lunes, 13 de abril de 2009

Educación por sexos



En un interesante artículo de “El país” se debate sobre el elevado fracaso escolar en el sexo masculino. Las cifras son tan devastadoras como reales. Creo que todos tenemos esa misma impresión, que se ve ratificada por las cifras oficiales: en la educación, las mujeres obtienen mejores resultados que los hombres.

Ante este hecho indiscutible me surgen muchas dudas y pocas respuestas.

1. ¿Este modelo educativo es el que necesitan los hombres?.
Está claro que si tantos chicos fracasan, teniendo en cuenta que el coeficiente intelectual de hombres y mujeres es el mismo, posiblemente el fracaso no sea una cuestión de sexo sino de modelo.

2. ¿Este modelo educativo es justo con las mujeres?.
Si la superioridad de la mujer es tan manifiesta en nuestra organización educativa, ¿no les estamos cortando las alas al tener que “esperar” a los condiscípulos varones?.

3. ¿Es razonable que se mezclen en una misma clase a niñas con niños de la misma edad cronológica pero de edades biológicas tan distintas?.
De esta forma se retrasa a las chicas y se les exige en exceso a los chicos. Ni a unas ni a otros se les da lo que necesitan. ¿En esto consiste la igualdad?.

4. ¿Debemos ir a una educación diferenciada entre hombres y mujeres?.
Mi respuesta es un rotundo no…..pero no tengo argumentos lógicos que avalen lo que siento. La lógica dice que sería recomendable para una mejor formación académica, pero mis emociones me dicen que sería un grave error.

Si separamos el mundo del hombre y la mujer hasta los 17 o 18 años, el desconocimiento mutuo, la diferenciación, incluso la rivalidad al tener sistemas distintos, podrían desembocar en lo que ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad: la formación de dos mundos, el masculino y el femenino, no como universos distintos que se unen para sumar, sino como diferentes visiones que se enfrentan: la diferencia que separa en vez de la diferencia que enriquece. Cuando la diferencia sirve de excusa para enfrentarse, al final uno de ellos sojuzgaría al otro. Más tarde o temprano, volvería el sexismo más rancio.

5. ¿Porqué, si las mujeres están académicamente mejor preparadas, los hombres triunfan en el mundo laboral?.
La respuesta simple es el machismo. Y no me cabe duda que en algunos casos es cierto, pero no me sirve como respuesta general.

Entre hombres y mujeres, no sólo los relojes biológicos son distintos, también lo son nuestros genes, nuestros cerebros y nuestras hormonas.

Para triunfar en el mundo del trabajo (que no tiene nada que ver con triunfar en la vida), las mismas características que hacen al hombre inferior en el plano académico, lo hacen superior en el plano laboral: la agresividad, la competitividad, la pobreza emocional, el individualismo.

En el colegio estas facetas están penalizadas, pero en la vida son la llave del “éxito”.

Por decirlo con una sola frase, con todos los matices que se quieran añadir, la escuela ha sido pensada en femenino y el mundo en masculino. En la primera triunfan las mujeres y en el segundo los hombres.

Como inciso, quiero hacer dos aclaraciones. 1) Cuando hablo de triunfo y éxito, no me refiero a lo que yo considero éxito, sino a lo que la sociedad llama éxito: ser director, presidente, ministro, empresario del año, etc. 2) En todo momento me refiero a hombres y mujeres como grupos y no como individualidades. Son datos estadísticos grupales e intento entenderlo todo desde un punto de vista sociológico y no personal. Hay millones de excepciones de mujeres que triunfan en el ámbito del trabajo y hombres que brillan en el académico.

He hablado de la pobreza emocional del hombre (repito, hablando en términos sociológicos y no individuales). Y esta es una de las claves más importantes. La pareja o los hijos no son vividos de la misma forma por hombres y mujeres en general. Creo que hay factores educacionales y genéticos en ello. Para la mujer, en general, lo primero es su familia, mientras que para el hombre, lo primero es el trabajo (o el poder que se deriva de ese trabajo). Si hay una vacante de director de una sucursal bancaria, que conlleva un horario de trabajo poco compatible con los hijos, la mujer casi nunca luchará por esa plaza mientras que los hombres, por muchos hijos que tengan, van a intentar hacerse con el cargo.

Me gusta mucho más la visión que las mujeres tienen del mundo laboral. Su escala de valores es mucho más sensata, más humana. Trabajar para vivir y no al revés. La sociedad que hemos construido (fundamentalmente los hombres) premia la visión masculina y, el gran triunfador, no es la persona equilibrada que trabaja para cubrir las necesidades, pero disfruta y lucha por su pareja y sus hijos….con su pareja y sus hijos. Sino el que acumula poder, dinero, distinciones o posición social mediante el uso del trabajo como herramienta obsesiva de superioridad.

¿A alguién se le ocurre cual podría ser un modelo educativo más eficaz y equitativo?

40 comentarios:

Lenka dijo...

Poder contestar a eso sería la repera, Juan. Qué va, no tengo la menor idea.

Quizá te diría que depende de las prioridades que tengamos. Si lo que nos interesa es que nuestros chavales obtengan el mejor rendimiento escolar, a lo mejor resulta que es buena la idea de volver a separarlos por sexos. Problemas? Ya los conocemos. Me temo que volveríamos a caer en el sexismo fácil, en imponer los roles clásicos.

Ejemplo: en mi colegio (sólo de niñas) teníamos costura. Cuando empezaron a ir niños se cambió a manualidades varias y se incrementó muchísimo la actividad deportiva. Antes sólo había ballet y baloncesto. Después empezó a haber de todo. Al parecer seguimos manteniendo ciertos esquemas que salen a flote en cuanto separamos niños de niñas. Parece que entendamos que se les deben inculcar distintos valores e incluso distintas materias (en cuanto te sales de las más regladas, digamos)

Y eso es precisamente lo que vemos después, en la vida laboral. No sé cuánto tiene de genética y cuánto de educación el hecho de que demos por sentado que una mujer prioriza la familia al éxito. Porque es que, para empezar, se la culpabiliza si no es así. Desde el principio del proceso, además. En una entrevista laboral no se le pregunta jamás al tío si tiene pensado tener hijos. Se da por sentado que eso no le influirá laboralmente, que siempre habrá detrás una figura femenina para atender esas cosas. A una mujer se le pregunta siempre y ya con idea de cribar.

El hombre de negocios, empresario potente y triunfador lleva asociados epítetos estupendos, como inteligente, sagaz, competitivo, audaz, y algunos incluso negativos que hemos embellecido. Es un tiburón. Es implacable. Es frío, es calculador. Eso mismo en una mujer suena (hacemos que suene) espantosamente mal. Una mujer fría y calculadora es una bruja de útero congelado. Una mujer que a los 40 años sigue priorizando el éxito es una solterona amargada, una desnaturalizada si no ha fundado una familia o una mala madre si la tiene. Codiciosa y arrogante. Egoísta.

El hombre que dedica su tiempo al trabajo y al éxito se está desviviendo por dar a su familia lo mejor (aunque sea a costa de no verles el pelo). Cuando lo hace una mujer poco menos que se está cargando el equilibrio familiar.

En la inmensa mayoría de los casos, si uno de los dos debe renunciar a su carrera por los hijos lo hace ella. Me parece perfecto (tan perfecto como lo contrario), pero aún consideramos que es normal que sea él quien siga trabajando y mucho menos normal que sea ella. De hecho, la mayoría termina por sentir esa culpa colectiva, ese estigma de la mala madre.

Sinceramente creo que es esa culpa la que ata de pies y manos a muchas mujeres. Y, en el otro lado del asunto, está tan asumido que así será, que al empresario no le parece desatinado hacer ciertas preguntas y cribar por razón de sexo. No percibe que esté haciendo nada raro ni injusto, sino lo normal. Está en edad reproductiva, así que tendrá hijos y se quedará en casa. Pa qué la voy a contratar, es tontería.

Pero claro, por otro lado... no propiciaremos aún más todo eso si educamos a los sexos separados? No volverán las oscuras golondrinas, y tendremos a las niñas bordando y a los niños jugando al fútbol? Y que se me entienda el ejemplo. No caeremos, igual sin darnos cuenta, en la "rolización" otra vez? Porque si todavía nos pasa con educación mixta... tela.

Además, no concibo que la enseñanza se programe de un modo distinto a como está montada la vida. En la vida hay dos sexos. En la vida conviven, luchan, aman, sufren y sí, compiten dos sexos. Creo que es muy negativo que los críos crezcan pensando que el sexo opuesto está conformado por marcianos. Y eso es precisamente lo que pensaba la mayoría de mis compis de colegio. Yo tuve la enorme suerte de criarme con hermano varón, primos varones y con los niños del pueblo y los campamentos de verano, así que nunca me parecieron tan misteriosos. Pero otras niñas (y es muy fuerte) tuvieron su primer contacto con los chicos en el instituto, a los 14 o 15 años. No pretendo generalizar, pero a veces se daban relaciones sociales de lo más anormal y disfuncional entre ellos. No se trataban como iguales ni como compañeros, no sabían entablar relaciones normales entre ellos. Se veía de todo, miedo al otro, timidez exagerada, interés casi científico, morbo enfermizo, pasotismo total, segregación... depende.

Lo que se ha dicho siempre: las de colegio de monjas, ya se sabe!! Buf, los de colegio de curas!!! Es que era penoso a veces. He visto desde la niña que era incapaz de pedirle un boli al compañero sin tartamudear de vergüenza hasta la que se lanzaba a bajarles los pantalones, a ver cómo eran. Y viceversa. Todos sabemos cómo andan las hormonas a esas edades, que una clase de quinceañeros es mortal de necesidad, las payasadas de unos y otras, las rencillas... creo que cuanto más se normalice todo eso, mejor. En general, los chavales de escuela pública mixta se comportaban de una forma mucho más natural entre sí. No había misterio. Porque estar mezclados en clase era lo normal.

Qué hacemos entonces con el fracaso apabullante de los varones??? Ojalá lo supiera, porque es de lo más llamativo. Ojalá se me ocurriera cómo motivarles (creo que la motivación es vital) para que mejoraran su rendimiento y no lastraran (supuestamente y en general) el de las chicas.

Seguiré meditando, Juan, que el tema es peliagudo!!

Juan dijo...

Estás en la misma línea que yo, Lenka. Casi con toda seguridad, la segregación por sexos mejoraría el aspecto académico de ambos, pero con el enorme peligro de retroceder en algo que, para mí, es más importante: la convicencia normalizada entre hombres y mujeres desde pequeños, que es donde se afianzan las posturas del futuro.

Al final pienso que la educación debería ser mucho más personalizada, pero no segregada por sexos. Posiblemente haya que potenciar más las facetas deportivas y la disciplina así como volver a introducir el concepto sano de la competitividad, tan denostado en la escuela como aplaudido en el mundo de los adultos.

La individualización de la educación supone poder ofrecer a cada uno lo que necesita. No es lo mismo un chaval con un CI de 160 que otro con 90. Uno y otro tienen los mismos derechos, pero no las mismas necesidades ni la misma proyección. Dar de los mismo a ambos es injusto para los dos. Quizás se podrían hacer distintos niveles, o funcionar en forma de créditos, como en la Universidad, para que el que pueda y quiera más lo tenga y el que pueda menos tenga asegurado un mínimo (al margen de que sea chico o chica).

Efectivamente, como tú dices, hay que adecuar más la escuela a lo que después se van a encontrar en la calle. A la inversa también debe funcionar: ir transformando la sociedad a partir de la educación recibida.

Se infravalora al hombre que decide no progresar en el trabajo para poder dedicarse más a los hijos y, a la inversa, la mujer que sacrifica familia por trabajo se la crucifica. Volvemos al maldito sexismo que perjudica a todos.

Sólo hay una forma de vivir mejor y es que desaparezcan de una vez los prejuicios: no juzgar a nadie (ni para bien ni para mal) por lo que decida hacer con su vida personal/profesional.

Y en este aspecto, quién sale peor parada es la mujer. Si se dedica a sus hijos es una maría para las feministas extremas y si es directora de una gran banco, es un ejemplo a seguir. Por el contrario, para los machistas, la primera es el ejemplo digno y la segunda es una zorra ambiciosa.

Juzgamos demasiado a la ligera a los demás.

Un abrazo

Jose dijo...

uff!!!tema dificil de responder, de concretar y de tratar...esto es casi como lo del huevo y la gallina, hay teorias mil y respuestas mil quinientas.

(tiene usted premio en mi blog ;) )

Juan dijo...

Muchas gracias Jose. Un abrazo muy fuerte.

Kaken dijo...

Juan, como mi respuesta sería muy larga, prefiero ponerla en mi blog a la mayor brevedad posible.

Muy interesante tu entrada y el comentario de Lenka, sip.

A Jose, como pasaba por aqui, le mando un bes, ea, y otro para vosotros dos¡¡

Sra de Zafón dijo...

Ayyyy un modelo educativo eficaz! se me ocurre alguna cosa pero ahora mismo sólo entro a decirte que aunque sé que ya te lo han dado, te lo redoy yo si lo quieres :-) pásate por mi blog a recogerlo.

Rogorn dijo...

Me alegro de que me haga esa pregunta. Porque en Inglaterra no hay duda ni problemas: hay escuelas mixtas y separadas por sexos, y los padres eligen una u otra, dentro de baremos como cercanía, plazas libres, notas en cursos anteriores, etc.

Datos puros y duros: las chicas rinden mejor en colegios sólo de chicas, y los colegios de chicas rinden mejor que los mixtos y los sólo de chicos. Véanse las estadísticas:

http://www.timesonline.co.uk/tol/life_and_style/education/a_level_gcse_results/En A-level (Bachillerato, últimos dos cursos de secundaria, antes de la universidad), 7 de las 10 mejores escuelas por resultado de exámenes eran de chicas sólo, 2 mixtas y 1 de chicos. Goleada de 7 a 1. EN GCSE (ESO, obligatoria hasta las 16), 12 de las primeras 20 son sólo de chicas, 4 mixtas y 4 de chicos.

En Inglaterra la educación segregada no produce ningún problema ni estigma (de hecho, se la llama 'segregated' sin ningún desdoro). En ese país no ha habido problemas de integración racial como en Estados Unidos, o de ideología fascista como en España. Es simplemente otra forma distinta de organizar la educación, en un sistema en el que los colegios tienen mucha más autonomía. Allí no hay oposiciones, por ejemplo, y cada colegio recluta personal a base de entrevistas de trabajo, y decide si ser boys', girls', mixed, confessional o no.

De la misma manera que la segregación por sexos nunca fue motivo de estigma, nunca sería tampoco motivo de cuestionárselo. En España se pondría el grito en el cielo por pura corrección política, y a renglón seguido se pensaría que una separación intentaría hacer volver a los niños y las niñas a roles del pasado. Nada de eso. Una separación moderna se puede hacer de forma moderna, simplemente.

Los datos miden lo académico sólo, obviamente, pero además, hay que recordar que la jornada escolar acaba a las 3.30, y que el resto del día pueden verse chicos y chicas fuera de clase sin problema. De hecho, yo lo veo todo el tiempo por la calle. En escuelas cercanas van a esperarse para volver a casa juntos, y si no, quedan después. Dicho simplemente, la concentración durante las clases es mayor, y tienen el resto del día para socializar. A nadie se le niega el contacto con el sexo contrario, sino que sólo se evita durante seis horas al día. Aparte de evitar preñeces en los lavabos.

Y nada, eso, que en Inglaterra la cuestión de si tu escuela es de girls o boys, es sólo una más, como si está cerca o no, es interna o no o si es buena y aprendes o no. Llevan toda la vida así y no salen peor que en otras partes.

Reportaje añadido:
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/uk/education/article5927472.ece"what this research shows is that many girls benefit enormously academically from a girls-only school"

Lenka dijo...

Pues quizá fuera un modo. Siempre que nos garanticen que no se va a fomentar el sexismo, claro. Aunque quién dice que no se fomenta también en la mixta?? Buf, qué difícil!! Por una parte me tira más el modelo mixto, lo veo más nartural. Por otro lado, es cierto, separar no implica que chicos y chicas no se mezclen en otros ámbitos. Ayns. No sé qué pensar.

Y por otro lado aún: separando se ve que los coles de niñas obtienen mejores resultados por goleada, mejora su rendimiento. Pero los chicos siguen muy atrás. Qué pasa? El sistema les está fallando en algo?? Porque si lo que interesa es que mejoren todos... no sé yo. Al final parece casi lo mismo. Por qué con ellos no funciona?? Por qué siguen tan aborricaos?? Y hombre, si no va a mejorar... sirve de algo separarlos?? Hombre, para las chicas bien, les va mejor. Pero y ellos? Vaya, que no sé si es un poco injusto también. Lastrarlas a ellas es una jodienda, pero y si la separación sólo beneficia a un sexo?? No habría que buscar algo que beneficie a los dos?? Pero claro, si no vale juntos ni separaos... qué opciones quedan?? A ver si es que los varones son un caso perdido!!! (Broma)

Pues no sé, que no se me ocurre. Que igual suelto un disparate monumental, pero lo mismo habría que plantearse otro modelo radicalmente distinto. Quizá el "por edades" no sea tan inteligente por más que parezca un sistema obvio y lógico. Y ojo, que no pretendo para nada ser elitista. Pero igual que a los niños con necesidades especiales se les da una educación pensada para ellos... Tengo una prima con minusvalía que asiste a un cole especial, con otros niños con dificultades similares, y no están agrupados por edad, sino precisamente por esas necesidades. Y rinde mejor que en la educación "formal". De lejos. En todos los sentidos. Rinde mejor académicamente, las materias se adecúan a ella (a todos, claro), las metas son otras, pero es que además allí es una más, socializa, tiene amigos y hasta noviete. En el cole "normal" era la tonta, la rara, la fea, una paria. Y sufría un montón, obviamente. En este otro cole es una más y eso hace que se siente integrada y feliz.

Claro, luego te cabrea pensar qué clase de sociedad es esta (somos) en que el niño distinto es ninguneado y maltratado. Y cómo lo vamos a solucionar si lo que hacemos es apartarlo y mezclarlo sólo con "los suyos". Casi le damos la razón a la pécora que atizaba a mi prima. Es anormal, su sitio no es este, que se vaya con los que son como ella y se trate sólo con ellos. Ayns. Qué tema más complicado!!!!!

Nada, que no se me ocurre solución. Tengo que seguir pensando.

Kaken dijo...

Me parece increíble que exista, Ro, lo que yo quería desarrollar en mi blog.

Con lo cual llego a la conclusión de que soy paletíiisssimisima¡¡ jejejje, mis ideas (algunas) sobre la enseñanza se viven en zona hereje y yo sin saberlo¡¡¡ juasss¡¡

En serio, Ro me permites citarte en mi blog con estos datos?

Bes a todos.

Juan dijo...

Muchas gracias Rogorn. Has dado respuestas a mis dudas.

Lo que me pasa es que recuerdo los años franquistas, con colegios separados por sexos (que es lo que he vivido en primera persona) y, de ahí, he pasado directamente al sexismo y al rechazo del sistema.

Pero lo que comentas con los datos de Inglaterra, me hacen ver el tema desde una óptica totalmente distinta y no tengo más remedio que darle la razón a Kaken, con quién he discutido este tema muchas veces.

Por cierto, como indica Lenka: los chicos en colegios de chicos mejoran sus resultados con respecto a los chicos que estudian en colegios mixtos?.Me da la impresión que también se deben beneficiar, pero si tienes los datos, mejor.

Pue sí Lenka, jajajaja, debemos ser más borricos, jajajaja. pero deben existir otras cuestiones, como las que apunto en la entrada: la mayor agresividad, las dificultades mayores de los hombres en el área del lenguaje, un talante mucho más activo en lo físico pueden contribuir a esos peores resultados.

Muchas gracias.

Un abrazo

Rogorn dijo...

Seguramente lo más natural sería que hubiera opciones, así que tener colegios mixtos y segregados a mano sería una manera. Allí se ve tan natural que no hay problema, aunque el debate sobre si sí o si no existe siempre.

Ya que se ha mencionado lo de separar por nivel, en Inglaterra también se hace. En cada asignatura los grupos están hechos no por orden alfabético, sino por nota en la asignatura, de forma que los mejores quedan todos en el mismo grupo, los peores también y los del medio en el medio. El ánimo de hacer esto es enseñar a los alumnos de acuerdo con sus aptitudes, sin que los peores tiren para atrás de todo el grupo ni se queden atrás sin remisión. En la práctica la cosa es un poco más difícil, ya que en los 'bottom sets', los grupos más bajos, los problemas suelen ser de comportamiento también, no sólo de nivel de una asignatura. Y dar una clase a 15-20 manzanas podridas puede ser realmente complicado. Porque otro tema además es que en los exámenes de GCSE (Graduado), puedes elegir examen fácil (foundation) o difícil (higher). Con el fácil te hacen preguntas más fáciles, pero sólo puedes sacar una C de máximo (un bien), mientras que con el otro puedes llegar a sobresaliente. En algunas asignaturas incluso puedes combinarlos (en idiomas se hace bastante, con los exámenes orales más fáciles por ejemplo, y los escritos más difíciles), para intentar quedar en una B, por ejemplo.

Y no sólo eso: en algunos condados aún existen colegios para buenos alumnos y colegios para, digamos, el resto. A los 11 años se hacen exámenes al acabar la primaria y con esas notas, los padres pueden elegir colegios para los hijos de la misma forma que en España con la nota de Selectividad se puede escoger carrera y universidad primero. Y claro, los padres tiran a por el colegio con prestigio, donde se juntan con los otros alumnos con buenas notas. Esto, obviamente, no grarantiza nada, ya que hay alumnos capullos con buena cabeza, pero ya segrega también. Y aquí la diferencia de resultados puede llegar a ser sideral. En un mismo pueblo, la diferencia entre el grammar school (el bueno) y el comprehensive (el menos bueno) se puede notar muchísimo. Así que la separación por niveles, funcionar, funciona. Ahora, ¿qué hacer con los que no funcionan? Ahí está el asunto. Pero al menos, todo depende del alumno, aunque siempre está la posibilidad para padres ricos (o comprometidos) de pasar de todo esto e irse a la privada, que también domina en cuanto a notas.

Sobre si a los chicos les beneficia la segregación, no recuerdo datos recientes. Yo creo que sí, pero más ligeramente que a las chicas. Desde luego, la separación aparta un estorbo (y desde el punto de vista académico, el ligoteo, los celos y los líos rara vez ayudan, así que es justo llamarlo así), aunque los chicos parecen más capaces de despistarse con lo que sea que las chicas.

Sobre el rendimiento de los chicos, una cosa que recuerdo haber leído hace poco es este artículo http://www.timesonline.co.uk/tol/life_and_style/education/school_league_tables/article5877032.ece donde se dice que los métodos educativos en general de una clase normal favorecen más a las chicas. 'Los profesores quiere que los chicos estén callados, sentados y concentrados durante ratos largos. Quieren que se porten como chicas.' 'Cuando les preguntas a los chicos, te dicen que el colegio es 'girly' (de estilo de chicas), lleno de señoras hablando sin parar.' También se dice que los chicos leen sólo si se les obliga y que hay pocos libros para chicos y más para chicas. Y acaba con una neuropsicóloga que dice que las clases deberían ser más físicas, que se debería animar a los chicos a play-fight. A pegarse en broma, darse capones, empujones, esas cosas que hacen los chicos. Me gustaría saber cuántas matemáticas se aprenden con cada colleja. Igual hay que leer poesía mientras se dan patadas a un balón, como en 'El club de los poetas muertos'.

Citad a vuestro sabor, quien quiera.

Elena Garrido dijo...

Quiero felicitar al autor de la entrada por ser varón y, pese a ese "defecto", comprender bien que la diferencia básica que marca el éxito o no éxito laboral de las personas es el intento o renuncia a conseguir una conciliación entre la vida laboral y familiar.
Pocos hombres conozco, por no decir ninguno, que entone el mea culpa y diga que a los varones del nuevo siglo les falla el estar anclados en valores prfesioales del siglo XIX, y que deben "feminizar" su papel en la sociedad.

Las mujeres trabajan para vivir y los hombres viven para trabajar.

Sin duda, una mejor educación sentimental conseguiría que los varones descubrieran que tienen derecho a disfrutar en condiciones de su paternidad, que deben cumplir con sus obligaciones domésticas (y no solo "ayudar" a la mujer, que se lleva la peor parte) y que estan en su derecho de tener suficiente tiempo libre para dedicarselo a otras aficiones y labores que también les enriquecen como personas. Aunque eso suponga tener menos dinero para gastarselo en un cochazo o no poder presumir de tener una blackberry de ultima generacion.

A las mujeres por otro lado se les debe educar para que sean laboralmente productivas para la sociedad. Brillar en la escuela y en la Universidad esta muy bien pero si van a dilapidar esa formacion y esas capacidades en trabajos de baja calificacion elegidos voluntariamente para que les quede tiempo de ir a hacerles la merienda a los niños (aunque los niños ya tengan los huevos negros) y mirar zapatos (sobre todo esto ultimo),de poco sirve tanto esfuerzo escolar. Con frecuencia las mujeres se acomodan en la mentalidad funcionarial de "yo quiero un trabajo de 8 a 3 en el que no deba pensar mucho para despues tener tiempo de ir a la peluqueria". Debe repudiarse ese modelo.

Coincido ademas en que los modelos educativos tradicioales, basados en el profesor soltando la brasa y los alumnos callados y quietos o memorizando sin parar se adapta mejor a la forma de ser de las chicas (más modositas y quietecitas, obedientes y sumisas, apañadas y limpitas, que hacen letra redondita y cumplen con los deberes como les manda su mami) que a la de los chicos (que se pasaran todas las horas de escuela desmotivados y pensando que les gusta mas jugar a la playstation que memorizar datos y aprender mariconadas).
Por eso segun los baremos de la educacion tradicional les ira mejor a las chicas, pero yo creo que eso denota la pobreza del sistema educativo.

No creo que la segregacion escolar evite el sexismo dado que no es la causa del sexismo social el hecho de que las mujeres sean mas aplicadas en las tareas del colegio y los hombres mas borregos. El sexismo tiene otras causas. Ademas la escuela debe ser algo mas que un entretenimiento en el que hay que sacar buenas notas sin que importe nada mas, que es algo que parece olvidarseles a los segregacionistas.

Lenka dijo...

No sé si entiendo eso de que las clases se dan más para chicas que para chicos. Yo soy chica, me aburría como una ostra, escondía novelas en el pupitre y me pasaba horas leyendo mientras fingía un comportamiento ejemplar, charlaba con la de al lado, tiraba bolas de papel con mensajes y escribía cuentos. Vamos, que me costaba atender como a la que más, sobre todo en las clases que no me interesaban. Lógico, seas chico o chica. Si no fracasé en los estudios fue simplemente porque compensaba con otras asignaturas que me gustaban y se me daban bien, y porque, sencillamente "había que estudiar".

Que no hay libros para chicos?? Madre del amor hermoso. Yo me pasé la infancia y la adolescencia leyendo como una posesa y apenas recuerdo libros en los que la prota fuera una niña. Momo, y poco más. Leí los típicos libros de pandillas (mayoría de chicos casi siempre, es más, en muchos había una chica, sólo una, y la dejaban estar porque era la hermana del jefe y medio machorra), libros de aventuras (casi siempre con personajes masculinos), de temática social (pandilleros, siempre tíos, las chicas eran las novietas), de fantasmas y cosas de esas (casi siempre chicos), de "detectives" (chicos en su mayoría)... sí, claro, había colecciones de estas de internados de chavalas, aunque en mis favoritos salían chicos también.

Quiero decir que en la literatura la mayoría de los referentes son masculinos y no pasaba nada. Seguíamos leyendo más nosotras. Éramos unas fans enloquecidas de Bastian y Atreyu y no nos importaba demasiado que La Emperatriz Infantil estuviera más o menos de adorno. Fuimos devotas enamoradas de Ponyboy, Sodapop, Dallas y compañía, y tampoco nos quitó de leerles que Cherry hiciera de florero. Leíamos a Los Cinco (que tenían hasta perro) y a Puck, y las mejores partes eran cuando había batallas con los chicos del cole.

No, por la razón que sea ellos leen menos. Pero no será porque no hay libros pa elegir.

Por qué si ellas son mejores académicamente luego son ellos los que triunfan en el mundo laboral? No creo que sea porque ellas prefieren salir pronto y mirar zapatos o hacer meriendas. Creo que es más por motivos de asumir. Se asume que lo normal es que ella renuncie por la familia. Y lo hace, porque si no ella misma se culpabiliza. La sociedad entera la culpabiliza. Por no mencionar que la mayoría de las veces es él quien gana más y eso también pesa.

Yo tengo una carrera, mi pareja FP, y en mi mejor empleo ganaba menos de la mitad que él. Por no mencionar que él está fijo y yo no sé lo que es eso, ni lo sabré. Él firmó el contrato fijo a los 34 y nadie le preguntó si pensaba tener familia. Yo tengo 30 y me lo preguntan siempre. Por qué? Porque dan por sentado que si la tengo, seré yo la que decida quedarme con ella en casa. Quiera o no. Con culpa o sin ella. Ya me facilitan esa decisión pagándome menos que a un hombre y no haciéndome fija. Mi labor es más "renunciable" y el sistema se encarga de que así sea.

Sra de Zafón dijo...

Buenas noches, Juan.
Éste es uno de los temas que no me dejan descansar y que encienden todas mis neuronas a la vez :-) porque estoy demasiado harta de escuchar que los niños son mas traviesos y las niñas más responsables y ver como las profes prefieren niñas que niños porque están mas quietas, más atentas y son más limpias (al menos en las libretas). Y de ahí a la segregación no hay ni medio paso.

Del CI estoy todavía más harta, dado que las múltiples inteligencias no tienen cabida en sus varemos ¿se mide acaso en él la inteligencia intra o interpersonal? ¿ o es que es esta menos importante para la vida que la acumulación de datos o la capacidad para hacer cálculos matemáticos?
Entiendo perfectamente que cualquier padre se sienta orgulloso de los logros académicos de sus hijos, e incluso identifique los sobresalientes como un rasgo de máxima inteligencia, pero para mí un sobresaliente en un niño incluso puede ser un dato de carencia de algún tipo de inteligencia, fíjate tú!
Tal y como nos lo hemos montado el niño que está quieto en clase, callado, atiende al profe y saca notables o sobresalientes es el más inteligente. Sin embargo demasiadas veces vemos a esos mismos niños y niñas ser unos analfabetos emocionales y unos inútiles laborales, mientras que el que estaba todo el día castigado, o suspendía todas, o casi todas, hoy es un excelente mecánico, un renombrado escritor, o un virtuosísimo músico, y además tiene una vida afectiva estupenda.
Y entonces surge la pregunta de ¿Quién es el más inteligente?

Creo no se puede medir la inteligencia de ningún ser humano por la respuesta académica lograda. Los sobresalientes, como te decía antes, pueden esconder a una persona con una inteligencia intrapersonal penosa, por ejemplo, incapaz del disfrute por su afán de perfeccionismo, o a un ser tremendamente débil y esclavo del no defraudar.

Creo que la educación tiene que servir para potenciar todas las inteligencias, pero para ello el valor que se da a cada una debe ser similar y en la irremediable evaluación tienen que contar de igual modo.
Cuando me toca lidiar con algunos profesores siempre les pongo ejemplos muy sencillos
¿Con todos los soportes informáticos que tenemos hoy, no sería más interesante poner el énfasis en la formulación de preguntas que en el tedioso aprendizaje de la tabla de multiplicar?
¿Por qué un niño de menos de 12 años tiene que estar sentado durante toda la jornada escolar? (quitando los recreos) (esto sí que pone mala, ya que hay niños diagnosticados de hiperactividad y drogados para que se estén quietecitos y dejen funcionar la clase, nada más)
¿Por qué se emplean más horas en la escuela enseñando inglés o (lo que queráis) que fomentado el diálogo y el pensamiento ordenado?

Cómo esto se me ocurre mucho más, pero la respuesta es muy simple:
Cuanto más quietos estén los niños, más “fichas” hagan, y menos preguntas salgan por sus boquitas mejor. Si además de esto dan la talla en nuestro sistema de evaluación todo va estupendamente bien, y los que no van bien es por que no son inteligentes y además son conflictivos.
Eso de que unos niños retrasen a otros (ya me da igual el sexo) nunca es verdad, si alguien los retrasa en su aprendizaje es el sistema que tenemos montado y la persona que se lo da. ¿Por qué todos los niños de una clase tienen que estar haciendo lo mismo? Eso no es de buen profesor, eso es tragar con un temario sin ningún tipo de escrúpulo ni creatividad.= comodidad.

Hoy te dejo sólo esto sobre la educación en la escuela, porque no tengo más tiempo, pero con el tema del "éxito y fracaso" mis neuronas se encienden de tal manera que me daría para un libro entero, y eso sin tocar a los papás y sus enseñanzas :-)

Un abrazo, Juan.

Kaken dijo...

Pues yo espero que "toques a sus papas y sus enseñamzas", jajaja, me encantaría una entrada al respecto Chusa.

Estoy de acuerdo contigo en casi todo lo que expones, pero aún no logro enfocar mi pensamiento.

Igual algún día mi pereza se vence y consigo sacar todo lo que pienso de forma minimamente ordenada, ufff....

El tema es muy amplio, en efecto, ojalá tuvieramos tiempo, ritmo y ganas para seguir desbrozándolo.

Un bes.

Juan dijo...

Muy interesante todo lo que cuentas Rogorn. No conocía el sistema británico de enseñanza (de hecho no conozco ningún otro excepto el español).

Lo que sí tengo claro, y así lo expongo en la entrada, es que hay que individualizar más la enseñanza. Dar a todos lo mismo, sean cuales sean las características de cada uno lleva más fácilmente al fracaso. Cuando me refiero al fracaso, no me refiero al académico, que en demasiadas ocasiones tiene muy poco que ver con las potencialidades futuras de cada niño, sino al fracaso de no preparar al niño para su vida de adulto....osea, enseñar que es el equilibrio emocional y como se consigue....aprender a ser más felices con uno mismo y con los demás.

Sin embargo, la individualización en la enseñanza a millones de niños supongo que debe ser extremadamente complejo. No todos los profesores son maravillosos, creativos y están motivados. Por eso, un paso como segregar de cierta manera, sin ser lo ideal, es al menos un paso más en este sentido.

Estaba en contra de la segregación, pero todo es revisable a la luz de los datos que aportas.

De cualquier manera, con sólo la segregación creo que no se soluciona el problema. Tal y como están las cosas, se puede segregar en cuanto a resultados académicos......¿pero son éstos los más importantes?: rotundamente no. En integrales y derivadas sacaba siempre sobresaliente, y en física no había problemas que se me resistieran....y no me han servido para nada en mi vida personal ni en mi estabilidad emocional, ni en mis relaciones, ni en la manera de enfocar mi vida.

Al final, siempre vuelvo a lo mismo: es una irresponsabilidad mayúscula dejar la educación de nuestros hijos en manos del Estado porque la única manera real, simple y eficaz de conseguir la necesaria educación individualizada depende los padres.

No creo que ningún sistema estatal consiga lo auténticamente indispensable: conseguir que nuestros hijos, a los 18-20 años sepan volar sin taras en sus alas.

Un abrazo

Juan dijo...

Os contestaré a los demás en otro momento.

Un abrazo

Rogorn dijo...

Unos alumnos pueden retrasar a otros de muchas maneras: por ejemplo, teniendo que hacer explicar de nuevo algo que los demás ya han entendido, o tardando más en hacer un ejercicio en concreto, porque tenga que mirar sus notas o libros más a menudo que el resto, o por varios otros motivos, entre ellos que no le guste la asignatura y moleste aposta. Esto es malo para el que se retrasa y para los que no.

Es cierto que para eso está lo que se llama 'diferenciación' en clase y que no todos tienen que estar haciendo lo mismo, pero esa es otra cosa que retrasa el progreso óptimo de una clase: tener a grupos diversos de alumnos haciendo cosas diferentes que el profesor tiene que comprobar por separado, lo cual resta tiempo siempre. Agrupar a los alumnos por nivel en una asignatura es una forma de enfrentarse a este problema que ayuda mucho.

Aparte, no es el sistema o el profesor quien retrasa a los alumnos la mayor parte de las veces, sino ellos mismos. Para empezar, el que haya quien se retrase, implica por definición que hay otros que no se retrasan, con el mismo sistema y profesor, lo cual significa que es posible progresar bien en las mismas condiciones y que el problema se halla en otra parte. Además, el propio alumno se da cuenta de esto (siempre se da cuenta, decida ignorarlo o no), y hay múltiples ocasiones para poder recuperar el retraso, entre ellas estudio adicional tras las clases o pedir ayuda al profesor cuando ambos puedan. Y sobre todo, su propia actitud. Salvo problemas mentales de cierta gravedad, quien quiere, puede, que el nivel actual además es menos de lo que nos pedían a nosotros, y no hay más que mirar los libros de ahora.

Estar atento en clase es parte de lo que los alumnos han de aprender también. Con eso no me refiero a estar como en misa (‘estate formal’, que decía mi abuela), sino que distingan las partes del día donde hay que estar atento a lo que se hace en la clase y en las que puedes hacer lo que quieras, y esto dentro de una misma clase: habrá momentos de escuchar al profesor y otros donde puedan trabajar juntos, etc. Aparte de que también entra aquí el tema del respeto a la labor de los demás: molestar en clase estorba el aprendizaje de los demás y el plan de enseñanza del profesor, y empeora las cosas. Entender esto es esencial.

En seguida los críos piden que no se les trate como a críos: bien, pues demuéstralo. Tú no ves a la cajera del súper montando el pollo en vez de cobrar a los clientes, o al mecánico en el garaje pasando de arreglar el coche porque se aburre, o gritando en el cine porque la peli no les gusta. Tienen una tarea que hacer, y la hacen, les guste o no, y quien no respete esto se gana la bronca del cliente, el jefe o la gente que les rodee y con razón. Bien, pues eso es tratar a la gente como no críos. La labor de los estudiantes es atender cinco horas (mucho menos que la jornada laboral de sus padres, que les proporcionan casa, comida, ropa y otras cosas menos necesarias), para que en el futuro tengan un ídem. Pues a ello, y con ayuda si la necesitas, pero sin excusas. Derechos y deberes.

Lo cual me lleva a lo de si en el colegio ‘hay que’ hacer o educar tal o cual cosa: a un colegio se va a que al estudiante lo instruyan. Educar, lo educan los padres. Ya lo pone bien claro el horario: a primera, matemáticas, a segunda historia, a tercera inglés, etc. No se engaña a nadie. Son cinco horas al día de aprender cosas, y durante las otras 19 es competencia de los padres, y según van creciendo, de los propios alumnos, el educarlos y educarse. Cuando se va a la autoescuela, por ejemplo, se va a aprender el código y a conducir, y nadie busca que lo ‘eduquen’ de nada más. O a un cursillo de informática o de idiomas para adultos. Si allí luego uno hace migas con gente, se lo pasa bien, y quiere quedar para hacer otras cosas, eso se puede hacer más tarde, que anda que no queda día, sin estropear las horas en las que quieres aprender a conducir, a usar el photoshop o a hablar inglés. Pues con el colegio, igual. Aprende, sin excusas, y luego veremos en la familia lo que hacemos el resto del día, teniendo en cuenta los gustos e inclinaciones del crío. Cinco horas al día con cinco adultos distintos no educan a un menor, ni pueden. Ni, en mi opinión, deben. De los profesores de los críos yo pido que les enseñen bien sus asignaturas, incluyendo que aprendan de verdad tanto como que hagan bien los exámenes, que educar ya se encargarán los padres.

Dicho lo cual, el sistema educativo ha tenido a bien reconocer que parte de esa labor de educar (entendido como diferente de instruir), se puede hacer en los colegios, y por eso hay horas marcadas con otros contenidos menos ‘de asignatura’. Pero aún así, eso llega a muy poco. El tutor puede explicarles cosas sobre las drogas o los anticonceptivos o la importancia de hablar y escuchar, pero en una hora a la semana eso entra por uno y sale por otro si no se refuerza fuera de clase, donde ya no llega el profesor.

Juan dijo...

Muchas gracias Elena por tus felicitaciones. Me considero un hombre muy femenino, y cuando digo semejante tontería, lo que intento expresar es que los "llamados" valores masculinos o femeninos no deberían ser valores de sexo sino de personas. A su vez, las mujeres que más me gustan y con las que conecto más fácilmente son con mujeres muy masculinas....osea, con personas completas, equilibradas.

Coincido contigo en que los modelos tradicionales de educación no son los más adecuados. Incluso las materias que se imparten posiblemente no sean las ideales. En el blog de Eduard Punset, habla de la educación emocional en los colegios. Comentaba algo así como que si no se enseña a los niños a reconocer sus propias emociones y las de los demás, dificlmente van a aprendera vivir en armonía consigo mismo y en sociedad.

Un abrazo

Kaken dijo...

Cuanto más te leo sobre educación, más me asombro, Rogorn.
Estoy de acuerdo contigo al 99%, y me resulta raro leer a otro los argumentos que yo he utilizado con mis hijos para que entendieran a qué iban al colegio y el cómo y porqué era positivo para ellos mantener determinadas actitudes, comportamientos de respeto hacia los demás, motivaciones, etc.

Al final, todo se reduce en que los niños no son tontos, y desde muy pequeños se les puede hacer entender que el profesor está alli para darles algo para ellos y solo para ellos, y que depende de su actitud de escucha activa que les sirva o que sea una pérdida de tiempo. Esa es la base, pero lleva tiempo por parte de los padres, para explicar, incidir, motivar...y da resultado, vaya que si lo da.

Estoy de acuerdo contigo en que es una entelequia pretender que el colegio eduque, algo se puede hacer, sí, pero la fuente última siempre será la familia.

Y espero que con el tiempo cundan las "Escuelas para padres", en el cole de mis niños ya hay una, con Conferencias interesantes que van en torno a conocer a los niños y saber como tratarlos.

El tema es tan ámplio...pero me ha encantado descubrir que hay otras opciones a lo que tenemos actualmente, se abren puertas, genial.

Elena, si me permites copio parte de una de tus frases:"Quiero felicitar al autor de la entrada por ser varón y, pese a ese "defecto"..sic"

Pues para mí que Juan sea varón no es para nada un "defecto" si no una gran virtud¡¡¡Mal me iría, muy mal, si el no tuviera ese defectillo....

Por otra parte, me pregunto que hubiera sucedido si alguien hubiera usado esa expresión entrecomillada pero para referirse a la mujer....hummmm.....mucho me temo que hubiera levantado ampollas, y no me parece equitativo, pero como solo es un futurible me aparco en la reflexión.

Elena, me ha gustado mucho tu incidencia en la necesidad de extender en la escuela conocimientos emocionales, lo que yo llamo una educación psicológica, conocerse, etc, me encanta.

Lenka, en tantas cosas cuentas mis vivencias en las tuyas que no tengo tiempo material para desentrañarlas por aqui, pero me encanta lo que has escrito, me veo en tu espejo.Solo señalar que comparto contigo, y mis hijos también, el profundo aburrimiento ante tanta repetición en el cole, rasgo también señalado por Rogorn en pro de la enseñanza según las posibilidades del alumno.

Un bes a todos y...gracias¡

Juan dijo...

Lenka, yo no he entendido que las clases se den más para chicas que para chicos,sino que el sistema facilita que las chicas se adapten mejor a un entorno de quietud,obediencia y disciplina que los chicos, a los que quizás una actividad más enérgica o activa les fuese mejor.

A mí también me parece que la literatura infantil es más extensa en temas "supuestamente" para chicos....y digo supuestamente porque un buen libro es un buen libro. Ni Mark Twain, Julio Verne o Salgari son sólo para chicos ni Mujercitas, Jane Eyre, Ana de las tejas verdes o La casa de la pradera sean para chicas (con mis 49 años aún me emociono con Mujercitas y con 47 años leí Ana la de Tejas verdes y me lo pasé en grande).

Tienes toda la razón, si los hombres leen menos que las mujeres no es por falta de buenos libros. Algo tiene que ver la mayor capacidad de comprensión verbal y escrita de las chicas, la mayor capacidad de atención o una necesidad de actividad física más intensa en el varón, además de unasociedad que aplaude las hazañas deportivas de los niños y valora mucho lo modositas que son las niñas.

Dices "Creo que es más por motivos de asumir. Se asume que lo normal es que ella renuncie por la familia". Me parece deprimente que una persona tenga que "renunciar" a algo por su familia. ¿Cómo se puede renunciar a tu vida?. De verdad que no lo entiendo. Veo adecuado que se pueda escoger, pero desde el mismo instante en que renuncias a realizarte como persona, no creo que vayas a ser ni una buena madre ni esposa. Pero es lo que se ve con demasiada frecuencia: mujeres amargadas que amargan a sus familias y se convierten en víctimas de sí mismas y, de alguna manera, esperan que algún día su familia les pague por "sus inmensos sacrificios". (No sé si me he explicado,veo este párrafo muy enmarañado).

Un abrazo

Juan dijo...

Chusa: con frecuencia he empleado con mis compañeros de trabajo una expresión que me encanta (es mía, jejejeje): LA DICTADURA DE LO MEDIBLE. De hecho, alguna vez estuve tentado de escribir una entrada sobre ello. Y con lo que has escrito, viene como anillo al dedo.

El método científico, en última instancia, consiste básicamente en medir. Y esto es correcto: hay que medir lo que es medible. Pero algunos científicos ceporros (que los hay, por muy científicos que se consideren) no saben ver más allá de lo medible, negando o ninguneando, todo aquello que no se pueda medir, cuando lo más hermoso de la vida (el amor, la amistad, el arte, la belleza de un bosque, la sonrisa de un niño, la caricia de tu amada) no puede seguir ninguna regla científica ni hay método científico capaz de objetivarlo.

El CI sólo mide una parte pequeña de un ser humano y sólo debe servir para establecer estudios sobre lo que se mide, sin poder sacar conclusiones fuera del objeto medido. Si yo sólo conociera el CI de mi primo favorito (muy bajo), apenas podría sacar conclusiones sobre su personalidad, su vida, sus ilusiones, su capacidad de amar o de relacionarse con su entorno, si es honesto o un sinvergüenza. Pero su bajo CI sí que puede servir para conocer algunas de sus limitaciones, más que nada, para que no se le exija lo que no puede dar. Pero mi tía (su madre), no comprendía que con su CI no podía pretender que su hijo fuera médico, arquitecto o ingeniero, y amargó toda la infancia y adolescencia de mi primo. No hubo maldad, sino simple error y desconocimiento.

Estoy de acuerdo con lo que dices "Creo no se puede medir la inteligencia de ningún ser humano por la respuesta académica lograda." Pero no es menos cierto que, conociendo la capacidad de cada cual, se puede individualizar mejor lo que necesita cada uno. Se podrían evitar muchos casos como el de mi primo, que era tachado de vago por suspender todo, cuando en realidad, no he conocido a ningún niño que haya estudiado y trabajado tanto como él lo hizo, aunque con resultados poco satisfactorios, en lo académico.

Una cuestión a debatir es el papel que debe jugar la escuela en la educación. Mi punto de vista es que la educación se debe obtener fundamentalmente en la calle: padres, hermanos, familiares, amigos e, idealmente, la sociedad entera. El señor que va por la calle también puede y debe educar a los niños que pasan a su lado, aunque no los conozca de nada, y la televisión, la radio.....como dicen en Africa: a los niños no los educan sólo los padres sino la tribu entera.

La escuela debe ser un soporte más en la educación, pero ni de lejos, el más importante. Al colegio le doy más valor para instruir, y no necesariamente matemáticas, física o química, preferiría. Como he dicho antes, una instrucción mucho mayor en el manejo emocional. Aprender a detectar las emociones propias y ajenas y a controlarlas o encauzarlas.

Un abrazo Chusa

Juan dijo...

Estoy de acuerdo con Rogorn y Kaken. En el colegio, como en la vida, hay momentos en que toca atender, escuchar, estarse quieto o hacer cosas que no nos apetecen hacer. De hecho, la educación debe perseguir, entre otras cosas, prepararnos para la vida adulta (cual es la mejor preparación para la vida adulta... ...jejejeje....ese ya es otro tema).

Pero la disciplina durante las cinco horas de clase no se puede confundir con perseguir el borreguismo del alumno. Hay que fomentar un cierto orden en las clases y con ello estamos fomentando el respeto hacia los demás. Pero me temo que, en demasiadas ocasiones, se sobreestima al calladito y tranquilito, al más manso, porque es el que se lo pone más fácil al profesor y se demoniza al más creativo o al que menos se adapta a un sistema pasivo de escucha.

Un abrazo

Sra de Zafón dijo...

Hola a todos, esto cada vez se pone más interesante, no sabéis el humo que están echando mis neuronas, :-)

En tu entrada, Juan, creí entender que hablábamos de la educación en la escuela enfocando el interés sobre el éxito y el fracaso. Por eso el papel de los padres en la educación lo dejé fuera, aún quedándome con las ganas.
Leyendo los comentarios de tus amigo Rogorm sobre las obligaciones de los niños en la escuela me resulta imprescindible decir que partimos de lo obvio que es que los niños aprendan a respetar a los demás, y a VIVIR en un mundo que no es para nada ideal, pero desearía que ningún tipo de inercia de lo mal hecho nos guiase.

Juan, tú preguntaste sobre cómo creíamos que debería ser un modelo educativo más eficaz y a ello se fue mi cabeza, no si antes echar pestes sobre el tan valorado CI y el cliché de niños “trastos” y niñas “formalitas”.

Como no tengo mucho tiempo ahora abordaré exclusivamente el tema profesores y alumnos y dejaré para otro comentario el sistema curricular (seguro que se me escapa...) o el entorno familiar, aunque no sean separables a nivel educativo. Pero hablemos de la escuela.
No entiendo un modelo educativo en el que sigan cayendo en él maestros y profesores que no estén ni motivados ni sean creativos. Eso es dejarnos llevar por la inercia…
Si la motivación para dar clase es la de ser funcionario, o tener un trabajo con un buen horario, o llenar cabeza de datos sin que los niños te "den la lata" que se dediquen a cualquier otra cosa que no tenga que ver con la escuela y se lo permita, porque el cómo envolvamos lo que queramos enseñar a un niño es fundamental.
Cuando sabemos que esto ocurre, (profesores desmotivados y poco creativos) si miramos hacia otro lado, convenciéndonos a nosotros mismos de que “cómo el mundo está hecho así” no se puede hacer nada más que adaptarse, sólo nos queda el recurso del parche, y ésto nos lleva a que en vez de abordar el verdadero problema caigamos en absurdos como creer que un niño que no atiende, o que no le interesa lo que está escuchando tiene toda la responsabilidad, o la mayor parte, sobre este asunto, y que además su obligación es tragarse lo que le echen durante cinco horas al día. (Sigo hablando exclusivamente de la escuela)

Los envoltorios con los que uno debe empaquetar las ideas y materias que quiere enseñar deben ser sorprendentes, sugestivos, y provocadores de la curiosidad y la necesidad de hacerse preguntas, porque “Un niño no es un recipiente que hay que llenar, si no un fuego que hay que encender.” Montaigne.
Para ello se debe echar mano de los recursos motivacionales del juego y de las artes: La pintura, la música, el teatro, la literatura… y si no estás motivado evidentemente no harás nada de ésto y tus clases serán un horror (por más que acostumbremos a nuestros hijos, “por su bien” a tolerar ese horror)

El caso es que si alguien me dice que la mayoría de las clases son “la mediocridad impartida por decreto” , y asumiendo eso, le enseña a su hijo a que asista a ellas, y que además atienda, me parece sensato, si uno no quiere nada más que un rendimiento puramente mecánico , pero lo que me produce tristeza es que por aceptar lo que está mal nos montemos en el carro de la inercia, y en vez de mirar de frente hacia el verdadero problema, nos vayamos por los cerros de la segregación niños - niñas, o autóctonos - inmigrantes, por poner un ejemplo.

Para mí el problema no puede echarse sobre el niño no motivado hacia este modo de enseñanza, no, y me parece un disparate plantear que el mayor de los problemas consista en que unos niños retrasen a otros cognitivamente. Aquí me surgen varias preguntas a las que me encantaría invitaros ¿qué es hoy en día rendir y qué creemos que debería ser? ¿Sólo las asignaturas “cognitivas” deben entrar en el baremo del rendir?
Para mí el problema de la escuela está en la desmotivación y la penosa formación de gran parte del profesorado y en el disparate de un material curricular basado en la creencia de que lo cognitivo es más serio y que se basta solito para la formación de la persona.

Un buen profesor nunca debe perder de vista ni la necesidad de motivar, ni la de conocer a cada niño, ni la de contribuir a la cohesión del grupo. Para esto debe ayudarles a reconocer, expresar y controlar sus emociones, a practicar la escucha activa, el pensamiento critico y ordenado, la flexibilidad de éste, a que razonen sobre las normas de la clase y los modales, a elegirlas y practicarlas… y por supuesto que debe contribuir al aprecio por la diversidad de inteligencias, capacidades, culturas, creencias, y todo ello de modo lúdico, y es verdad que por muy motivado que esté para ello, necesita tiempo, tanto al menos como para impartir materias cognitivas, como también necesita otro tipo de formación que el que se están dando (generalmente, porque hay maravillosas excepciones) en las universidades y escuelas de magisterio.
Así que a mí se me ocurre que a lo mejor en vez de estar mirando en separar niños de niñas “ para que rindan mejor” podíamos darle alguna vuelta más a la posibilidad de crear un modelo educativo en el que rendir sea una apuesta integral y no sólo cognitiva.
De este modo los vbaremos de éxito y fracaso serían otros muy distintos y probablemente no estaríamos hablando de niños que retrasan a otros, si no de niños con unas capacidades y otras, y de formas particulares de impartir materias.
“ La escuela que vuelve a mandar la vida a la vida privada, es una escuela sin vida." EdgarMorin

Cualquier licenciado en historia, inglés, matemáticas, dibujo, etc, sin más noción de un niño que un C.A.P. puede dar clases y eso… lo pagan los niños.

Por cierto desde mi punto de vista ningún profesor necesita explicar nada…por que los niños no necesitan que les expliquemos, si no que les conduzcamos hacia las preguntas, para que puedan encontrar las respuestas y eso puede hacerse con cualquier materia, sea emocional o cognitiva. No nos engañemos.

Un beso para todos y de nuevo las gracias para ti por haber motivado este tema.

Diossss, si llego a tener más tiempo me echáis fuera por invasiva jajajajajaja

Juan dijo...

Chusa, en todo lo que comentas tienes razón, estoy absolutamente de acuerdo, hasta tal punto, que es la forma en que hemos intentado educar a nuestros hijos: motivación mediante la diversión, la sorpresa, el arte, potenciación de la iniciativa y la creatividad por encima de la adquisión memorística de contenidos. Todo ello envuelto en una disciplina, límites claros y una loa al esfuerzo (nunca al resultado).

Tener profesores que trabajen de esta manera es una maravilla y alguno les ha tocado a algunos de mis hijos, pero desgraciadamente son la excepción. La falta de ilusión en el trabajo, la funcionarización de cualquier actividad laboral en cualquier ámbito, sin ser disculpable, es lo que tenemos....a todos los niveles.

Se puede conseguir mejorar la motivación de los profesionales, sin duda, pero mucho me temo que siempre habrán trabajadores con vocación, creativos, que se impliquen activamente en el servicio que prestan y no lo tengan como una simple forma de ganarse las lentejas, pero otros muchos que, desde que suena el despertador por la mañana, ponen la mueca de desánimo en sus labios. Cualquier organización o empresa sabe que va a tener que contar con una parte de personal que son una rémora (y si son funcionarios, el porcentaje aumenta de una manera escalofriante).

¿Qué hacer ante esto?. ¿Despidos a mansalva?. ¿Inestabilidad en el empleo para que la gente se espabile?. ¿Quitarte de enmedio a personas con debilidad emocional?.

Con esto quiero decir que lo que comentas es lo ideal, pero me temo que entre los cientos de miles de profesores, con sus respectivos sindicatos (defendiendo siempre al trabajador, nunca al usuario de un servicio público), politicos que controlan el cotarro y que lo único que pretenden no es mejorar sino que no hayan demasiados escándalos que salgan en los periódicos, es materialmente imposible tener un sistema como el que planteas. Cuando un niño termine sus 12 años de colegio, recordará 6-7 profesores maravillosos y a un montón de mediocres. Y esto mismo sucede en la medicina, Justicia, ejército, albañiles o arquitectos.

Así que me parece más realista decir: "con lo que tenemos vamos a ver que es lo que podemos hacer". Ya sé, suena fatal y lo es. Pero creo que esta es la realidad.

Por supuesto, culpabilizar al niño de lo que es una responsabilidad del profesor, no. Si un niño se aburre en clase, casi con toda seguridad, el profesor es el responsable. Pero si se aburre y hace el cafre, esto sí es resposanbilidad del niño y así hay que hacérselo saber. Desde pequeñitos nos tienen que enseñar que porque el de enfrente lo haga mal no tenemos patente de corso para que nosotros a su vez obremos incorrectamente.

"Así que a mí se me ocurre que a lo mejor en vez de estar mirando en separar niños de niñas “ para que rindan mejor” podíamos darle alguna vuelta más a la posibilidad de crear un modelo educativo en el que rendir sea una apuesta integral y no sólo cognitiva."

Ahí lo has clavado Chusa. Es mucho más fácil medir un examen de matemáticas que trabajar la madurez personal y social de un niño, pero creo que es posible.

¿No será que en un colegio no deben de trabajar sólo licenciados en magisterio?. Se me ocurren otras profesiones como psicólogos (activamente, dando clases), informáticos, trabajadores sociales, artistas, cocineros, amas de casa.....

Muchas gracias por tu magnífica aportación Chusa.

Un abrazo

Lenka dijo...

Juan, sigo dándole vueltas a lo de los clichés. De verdad las niñas somos más "tranquilitas" y "obedientes" y "dóciles"? Quiero decir, lo somos por cuestiones genéticas, o de nuevo influye más de lo que creemos la educación? Y otros clichés, por cierto... Yo fui una niña a ratos muy tranquila (absorta en los libros y las fantasías) y a ratos tremendamente activa, subida a los árboles y soltando aullidos. O sea, como mi primo o mi hermano. Lo curioso es que a ellos se les permitía y alentaba la actividad física "hala, muy bien, a ver si se agotan un poco!!") pero yo recuerdo haber oído (sin ninguna mala intención, seguro) cosas del tipo: "por dios, hija, estáte quieta, que pareces un caballo desbocao!!" o "no chilles así, no seas bruta" o "mírala, está hecha un marimacho".

Inconscientemente esperamos de las niñas que sean más dóciles? Se lo exigimos así, incluso? Pregunto. Que los varones troten, chillen, peleen y se tiren por el suelo nos parece más "normal" que si lo hacen las nenas?? Quiero decir que no me es tan lejano el tiempo en que mi abuela me decía que "quedaba mal" que una niña se comportara de cierto modo. No llegaba mucho más allá la cosa, pero ahí estaba. Los tacos de mi primo hacían gracia, los míos no. Pareces un camionero. Tengo amigas unos años mayores que yo que aguantaron incluso las broncas por correr, por no sentarse derechas y por cualquier conducta que no pareciera "de señoritas".

Siempre estamos segregando, muchas veces sin darnos cuenta. Con la ropa, con los colores, con los juguetes, con las conductas. Hoy mismo me he fijado en los críos del parque que hay en mi barrio. Un montón de ellos corrían como locos en esas motos infantiles que están tan de moda. Había dos tipos de motos. Unas de colores vivos: rojas, azules, verdes. Otras color rosa que, además, llevaban impreso el mensaje "moto girl". En el fondo sí, son tontadas, pero me cabrean un poco. Sólo por ser niña ya tienen que marcarte la diferencia, no tienes una moto de juguete normal, sino una "moto girl". Tienen que hacerla de otro color y hasta señalizarla. Es distinta porque es para chicas. Y las chicas son distintas. Incluso a los cuatro años. Incluso para jugar. Tan distintas son que no pueden usar la misma moto que un niño, roja o verde. No. Una "moto girl". Rosa.

Hablábamos también de libros. Ellas leen más, por lo visto. No importa que la mayoría de los libros estén escritos más desde el punto de vista masculino, con protas masculinos. Ojo, no digo con eso que Verne pretendiera que sólo le leyeran hombres. Pero no nos engañemos. Aún hoy y en el mundo adulto hay una literatura que se considera "femenina". No tanto por el sexo de su autor, sino por su temática o por qué público se espera que la lea. Lo cual en principio es una chorrada, si tenemos en cuenta (y las cifras cantan) que son ellas las que leen mayoritariamente TODO tipo de literatura. Ergo, si nos ponemos tiquismiquis, la literatura, toda ella, es femenina. Hala!

No sé de ninguna mujer a quien hayan cuestionado por leer a Reverte. Pero sí se produce cierta extrañeza si un tío lee a Pombo, o una novela rosa, o a Isabel Allende. Tío, son libros de chicas. A nadie le extraña demasiado si una niña lee a Ende y flipa con las andanzas de Atreyu. Pero nos choca más que un varón nos pida libros de Puck o disfrute leyendo Mujercitas.

Todo este rollo es para decir que no tengo claro si cosas como "es que ellas son más tranquilitas" o "es que ellos son inquietos y no les gusta tanto leer" no las estaremos fomentando nosotros mismos desde tiempos inmemoriales. Y a lo mejor esos clichés que mantenemos sin advertirlo siquiera están propiciando cosas. Tenemos bastante claro cómo y hasta qué punto ha influido el sexismo para ambos sexos. A lo mejor la educación formal no es una excepción!!

Juan dijo...

De todo hay Lenka. Educación y genes.

La testosterona aumenta la agresividad y la necesidad de actividad. En todos los estudios realizados en animales, así se pone de manifiesto. Cuando a los animales hembra se les inyecta testosterona, aumenta la agresividad, el deseo sexual y son más activos físicamente y menos dóciles. Por contra, cuando se castra a un animal macho, incluídos los hombres (recuerda a los eunucos), disminuye dramáticamente esa agresividad, son mucho más dóciles y se vuelven menos activos físicamente.

Fíjate lo que cambian las cosas entre uno y otro sexo,sólo hablando de quitar o poner una hormona. Imagínate que además nos ponemos a hablar de las distintas estructuras cerebrales entre hombres y mujeres.

Ante tal avalancha de evidencias, las feministas más extremistas que defendían hace 30 años que hombres y mujeres eramos biológicamente idénticos y que las diferencias sólo se explicaban desde el punto de vista educacional, han tenido que cambiar su discurso y se han ido al otro extremo: ahora todo hay que verlo desde el punto de vista de las diferencias de género.

Pero tienes toda la razón en que la educación es un motor potentísimo que profundiza en los roles sexistas, haciendo daño a ambos sexos.

De acuerdo, somos biológicamente diferentes, pero esto no debe servir jamás para la dominación de un sexo, ni siquiera para imponer a una determinada persona conductas que van "más con su sexo". Nuestra identidad va mucho más allá de las hormonas que tengamos. Nuestra capacidad de cambio y de adaptación, nuestro pensamiento crítico, pueden sobreponerse a todo tipo de testosteronas, estrógenos y progesteronas. Si yo voy por la vida agrediendo a todo el que me encuentro por la calle, no puedo justificarme en que tengo demasiada testosterona. También tengo un cerebro que debe ocuparse de ponerla a raya.

Por otra parte, los niveles de testosterona (perdona que repita el ejemplo siempre con esta hormona pero es la que mejor explica todo) no es la misma en cada persona. Hay mujeres con mucha cantidad y hombres con poca, por eso hay mujeres muy masculinas y hombres muy femeninos (nada tiene que ver con la hetero u homosexualidad). Lei un estudio muy bien hecho (no recuerdo donde) en que las mujeres más activas sexualmente y que más disfrutaban con el sexo, eran las que tenían niveles de testosterona más altos. De hecho, ya circulan parches de andrógenos para mejorar la sexualidad femenina.

Por todo ello, lo mejor es el RESPETO por el individuo, más allá de las hormonas que tenga o si le cuelga o no un rabito. Si subirse a un árbol es malo, es malo para todos y si es bueno, que suba el que lo desee.

Al que le guste el fútbol, que lo juegue y al que le gusten las muñecas y las casitas, idem. ¿Tan difícil es esto?.

Creo que demasiadas veces, lo que subyace en el fondo, es tanto sexismo como homofobia. No sólo se pretenden imponer roles sexistas desde la infancia, también hay miedo a que si el niño juega con muñecas o la niña sube a los árboles, eso les transforme en homosexuales.

Pues sí que me das para pensar Lenka. Muchas gracias.

Un abrazo

Lenka dijo...

Naruralmente, la biología y la química están ahí, no podemos negarlas. En principio eso explicaría por qué los varones son más activos, o más agresivos, o lo que sea. Bien. Luego, como bien dices, no podemos dejar que eso lo marque todo. Porque hay varones muy dóciles, tranquilísimos, con una alta capacidad de concentración, etc, etc. Y niñas que no paran quietas ni que las amarren. Que eso es por causa de una hormona? De acuerdo. Será. Tendremos que asumirlo también, supongo.

Me refiero a que por el hecho de que una niña sea inquieta no debiéramos afeárselo como "poco femenino" (una costumbre que tenemos y creo que es muy negativa). Si hay algo que afear que sea por mala conducta o porque su obligación es comportarse en clase y atender. Niña o niño. Y lo mismo al revés. Si un niño prefiere estarse sentado leyendo (incluso Mujercitas, jaja) no nos empecinemos en que tiene que jugar al fútbol porque eso es más masculino.

Lo que digo es que nuestro sexismo nos ha creado unas expectativas de género. Y claro, no pueden ser talibanas. No podemos dar por sentado que por ser niños o niñas pecarán de esto o lo otro. Es normal generalizar, claro, hay que organizar las cosas de alguna manera. La educación también. Pero igual el enfoque es demasiado sexista. Y encima parece que no funciona demasiado!!

Y oye, si resulta que es mejor separar sexos, por raro que eso me resulte, pues bienvenido sea. Pero igual es que al final nos parece lo mejor separarlos porque tenemos el sistema mal enfocado desde un principio. De ahí las ideas sobre agrupar o separar según otros criterios. Y al final, qué lío, porque siempre se corre el riesgo de discriminar de un modo u otro. Vamos, que es muy delicado esto del sistema educativo!!!

Elena Garrido dijo...

Solamente quiero aclarar que lo de llamar "defecto" a la hombría del autor del blog era puramente humorístico, aunque me faltó el emoticono. XD

Ni hombre ni mujeres se libran de clichés: las mujeres, de inteligentes, formalitas y sumisas; los hombres, de cabestros suprahormonados sin la sensibilidad suficiente como para valorar la necesidad de crear un hogar y dedicar tiempo a los demás.
Las mujeres por lo general pretenden abarcarlo "todo": familia, pareja, trabajo, ocio. Sufren y se estresan lo indecible intentándolo y temiendo no dedicar tiempo suficiente a todo.
Los hombres no han llegado a ese mismo punto porque no se han incorporado totalmente al mundo de la familia y el hogar: siguen demasiado implicados es su papel meramente de manutensor económico.

Y por eso es digno de aplauso que alguien supere su "biología cerebral" para denunciar una situación que también es injusta con los hombres, a pesar de que es sensación general que los varones perciban los compromisos familiares como una carga y no como algo que también realiza y de lo que se puede disfrutar.

Y sobre el tema de la educación escolar...Yo cuando tenga hijosquiro que saquen buenas notas y se porten bien (es decir, que no suspendan y que no arruinen las clases), como cualquier madre, pero...Un niño que no se aburre a ratos en un colegio y eso le causa cierta desmotivacion puede ser por dos cosas: o porque es tonto o porque el colegio es excelente.

Y los colegios excelentes no abundan...

Lenka dijo...

Pues eso de que sean tontos me angustia!!! Tantos niños tontos tenemos??? ;)

No, en serio. Quién no se ha aburrido en clase??? Yo me aburría soberanamente en algunas. En otras no. Me aburría en las clases de mates y ciencias porque no entendía gran cosa y porque me parecían una pérdida de tiempo. Fui a un cole de monjas y debo decir que creo honestamente que aquellas mujeres no se caracterizaban por su espíritu práctico, ni cuestionador. Eran dogmáticas. Lo eran en la vida y lo eran enseñando. Aprendí mates de memoria, sin entender. Como si fueran cuestión de fe. No se explicaba demasiado, no se razonaba. En octavo llegó mi prima desde la escuela pública y me reveló el gran secreto: "lo está haciendo mal, ni ella lo entiende".

Llegué al instituto y tuve maestros magníficos de mates, pero para mí ya era tarde. Me fallaba toda la base. Por primera vez las cosas tenían sentido. Los números no eran el uno, el dos, eso eran sus símbolos, la manera de plasmar cantidades. Como el lenguaje. El amor no es A-M-O-R. Coñe. Por qué nadie me lo dijo antes?? Una función no era una curva pintada en el encerado. Un vector no era una flecha. Todo aquello tenía traducción. Pero yo ni siquiera podía contar sin los dedos, así que... llegué a sacar notables en mates alguna vez, sí, en estadística, en ecuaciones, en derivadas e integrales. Otras cosas jamás las entendí. Me quedaron lagunas de las gordas.

Creo que a veces se falla en el modo de impartir clases. Mi primer profe de latín llegó, dijo "hola" y empezó a escribir declinaciones. Qué es eso? Qué es "acusativo"?? Por qué hay cinco declinaciones?? Al final no quedó otra que empollarse las cosas porque sí. Para aprobar y quitarlas de en medio. No las entendía y por tanto no me servían para nada.

La química es otro misterio. Te empollabas la tabla de valencias. Pero nadie te decía qué era en realidad todo aquello. Fluoruro de Calcio. Un símbolo, otro, y un juego de numeritos. Todo de memoria. Nunca entendí nada. El profe decía "fructosa!!" y dibujaba rayas y círculos. Qué era aquello???????? Me aprendí de memoria los dibujos. Qué remedio.

Las asignaturas que me gustaban eran las que tenían buenos profes. Historia, lengua, literatura, geografía, inglés. Todo tenía sentido. Historia no eran fechas porque sí. Era que si había una buena cosecha había dinero, y entonces se invertía, y había migraciones a la ciudad porque había empleo, y zaca, una revolución industrial. Y luego demasiada migración, explotación, pobreza, condiciones pésimas de vida, enfermedades, mortandad, miseria, quejas, movimientos obreros, filosofía, cambios. Tenía lógica. Era apasionante. Era la vida, no sólo fechas sin sentido. Todo se relacionaba. Un desastre climatológico que arruinara el campo podía influir incluso en el arte!

La vocación de un maestro es vital. Pero no sólo eso. Siempre acabamos en lo mismo. Estamos criando niños flojos, vagos, consentidos, débiles. Niños que no se esfuerzan por nada, pequeños cínicos, tiranos consumistas que quieren ser modelos, actores, grandes hermanos. Ya no hay astronautas, veterinarios, bomberos. Fama y pasta, rascarse las bolas. Frustraciones, nula tolerancia al fracaso, incapacidad de asumir un límite.

Qué me das si apruebo? Por qué ha suspendido a mi niña? Contenidos mínimos, exigencias mínimas, resultados mínimos. Es la era de la mediocridad. Tiene que haber un término medio entre los niños programados en mil actividades y los que llegan a la facultad sin saber escribir. Yo llegué a parvulitos leyendo de corrido. Hoy en día eso es demasiada presión. Juguemos, cantemos, aprendamos los colorinos. Llevemos a los niños al cole en sillita, que andar cansa. Masticar cansa, y hablar, y correr, y jugar, y aprender, y pensar. Estudiar cansa un huevo.

He oído a chavales de 17 años (lo juro) quejarse de la tiranía de un profe que les exigía aprenderse dos folios de un día para otro. Por las dos caras, cómo se pasa! Y nos tenemos que leer un libro en un mes. Dictadores!! A los ocho años yo hacía comentarios de texto mejores que los que hoy día hacen muchos chavales con el doble de edad. A los quince años era obligatorio ponerte delante de un mapa en blanco de cualquier continente y situar países, capitales, ríos, formaciones montañosas, mares, golfos, estrechos y lo que terciara. Y podíamos. Y no recuerdo tanto estrés existencial. Porque estudiar era tu obligación. Y punto. Vale, sacabas un diez en lengua y un cinco pelón en mates, y la física pa septiembre otra vez, porque no te entraba. Pero más de eso ya era imperdonable. Vaga. Jeta. Castigada sin salir. Rómpete los codos. Y este verano, a clases particulares. Y agachabas las orejas hasta el suelo.

Ahora no hay obligaciones, ni sentido del deber, ni del esfuerzo. Todo es una abulia y un hartazgo infinito. Dame telebasura, internet, mp4, consola y moto. Y déjame en paz, carroza. Tiranos. Tiranos que, cuando se aburren en clase, no se limitan a dibujar en el cuaderno, fingir que atienden y pensar en las musarañas. No, prefieren arrearle al de al lado, grabarlo en el móvil y ofrecerle de leches al profe si se pone chulo. Con la complicidad de unos padres que, además, son muy capaces de presentarse en el cole y secundar esas leches. Por hijoputa. Que le tienes manía a mi Kevin. Que es un bendito. Y tú no sufras, rey mío, que como sólo has cateado cinco, te compramos la moto. Solete. Y toma dinero pal botellón. Somos padres modelnos y entendemos a la juventú, que tiene derecho a divertirse. La gente cómo es. Ponerse así por una docena de vomitonas y unos cristales rotos. Aguafiestas. Fachas. Nazis.

El sistema educativo tiene mil millones de fallos. Seguro que puede mejorarse, todo puede mejorarse. Pero creo que un gran problema es que muchos padres de hoy día se han olvidado del lema aquel de "a la escuela se viene a aprender, pero educado se viene de casa". Delegan. Pero delegan sin delegar. Porque a la mínima muestra de autoridad por parte de la escuela, salta el "tú quien eres para... a mi hijo le dejas en paz... qué derecho tienes a..." Queremos niños mediocres y eso tenemos. Están desmotivados. Me imagino la desmotivación de los docentes, dando clase a treinta salvajes sin el menor deseo de aprender nada. Esto es sálvese quien pueda. Los padres exigen y protestan, y quieren escuelas perfectas que les conviertan por arte de magia a sus pequeños monstruos en Einstein. Por la gracia de Dios. Pero sin disciplina. Y sin castigos, que traumatizan. Y sin deberes, ni exigencias. Un genio, un ejemplo de civismo. Aunque yo no sea capaz ni de que se coma el puto repollo.

Juan dijo...

Elena, yo también había entendido como algo humorístico lo del "defecto" varonil.

Los clichés nos hacen daño a todos, es como una senda marcada por otros que tú tienes que recorrer si no quieres destacar negativamente. La mujer se ha llevado la peor parte, no cabe duda, pero demostrar la hombría en base a no llorar, a no dejarte llevar por las emociones, más incluso, no tenerlas, ser un témpano de hielo, no ser demasiado cariñoso....y tantas cosas que se supone debemos ser los hombres, también nos perjudican mucho. La única receta que conozco es el respeto por la individualidad, más allá de si eres hombre o mujer, alto o bajo, negro o blanco, rico o pobre.

Lo que dices sobre que la mujer intenta abarcarlo todo, es cierto en un porcentaje alto de mujeres (por supuesto siempre hay excepciones). Pero a mí personalmente no me parece positivo porque, como muy bien dices, es fácil que conlleve stress, ansiedad y sufrimiento, probablemente porque en el fondo lo que subyace es el miedo a no ser lo suficientemente buena.

Veo muchos vídeos y powerpoints de los que te inundan el correo, ensalzando la infinita bondad de la mujer que hace mil cosas a lo largo del día y se la pone como una auténtica santa. A mí personalmente me parecen deplorables. Están marcando lo que, a mi juicio, es un camino equivocado: esta es la superwoman y si tú eres así, eres maravillosa...no tienes que cambiar, sigue sufriendo como una condenada y trabajando como una mula que nosotros te admiramos.

Hay excepciones tristes, como la señora separada de marido cabrón que no pasa pensión, con cinco hijos y se tiene que ocupar de trabajar fuera como las locas y en casa con los cinco churumbeles, en donde todas las horas del día son pocas.

Pero esto no es más que una excepción porque ¿de verdad hay que trabajar 18 horas al día para ser una buena mujer o una buena madre?. Mucho me temo que no. Creo que las que lo hacen no son consecuentes con su propia escala de valores. Trabajar 18 horas al día no sólo no es bueno para la que lo hace, sino también es negativo para los que la rodean.

Hay que saber lo que es importante y lo que no lo es. Posiblemente habrá que tener la casa guarra, preparar mucho bocatas y ensaladas, ponerse la ropa varias veces antes de lavarla y plancharla, para poderte dedicar a tu jornada laboral y a estar disfrutando de los tuyos. Conozco a demasiadas mujeres que dicen que lo más importante de su vida es su familia y no han jugado nunca con sus hijos, porque dedican muchas horas a que su casa esté limpísima. La única relación que tienen con sus hijos es cuando les chilla porque están ensuciando lo que acaban de limpiar. Siguen la pauta de todo por los hijos y para los hijos, pero sin los hijos. Después se quejan de que nadie las ayuda, que ellas lo tienen que hacer todo y terminan siendo auténticas máquinas de reproches hacia los demás.

En condiciones normales, hay tiempo para todo, lo único que hay que saber es lo que realmente es importante y lo que no. Lo que se puede dejar sin hacer y lo que no. Una casa limpia puede convertirse en el peor enemigo para una convivencia feliz en la familia.

Jajajaja, me he salido del tema, pero es cuando he leído: " Los hombres no han llegado a ese mismo punto porque no se han incorporado totalmente al mundo de la familia y el hogar: siguen demasiado implicados es su papel meramente de manutensor económico". Espero que el hombre nunca llegue a ese punto de intentar abarcarlo todo, porque es negativo. Espero que el hombre empiece a disfrutar de su hogar y sus hijos, trabajándolos y responsabilizándose, pero sin ningún tipo de obsesión, al igual que deseo que la mujer deje de considerar que una casa ha de estar en perfecto estado de revista y que lo que hagan su pareja o sus hijos en casa, está bien hecho. No todo se debe de hacer cuando y como ella lo estime oportuno.

Todos debemos cambiar pero seguro que así todos vamos a ser mucho más felices. De hecho, muchas parejas en la actualidad lo están consiguiendo.

Un abrazo Elena

Juan dijo...

Me encanta cuando leo en pocas palabras todo un mundo de verdades, Lenka y lo siguiente me ha encantado:

"La vocación de un maestro es vital. Pero no sólo eso. Siempre acabamos en lo mismo. Estamos criando niños flojos, vagos, consentidos, débiles. Niños que no se esfuerzan por nada, pequeños cínicos, tiranos consumistas que quieren ser modelos, actores, grandes hermanos. Ya no hay astronautas, veterinarios, bomberos. Fama y pasta, rascarse las bolas. Frustraciones, nula tolerancia al fracaso, incapacidad de asumir un límite".

No sé si sucede algo similar en otros países, pero me da la impresión que esto es el eterno péndulo: hemos pasado de una disciplina férrea, con castigos físicos, en donde los niños apenas contaban, propios de una dictadura, al otro extremo: proteccionismo a ultranza, la defensa del menor, las mil supuestas formas que hay de "traumatizar" a los niños. ¿Tan difícil es el equilibrio?. Que hay que proteger a los niños es obvio, pero de lo que más hay que protegerlos es del propio proteccionismo. Uno de los mayores problemas que puede tener una persona es no haber tenido problemas.....porque otros se los han solucionado.

Pero esto se puede aplicar al resto de la sociedad: un estado paternalista, demasiado garantista, que proclama a los cuatro vientos la enorme cantidad de derechos que tenemos y pasa de puntillas sobre los deberes, tampoco es nada positivo.

Vivir en un Estado de derecho es maravilloso, siempre y cuando todos nuestros derechos los ganemos día a día con nuestra responsabilidad cumpliendo con nuestros deberes.

Un abrazo

Lenka dijo...

Exacto, cómo nos hemos agarrado a esa palabra!! Tengo derecho!! Es mi derecho!!! Qué pasa con mis derechos??? Lo usamos, creo, incluso de un modo mezquino. Porque muchas veces ni siquiera somos capaces de alegrarnos por los derechos de "los demás". Y lo mío pa cuándo? Por qué a este le dan y a mí no??

Segregamos todo el rato, como si los derechos de la mujer, del niño, del inmigrante, del parado, del anciano nos fueran ajenos. Coño, que eso es para todos!! Cómo me van a molestar a mí los derechos del negro o el homosexual? No valen nada porque yo soy blanca y hetera? Al contrario, valen mucho, es bien común, es la sociedad que yo quiero.

Y es que no nos importa ni siquiera pisotear. Como los chavales tienen derecho al ocio, los vecinos pierden su derecho a descansar. Como soy un trabajador con derechos, puedo rascarme la higa y que le den al empresario tirano. Obligaciones, ninguna. Y qué manera de pervertir las cosas!!! Somos capaces de ir a reclamar los derechos de nuestro hijo arreándole dos guantazos al profesor!!! Pero por dioooooos!! Y ese señor no tiene derechos? Total, que nos pasamos la vida clamando por esta juventud nuestra tan salvaje y maleducada, pero a veces no es de extrañar que sean así. Tienen a quien salir y de quién aprender.

No es curioso que bajo esta pátina nuestra de modelnos y políticamente correctos nos hayamos vuelto tan cafres, tan incívicos, tan poco solidarios???

Jajajaja, los powerpoint sobre mujeres. Calla, calla. Es para echarse a llorar. Del tipo "somos maravillosas porque podemos trabajar, tener la casa divina, hacer cena para veinte amigos, llevar tacones de diez centímetros y pasear de la mano de una amiga sin que nos miren mal". Toma ya, maravilla! Lo leo y me siento menos mujer (pero me encanta, me tranquiliza, si es que ese es el concepto). Y vosotros no os libráis! "Mola ser tío porque puedes eructar, tener la casa hecha mierda y en la tele salen más tetas que pitos". Ole, ole. Qué alegría! Es como que nosotros mismos nos aplaudimos los clichés más estúpidos!!!

En fin, glorias de internet, jajajaja. Un besote!!

Juan dijo...

Jajajajaja. Mola ser tío, jajajajaja, pero no precisamente por la cantidad de tetas que te encuentras por la vida, ni por los pedos, eructos o mierda por la casa, jajajajaja.

Ya sabes que tengo alergia a lo políticamente correcto. Este progresismo que nos rodea, el que nos venden, no es el concepto que yo tengo de progresismo en absoluto. En alguna ocasión ya he escrito del tema del progresismo y conservadurismo.

Resumiendo de forma muy sucinta, y con todos los matices que se le quieran añadir, para mí una persona es progresista cuando no se conforma con lo que hay y no tiene miedo a cambiar lo que no funciona.....pero lo que funciona...ni tocarlo.

Un progresista es el que aprende a respetar a los demás, sobre todo en las diferencias.

Un progresista es el que lucha por sus derechos y por los derechos de los demás.....pero sin olvidarse de sus obligaciones y exigiendo que los demás también las cumplan.

¡¡¡Como nos estamos desviando del tema¡¡¡. Pero me da igual, me encanta poder debatir contigo y con todo el que se acerca a este rincón.

Un abrazo Lenka.

Lenka dijo...

Estamos totalmente de acuerdo en lo que consideramos que es un progresista, Juan. Cambiemos lo que no funciona, mantengamos lo que sí, respeteeeeemos, por favor. No tiene nada de progre intentar imponer las ideas. Y sí, la solidaridad y el civismo son o debieran ser progresistas. Pero cuánto nos queda todavía, qué poca conciencia social tenemos!! Ayns!!

Jajajaja, sí, ser mujer también mola, pero no por los tacones. O no necesariamente. O no sólo por eso. Leñe.

Besotes!

Elena Garrido dijo...

Me temo Juan que no es cuestión de pretender ser supermujeres perfeccionistas...
Entre trabajo e hijos a duras penas puede haber tiempo para mantener la casa no ya totalmente limpia, si no al menos en un grado minimo de condiciones higienicas...XD
Y en esto me temo que incluso las ultimas generaciones de hombres siguen simplemente "ayudando a la mujer en las tareas domesticas", como si las hicieran un favor, cuando lo que tienen que interiorizar es que la responsabilidad de tener acondicionada la casa y atendidos a los hijos es 50% suya, no e que tengan que "ayudar a la responsable". ;)

Juan dijo...

Todo llegará Lenka, seguro, jejejeje.

Pues sí Elena, cuando se tienen hijos y trabajo hayq ue aprender a priorizar, pero conozco muchos ejemplos de mujeres que trabajan 8 horas al día, tienen 2-3 hijos, casas perfectas....y están malhumoradas y agotadas todo el día.

Pues sí Elena, todos salimos ganando si se parte de la base de que si todos trabajan fuera de casa, todos trabajan dentro de ella, de acuerdo con sus posibilidades. Un niño con dos años ya puede estar ayudando y es desde muy pequeñito cuando realmente debe acostumbrarse a colaborar. De hecho colaborando todos, se terminan las tareas antes y se puede tener un ocio compartido de mucha más calidad.

Un abrazo

Kaken dijo...

Y yo pregunto...¿que ocurre con las tareas compartidas cuando sólo trabaja uno?
;-)

Bes a todos.

Lenka dijo...

No sé cómo será con hijos de por medio, pero sí sé lo que es trabajar ambos y compartir piso con tres animalejos peludos... Se apaña la cosa bastante bien. Nosotros nunca hemos tenido que negociar nada de nada. Él hace unas tareas, yo otras. La freganchina de platos casi siempre yo, pero nunca toco aspirador ni fregona, por ejemplo. Es su terreno, jejeje. Ambos ponemos lavadoras, ambos tendemos la ropa. No se plancha ;) Yo limpio baños, él limpia el polvo. Las ventanas cuando no se ve la calle, jajajaja. Y concinar casi siempre yo, aunque hay platos que son su especialidad. A la compra juntos.

A la perri se la saca uno, otro o ambos, según horarios. Yo cepillo gatos, él corta uñas. La arena se recoge indistintamente. La alimentación de la fauna se resuelve al grito de: "has dado de comer a los bichos?"

Siempre nos hemos apañado sin tener que negociar nada. La casa está habitable y en condiciones razonables de higiene. Tampoco nos lo curramos mucho más, francamente. No nos esclaviza. A ninguno de los dos. Baños y cocina son prioritarios, y también perseguir bolas de pelo, pero las ventanas... bueeeeno... no corren prisa.

Qué pasa cuando uno trabaja y otro no, como es nuestro caso actual? Obvio, que la que no trabaja (o sea, yo, pero valdría al revés) hace más cosas en casa. Es lo justo, creo. Y sin embargo, para las cosas más pesadas (limpiezas generales, compras grandes, etc) siempre se apunta voluntario al fifty fifty, especialmente en sus días de descanso, en los que parece empeñado en que descanse yo de la casa (cosa que no le permito, vamos a medias, porque entonces el que no descansa nunca de un trabajo o de otro, es él)

Calculo que con niños la cosa debe complicarse tela. Pero imagino que haremos como ahora. Entre limpiar ventanas y salir al parque un día de sol... que les den a las ventanas. Ya lo hacemos por jugar con la perra, imaginad con un niño!!! (Qué buena excusa, no??)

Kaken dijo...

Lenka, lo único que te puedo decir es...¡que te envidio¡¡¡
;-)