miércoles, 29 de abril de 2009

Violencia de pareja

En 1999 la revista Clinical Psychology Review revisó 19 estudios sobre violencia doméstica homosexual: el 28% de las parejas homosexuales de ambos sexos registraron violencia física; en concreto se registró violencia en el 48% de las parejas lesbianas y en el 38% de las parejas de varones. En un estudio sólo de parejas lesbianas, se registraban maltratos psicológicos entre un 73% y un 90% de las parejas. Más de un 30% de las lesbianas habían estado en una relación donde al menos había sucedido una agresión física. Y entre un 73% y un 90% de parejas de lesbianas tuvo maltrato psicológico.

En el informe del National Institutes of Health del año 2000: “los convivientes del mismo sexo registraron una violencia con la pareja íntima significativamente mayor que los convivientes de sexos opuestos”. El 39,2% de las lesbianas declaró haber sido agredida físicamente, acosada o incluso violada por su pareja del mismo sexo. Entre los varones homosexuales, un 15,4% admitió haber sufrido estas actividades.
En 2007, un estudio del "Journal of Urban Health", publicado por la New York Academy of Medicine, confirmaba los datos de otro publicado en 2006 en la revista "Advocate". En ambos, un 32,2% de los encuestados admite haber sido víctima de violencia doméstica por parte de sus parejas homosexuales.


"¿Género? ¿Por qué no hablar de violencia de pareja? Se trata de una normativa elaborada desde el sexismo feminista; de proteger a la mujer por encima de todas las cosas, dejando de lado otros tipos de violencia entre personas con relaciones sentimentales, sexuales y afectivas. El resto de modelos de convivencia están desprotegidos", señala taxativamente el presidente de la Asociación de Gais y Lesbianas de Cantabria (Alega), Regino Mateo, entrevistado en EL DIARIO MONTAÑÉS (19/03/06).


Todo esto viene a colación a raíz del asesinato de un hombre homosexual en Adra a manos de su expareja, que posteriormente se ha suicidado (como sucede en un alto porcentaje de la mal llamada violencia de género).

La ley integral sobre violencia de género está hecha para contentar al sexismo feminista y criminalizar al machismo y a los hombres.

Los datos que indican que el machismo no tiene nada que ver con la mayoría de los asesinatos de hombres contra mujeres son abrumadores. Pero la feminazis han conseguido, con su política machacona, que todos hablen de “violencia machista” lo que no es más que violencia de pareja. Recuerdo algo que colgué en su día para demostrar que no se debe hablar de violencia machista sino de violencia de pareja.

1. En la violencia doméstica, también mueren hombres a manos de sus mujeres (16 en 2007), hombres a manos de sus parejas homosexuales (6 en 2007) y mujeres a manos de las suyas (3). Es prejuicioso y peligroso pensar que todas son por machismo.

2. La raíz de la violencia doméstica NO es el machismo, sino la violencia del hombre. Mueren 1200 personas asesinadas al año en España y la inmensa mayoría son hombres a manos de otros hombres. Gran parte de las muertes violentas a lo largo de la historia, han sido de hombres a manos de otros hombres.

3. En los países menos machistas del mundo, como Suecia, Finlandia o Noruega, las muertes por violencia doméstica son el triple que en España. O los finlandeses machistas son mucho más machistas que los españoles o el machismo no tiene tanto que ver en este tipo de violencia. Por el contrario, en los países islámicos, el número de muertes es claramente inferior a la de España.

4. En las relaciones entre hombres, la violencia física es un factor habitual y mucho más frecuente que la violencia del hombre contra la mujer. Por consiguiente, éste es el factor en que se debe actuar fundamentalmente: desterrar la violencia masculina en general. El discurso sobre la responsabilidad del machismo en la violencia doméstica lo único que consigue es una legislación injusta y vengativa que provoca más violencia (como se está viendo claramente en España).

5. En los celos patológicos (los celillos son hasta agradables) hay una base educacional importante, contra la que es posible luchar. El que es más celoso no es el que más ama (como nos hacen creer) sino el que más sentido tiene de la posesión y, para mí, poseer y amar son dos verbos que nunca se pueden conjugar juntos. La necesidad de posesión, no tiene nada que ver con el sexismo, de hecho, hay tantas mujeres celosas como hombres. Lo que sucede es que una mujer celosa es un coñazo y un hombre celoso es un peligro.

6. El alcohol y las drogas tienen un efecto muy importante sobre nuestra parte racional, que casi la borra, dejando salir toda la emotividad, tanto positiva como negativa. La agresividad surge más fácilmente, cuando el freno de la razón se ha quitado. No hay más que ver la cantidad de violencia que se genera en los fines de semana, casi siempre auspiciada por hombres bebidos o drogados. Pues esta violencia, no sólo se da en la calle sino que también se traslada al hogar. El fomento de un consumo responsable de alcohol, medidas específicas contra los maltratadores alcohólicos y la lucha contra la drogadicción (que requeriría muchas entradas, dada la complejidad del tema), son otras medidas a adoptar.

7. Los datos que he dado al comienzo de esta entrada sobre la violencia en parejas homosexuales dan quizás la clave más importante de este tipo de violencia: las relaciones de pareja (la componga quien la componga) tiene un componente emocional tan intenso que, personas con dificultades para controlar estas emociones, no sean capaces de asimilar adecuadamente una ruptura y pueden terminar mal.

El machismo en el seno de las relaciones heterosexuales existe y, desgraciadamente, es muy frecuente: meterse en la forma de vestir de la mujer, dificultarle el acceso al trabajo, no compartir el 50% del trabajo y mil cosas más que todos conocemos, pero de ahí a criminalizarlo achacándole las muertes de las que no son responsables, hay un trecho.

Este supuesto “machismo asesino” ha dado lugar a leyes injustas y discriminatorias en contra de los hombres que lo único que están haciendo es aumentar la violencia de forma importante.

Son demasiados los hombres que están sufriendo violencia judicial por parte de sus ex. Basta que la mujer le presente una denuncia de maltrato para que pueda estar, incluso años, sin ver a sus hijos, hasta que se resuelven los juicios, apelaciones etc, además de pasar en el calabozo 72 horas como mínimo por el simple hecho de ser denunciado. Si la denuncia es de un hombre contra una mujer, legalmente, no sucede nada de esto. ¿Todos los españoles somos iguales ante la ley?

16 comentarios:

Lenka dijo...

Estamos de acuerdo en varios puntos. Achacar todo ataque de hombre a mujer al machismo es francamente desmedido, en mi opinión, máxime teniendo en cuenta lo que dices. Países como los nórdicos, en los que el machismo parece (de entrada) mucho menor y las mujeres disfrutan de su libertad desde hace mucho no están libres de esta lacra social. Y, curioso, en los países musulmanes se producen al parecer menos casos (aunque, por contra, las leyes permiten por ejemplo el asesinato por adulterio, pero no olvidemos que también se mata al hombre adúltero, no sólo a ellas, por lo que en muchos temas no es el machismo el que se impone, sino el fundamentelismo religioso en general y para todos).

El hombre, el macho, es violento. Lo ha sido siempre. La mujer también lo es, pero quizá la biología no está tan marcada en ese sentido. Y no olvidemos la educación. Entre los varones siempre se han aplaudido las hazañas, los deportes (incluso violentos), los ritos iniciáticos, la fuerza, la dominación, la competitividad. Ser el más fuerte, no ser "nenaza". La idea queda clara.

Creo que cometemos un grave error cuando fomentamos esas actitudes. Y lo hacemos. Todo lo que esté relacionado con lo masculino lleva su carga de incitación a la velocidad, la lucha, el riesgo. Lo que no es normal es que fomentemos eso y luego lo castiguemos. Poniendo un ejemplo simplón: enseñamos al tío a ser jefe, poseedor, dominante y agresivo. Enseñamos a la mujer a ser sumisa, objeto, rescatada. Y luego castigamos todo eso. En nuestras pelis es el tío duro, el más insensible y cafre el que se lleva a la chica como premio. En nuestra publi lo consigue el del coche más potente. Lo mamamos constantemente.

Entiendo que las leyes cambiaran, que había que romper con ciertas desigualdades sangrantes que aún manteníamos en nuestro código penal hacía cuatro días. Entiendo que se eduque al hombre en el respeto, que se le diga que no debe maltratar a una mujer, que una mujer no es su mueble. Que se le diga a la mujer que no debe tolerarlo ni callarse. Pero no nos olvidemos del otro lado.

Un chico que arrea un tortazo a su novia es un maltratador. Cuando es al revés, la tía es una jaca con los ovarios bien puestos. Y no. Aquí nadie tiene derecho a usar la violencia, ni física ni emocional. No premiemos ninguna de ellas.

La violencia de género debería llamarse "de pareja", sí. Porque de lo contrario somos injustos y manipulamos las cosas. Cómo llamamos entonces a un caso de maltrato entre homosexuales? Preguntamos a los dos tíos quién es el activo y quién el pasivo? Si son dos mujeres averiguamos quién se pinta los ojos y quién no? Es una absurdez ridícula. Estamos hablando de parejas (del tipo que sea) y de la violencia que se puede dar en ellas.

Pero ojo, que es que esto es culpa no sólo de las feminazis, sino también del propio machismo. Digamos del sexismo para abarcarlo todo. Tanto error comete la tipa que se exalta y se empeña en llamarlo "machismo" como el tipo que se escojona vivo si un hombre denuncia que está siendo maltratado y le cuestiona la hombría. Y eso pasa, querido Juan, sabemos que pasa en esta sociedad nuestra tan sexista.

Seguimos despreciando al hombre que hace lo de la casa, que mira mucho por la familia. Los amigotes (aunque sea en broma) siguen dando el "pésame" al que se casa. Las tías felicitan a la amiga que se casa por pescar a un incauto. Mantenemos los clichés sin darnos cuenta. Educamos en clichés.

No dudo que muchos hombres que maltratan a sus parejas sean tremendamente machistas, pero estamos dejando casos fuera. Ellas también maltratan de mil maneras. Y la víctima no es siempre una mujer. Las faminazis caen en el peor de los machismos cuando siempre consideran a la hembra más débil, más incapaz, más limitada, cuando niegan la posibilidad de que somos tan iguales a ellos que podemos ser tan cabronas como ellos. Tan sexistas.

No nos lo cuentan en el telediario, pero estoy por apostar que el tío que pega a su pareja es también violento en su ocio, marrullero, problemático en otros aspectos. No es sólo machismo ni siempre machismo. Así estamos en una situación absurda en la que si el patrón responde a "tío agrede tía" lo llamamos violencia machista. Si es al revés, lo llaman de género, o doméstica. Si son dos tíos o dos tías ya ni saben qué decir en los titulares.

Por eso "de pareja" me parece la coletilla más lógica. Vamos a dejar de criminalizar el machismo, porque terminaríamos prohibiendo la minifalda para salvaguardar la dignidad de la mujer y protegerla de miradas lascivas. Eso nos parece de locos, no? Porque al final a quién cortaríamos libertades? A ellas. Pues esto es lo mismo. Condenemos la violencia en todas sus formas. Porque contra ella es con quien tenemos que luchar todos, hombres, mujeres, lesbianas, gays o mediopensionistas. Luchemos contra la violencia de pareja. No decidamos porque sí que unos son los malos y otras las víctimas, porque eso deja indefensas a muchas personas que no encajan en el patrón y propicia también que otras personas abusen de esa idea y se aprovechen de nuestras leyes.

Tenemos que librarnos de ese prejuicio. Igual de malo me parece que un hombre pueda machacar a su parienta impunemente como que ella pueda darse un golpe con la puerta y arruinarle la vida con una denuncia falsa. Igual de malo es demonizarlos a ellos como glorificarlas a ellas sin más.

(Por cierto, debo ser la simpleza personificada, pero te aseguro que no soy capaz de entender cómo una mujer puede violar a otra. Entiendo que puede someterla a tocamientos y agredirlas sexualmente, pero si resulta que en una relación hetero no hay violación sin penetración, por qué entre dos tías sí es violación? Hay casos indignantes de hombres que han abusado de niños mediante prácticas orales y sólo se considera eso, abuso. A ver si nos ponemos de acuerdo con esto también, porque o todo es violación, o todo es abuso, o dejamos los parámetros más claros. Si una mujer puede violar a otra no cabe duda de que un cabrón que fuerza a un niño a hacerle una felación también le está violando)

Juan dijo...

Pues yo estoy de acuerdo en todos los puntos que expones Lenka. El sexismo es malo, pero sólo es responsable de sus propias consecuencias no de lo que nada tiene que ver.

Decía Joseph Goebbels, que de propaganda entendía un rato, que hay que repetir el mismo mensaje mil veces para hacer de una mentira una verdad irrebatible. Las feministas sexistas lo hacen muy bien: todo lo malo que nos rodea es culpa del machismo, cualquier violencia contra una mujer es machista, todo el que no esté de acuerdo con ellas es machista. Pero los extremistas son así. El problema surge cuando un gobierno les da el poder suficiente para llevar a cabo sus ideas extremistas: la injusticia está servida. Y, ante la injusticia, la violencia no tarda en aparecer o en su caso, aumentar.

Desde todos los medios de comunicación nos fríen a que si un hombre da una bofetada a una mujer, ES UN MALTRATADOR, con todas las consecuencias negativas que hoy en día lleva la etiqueta de maltratador. Y no lo justifico, es inadmisible, pero ni una persona que roba una vez es un ladrón ni el que mintió una vez es mentiroso ni la mujer que pega a su hijo una vez es una maltratadora infantil.

Y sí, fomentamos las actitudes supuestamente masculinas en el hombre (velocidad, fuerza, agresividad) y las femeninas en la mujer, lo que nos lleva a una perpetuación de roles inadmisible.

Efectivamente Lenka, también hay hombres maltratados, tanto física como psicológica o judicialmente, y el primero en ocultarlo es el propio hombre víctima, porque es como si le restara masculinidad.

la ley integral sobre violencia de género ha generado una desigualdad entre los ciudadanos con unas privilegiadas y otros perjudicados. ¿Tanto trabajo costaba, dentro de la misma ley, no hacer distinciones entre sexos?. ¿Qué sentido tiene que una bofetada de un hombre sea delito y la de una mujer falta?. Si un hombre es denunciado por malos tratos es automáticamente detenido y encerrado en el calabozo durante 72 horas. Pero si denuncia un hombre a una mujer o a otro hombre no, ¿porqué?.

Una denuncia de malos tratos en un proceso de divorcio conlleva unas ventajas legales enormes para la mujer,de hecho, muchos abogados sin escrúpulos lo recomiendan para obtener ventajas, pero si esa denuncia la pone el hombre no tiene ninguna trasdendencia jurídica en el divorcio.

Los hombres estamos desprotegidos juridicamente en el seno de la pareja. Dependemos de la buena voluntad de la mujer con la que estamos....pero no todas las mujeres tienen buena voluntad.

Con respecto a violación o abuso, según mi asesora jurídica personal, jejejeje, que bien suena, violación es cuando se penetra con cualquier objeto en el cuerpo de una persona, ya sea vagina, ano o boca, mientras el abuso son sólo tocamientos externos. Esto se queda corto y me imaginoq ue habrán otras muchas circunstancias que sean agravantes.

Un abrazo Lenka

Rogorn dijo...

Pues me alegro de que me haga esta entrada, porque es muy cierto que mientras para otras cosas los mensajes institucionales se ponen muy políticamente correctos (subtítulos para sordos, gente de varias razas, etc), en la campaña contra este tema pasan de esto olímpicamente. El otro día, en el aeropuerto de Ranón, vi un anuncio de esos a todo póster donde ponía: 'No se te ocurra ponerme la mano encima jamás', obviamente con una foto de una tipa. (Véase)Y para quien piense que hombre, eso es neutro y lo mismo vale para todos y para todas, debajo pone: 'Ante el maltratador (sin añadir 'y la maltratatriz'), tolerancia cero'.
Y además, estaba donde la recogida de maletas, para dar tiempo a que se vea bien y a que los guiris pregunten que de qué va la cosa. Bienvenidos a España, cuna del mach(ism)o ibérico. La primera, en la frente.

Además, es verdad que entre toda la historia de si era violencia 'de género' o 'de sexo', donde se metió (o metieron) hasta a la Academia con Revertes y todo, no recuerdo yo mucha gente que dijera que a ver, eso era lo de menos, que se trataba de la violencia entre gente que convivía o venía de convivir. 'Violencia doméstica' lo describe bastante bien, y además así no se deja aparte a los menores, cuyo sufrimiento es aún peor, porque no tienen tantas posibilidades de coger la puerta y largarse, como sí tiene un cónyuge o cónyuja.

Así que en lugar de poner a todos de acuerdo en contra de algo en lo que por otra parte ya lo está todo el mundo, lo peor de nosotros ha encontrado la manera de que este tipo de mensajes y anuncios lleguen a empezar a resultar odiosos, tendenciosos y hasta contraproducentes. Así semos, y así se lo hemos contado.

Juan dijo...

Es que este tipo de anuncios está hecho por un ministerio,llamado de la igualdad, pero llevado por sexistas. Es como si pusieran en un supuesto ministerio de la laicidad a miembros del Opus Dei.

Es como el anuncio de la prostitución que reza: ¿tan poco vales que tienes que pagar?promovido por el Ayuntamiento de Sevilla. ¿Y porqué no?. ¿Quién es el Ayuntamiento para hacer valoraciones personales sobre ciudadanos que tienen conceptos éticos distintos?. Nadie duda que la prostitución forzada es un delito que hay que perseguir pero, si la prostitución se ejerce de forma libre por dinero ¿porqué no?. ¿Quién es el que tiene que decidir los motivos por los que es lícito chingar?. Es peligroso intentar imponer o convencer, insultando al que no piense como tú, sobre cuestiones de libertad sexual. Si el que folla por dinero no vale nada, mañana, si hay un alcalde del Opus Dei tendrá el mismo derecho de gastar dinero de todos en poner un cartel que el que folle con métodos anticonceptivos es un amoral. En el sexo,como en tantas cosas, que cada cual actúe según sus ideas o sentimientos y siempre contando con el consentimiento y la libertad de todas las partes implicadas. Nunca he acudido a prostitutas, pero me rebela que mi Ayuntamiento insulte a los que tienen formas distintas de practicar el sexo (repito que siempre que sea en libertad por parte de la prostituta/o).

Basta de moralinas de cualquier signo. ¿Tan difícil es vivir de acuerdo con tu ética y dejar que los demás hagan lo propio sin despreciarlos si no coinciden con tus ideas?.

Estoy de acuerdo, se puede hablar de violencia de pareja o violencia doméstica y son expresiones no prejuiciosas ni tendenciosas.

Un abrazo Rogorn

Lenka dijo...

Es que lo de ese cartelito es muy fuerte!!! Y por qué no nos dejamos de pijadas y en lugar de llamarlo "ministerio de igualdad" lo llamamos "ministerio feminista"? Porque igualdad, poca. La igualdad es como el respeto, tiene doble dirección. Igual implica que hay lo mismo a un lado y otro de la ecuación. Si en un cartel que condena la violencia doméstica (que me parece perfecto, háganlos a cientos) sólo aparece una tipa, ya le hemos cagado pero bien. Que hay más casos? Vale. No es eso contra lo que luchamos? No queremos igualdad? Entonces citemos todos los casos, no sólo los mayoritarios o los que respondan al cliché. Resulta que nos tenemos que comer con papas toda esa basura sobre las miembras, los niños y las niñas, los jueces y las juezas y los/as españoles/as que son un jodío engorro y un coñazo mortal, pero luego podemos poner en un cartel "maltratador" (hala, así, sin barras, ni aes, ni arrobas) y nos quedamos tan frescos/as??

Esto es muy sencillo de entender, incluso para las feminazis. Propongo un cartel en el que salga un tipo y el slogan sea: "no se te ocurra quitarme la casa, el coche, medio sueldo y a mis hijos". A ver la que se lía. Y cuando se pongan a chillar, les recordamos que oiga, señora, es que ESO precisamente es lo que pasa en la inmensa mayoría de los casos. No se me alborote. No hago más que reflejar la realidad cotidiana de este país nuestro en el que abundan los señores machistas y las señoras mantenidas. No???

El cartelito de la prostitución lo desconocía, pero tiene unos bemoles de aquí te espero. Conocí el mundillo de refilón y vive Dios que no lo apruebo ni lo aplaudo, pero a ver quién soy yo ni nadie pa dar lecciones de moral. Y además, pasmémonos ante el asunto, se criminaliza al cliente. La misma sociedad cool que asegura querer lo mejor para las señoritas del ramo, la misma España progre del "yo no tengo nada en contra pero", los mismos que aseguramos que hay que hacer las cosas bien por la dignidad de estas mujeres. Hala. Estupendo. La misma España que, como prácticamente el resto del mundo, usa las tetas para vender incluso espárragos trigueros si se tercia, la misma que programa noche sí y noche también reportajes "serios" para contarnos en tono sórdido cómo se vive en el puterío (esos docus quedan de miedo justo detrás del reallity de turno en el que nos hayan saturao de carne de lumi fina y chulo repeinao y justo delante de la teletienda sobre consoladores y alargamientos de pene), todo muy en plan "periodismo de investigación" (juas y requetejuas) con una solidaridad falsa y apestosa que, en realidad, sólo pretende meternos en los clubs y los callejones pa que veamos carnaza y cachas al aire. Ya sabéis, la España esta en la que se venden como rosquillas las biografías de putas de lujo y ex estrellas del porno, esas que te cuentan que lo fueron por vicio y codicia, no por necesidad (que eso es una cutrez sin glamour) y que se hacen las interesantes con el "si yo contara" y dejando caer las iniciales de señores importantes que pagaban un huevo de pato por azotes en las nalgas.

O sea, que la lumi es una pobre víctima (otra vez) explotada por el cruel machismo (otra vez) o una perra divina y estrellaza que se lo ha sabido montar de lujo, aprovechándose de lo tontos que son los hombres (otra vez) para terminar (bien por ella) entrevistada por el Sardá. Y yo, que me alegro mogollón de que estas señoras clamen por su dignidad y sus derechos, estoy hasta la peineta de reportajes imbéciles sobre putas (queda alguien en el mundo que no sepa de qué va la historia????) y de la hipocresía salvaje de esta sociedad nuestra. Porque resulta que si a algún merluzo se le ocurriera poner un cartel con una penca medio en cueros y cara de cocainómana y un slogan que rezara: "tan poco te valoras, nena?" ardería Troya y alrededores. Que ahora resulta que la puta es dignísima y almodovariana total (dignísima es, desde luego) y el cliente un pervertido??? Clamamos respeto pa ellas y a ellos los insultamos???

Qué pretende el ayuntamiento de Sevilla?? Defender a las pobres lumis desvalidas del sátiro cliente?? Convencernos otra vez de que las tías son tontas del higo y no les da la cabeza pa cambiar de vida si quieren? Pues contentas estarán las prostis sevillanas, sí señor. Pa empezar por tratarlas de lerdas, y pa seguir por joderles clientela. A ver de qué cuernos iban a vivir estas tías sin tanto sátiro machista suelto!!!

Nada, que no salimos del sexismo, oiga. Que aquí todo el mundo se cree en posesión de la dignidad global y caballero o dama andante de los desvalidos del mundo. Y, para variar, seguimos anclados en un sexismo en el que, oficialmente y siendo políticamente correctos, los tíos son cerdos y las tías son idiotas. Menos mal que está ahí el ministerio de feminazis (más machistas que nadie en algunas cosas) para recordárnoslo.

Juan dijo...

Me ha gustado mucho tu frase "aquí todo el mundo se cree en posesión de la dignidad global". Quizás te la robe (con tu permiso) en alguna ocasión. Efectivamente,la dignidad, la moral y la ética son y deben ser individuales. Nadie debe imponer su moral a los demás. Informar sí, imponer no. Una de las cosas que más me jorobaban del régimen anterior, y de los conservadores en general, es ese afán de imponer su moral a todos.

Si tú eres cristiano, la cama con tu pareja es sólo para procrear y los anticonceptivos son malos, me parece estupendo que vivas de ese modo,pero no intentes imponérlo a los demás. Hasta me parece bien que informes a los demás de lo que tú crees que se debe hacer, pero jamás imponerlo ni ridiculizar o faltar al respeto al que vive y piensa de forma distinta a la tuya.

La gran sorpresa para mí en nuestra democracia ha sido comprobar que muchos de izquierdas, progresistas o como queramos llamarlos, hagan exactamente lo mismo: intentar imponer su propia ética sin respetar a los que piensan de forma distinta.

Ni siquiera una mayoría debe imponer su ética a todos. Ahí están los países con regímenes islamistas (por poner un ejemplo) en que todo el mundo debe seguir los preceptos de una religión.

En democracia, la mayoría no tiene derecho a imponer ningún tipo de moral.

El mundo de la prostitución no lo conozco nada más que por esos reportajes de los que hablas. Esa sordidez, y muchos de los desmanes que se cometen en ese mundo, se podrían disminuir de manera muy importante con la legalización. Empresas legales, certificados sanitarios, impuestos con los que nos beneficiaríamos todos y trabajador@s con todos los derechos, no perjudican a nadie. Quién lo considere inmoral, que no utilice estos servicios.

Un abrazo

Lenka dijo...

Es que es así de fácil, en realidad. Pero seguimos con esta doble moral nuestra en la que condenamos y señalamos, pero luego bien que nos sentamos delante de la tele y queremos ver a las chicas en cuestión contando cuánto cobran por hacer qué, cómo se visten de escaparate ambulante y si las han chuleado, violado o maltratado. Mejor cuanta más sangre. Morbo y puro morbo.

Ay, pobrecitas, fíjate, las pobres rusas que vienen engañás. Qué pena que nos dan. Pero eso sí, en ningún reportaje de estos se han molestado en entrevistarlas en su casa, tranquilamente sentadas en bata y sin maquillar, hablando de tú a tú de sus cosas. No, eso no, queremos ver (por lo visto y dada la mecánica de esas perlas informativas) cómo se pintan, qué bragas se ponen, si se drogan, cómo sacan las domingas y las plantan en los parabrisas, eso sí, con las caras pixeladas, por respeto. Los culos no importa que se vean, no vaya a ser que creamos que son personas con vida además de putas. No nos engañemos, que nadie quiere verlas leyendo el periódico con su café en la mano, o comentando que están estudiando no sé qué pa dejar la calle. Eso nos debe importar un huevo, porque nunca se llega a rodar esa parte.

Me molestan esos reportajes porque pretenden hacernos creer que han descubierto la madre del cordero (como si no fuera el oficio más viejo del mundo, por favor, como si nos fueran a desvelar el gran misterio) y ni siquiera parece que se esté reivindicando nada, ni la legalización, ni el control, ni la seguridad, ni gaitas. Al final todo se queda en puro morbo, en comparar a las nigerianas y los travestis de la calle con las señoritas finas de a sopotocientasmil la hora, a montar sesudos debates sobre si es por necesidad o por vicio, a darle vueltas a lo mismo, cuando lo que importa es hacer las cosas bien, procurar que cada vez menos mujeres hagan esto sin desearlo y no juzgar por qué lo hacen las demás.

Y lo que me resulta más curioso de todo es que al mismo tiempo nos proponen otros programas fascinantes sobre salas de fiestas, luchas en el barro, gogós en cueros, festivales porno y otras maneras de ocio sexual que, a mí, personalmente, me parecen tan respetables como la prostitución, ni más ni menos. Es decir, una actriz porno tiene relaciones sexuales por dinero, una puta también. Lo de una es notorio porque hay cámaras, lo de la otra es en privado. Dónde está la diferencia, me pregunto? Una sigue las órdenes de un director, la otra de un cliente. Y ambas ponen sus límites donde quieren. Hay chicas que por un sueldo y unas propinas en el tanga te bailan en bolas delante y te restriegan las carnes encima, hay otras que hacen felaciones. Son profesiones distintas con nombres distintos, pero la temática es la misma. Ocio sexual. Lo uno nos lo venden como sórdido y terrible (aunque se recrean lo mismito) y lo otro como algo chachi y diver que demuestra que somos gente abierta y cachonda.

A la actriz porno la llevan a Supervivientes y la saca el Sardá, y la gente le aplaude y se descargan sus vídeos en el móvil. Y a la otra la ponen de espaldas y con la voz camuflada. Óigame, no lo entiendo. Lo respetamos o no? Somos progres o no? Tener en el ordenador un millón de pelis porno es normal, pero pagar por lo mismo en directo es de pervertidos. Ser la Jessica de "fornica como puedas" es una opción personal, valiente y respetable, ser la Jessica de sesenta el completo, no.

A veces tengo la sensación de que los progres son los que más intentan imponer su criterio, y encima no les entiendo ese criterio. Se me escapan los matices. Igual es que somos prejuiciosos pero por la vía snob y elitista. Queremos salvar a la chica del club de carretera (sin preguntarle si quiere ser salvada) pero no a Celia Blanco. Sólo porque la Blanco sale en la tele y maneja más pasta. A lo mejor ella es mucho más infeliz que la otra, o se siente mucho más indigna. O a lo mejor no. No creo que sea asunto nuestro decidirlo.

Pero el caso es que me voy del tema por completo, porque esto era una cosa sobre igualdad, leyes y derechos!!! Lo que sí enlaza los dos temas es que, en efecto, esa manía de imponer la moral y creerse en posesión de la dignidad universal también influye en las leyes, en lo que la sociedad da por sentado, por correcto. Y creo sinceramente que, admitiendo que tenemos una sociedad que aún es muy machista, las feminazos comenten el mismo error, caen en lo mismo que condenan cuando se empeñan en que las mujeres (esposas, putas o monjas de clausura) son víctimas siempre. Ya no es sólo que sea injusto con los hombres, es que yo, como mujer, me siento insultada por estas tipas. Siento que me toman por débil mental, por lerda sin criterio. Como si fuera tan simple que no pudiera decidir por mí misma si me siento ultrajada o no y ante qué cosas. Como si necesitara que me lo dijeran. Y coño, no. Me siento encantada de mi independencia, de no creer en príncipes azules, de no necesitar caballeros andantes que me salven. Quién les ha dicho que quiero damas andantes en su lugar??? No, gracias. No somos tan capaces como ellos? Pues victimizarnos no encaja. También somos muy capaces de ser tan cabronas como cualquiera de ellos. Negar eso es echar por tierra todo argumento sobre igualdad.

Juan dijo...

Exactamente Lenka, si somos tan iguales, ¿cómo es que el hombre siempre es el malo?. No, no existe ninguna denuncia falsa y el que diga lo contrario es machista. La mujer siempre dice la verdad y nunca se deja llevar por las emociones ni intenta putear a su ex. Eso sólo lo hacen los hombres. Todas son lindas damiselas incapaces de mentir ni de hacer el más mínimo daño.

Las víctimas son siempre las mujeres y los verdugos hombres. Que esto lo piense una feminista sexista me da igual (no hago oídos a los extremistas), pero que lo piense el Gobierno de nuestro país y actúen en consecuencia me parece deleznable. Cualquier gobierno mínimamente razonable no puede dejar a los extremistas de cualquier tipo que gobiernen la parcela en que son extremistas.

En lo único en que no estoy de acuerdo con lo que expones es en que lo progresistas son los que más intentan imponer sus criterios. En general, la derecha, es la que más intenta imponer su moral. Basta recordar a Bush, Franco o Hitler.

¿Que nos estamos yendo del tema?, jajajajaja pues es verdad, pero no importa nada, siempre es un placer cambiar impresiones con personas tan sensatas e independientes como tú.

Un abrazo

Lenka dijo...

Pero claro, obviamente, la derecha siempre intenta imponerse con más fuerza, quizá porque generalmente sus ideas van de la mano con sus creencias, así que para ellos es una cuestión de "esto TIENE que ser así porque lo contrario es nefando".

Normalmente no ocurre eso con personas sin creencias o de creencias digamos "relajadas". A mí me la trae muy al pairo si mi amiga fulanita va a misa cada domingo, o si mi amigo tal es musulmán, o si aquella es monárquica y la otra republicana. Lo considero todo interesante. Sin un dogma que me guíe puede apetecerme leer El Corán, el manifiesto, un libro de cuentos budistas o al marqués de Sade, y nunca sentiré que estoy siendo desleal a unos principios morales, o que estoy pecando. Sólo estoy aprendiendo cosas o pasando el rato.

Pero también creo que muchos progres se imponen o lo intentan casi con la misma fuerza. Si eres monárquico eres idiota y carca, si eres ama de casa eres una sometida y una débil, si te casas la has cagao pa siempre, si tienes hijos has renunciado a tu vida, si tienes fe te han lavado el cerebro y si no practicas tal postura en la cama eres raro, estrecho o anormal. También hay progres radicales, seguro que has topado con alguno.

Es como si los conservadores se aferraran a unos valores inamovibles (lo disfrazan muchas veces de "lo sano", "lo bueno", pero son intolerantes) y los progres a una supuesta apertura mental incuestionable que, si no es cuestionable ya no me parece tan abierta. No sé si me explico.

Y fíjate, ciertos organismos o grupos progres pueden constituir un lobby muy fuerte, no sólo los conservadores. Si nuestro gobierno es de derechas notamos cómo sube a influencia de la iglesia y se nos trata de imponer una moral y unas costumbres (por nuestro bien, claro) que terminan siendo excluyentes para quienes no tragan con ello. Si nos gobierna la izquierda, entonces aupamos a otros sectores que, bajo premisas de igualdades y derechos, también pueden meter la pata hasta atrás y excluir a muchas personas.

Un gobierno de derechas no podrá apoyar ciertas cosas, porque se le tachará de blando, vendido y desleal. Un gobierno de izquierdas no puede dejar de apoyarlas porque se le tachará de cobarde, carca y fascista. Y al final poco importa que ambas posturas puedan ser injustas, la cuestión única es que cada partido quiere tener contentos a sus votantes y nada más.

Si para eso la derecha tiene que seguir coartando a los gays, por ejemplo, lo hará todo lo que pueda, escudándose en que "la sociedad no está preparada para esto" (esa gran paradoja que en realidad significa: "no nos da la gana a nosotros, es nuestra parte de la sociedad la que ni está preparada ni lo quiere estar"). Y si la izquierda tiene que vender feminazismo a toneladas, lo hará de cara a la galería, aunque luego por detrás ellos mismos afirmen "joer con las pencas estas, no hay quien coño las aguante con sus chuminadas".

Pero es así, son grupos de fuerza, unos quieren ser más papistas que el papa y otros más progres que nadie, todo para no defraudar a sus votantes, o al menos a aquellos que constituyen un colectivo influyente.

Lo ideal sería, creo, que el resto, los que no estamos en ninguno de esos grupos o no comulgamos con ellos, nos atreviésemos a decir: "oiga, no. No piense por mi, que me apaño solo pa pensar". Que se pierda el miedo a ser tildado de. Porque nosotros también somos ciudadanos y votantes, y al final estamos tragando con un montón de injusticias y patochadas que no nos benefician en nada.

Pero qué te voy a contar, si cada vez que resoplo por una chorrada de las feminazis tengo que oír que soy una traidora a la causa, que me pongo del lado de los cavernícolas, que soy una machista... No quiero pensar qué dirán de los hombres que oséis rebatir a estos lobbys!!!!

pcbcarp dijo...

Lo peor de la Ley contra la violencia "de género" es que se promulgó a toda prisa para contentar a los medios de comunicación creadores de la histeria respectiva. Eso se ha convertido en una moda. (POr supuesto, mientras se legislaba sobre eso, no se hacía sobre otros temas que, tal vez habrían atemperado un poco el actual desastre económico)

La ley no sólo es discriminatoria, sino que continúa una deriva peligrosísima contra el Estado de Derecho, siempre a lomos de titulares muy emotivos. en este caso, ha liquidado la presunción de inocencia y el derecho de defensa y a un juicio justo, cuando una mujer acusa a un hombre.

No sólo la Ley. El ambientillo social (o sea, mediático) condiciona a los jueces en la aplicación de la Ley. Si a eso añadimos la pereza intelectual tan extendida en la profesión, tenemos el cuadro actual: si te denuncia tu pareja o expareja, estás condenado de antemano sin más que haber podido hablar cinco minutos con tu abgado de oficio en la puerta del juzgado.

Juan dijo...

Vaya, Lenka machista, jajajajajaja. Pero esto pasa con los extremistas: o comulgas al 100% con sus ideas o eres un enemigo a batir.

El dogmatismo no es tanto de ideologías como de personas. Por eso hay tantos progresistas cerriles.

No estoy en contra de una persona que decida vivir su vida de acuerdo con unos cánones dogmáticos de cualquier tipo, lo que no acepto es que intente imponer sus criterios a los demás.

Me parece estupendo que un vegano haga la dieta que hace y respete a los animales como él considera que se deben tratar. Incluso me parece normal y saludable que intente convencer a los demás de las bondades de sus ideas. Lo que me parecería impresentable es que intentara prohibir el consumo de carne a todos o que falte al respeto a los que no piensan como él.

Un abrazo

Juan dijo...

Pues sí pcbcarp, estoy de acuerdo. Legislar para extremistas tiene estos problemas y hacerse eco de ellas (medios de comunicación), más de lo mismo.

Uno de los problemas es que la gente se traga todo lo que le echen. No se tiene el más mínimo espíritu crítico. Muy poca gente se para a pensar en lo que siginifica violencia machista y en si lo que estamos viviendo no es más que violencia de pareja, que no es normal en absoluto y hay que intentar erradicar, pero en todas sus vertientes, incluída la violencia de la mujer contra el hombre. Esta violencia jurídica es sustentada y apoyada por un Estado que se llama de Derecho.

Ayer en un programa quedé atónito cuando escuché a un periodista decir: "ninguna mujer debe de aguantar ni siquiera un grito de su pareja, porque un grito también es violencia de género". El público aplaudía a rabiar.

¿Y un hombre sí los debe de aguantar?.

No digo que un grito esté bien pero, que levante la mano el o la que en ningún momento haya gritado a su pareja.

Sigamos dando cuerda a estas extremistas y en pocos años el 99% de los hombres seremos tachados de maltratadores con el código penal en la mano.

Un abrazo

Lenka dijo...

Naturalmente cada persona es libre de vivir su vida de la forma que desee, incluso de la manera más dogmática. Y sí, puedo entender que cada uno predique las bondades de ese estilo de vida (supongo que todos lo hacemos en mayor o menor medida). Lo que me indigna es eso que tú señalas: una cosa es "predicar" y otra meterse en una lucha por imponer las ideas. Y es que eso es lo que está ocurriendo con el lobby de feministas radicales. Que lo han conseguido. Que han puesto a la opinión pública y a la ley de su parte en un tema peligrosísimo que habría que estudiar con lupa en cada caso.

Porque sí, bien, vale, partamos (si se quiere) de la idea de que el mundo es aún muy machista, y sí, las mujeres (en general) son menos fuertes físicamente (ergo supongo que más vulnerables) y aún tienen más trabas en el mundo laboral. Vale. Eso, en principio y sólo en principio, podría facilitar el binomio "maltratador-víctima". Pero EN PRINCIPIO. No significa que toda mujer tenga problemas laborales, ni que sea dependiente de un hombre, ni que todo hombre, por ser más fuerte que una mujer, abuse de esa condición.

No se puede generalizar en un tema tan serio. Tiene que haber una ley contra el maltrato, y un movimiento social en su contra, sí, pero del maltrato integral. De la violencia de pareja. Que los casos de víctima femenina sean más? Vale. Pero no son únicos ni exclusivos. Y si las personas tendemos (algunas) a tratar de manejar la ley a nuestro antojo burlando la justicia, en este tema no tiene por qué ser diferente, y de hecho no lo es. Controlemos eso también.

Hay muchos tipos de pareja, muchos casos, muchas circunstancias y es un error dar por sentado que la víctima siempre es la misma. Y, además, el machismo (ya que tanto se habla de él) está presente en infinidad de cuestiones cotidianas y quizá en eso estamos fallando por no prestarle atención o encogernos de hombros por costumbre. Todavía hay muchos techos de cristal, mucho acoso laboral, mucho despido por embarazos, sueldos menores. Todavía hay muchas violaciones que se ventilan con cuatro días en la cárcel y a correr. Todavía hay mucha pregunta insidiosa sobre qué ropa llevaba la acusada y si era tirando a fresca o no. Esos temas son importantes, mucho más que las sandeces sobre las arrobas y los españoles y españolas, o si el oso del madroño era una osa (por favor!)

En unos temas nos hemos pasado de rosca y en otros muchos aún no llegamos. Busquemos un equilibrio y sobre todo un equilibrio JUSTO. Que con tanto buscar la "igualdad" nos hemos vuelto más sexistas que nunca. No hemos conseguido que la mujer deje de ser un trozo de carne a nivel publicitario (por ejemplo) pero hemos convertido al hombre en criminal. Un tanto extremo todo, no?

Y bueno, estupendo, así que un grito es maltrato. Toma ya. Y si es ella la que grita? Y si un gay grita a su pareja? Y si dos lesbianas se gritan? Si mi jefa me grita es maltrato, o sólo si es un hombre? Y si a mi chico le grita el jefe? Es maltrato? Y si le grita su jefa, que también tiene? Si mi padre le grita a una vecina molesta, es maltrato? Y si yo tengo un hijo y le grito? Abuso de menores, supongo. Si tengo una hija y le grita el padre... buf. A saber lo que será eso.

Y luego ya sabemos lo que pasa. Como yo soy la madre no me los quita ni dios, aunque yo sea pura escoria. Los meten en un centro de por vida. Y hasta puede que me los den si pataleo mucho. Puedo hasta quitárselos a sus padres adoptivos, por mi inalienable derecho uterino. Y los padres peleando por sus derechos a visita. Pero luego hay jueces que sigen decretando fines de semana a esos padres que violaron a sus hijos. Se nos ha ido la olla.

Juan dijo...

En efecto Lenka, en la violencia de pareja es obvio que predomina la violencia del hombre contra la mujer, es indiscutible. Pero eso no implica que los castigos sean distintos en función del sexo del que los comete.

Es como si por el hecho de que los gitanos cometen más delitos que los payos, o los negros más que los blancos, ante un mismo hecho delictivo se castigase más a los primeros que a los segundos. No tiene sentido, ni es justo, ni es moral. Una ley así sería tachada, y con toda la razón, de racista por prejuiciosa. Pero exactamente es lo que tenemos con la violencia de "género": dependiendo del sexo del que da una bofetada, si es hombre es delito penal y si es mujer es una simple falta....¿porqué?.

Y sí, hay mucho machismo aún en todos los ámbitos de la sociedad, pero me da la impresión que se va diluyendo y el feminismo en el que creo, el equitativo de verdad, por culpa de las chorradas de osas y madroñas, sujetos y sujetas, miembros y miembras, se está desprestigiando progresivamente.

La ley del péndulo, que tan nefasta es, va de un extremo (machismo brutal de la España franquista) al otro (feminismo radical en la actualidad). Si no se guarda un equilibrio, el péndulo puede volverse de nuevo hacia el otro extremo.....y tengo dos hijassssss.

Un abrazo

Lenka dijo...

Y sabes lo más patético??? Que mientras unas se inclinan hacia el feminismo radical y concentran sus fuerzas en chuminadas absurdas y peleas sin sentido (con el lenguaje, por ejemplo, o presionando para que las leyes de "igualdad" sigan siendo desiguales) están dejando que se nos cuelen por la jeta bombardeos machistas a más no poder sin mover un dedo.

Seguimos con los típicos y tópicos clichés de siempre. Con los juguetes rosas. Las revistas chafarderas de supermodelos. Las movidas con las tallas. La publicidad sexista. Series DEMENCIALES para jóvenes que promueven puro sexismo, pura imagen, culto al cuerpo, elitismo brutal, snobismo salvaje y cabezas huecas. Un millón de estupideces profundamente sexistas (y básicamente machistas muchas veces) que merecerían más atención y que pasan desapercibidas en medio de tanta imbecilidad de politiqueo y tertulia hembrista y sin sentido.

Qué estamos haciendo para combatir todo eso? Estamos haciendo ALGO en casa, en los colegios, para que esos roles salvajemente sexistas dejen de torpedear los cerebros de los chavales de ambos sexos? Nop. Nos referimos a ellos como "niños y niñas", "alumnos y alumnas". Pero nada más. O poco más. Repetimos los miiiismos clichés de siempre, con la única variación de las modas actuales.

No tengo hijas, pero tengo primas preadolescentes. Con doce y trece años ya andan locas por los tacones y devorando revistas vomitivas que les dicen lo delgadas que deben ser o cómo volver locos a sus novios. Lo más intelectual a lo que las incitan es a rizarse las pestañas. Y es todo por puro consumismo, por iniciarnos en esa movida cuanto antes mejor, si es desde la cuna mejor que en el parvulario. Y si para eso hay que ser sexista, se es.

Mi madre oía de chavalina que tenía que saber cocinar y ser una buena ama de casa para pillar un buen marido. Mis primas oyen que tienen que operarse las tetas y ponerse un piercing en el ombligo, pero el fin es el mismo: pillar a un tío. Terminar con eso me parece más urgente que reivindicar si el oso era oso u osa. Y ojo, cuando digo "terminar" no me refiero a prohibir ni ponernos talibanes. Me refiero a pelear por dar otras opciones, por ofrecer otras cosas, por mostrar a los chavales que hay mucho más que eso. Al menos abrir el abanico y que no sea todo lo mismo. Que no crean que es lo único.

Juan dijo...

"A la pesca de un marido". Qué expresión tan desafortunada. Pero sigue existiendo en nuestro día a día. Una chica sin pareja pierde muchísimo valor ante toda la sociedad y, sobre todo, en el entorno de las otras chicas que sí tienen pescado a un macho.

¿Y cual es el camino (el más fácil) para pillar novio o marido?:convertirse en un bello florero. Estar delgada, bien pintada, saberse someter adecuadamente a los dictados de la moda y de los chicos. Con esto se están manteniendo dos clichés absolutamente sexistas y falsos:

1º A las mujeres sólo le interesan las frivolidades de la moda y la apariencia externa.
2ºLos hombres son tontos del culo y no buscan una buena compañía sino un bello mueble que decore su casa.

Pero ni una ni otra cosa son ciertas. A la mayoría de hombres que conozco (entre los que me incluyo) le gustan unas buenas tetas, para qué negarlo, pero buscamos mucho más que eso. Queremos compartir nuestra vida con una mujer plena, con personalidad, cerebro, interesantes, divertidas, con ideas propias. Mujeres independientes. Mujeres tiernas y femeninas,llenas de sensibilidad.

Que tienen un buen culo y un par de tetas estupendas, mejor, pero no son, ni de lejos, lo más importante para establecer un vínculo.

De hecho, las mujeres que conozco que más ligan (no me refiero al sexo puro y duro), son del tipo que he comentado.

Todos los clichés de los que hablas van dirigidos a este aspecto: el hombre, cuanto más poder, del tipo que sea, consiga, tendrá mujeres más bonitas y, a la inversa, cuanto más bonita seas, mejor marido (más poderoso) vas a obtener.

Un abrazo