del trabajo arbitrariamente tiene que tener como contrapartida el deber de ir a trabajar. Si eso no ocurre, se produce el absentismo laboral, que es una verdadera plaga en las empresas españolas.
Nuestra democracia ha puesto mucho más énfasis en publicitar derechos que en reclamar deberes, y así no puede funcionar bien: ya dijo Montesquieu que la democracia se basa en la virtud, es decir, en el cumplimiento de las obligaciones. La clase política se ha dedicado a adular a las masas para conseguir votos, haciéndoles creer que tienen derecho no solo a recibir algo a cambio de nada, sino de recibirlo a perpetuidad. Todo el mundo tiene derecho a un AVE y a un aeropuerto cerca de su casa, sin ir más lejos. Hay unos Reyes Magos o un Papá Noel implícitos en la democracia española: nunca se menciona quién paga los regalos, quién financia esos derechos sin contrapartida.
En ese caldo de cultivo, la burbuja inmobiliaria empeoró mucho las cosas. Hay pocas cosas tan corruptoras como una burbuja inmobiliaria. Probablemente, el narcotráfico a gran escala que sufren algunos países de América Latina sea peor, pero no se me ocurren más ejemplos. En España, la burbuja ha corrompido a las Administraciones Públicas, muy particularmente a las territoriales, que son las que acaban teniendo la capacidad de decisión sobre dónde y sobre qué se construye; ha corrompido a los partidos políticos sin distinción de credo; ha corrompido a los empresarios en busca de recalificaciones o de permisos de edificación; ha vaciado las escuelas en beneficio del ladrillo o de la hostelería, causando un fracaso escolar masivo y creando grandes bolsas de jóvenes sin ninguna cualificación y con un futuro laboral muy incierto, y ha potenciado un sobredimensionamiento del Estado que ahora resulta financieramente insostenible. El paisaje después de la burbuja es desolador.
Lo ocurrido con las cajas de ahorros es muy ilustrativo de la crisis de moral que nos aflige. Hay una máxima en finanzas que establece que la mejor manera de robar un banco es tener uno. Eso es precisamente lo que ha ocurrido en nuestro país. Las cajas no tienen dueño y nunca han estado gestionadas por angelitos, pero cuando se descentralizó su tutela, pasando esta a corresponder a las comunidades autónomas, la situación cambió a peor. A partir de ese momento, los políticos territoriales no solo decidían dónde y qué se construía, sino, además, quién construía, es decir, qué proyectos tenían financiación y cuáles no.
Todos los partidos políticos, sin ninguna excepción, han intentado controlar las cajas de sus territorios y casi siempre -con alguna grandísima y honrosísima excepción- lo han conseguido. El resultado ha sido catastrófico: de las 45 cajas que había al principio de la crisis no queda hoy en día mucho más allá de media docena de instituciones viables.
Los medios de comunicación han recogido con profusión el saqueo de algunas cajas por parte de sus directivos y de los Gobiernos autonómicos a cuya tutela estaban encomendadas. No están todas las que son, pero es bueno que estas cosas se publiquen.
Mientras ocurría todo esto, ¿por qué no actuaba el Banco de España? Solo se me ocurren tres posibles respuestas: porque no sabía; porque no podía, o porque no quería. Cualquiera de las tres da pie a preguntas muy incómodas. Por razones de salud democrática, creo que estaría bien que el próximo Congreso de los Diputados hiciera estas preguntas……………………….

Posdata
Las crisis son tiempo de tribulación, pero también tiempo de oportunidades. La España de 2011 no es la de 1978: no solo ha progresado mucho, sino que tiene potencial para mejorar mucho más. Algunas de las mejores empresas del mundo son españolas. Algunas empresas españolas son líderes tecnológicos mundiales en su sector. Las empresas españolas están compitiendo en los mercados globales y ganando cuota de exportación.
Hay que liberar el potencial de la economía para acabar con las lacras del desempleo, de los subsidios permanentes y de la corrupción. Para ello hay que tratar a los españoles no como menores de edad, sino como ciudadanos. En vez de adularles, hay que razonarles por qué son necesarias las reformas estructurales. Y hay que ponerlas en práctica. La campaña electoral que ahora empezará es una buena ocasión para el debate.

viernes, 21 de octubre de 2011

martes, 18 de octubre de 2011

Memoria y olvido

Se enseña a guardar en la memoria una enorme cantidad de datos. Se fabrican reglas nemotécnicas que faciliten la labor. Obtienen mejores notas aquellos alumnos que mejor memorizan y tienen más posibilidades de tener una plaza en propiedad en la Administración los que más datos (la mayoría inútiles) son capaces de almacenar en sus “discos duros”.

Pienso que la memoria, que tiene sus obvias ventajas, está sobrevalorada y muy potenciada.

Sin embargo, ¿quién nos enseña a olvidar?.

En muchas ocasiones, los recuerdos son un lastre que entorpecen nuestro caminar.

Para olvidar, de verdad, hay que perdonar. La frase “perdono pero no olvido” en realidad conlleva el uso de la palabra perdón, pero no el hecho de perdonar y, lo que no se perdona, nos sigue afectando. Prefiero usar “perdono, olvido y aprendo”.

viernes, 14 de octubre de 2011

Para tí

Las palabras son sólo eso, palabras. Por eso, si alguna vez lees esto no hagas demasiado caso a este loco filósofo. Busca en tu recuerdo las sonrisas, los abrazos, los besos, las miradas eternas. Siente si has sido amada, respetada.

He intentado ser el mar de la calma al que acudir para compartir silencios, la ola que te envuelve pero no te asfixia, el árbol que te cobija pero no te ata a sus raíces.

He preferido contemplar el río de tu vida, a veces turbulento, a veces sosegado. No he construido presas que te atrapen, sino puentes que te sitúen cuando estás perdida.

No lloro tus lágrimas porque tu tristeza te pertenece, pero te doy mis hombros para que te sientas cobijada.

Sólo contigo me siento único.

Soluciones para una crisis

Parece que nadie tiene la varita mágica para salir de esta crisis. Yo, menos que nadie. Pero me llaman la atención las reacciones ante la crisis. Y hablo de reacciones como algo negativo. Muchas veces, el que reacciona es que previamente no ha entrado en acción. El mundo de la reacción tiene mucho de queja y nada de solución.

Y en estas reacciones hay mucho de defender lo propio atacando lo ajeno. Son los demás los que tienen que pagar y yo dedicarme a defender mi parcelita. Cada cual aporta soluciones en las que los damnificados sean los otros.

Los pobres no quieren que se les recorten las ayudas. La clase media está harta de pagar siempre los platos rotos. Los ricos dicen que pagando más impuestos no se resuelve nada. Cada uno a lo suyo.

Y a la hora de encontrar culpables es aún más fácil. Los culpables son los otros.

Mientras perdamos tiempo y energía en encontrar y señalar a los responsables de esta crisis (siempre los otros, jamás nosotros) y no hagamos autocrítica sobre lo que no hemos hecho y podemos hacer, cada uno en su pequeño mundo, esto no se va a solucionar de manera satisfactoria. Porque de esta crisis saldremos, por supuesto, como siempre se ha salido de muchas infinitamente peores. Pero saldrán fortalecidos sólo los que se pongan manos a la obra, no para criticar lo que han hecho los demás, sino los que se pongan a trabajar por un futuro mejor. Y los que hagan esto serán los que pongan las bases que a ellos les interesen.

La democracia no es sólo votar cada cuatro años y criticar al político de turno. Democracia es entrar de lleno en el barro de la política diaria, no sólo en un partido político, sino innovando, produciendo, creando trabajo y tomando decisiones y riesgos para crear un nuevo mundo y no para protestar por el que tenemos.

martes, 11 de octubre de 2011

Maestro

Quería ser maestro. Esa ha sido siempre mi gran pasión. No era sólo un trabajo, era mi ser.

Pero no me atreví en su día. No me gustaba como se desarrollaba la profesión, por un lado, y por otro, a mis 18 años, me atrajo el dinero de mi otra gran pasión: la medicina.

No sé si acerté o me equivoqué, eso es lo de menos. Lo importante es como se han desarrollado mis vivencias con lo que elegí.

Pero antes contar que tipo de maestro quería ser.

En la serie “Crónicas de un pueblo”, una de las figuras centrales era el maestro. Un maestro que se las apañaba para tener en una única clase a todos los alumnos, desde los más pequeños hasta lo mayores. Sería su profesor desde los seis años hasta que terminaran los estudios.

Supongo que hoy en día esto sería un sacrilegio pedagógico. Pero es lo que me entusiasmaba. Mis inexistentes alumnos iban a saber bastante poco de matemáticas, física, química o religión. Los pobres las pasarían moradas para subsistir en una selectividad.

Pero sabrían mucho de la vida, la naturaleza, las pasiones, las emociones, la felicidad, la angustia.

Sabrían de insatisfacciones y sus porqués.

Sabrían de cómo educar y no domar a sus futuros hijos.

Sabrían de rebeldía constructiva, de criticar sin herir y de mansedumbres autodestructivas.

Disfrutarían leyendo los libros que a cada uno de ellos le interesara.

Aprenderían de dependencia y de abrirse paso por la vida aportando y no restando.

Sabrían que lo social empieza por lo individual y que el egoísmo bien entendido, aquel que te sirve para hacer lo que realmente deseas y no lo que supuestamente debes hacer por los demás, termina siendo lo más solidario, por ser real y no agotador.

Me da la impresión que un chico que se enfrente al mundo con estas armas será capaz de ser un genio de las matemáticas, física, química o biología, sin haberlas dado en su infancia.

Pero elegí ser médico y no me arrepiento. He aprendido a amar profundamente lo que hago. Pero no soy un médico al uso. Uso muy pocos fármacos, pocas pruebas complementarias y pocas palabras técnicas altisonantes. Soy un docente de la medicina. Explico muchísimo más de lo que receto e intento dar las claves para mantenerse en salud y no enfermar. Para ello no son suficientes la dieta sana y el ejercicio. Mucho más importante es aprender a mantener la salud emocional.

Enfermamos en ocasiones por los genes, otras por infecciones inevitables, otras por malos hábitos en nuestra vida, pero sobre todo enfermamos porque sufrimos inútilmente….porque nuestro maestro de primaria y secundaria no nos enseñó más que matemáticas, física, química y biología.

lunes, 10 de octubre de 2011

Si quieres, ¿puedes?

Esta y otras muchas frases similares nos inundan últimamente. Y no estoy en desacuerdo con ellas, pero hay que tomarlas desde una perspectiva algo más racional.

Es cierto que tenemos un potencial mucho mayor del que creemos y un apego excesivo a no arriesgar, a quedarnos en lo conocido, por malo que sea, a no cambiar cuando lo que tenemos no nos satisface. El mundo no lo modifica quien se conforma sino quién innova, quien es diferente y no pretende hacer lo mismo que hacen los demás.

Limitamos nuestras capacidades porque no exploramos la verdadera dimensión de las mismas. Somos capaces de hacer más, mucho más, pero nos frenamos. Detrás de ese freno suele haber miedo. Y el miedo a lo desconocido nos ancla en la seguridad de lo conocido, muchas veces insatisfactorio.

Desde este punto de vista, los “si quieres puedes”, “sólo hazlo”, “haz realidad tus sueños”, “haz posible lo imposible”, pueden servir de revulsivo para explorar nuevas posibilidades y hacer nuestra vida más acorde con nuestras aspiraciones. Y si son millones los que lo intentan, todos nos beneficiaremos de los logros individuales. Tendremos una sociedad más próspera, pero sobre todo, más feliz.

Pero nuestras capacidades, siendo muy superiores a lo que nos creemos, no son infinitas. En lo emocional es posible que no tengamos límites en la mejora. Pero no siempre es posible para todos hacer realidad los sueños, por mucho empeño que se ponga, sobre todo en los aspectos profesionales: vivir de lo que nos gusta. Son cientos de miles de escritores españoles los que no van a poder vivir de la literatura. Son millones de pintores los que no van a poder vivir de la pintura. Y así podemos seguir desgranando multitud de profesiones.

En estos casos, que son legión, es mejor aprender a amar lo que hacemos en vez de hacer lo que amamos.

sábado, 8 de octubre de 2011

Un año duro

No han sido fáciles los últimos doce meses, a nivel personal.

Me siento un privilegiado cada mañana que me levanto y puedo desayunar, ir al trabajo y estar con mi familia.

Nunca he aspirado, a nivel material, a gran cosa. Siempre he gastado menos de lo que tenía, por poco que fuera, y ha sido muy poco en muchas ocasiones. Mi felicidad no depende, afortunadamente, de cuestiones tan cambiantes como el dinero. Puedo comer y tener un techo con muchísimo menos de lo que gano.

Las relaciones son, en última instancia, el factor más determinante para mi bienestar. Y las únicas relaciones que pueden desestabilizarme (no hundirme, ojo), son las que mantengo con mis hijos, esposa, hermanas y una de mis tías.

Y ha habido sufrimiento, mucho, en algunos de mis seres más queridos. En mi familia, la crisis ha golpeado muy duro en algunos de sus componentes. Sin embargo, los acontecimientos emocionales han superado, en mucho, la congoja natural del paro y las deudas.

En lo económico, hambre no pasará nadie de mi familia. Ajustes de cinturón sí, a raudales. Pero las heridas del alma son bastante más complicadas de curar.

He tenido que enfrentarme con sucesos que dejaron una huella muy profunda en algunos de los míos y que, al conocerse y difundirse, ha vuelto a hacer daño a otros.

Durante bastante tiempo, este blog me ha servido para desfogarme en cuestiones “no personales”, quizás como escape a la situación devastadora que se ha producido en dos frentes diferentes de mis seres queridos. Dos frentes que, curiosamente, tienen la misma raíz: el maltrato/abuso.

Y he constatado algo que se sabe, pero hasta que no lo vives no cobra su verdadera dimensión: las víctimas de maltrato son vistas, por una parte importante de su entorno, como verdugos, en el momento en que deciden denunciar la situación y separarse del agresor.

Algunos de mis seres queridos han roto su relación conmigo por alinearme al lado de las víctimas. Pero no hay mal que por bien no venga. He recuperado los besos, los abrazos y las risas de las víctimas y esto, no sólo me consuela: me conmueve profundamente.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Tenemos los políticos que nos merecemos?

Nuestros políticos no proceden de Marte, aunque lo parezca en ocasiones. Han vivido circunstancias sociales iguales a las del pueblo. Se han “formado” en los mismos colegios y Universidades que todos. Han visto la misma Tv, leído los mismos periódicos, andado por las mismas calles, bebido en las mismas terrazas y ligado como cualquier hijo de vecino.

Pero resulta que “ellos” son unos sinvergüenzas y nosotros no. Han compartido su nacimiento, infancia, adolescencia y juventud con todos, pero no sé en que momento, de pronto, se han separado y formado una secta que los diferencia claramente de los demás. Se han transformado en políticos y, por arte de magia, son desvergonzados, inútiles, delincuentes y responsables de nuestros males. Se convierten en la coartada perfecta para podernos indignar y señalar culpables (siempre ellos, nunca nosotros).

Con esto no quiero defender a nuestros políticos. Efectivamente, muchos de ellos se han ganado a pulso su mala reputación. Pero no son peores que el pueblos al que representan, aunque sea políticamente incorrecto decirlo. Son simplemente el reflejo de de nuestra sociedad.

Una sociedad que ensalza al gamberrete y no al que se prepara y trabaja duro.
Una sociedad que lleva a gala el darse de baja “porque total, no te lo van a agradecer ni es tuya la empresa”.
Una sociedad que prefiere quejarse a poner manos a la obra para ver que es lo que puedo hacer para mejorar los entuertos.
Una sociedad que sale a la calle para pedir “un empleo digno”, pero que lo deben crear los demás.
Una sociedad que enaltece al que da el pelotazo sin trabajar.
Una sociedad de “y lo mío para cuando” en vez de “que puedo hacer por todos”.
Una sociedad que alaba al que recibe subvenciones no imprescindibles y deja por gilipollas al que paga sus impuestos, con los que se pagan esas subvenciones.
Una sociedad que reclama más gasto pero se olvida que para ello hay que generar más ingresos.
Una sociedad en la que muchos se consideran víctimas cuando en realidad son privilegiados.
Una sociedad que piensa que la educación se debe dar en los colegios y no en las casas. Por eso se culpan a los políticos de las salvajadas de sus retoños.
Una sociedad que se embarca en múltiples deudas para llenar las casas de cosas tan necesarias como varias televisiones, cientos de juguetes y viajes al caribe, pero culpan a los bancos de las deudas que han contraído.

No me extraña que, de una sociedad así, salgan gobiernos como los que tenemos.
Para tener mejores gobernantes primero hay que cambiar nuestras propias perspectivas. Somos la cantera de los futuros políticos, si la cantera está corrompida……

domingo, 2 de octubre de 2011

No es fácil parir

El parto biológico puede ser doloroso, incluso tener una terminación no deseada. Pero siempre tiene un fin, sea feliz o desdichado.

Pero muchos padres y madres siguen estando embarazados de sus hijos toda la vida. No saben terminar adecuadamente un proceso que es natural: cortar el cordón umbilical y dejar que vuelen.

Se empeñan en hacerlos dependientes, a la vez que los tratan de inútiles, como coartada para seguir rigiendo las vidas de sus hijos.

Muestran su “sorpresa e indignación” cuando, con más de 30 años, siguen chupando de la teta, cuando en realidad, es lo que han perseguido, consciente o inconscientemente, durante todo el periodo en que han debido educar en vez de consentir.

Parir significa dejar de hacer todo por los hijos y centrarse sólo en estar ahí cuando lo necesiten. Tienen que aprender equivocándose una y otra vez. Mientras sigan en el útero no reciben hostias que son necesarias para aprender y llegar a ser independientes.

sábado, 1 de octubre de 2011

El burrito infeliz

El burrito Ajum siempre ha deseado que lo quieran. Ha sido lo más importante de su vida…..y lo ha conseguido.

Es un burrito pequeñito, con ojos negros como el tizón, lomo blanco y mullido, orejas simpáticas, sonrisa alegre y fácil….que ha perdido.

Todo el pueblo te quiere Ajum.
Todos cuentan contigo Ajum.
Todos te necesitan Ajum.
Has hecho realidad tu sueño Ajum.

Pero Ajum mira con tristeza y llora.
Está agotado.
Se siente inútil. Confundido.

El buen burrito llevaba feliz su carga de 50 Kg. Pero siempre había espacio en su espalda para los 10 Kg de R. Si J lo precisaba, se ofrecía a llevarle otros 30 Kg. H pasaba por una mala racha y se cargó con 50 Kg más. La voz se fue corriendo y las cargas fueron aumentando. Nunca existía un NO por respuesta.

Un buen día, cuando llevaba 600 Kg, no pudo más y dejó de ser útil. Ya no podía ni con sus propios 50 Kg.

La primera lágrima surgió cuando se dio cuenta que, en realidad, no había conseguido que le quisieran sino que le necesitaran.

Cuando conseguir el amor de otro se convierte en objetivo, se pervierte la relación porque asumimos lo inasumible a la vez que generamos expectativas poco realistas.

lunes, 19 de septiembre de 2011

La emoción hecha cine

No son las películas con más calidad que he visto. Ni siquiera se acercan a la perfección técnica. Pero estas tres películas que apunto llegaron a mi alma.

“La vida es bella”, “Más allá del Missouri” y “Forrest Gump”.

Las tres son los mejores ejemplos de lo que, para mí, es el amor.

La primera, el amor de un marido y padre generoso, realmente generoso, que no espera nada del otro, que no exige, que acepta y respeta. Que en el infierno arriesga su vida para desear los buenos días a su princesa. Que es capaz de ocultar a su hijo la podredumbre detrás de una sonrisa.

“Más allá del Missouri”, representa el amor y respeto por la naturaleza, la mujer y el hijo.

“Forrest Gump” ama sin trabas, sin condiciones. Primero a la madre, después a su Jenny, luego a sus amigos Buba y Teniente Damm y, por último, a su hijo.

No me imagino a ninguno de los personajes de estas películas decir en el futuro: “con todo lo que he hecho por ti…”.

sábado, 17 de septiembre de 2011

¿Por qué mandan los mercados si nadie les ha votado?

Es cierto, nadie les ha votado pero, al menos en lo económico, ellos mandan.

Me encantaría una nueva economía que primara más al individuo que al capital. Que el bienestar, no entendido como hasta ahora en el consumo desaforado, sino en el enriquecimiento cultural y relacional en un contexto de respeto a la naturaleza, sea la auténtica guía en las agendas políticas y empresariales.

Pero para ello tenemos que conquistar nuevos espacios de libertad. Y no me refiero a la libertad que pueda proporcionar una determinada forma de organización social, que doy por imprescindible, sino una nueva manera de afrontar nuestra responsabilidad en la búsqueda del mayor espacio posible para ser lo más libres que podamos como individuos.

Pero esta libertad individual tiene un precio. No hay nada más caro que ser libre. ¡¡¡Es tan fácil y cómodo ser dependiente¡¡¡. Que los demás innoven, que los demás arriesguen, que los demás sean los que crean los puestos de trabajo, que los demás me protejan, que los demás se mojen en las arenas políticas, que los demás sean los presidentes de nuestras comunidades de vecinos, que los demás trabajen como fieras para llegar a la excelencia y así conseguir los puestos más altos, que los demás se preparen de manera brillante y no con simples aprobados, que los demás sean los que están informados, que los demás sean los intelectuales, que los demás sean los que piensen, que los demás sean los que cambien cuando las cosas no van bien.

Y si los demás no hacen sus deberes bien o a nuestro gusto, limitarnos a gritar y patalear. Quejándome consigo un mínimo espacio de libertad: la libertad del dependiente….el quejío. Nada más. Y después de gritar vuelvo a casa tan dependiente como antes. La queja es la consigna del dependiente. La acción es la llave del libre.

La libertad es muy cara. Consiste en dejar de lado la dependencia: “lo que los demás pueden hacer por mí” y empezar a obrar con nuestra libertad: “lo que puedo hacer por mí y por los demás”.

Mientras haya miles de personas libres en un país y millones de dependientes, las acciones de ese país las marcarán los miles y no los millones. Y si esos miles piensan que el mercado es lo mejor para sus intereses, pues serán los mercados los que gobiernan sobre millones.

Para conquistar la libertad tenemos que hacer básicamente tres cosas:
1. Encontrar nuestros miedos, buceando en nosotros mismos, sin vértigo y con honestidad. Pocas cosas limitan tanto nuestras acciones como el miedo consciente o, mucho más importante, el inconsciente.
2. Actuar más con nuestras emociones controladas y nuestro pensamiento, aparcando los miedos localizados.
3. Aprender a decir no. Decimos sí a demasiadas cosas que nos atan y que terminan apoderándose de nuestro tiempo.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Ejercicio y salud

No hay dudas. Son cientos de excelentes artículos científicos los que proclaman que el ejercicio físico es un pilar básico para mantener la salud.

Os propongo que respondáis a una sencilla pregunta:
¿Qué preferís: ir muchas veces al gimnasio o al médico?.

No es una tontería, está totalmente demostrado. Los que van mucho al gimnasio casi nunca necesitan ir al médico y viceversa.

Tras responder a esta sencilla pregunta, actúa en consecuencia: usa la tarjeta de entrada al gimnasio o prepárate a usar con frecuencia la tarjeta de la Seguridad Social.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Mujer inteligente e independiente busca pareja

He oído a muchas mujeres quejarse que los hombres parecen huir de mujeres inteligentes, cultas y capaces que, según su punto de vista, deberían tener facilidad para emparejarse, pero no lo consiguen. Parece que los hombres las evitan para una relación estable.

Por el contrario, los hombres inteligentes, cultos y capaces parecen tener una enorme facilidad para ligar.

No niego que esto pase, pero no por el hecho de ser más o menos inteligentes, cultas o independientes. Para muchos hombres (generalizar es imposible en estas cuestiones), lo esencial que buscan en una mujer son otras virtudes: dulzura, ternura, ser admirados por esa mujer, sentimientos y pasión. Si tienen estas cualidades, el hecho de que además sean inteligentes, cultas y capaces, no resta sino que suma.

La frialdad, el no demostrar los sentimientos, la falta de afecto y cariño es lo que hace huir a muchos hombres. Quizás algunas mujeres independientes se han convertido en erizas, no sé si como defensa o como un falso signo de liberación. Ser libre no tiene nada que ver con reprimir las emociones y sí con controlarlas y ofrecerlas a los demás. Sin nuestra ternura, nuestra inteligencia emocional, fracasaremos en nuestras relaciones.

domingo, 28 de agosto de 2011

Déficit público

La reforma de la Constitución que están pactando PSOE y PP para terminar de una vez con todas con el déficit público, es arriesgada pero necesaria.

Desde el fin de la dictadura, sólo han habido dos años con superávit en las cuentas públicas. El resto de las legislaturas han ido engordando nuestro déficit público hasta el punto de, en un momento de crisis, hacerlo asfixiante y convertirse en la losa principal que retrasa la salida de esta crisis.

Según los Presupuestos Generales del Estado para el 2011 gastaremos en intereses 25.697 millones de euros, lo que supondrá en breve un pago de 815 euros por segundo.
Para poner en perspectiva esta cifra, la cantidad que pagamos en intereses equivale casi a la recaudación íntegra del impuesto de sociedades y a los impuestos por tabaco recaudados en 2009. Con este dinero se podrían pagar a 2.100.000 parados, 1000 euros todos los meses. Es decir, bastante más de lo que estamos gastando actualmente en el seguro de desempleo.

Y estos 25.000 millones de euros son sólo el pago de intereses, sin amortizar ni un euro.

En los últimos 30 años han habido ejercicios de vacas gordas y flacas, pero incluso en los de vacas gordas, se ha gastado más de lo que se ha ingresado (excepto dos años). La deuda cada vez es mayor y los intereses también. Esto no es sostenible. Los excesos del pasado nos están pasando factura ahora.

Pero si seguimos incurriendo en déficits, hay un factor ético que siempre se olvida. Nosotros gastamos más de lo que generamos pero serán nuestros hijos los que tengan que pagar nuestros excesos.

Hay, simplificando mucho, dos tipos de gastos:
1) El gasto que genera riqueza y es transmisible a las generaciones posteriores: inversiones en infraestructuras, educación, sanidad (un país sano es más productivo), investigación, fomento del turismo.

2) Gasto que no genera riqueza de cara al futuro, que sólo persigue que hoy vivamos un poco mejor: televisiones, ayudas sociales no imprescindibles, coches oficiales, cobertura del paro más allá del seguro de desempleo, etc.

Incurrir en déficit en el primer tipo de gasto no es inmoral, pues nuestros hijos pagarán por algo que también van a recibir ellos. Incurrir en déficit en el segundo gasto sí lo es, pues serán ellos los que paguen “nuestra solidaridad”.

viernes, 26 de agosto de 2011

Más que un club

El lema del barcelonismo, ahora sí, cobra todo su sentido. El Barsa, más que un club, es una escuela de fútbol, buen hacer, eficacia, trabajo duro, excelencia, honestidad, humildad y trabajo en equipo.

Su cantera no trabaja sólo para conseguir buenos jugadores, sino para obtener chavales que jueguen de una determinada manera al fútbol. Una forma de juego que sólo el FCB es capaz de realizar, porque lo hace a partir de la base. Ningún equipo es capaz de jugar como lo hacen ellos porque para conseguirlo hay que estar jugando así desde los 10 años.

Otras canteras, como la del Real Madrid, pueden producir jugadores en cantidad y calidad similares, pero no tienen un esquema de juego propio desde que ingresan en el club hasta que son llamados al primer equipo. Cada año, dependiendo del entrenador y de los jugadores fichados, el RM juega de manera diferente, por lo que su cantera no se forma en un estilo definido de fútbol. En el FCB, cuando un chaval debuta con el primer equipo, se le pide que siga haciendo lo mismo que ha venido haciendo en las categorías inferiores durante los últimos 10 años, y se encuentra con un equipo formado por jugadores distintos pero el mismo esquema de juego, lo que hace la transición muy fácil.

Esta filosofía seguirá dando muchos frutos en el futuro. Iniesta, Xavi o Messi son irrepetibles, pero la Masía también lo es.

martes, 23 de agosto de 2011

Depenjoso

Hay maneras de encarar la existencia que resultan tóxicas, tanto para el que las vive como para el que está cerca.

El depenjoso es una especie perteneciente al género humano que se ha convertido en dominante en nuestra sociedad. No porque sean los que gobiernan sino porque empiezan a ser los más numerosos. Su caldo de cultivo favorito es una sociedad razonablemente libre, llena de derechos y escasa en deberes hacia con los demás.

El depenjoso es, a la vez, dependiente y quejoso.

Cuando hablo de dependiente no me refiero a la viejecita de 80 años inválida que precisa la ayuda de los demás. Me refiero a aquel con todas sus posibilidades intactas que decide que los demás deben solucionar todos sus problemas.

Cuando hablo de quejoso no me refiero al rebelde constructivo, al que critica lo que está mal e intenta mejorar, en lo que puede, su entorno y la sociedad en la que vive. Hablo del que se sienta tranquilamente en su butaca, en la manifestación o en la barra del bar y se lía a disparar a todo y todos, a sacar todos los trapos sucios de los demás, a echar las culpas de todo a la Sociedad, el Estado, los bancos, al sistema capitalista, a los ateos o a los rojos. Sólo tienen ojos para ver la imperfección de los demás y cuentan con un arma magnífica: no hay nada perfecto, todo tiene sus aristas y, de este modo, siempre tienen razón en sus planteamientos. Pero no hacen absolutamente nada por mejorar lo que critican.

Vivimos un momento en España que, desde dentro, a algunos les parece atroz. Pero mirando con perspectiva histórica, ¿alguien me podría decir cuando se han dado en España tantas circunstancias favorables como las que se han dado en los últimos 30 años?. No hay un solo momento en la historia de España en que, ni de lejos, se hayan combinado un grado tan alto de libertad, derechos, bienestar y justicia como en la actualidad.

Y en un país así hay oportunidades, muchas, para prosperar y llevar una vida digna en lo material y en lo personal. Nunca antes que ahora, el que de verdad quiere trabajar, ser independiente e intentar mejorar la situación lo ha tenido tan a mano. No digo que sea fácil, hacen falta tesón, ideas, formación y creer en uno mismo para ser de los que suman y no de los que restan.

Pero el depenjoso no hace nada. Grita contra el político que no le da todo lo que quiere, contra el empresario que no le da trabajo (y si se lo da, le está explotando), contra el banquero que le quiere cobrar sus deudas. Grita contra todo y contra todos porque no ve futuro. Y nunca verá futuro mientras decida depender de otros para llevar su vida por donde le gustaría.

Y no defiendo con ello a los políticos, banqueros, empresarios, etc, ellos también tienen sus culpas. Pero si yo estoy en una mala situación socio-económica, prefiero depender de mis capacidades y de mi esfuerzo para salir de la mala situación (de hecho en su día así lo hice) que no culpar a los demás, aunque tenga razones para ello, y malgastar mis energías en una queja paralizante que justifica mi inacción y prolonga mi malestar.

El depenjoso, además, es una de las enfermedades más contagiosas que existen. Si quieres que los demás estén de acuerdo contigo, busca el foro adecuado y verás que en cuanto sueltas la primera queja, le siguen un aluvión de quejas por parte de los que te rodean. Con ello, se va creando un clima malsano en toda la sociedad y se termina pensando en que nos pueden dar los demás en vez de en que podemos servir a los demás.

El depenjoso consume muchos más recursos del Estado que los que proporciona. Recibe mucho más de lo que da. Resta en vez de sumar.

martes, 16 de agosto de 2011

La visita del Papa

A la Iglesia católica hay muchas cosas que se le puede criticar, pero estas críticas pueden ser desde el respeto o desde la burla, odio, escarnio, mentira, manipulación o crueldad.

El derecho a expresarnos libremente, tan duramente conseguido, no debería ser ensuciado por los fanáticos que hacen de la diferencia de opinión, un motivo para dar rienda suelta a su odio. Los que prefieren insultar al que piensa de manera diferente que discutir puntos de vista, pierden toda la razón que podrían tener por su propia sinrazón.

No me gusta casi ninguna idea del Papa ni de la jerarquía católica, pero tienen todo el derecho del mundo a expresarlas y vivirlas libremente y, los que no estamos de acuerdo, tenemos no sólo el derecho, sino incluso el deber de criticarlas desde la razón, la lógica y, sobre todo, desde el respeto.

¿Oponerse a que una persona venga a nuestro país por sus ideas?.
¿Oponerse a que el Papa pueda hablar del aborto?.

Las organizaciones que se oponen a esta visita han perdido toda credibilidad al no respetar al diferente.

domingo, 31 de julio de 2011

Antología del disparate

Del libro: Antología del disparate

• El cerebro: Las ideas, después de hablar, se van al cerebro.
• Ejemplo de gallinácea que no sea la gallina: El pollo.
• Depuración del agua: Se hace por los rayos ultraviolentos
• Movimientos del corazón: El corazón siempre está en movimiento, solo está parado en los cadáveres.
• Anfibios: La rana tiene una hendidura cloacal, por la cual lanza el típico sonido "cloac, cloac".
• Glaciares: Pueden ser por erosión y por defunción.
• Moisés y los israelitas: Los israelitas en el desierto se alimentaban de patriarcas.
• La soberbia: Es un apetito desordenado de comer y beber, que se corrige practicando la lujuria.
• El Cid: Quiso armarse caballero y se buscó a un aldeano llamado Sancho Panza y se fue por esos mundos.
• Qué río pasa por Viena: El Vesubio azul.
• Fases de la Luna: Luna llena, luna nueva y menos cuarto.
• Geografía: En Holanda, de cada cuatro habitantes, uno es vaca.
• Odóntologo: Carnívoro que se alimenta de presas vivas.
• Afluentes del Duero por la derecha: Son los mismos que por la izquierda.
• Fe: Es lo que nos da Dios para poder entender a los curas.
• Músculos del cuello: Electrocleidomésticos.
• El hombre primitivo: Se vestía de pieles y se refugiaba en las tabernas.
• Grecia: Culturalmente, Grecia es la cuna de algunos de los más relevantes filósofos de la historia de la humanidad. Destacan Sócrates, que fue condenado a muerte por los socialdemócratas; Aristóteles, que de tanto pensar inventó la filosofía; y Platón, que fue discípulo de Aristóteles y estudió en los jesuitas.
• Los conquistadores partieron hacia América surcando los mares del Atlántico: el Adriático, el Egeo y el Tetánico. Una vez allí, se encontraron con la feroz resistencia de los hincas, que estaban en Mégico, concretamente en Matelupichu. Sin embargo, finalmente la conquista de México fue realizada por dos extremeños: Menéndez y Pelayo.
• LUCHA OBRERA: Como quiera que el siglo XIX es el de la industrialización, parece lógico que lo sea también de los inicios de la lucha obrera. Ahora bien: ya sabemos que en España la cuestión económica fue de mal en peor, que era todo un desastre y, por lo tanto, como en muchas otras facetas de la vida, hemos tenido que importar también movimiento obrero, para que los de fuera pusiesen un poco de orden en nuestros desórdenes.

viernes, 29 de julio de 2011

¿Igualdad?

Si hay una palabra sagrada por excelencia en nuestros días y en nuestra España es, sin duda, la sacrosanta igualdad.

Se ha ido mucho más allá de lo que se debiera. El péndulo casi nunca se queda en el centro, prefiere irse a los extremos.

Sólo entiendo la igualdad en términos de derechos y deberes. Nada más.

En nombre de la igualdad se ha santificado la mediocridad, porque el peor no puede mejorar para igualarse con el mejor, ergo, el mejor debe ser sacrificado para no desentonar con el peor.

Ejemplos hay miles, pero me llaman la atención algunos:

Las enormes reticencias a ligar sueldo con productividad.
En las empresas privadas es más complejo, porque ¿quién decide el grado de productividad de un trabajador?. Pero en el sector público, en el que trabajo, es imperdonable que haya igualdad de sueldos en funcionarios que claramente trabajan de manera diferente. El inepto, ineficaz y vago, al final de mes gana exactamente lo mismo que el que se implica, trabaja con eficiencia y obtiene buenos resultados.

Por lógica, a quién mejor trabaja, poco a poco se le va dando más trabajo, quitándoselo al que peor lo hace. Así pues, el incentivo para el buen trabajador es que trabajará más por el mismo sueldo. Este sistema conlleva que el mejor trabajador se deslice progresivamente “hacia el lado oscuro” de la incompetencia.

Todos jubilados a los 65 años (ahora 67).

La jubilación debería ser más individualizada. No es lo mismo un médico, juez, arquitecto o ingeniero, que con 67 años suelen estar en un momento profesional magnífico y con capacidad para seguir trabajando, que un obrero de la construcción, camionero o bombero, que si trabajan con 67 años se convierten en un peligro para sí mismo y los demás.

Educación

Hay planes especiales y gastos extras para los niños con problemas de aprendizaje, lo cual me parece estupendo, para intentar en lo posible que se aproximen a la media.

Pero ¿y los niños superdotados?. ¿No tienen derecho a que se les eduque y dote de herramientas adecuadas para ellos?.

Ante el abuso y mal uso de la palabra “igualdad”, me quedo con la palabra equidad: dar a cada uno lo suyo.

sábado, 23 de julio de 2011

Conscientes

El obeso suele ser más consciente de lo que no come que de lo que realmente come.

El perezoso suele ser más consciente de lo que trabaja que de lo que no trabaja.

El enfermo se hace más consciente de lo que hace por su salud que de lo que hace para destrozarla.

Un informe publicado ayer explica que, si todos los seres humanos de nuestro planeta consumieran igual que los españoles, harían falta tres o cuatro planetas Tierra para satisfacer el consumo.

Y nos quejamos de que estamos en crisis, que las cosas van fatal.

Así pues, los ricos, los privilegiados (los españoles en general) son más conscientes de lo que no tienen que de lo muchísimo que poseen.

sábado, 9 de julio de 2011

Dios, Patria, Honor, Bandera

Detrás de los grandes conceptos se pueden esconder las mayores barbaridades.

Se trata de encontrar una palabra, lo suficientemente abstracta y sin significado, que la podamos llenar de contenidos grandiosos, sentimentales y que hagan llorar al más pintado con sólo pronunciarlas. Se le da un valor por encima de cualquier otra cosa para que se convierta en ideal, lo máximo, lo mejor.

Una vez conseguido que el concepto es irrebatiblemente sagrado, vienen los manipuladores y hacen ver a todos que ellos son los grandes defensores de esa palabra mágica. Y en nombre de ese concepto cometen las mayores barrabasadas, que curiosamente coinciden con sus propios intereses. Y ya está todo liado.

Y el pueblo emborregado, comete asesinatos, violaciones, vejaciones, torturas, en nombre del concepto.

Es perfecto, no hay culpa, no hay responsabilidad. Son héroes y no villanos.

sábado, 2 de julio de 2011

Madres sufridoras

El sufrimiento santifica, según nos enseña la cultura judeocristiana. Por eso, las madres que sufren por sus hijos, son unas santas. Hasta tal punto ha enraizado en nuestra sociedad este pensamiento que casi nadie lo pone en duda. De tanto repetirse se ha convertido en un dogma (otro más) irrebatible.

Pues mi experiencia me dice que cuando una madre sufre por sus hijos, suele tratarse de una pésima madre. No me entra en la cabeza como una adulta de 35 años se siente víctima de un crío de tres años y lo culpabilice de su sufrimiento delante de todo el que la quiera oir. Y las que lo oyen asienten y corren a contar lo mucho que sus pequeñajos las hacen sufrir. Al final es un auténtico pandemonium de ver quién es más víctima de sus propios hijos.

Suelen ser mujeres que lo dan “todo” por los hijos, que sacrifican sus vidas para el “bien” de su prole, pero con la leche materna va un veneno muy refinado que va entrando poco a poco en el alma de la verdadera víctima, el hijo: el sentimiento de culpa y de deber filial. Lo dan “todo” pero a cambio los hijos tienen que ser, sentir y comportarse como ellas quieren y, si no lo hacen, son culpables del sufrimiento materno. Ellas saben perfectamente que es lo mejor para sus hijos, y pobre del que no comparta su opinión.

Y es un maltrato tan generalizado que no es considerado como tal, sino la forma normal (incluso ideal) de relación entre una madre y sus hijos.

La madre sufridora es la madre manipuladora.

domingo, 26 de junio de 2011

"Los males de la sociedad son resultado y amplificación de nuestra incapacidad (apenas reconocida) de mantener relaciones sanas."

Claudio Naranjo

jueves, 23 de junio de 2011

Desapego

El desapego es una forma de vivir nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Consiste en no involucrarnos en los problemas de los demás y centrarnos en los nuestros. Supone respetar al otro y no intentar cambiarlo según nuestra forma de ver la realidad.

Ser responsable de uno mismo y no ser responsable de lo que piensen o hagan los demás. No podemos resolver los problemas que no nos corresponde solucionar ni sentirnos culpables ni preocuparnos por ello.

Si los demás se equivocan, sólo ellos pueden rectificar y así se les da la posibilidad de aprender y ser responsables de sí mismos. Si siempre les solucionamos sus problemas, nunca aprenderán el significado de la palabra responsabilidad.

La verdadera libertad se conjuga con la palabra responsabilidad. El que es libre de equivocarse, debe ser responsable de su error.

El apego supone un estado de irritación permanente porque, cuantos más problemas resolvemos a los demás, más dependencia se crea y más posibilidades hay de que surjan nuevos problemas. La dependencia es una fábrica de crear problemas que deben resolver otros.

La relación que más apego condiciona probablemente sea la que se produce entre padres e hijos. Para conseguir una buena educación, es imprescindible el desapego de los padres hacia los hijos.

La pareja es otra de las relaciones que más apego generan. El amor con apego crea una relación crispada, insana y llena de sufrimiento.

El amor con desapego, para mí, es el amor con mayúscula. Crea un vínculo sano donde la paz y la generosidad crean un clima de serenidad en ambos.

Como digo con frecuencia, yo no he buscado una media naranja a la que apegarme para formar una naranja completa. Siempre he buscado una naranja completa con quien compartir nuestras libertades.

domingo, 19 de junio de 2011

Violencia y paz


John Galtung es un politólogo noruego experto en investigación sobre la paz.
La profundidad de su pensamiento y la enorme sencillez en sus exposiciones resultan tremendamente esclarecedoras sobre el origen de la violencia y como se alcanza una verdadera paz. Todo lo que escribe parece de sentido común. Supongo que muchos, cuando lo leen, opinan que ellos pensaban de manera muy similar, sólo que no lo habían estructurado tan bien.

Para Galtung hay dos tipos de paz:
1. La paz negativa: aquella en que simplemente no hay conflicto violento.
2. La paz positiva: aquella en que los Estados (también se puede aplicar a los individuos), buscan la colaboración, la solidaridad y el apoyo mutuo. Un ejemplo imperfecto nos atañe directamente: la construcción de la nueva Europa. Hemos pasado de siglos de enfrentamientos a una paz positiva desde el término de la Segunda Guerra Mundial.

Otro concepto fascinante que ha introducido es el triángulo de la violencia. Véase el triángulo que, con tanto esfuerzo, he conseguido pegar. No sólo sirve para explicar la violencia entre naciones, sino también la violencia individual.
Hay tres formas de violencia: la directa, la estructural y la cultural.

1. La violencia directa es la más fácil de detectar. Es la violencia directa, física o verbal.

2. Violencia estructural: posiblemente la peor forma de violencia. Se produce cuando una serie de estructuras impiden la satisfacción de las necesidades, sobre todo las más básicas. La estratificación social basada en sexo, raza, nobleza, nacionalidad o cualquier otra forma de prejuicio, que permite a unos un desarrollo completo y se lo impide a los demás, por el hecho de pertenecer a otra clase. Un ejemplo puede ser el de un negro en el apartheid que, por muy brillante y dinámico que fuese, nunca podía llegar a disponer de los recursos que el blanco menos capaz podía obtener. O la incapacidad de una mujer afgana de conseguir con su esfuerzo metas vedadas por el hecho de ser mujer.

La violencia estructural muchas veces es invisible. Un sistema en que el reparto de recursos es tan injusto que millones de personas mueren por hambre, es una forma de violencia estructural.

No es sin embargo violencia estructural la desigualdad que se crea en una sociedad en la que todos pueden acceder a estudios, con más o menos sacrificio, montar empresas o tener una amplia capacidad de maniobra y, los más brillantes o trabajadores consiguen economías más saneadas. Y no la hay por un principio, no de igualdad, sino uno mucho más justo que es el de equidad.

3. Violencia cultural. Es la manera de justificar la violencia estructural y la directa: por la patria, por Dios, por la defensa de nuestra lengua, nuestra cultura, nuestro sistema político, nuestras ideas sociales o económicas. Hitler legitimaba la violencia por la supremacía aria. Julio César legitimaba su violencia por “amor a Roma” y la civilización. España justificaba la masacre en el Nuevo Mundo en las ideas religiosas.
La violencia cultural es imprescindible para legitimar las otras dos violencias. Para que no exista el sentimiento de culpa tras las atrocidades.

La violencia cultural también es vital para la violencia individual que se ejerce sobre determinados colectivos. Si asumimos borreguil y alegremente los “valores” que nos inculcan, podemos justificar la violencia contra las mujeres (son seres inferiores que necesitan ser castigados de vez en cuando), o contra los protestantes, gays, etc. Lo más terrible es que al ejercer este tipo de violencia nos sentimos libres de toda culpa. No hay remordimiento gracias a la aniquilación cultural de la conciencia.

La violencia cultural y estructural provoca la violencia directa y ésta, a su vez, da motivos para alimentar a la violencia cultural y estructural. Si los campesinos/esclavos matan a varios terratenientes, hartos de las injusticias, éstos se ven más reforzados en sus ideas preconcebidas sobre la maldad e inferioridad de sus esclavos y fomentarán aún más ese fondo de violencia estructural y cultural.

El pensamiento de Galtung debería formar parte de la enseñanza en los colegios. Debería ser mucho más debatida porque es imposible que el ser humano consiga la paz sin conocer el porqué de la violencia.

Siempre he pensado que las cosas se pueden hacer desde dos perspectivas: el odio o el amor. Cuando actuamos desde el amor hay muchas más posibilidades de resolver los conflictos explorando los caminos de la paz. Cuando actuamos desde el odio, sólo la violencia lo ¿resolverá?.

sábado, 18 de junio de 2011

Odio o indiferencia

El mejor regalo que podemos hacer a un enemigo es nuestro odio.

El mejor regalo que nos podemos hacer ante el enemigo es la indiferencia.

El odio nos afecta y la indiferencia nos proporciona paz.

sábado, 21 de mayo de 2011

Los “malvados” banqueros

He oído repetir hasta la saciedad que gran parte de los problemas económicos que vivimos se deben a los bancos. Y como decía Goebbels, repite una mentira 1000 veces y se convertirá en una verdad incontestable.

Los bancos norteamericanos, y de otros países demasiado liberales con sus banqueros, sí tienen una altísima responsabilidad en esta crisis. Pero no la banca española, que tiene un régimen mucho más controlado por las autoridades, especialmente por el Banco de España.

Ha habido demasiada información sesgada, manipulada o directamente falsa al respecto.

En primer lugar, que yo sepa, sólo una entidad financiera española ha sido intervenida por el banco de España: la Caja de Castilla y La Mancha, que precisamente no era gestionada por banqueros sino por políticos. ¿Y quién ha pagado esa intervención?. Pues no ha salido de los presupuestos del Estado sino del fondo de rescate del banco de España, que se nutre de las aportaciones de todos los bancos. Este fondo de rescate funciona de manera similar a un seguro del hogar: yo lo pago todos los años y posiblemente jamás tenga que recurrir a él, si no se me incendia la casa. Servirá para pagar los incendios de otras casas que no hayan tenido la misma suerte. Pues los bancos están obligados por ley a pagar una cantidad al banco de España para que si se incendia una entidad, con ese fondo se restablezca. No lo pagamos los contribuyentes sino los propios bancos.

Otra entidad en apuros ha sido Cajasur, gestionada por la Iglesia, no por banqueros. Se ha solucionado siendo adquirida por BBK sin que los contribuyentes tengamos que pagar los platos rotos.

El resto de entidades en peligro han sido Cajas de ahorros, gestionadas la gran mayoría por políticos y no por banqueros. Y de momento, ninguna ha precisado del fondo de rescate.

El Estado sí se ha hecho AVALISTA del sistema bancario. Pero sin soltar un solo euro. Este aval sólo dice al sistema financiero internacional que, si hubiera una quiebra masiva de los bancos españoles, el Estado español se haría cargo de las deudas. Pero como no ha habido quiebra, el Estado (los contribuyentes) no hemos puesto un solo euro de nuestro dinero.

Por el contrario, el sistema bancario da trabajo a más de 150.000 personas que, con sus respectivos pagos de IRPF, seguridad social, más los impuestos sobre beneficios, impuestos municipales de las 45.000 oficinas existentes, y un largo etc, suponen miles de millones de euros anuales de ingresos para el Estado.

Los bancos españoles no son el problema. Son parte de la solución.

lunes, 16 de mayo de 2011

Movimiento Democracia real ya

Tras leer las propuestas de este movimiento, y al margen de que estoy de acuerdo en algunas cosas y en desacuerdo con otras, lo que más me llama la atención es que vuelven a caer en el que, a mi juicio, es el principal problema de nuestra sociedad: la queja. Una queja que no va acompañada de la acción necesaria para cambiar de verdad lo que se critica.

Estar en oposición es muy fácil. Pasar a la acción es harina de otro costal.

Manifestarse es muy sano y necesario, pero en absoluto suficiente para conseguir los objetivos que pretende este movimiento.

Si de verdad pretenden cambiar la política, no tendrán más remedio que meterse en la arena política. Quizás entonces, desde el poder, ya no vean tan claras sus propias propuestas.

domingo, 8 de mayo de 2011

Respeto

Muchas veces he querido publicar lo que para mí significa la palabra respeto. Tantas veces lo he intentado como lo he desechado porque me ha resultado muy complejo expresar con palabras lo que siento y pienso.

Básicamente, respetar significa aceptar al otro. Y aceptar no significa callar discrepancias o consentir.

Para respetar no es necesario confiar, querer, amar y, muchísimo menos, compartir. Respetar es la opción más importante en nuestras relaciones con los demás, ya sean de amor, amistad, compañerismo o simplemente, casuales o esporádicas.

No supone, sin embargo, inmunidad para todo y todos. No todas las ideas ni todos los actos pueden ni deben ser respetados. Los derechos humanos no son negociables. No puede requerir respeto el que va en contra de ellos.

Nuestros afectos se pueden dividir entre lo que nos gusta y lo que amamos. El “gusto” es racional y el “amor” es emocional. A veces se da que a la persona que queremos, además, nos gusta. Y también nos pueden gustar personas a las que no queremos. Pero demasiadas veces queremos a personas que no nos gustan y aquí comienza el problema.

Respetar a extraños es razonablemente fácil. Nos importa poco lo que piensen o hagan siempre que no nos perjudiquen.

Pero ¿respetar a alguien que queremos y que no nos gusta?. ¿Cuántas veces los padres muestran a las claras su disgusto y machacan a sus hijos porque no hacen o no se comportan como ellos quieren que lo hagan?. ¿Cuántas personas no intentan hacer cambiar a sus parejas para que se comporten como la imagen ideal que se han forjado?.

Pues ni esos padres aceptan a sus hijos ni esas personas aceptan a sus parejas. Por tanto no hay respeto. Y de la falta de respeto al maltrato no hay mucha distancia.

Y sin respeto, ese supuesto amor que se siente, está muy devaluado. Prefiero que no me amen, a que me amen así.

Afortunadamente, adoro a mis hijos y me gustan. Pero si no me hubieran gustado no hubiera intentado cambiarlos. Habría hablado con ellos, les hubiera expresado lo que pienso de sus actos, pero aceptando que los pueden hacer, sin posteriormente machacarlos con el consabido “si ya te dije”, “si me lo veía venir”, “si es que me tienes que hacer caso”. Sin críticas directas o indirectas y sin etiquetas. Si se equivocan tendrán a su lado a un padre que acepta y ama, no a un talibán que se aprovecha del error ajeno para que la próxima vez el hijo actúe según mi voluntad.

domingo, 1 de mayo de 2011

El poder no corrompe

Para saber como es alguien observa su conducta en las esferas en que tiene poder.

Te puedes encontrar con la persona tan exquisita y respetuosa en sus relaciones con desconocidos como déspota y falto del más mínimo respeto por su pareja, mascota o hijos.

El poder no corrompe, saca a la luz al que ya está corrompido.

domingo, 17 de abril de 2011

Es que mi hijo no va a ser menos

Veo a una señora en mi consulta. Rostro deprimido. Dolores variados.

Entre molestia y molestia me va contando lo mucho que sufre en la vida, el poco caso que le hacen y lo injustos que los demás son con ella.

Para ilustrarme, me comenta que trabaja de limpiadora ganando 800 euros al mes. Su hijo adolescente le pide que le regale un Iphone (unos 500 euros de nada).

- ¿Y usted que hizo?.
- Pues se lo compré, por supuesto. Mi hijo no va a ser menos que sus amigos.
- ¿Su hijo sin Iphone sería menos que sus amigos?.
- No, pero eso es lo que pensarían sus amigos y mi hijo.
- Pues al regalarle el Iphone, les ha dado la razón.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Cada loco con su tema.

Eduard Punset me ha recordado una frase, que no sé a quién se atribuye, que dice: “Cuando la única herramienta de que disponemos es un martillo, tendemos a creer que todos los problemas son un clavo”.

La visión sesgada de la realidad desde el monolito de la ortodoxia y el pensamiento único nos lleva a intentar solucionar los problemas desde un prisma pobre y corto de miras.

La feminista sólo ve problemas en el machismo y soluciones en su feminismo.

El religioso achaca los grandes problemas de la humanidad a la falta de religiosidad. Mucha misa y poco sexo es su receta.

El comunista entiende que una vez que se acabe con el capitalismo y vivamos en el cielo comunista todo será como en las películas de Disney.

La derecha sólo ve los problemas causados por la izquierda y las soluciones encontradas por ellos.

El militar cree que todo se arregla con mano dura.

Y el ecologista remedia el mundo respetando a la naturaleza.

Y todo esto me parece perfecto si se limitan a despotricar delante de la barra de un bar mientras se toman cervezas.

Pero cuando cualquiera de estos personajes obtiene poder, ya no tiene gracia. Empiezan a imponer su moral.

viernes, 25 de febrero de 2011

Cazadores de defectos

No me gusta la caza. Y un tipo de caza que me disgusta especialmente es la que se practica desde un puesto fijo, sentado todo el día, esperando a que aparezca la pieza para disparar.

Hay personas que son cazadores de este tipo en su día a día. Viven sentados cómodamente en sus butacas, sin arriesgar nada, sin innovar, sin cambiar lo que no funciona. Pero con una escopeta cargada de reproches y quejas dispuesta a ser utilizada continuamente sobre las piezas de alrededor. Es como el cazador de puesto fijo: pasivo, pero agresivo.

El rebelde, el que se cuestiona lo que le han enseñado, el que pretende hacer las cosas de manera diferente, el que no canoniza sino que investiga y saca sus propias conclusiones, el que pretende transformar para mejorar, es su víctima favorita.

viernes, 7 de enero de 2011

Exigencia hacia los demás

Para entender mejor esta entrada es deseable leer la anterior.

Si negativa es la autoexigencia excesiva, la exigencia exagerada sobre los demás es, además, injusta. Y también es la fuente principal de maltrato infantil (entre otras formas de maltrato).

¿Cuál es el objetivo de la educación?
A mi juicio, la educación consiste en desarrollar plenamente la personalidad del ser humano. Pero la personalidad concreta de ese niño. No consiste en forzarle a que el crío asuma nuestros valores y que sea como nosotros queremos que sea, trabaje en lo que queremos, profese nuestra religión o siga nuestras ideas políticas, sino en que desarrolle su entendimiento para que encuentre, por sí mismo, sus propios valores. Supone respetarlo desde que nace y enseñarle a respetarse y respetar a los demás.

Resumiendo: educar no consiste en crear discos duros donde se meten conocimientos y valores sino en FORMAR INVESTIGADORES, niños curiosos que sepan buscar lo que les interesa y se formen de acuerdo a su propio ser. Seres que piensen más y traguen menos.

Exigencia hacia los demás
Siguiendo la misma línea de pensamiento de la anterior entrada:

La exigencia hacia los demás (hijos por ejemplo), en última instancia, es la consecuencia de las expectativas que tenemos sobre nuestros hijos. A más expectativas, más exigencias y, cuanto mayores son las expectativas que tenemos, el nivel de exigencia es más elevado. Por otro lado, nuestras expectativas están íntimamente relacionadas con la imagen que deseamos proyectar y que proyecten nuestros hijos o con la imagen que creemos que los demás tienen de nosotros.

Así pues, una imagen deseada para nuestros hijos demasiado elevada y no realista, conlleva unos niveles demasiado altos de exigencia.

Cuando les exigimos, ponemos en marcha sus mecanismos biológicos de stress, que conllevan abundante suelta de adrenalina y esteroides, que les pone en estado de alerta, lo que les hace mucho más eficaces en la resolución de problemas. Pero un exceso de stress lleva a problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión.

El siguiente diagrama lo expone de forma más clara y concisa.

Imagen→Expectativa→Exigencia→Stress→Ansiedad.

Y ésta es exactamente la sociedad que tenemos: un conjunto de personas a las que se ha exigido desde que nacieron por encima de sus posibilidades o exigidos para que sean distintos a su propia naturaleza, para que complazca la imagen que los padres quieren que tengan sus hijos, lo que lleva a niveles bajos de autoestima y niveles altos de stress y ansiedad.

Hemos poblado nuestro mundo de seres que luchan denodadamente para cumplir con la imagen que sus padres han fabricado para ellos y, para cumplir con esas expectativas, nos exigimos cada vez más, lo que nos conlleva más y más stress.

Esos niños serán adultos, tendrán hijos y los educaran de la misma manera que han sido educados ellos si, por medio, no ha aparecido la autocrítica y se ha huido del borreguismo.

No respetar la esencia de nuestros hijos y querer que cumplan nuestras expectativas, es la forma de maltrato más frecuente y menos visible que tenemos.

sábado, 1 de enero de 2011

Autoexigencia

La exigencia, en última instancia, es la consecuencia de una expectativa. A más expectativas, más exigencias y, cuanto mayor es la expectativa que tenemos, el nivel de exigencia es más elevado. Por otro lado, nuestras expectativas están íntimamente relacionadas con la imagen que deseamos proyectar o con la imagen que creemos que los demás tienen de nosotros.

Así pues, una imagen propia demasiado elevada y no realista, conlleva unos niveles demasiado altos de exigencia.

Cuando nos exigimos, ponemos en marcha los mecanismos biológicos de stress, que conllevan abundante suelta de adrenalina y esteroides, para ponernos en estado de alerta, lo que nos hace mucho más eficaces en la resolución de problemas. Pero un exceso de stress lleva a problemas psicológicos, como la ansiedad y la depresión.

El siguiente diagrama lo expone de forma más clara y concisa.

Imagen→Expectativa→Exigencia→Stress→Ansiedad.

Si queremos combatir la ansiedad crónica, no es suficiente luchar contra el stress, que no es la fuente, ni siquiera contra la exigencia ni las expectativas. Hay que ir al origen: a nuestra imagen, a la que creemos tener o la que creemos que los demás tienen de nosotros.

Para intentar una aproximación segura, eficaz y realista a nuestro verdadero ser tenemos que hacer un ejercicio de internalización. No fijarnos en apariencias externas ni en las reacciones de los demás, sino que tenemos que hacer un ejercicio de introspección, de meditación serena y honesta con nosotros mismos.

Tenemos que pasar de la imagen (apariencia) al ser íntimo y real. No debemos pensar en lo que quieren o esperan los demás de nosotros, sino en lo que realmente queremos nosotros. Tenemos que dar un paso gigantesco: desaprender mucho de lo aprendido, criticar y analizar lo que nos ha venido impuesto desde siempre. Debemos aprender a ser egoístas (no egocentristas) de manera equilibrada, es decir, atender nuestro propio interés sin olvidar o menoscabar los ajenos. Debemos comprender cuáles son realmente nuestros deseos y necesidades y saberlos diferenciar de lo que los demás esperan de nosotros y actuar en consecuencia: hacer y ser lo que realmente nosotros queremos hacer y ser. Sólo así nos respetamos y queremos. Sólo así hay una autoestima adecuada. Y sólo así aprendemos a respetar y querer, de verdad, con amor generoso, a los demás y nos podemos dar a ellos en cuerpo (nuestro verdadero cuerpo) y alma (nuestra verdadera alma).

Cuando nos conocemos de verdad, nuestras expectativas son realistas y se corresponden con nuestro ser y, en este caso, nuestro nivel de exigencia será adecuado y adecuados serán también los mecanismos de stress que pongamos en marcha, por lo que conseguiremos objetivos deseados sin la carga de la ansiedad.