viernes, 7 de mayo de 2010

Sinceridad hiriente

No conozco a nadie que no se considere sincero.

Pero para algunos, ser sincero no es decir la verdad, sino ser desagradable, hiriente, insultante, grosero. Y cuanto más zafio es, más sincero se considera. Disculpan su crueldad por el bien supremo de la verdad.

Pero decir la verdad no tiene nada que ver con la mala educación. La franqueza puede doler, pero nunca molestar ni herir.

Y hay que tener en cuenta que, cuando decimos lo que pensamos, podemos ser sinceros, pero estar equivocados. Confundimos la verdad con nuestra verdad. Por ello debemos ser humildes y, cuando damos una opinión, ser conscientes de que nos podemos equivocar.

Al sincero hiriente le falta humildad. Y se le puede reconocer con una palabra: soberbia.

31 comentarios:

Lenka dijo...

Otro de tantos síndromes. Yo a este lo llamo "síndrome del yo-voy-a-la-cara-no-como-otros". Porque esta clase de bestia borrica, soberbia, pedante y carente de tacto usa siempre la misma excusa. Se vanagloria de una sinceridad que, como bien dices, no es tal, es grosería. Y critica al moderado porque le toma por hipócrita. Nunca he entendido bien a esta clase de personas, ni su necesidad de ser hirientes. Porque puede ser una verdad incuestionable que Pepe sea bizco y pelín chepudo, pero ya lo sabe, ergo soltárselo en su cara no es de recibo. Ni hay la menor necesidad. Porque esa es otra! Los hay que usan sus malos modos (disfrazados de sinceridad) para sentar cátedra de todo (y de paso llamarte idiota), pero los hay que, en el colmo de la absurdez, usan su "talento" para resaltar lo obvio. Y encima se creen muy perspicaces!!!

Lo asombroso es que suelen resultar muy susceptibles cuando se les paga con la misma moneda. Yo siempre defiendo que la verdad es la mejor manera de afrontar las cosas, pero eso no está reñido con la delicadeza o los modales. Y es que, además, no todas las verdades son dos más dos. Las hay muy relativas, muy subjetivas. Aunque no todo el mundo se haya enterado de eso.

Este "síndrome" me recuerda un poco al "Síndrome Belén Esteban", que es ese tan de moda en el que el ignorante-burro-analfabeto presume de ello exhibiéndolo como algo positivo. Yo ej que soy de la calle. Ya, y yo. De la mía. Y? Que no es que se trate de ser un gafapasta ni una Marquesa de la Exquisita Forma (vamos, no hace falta), pero de ahí a asumir que eres un pollino y alardear de ello... claro que, es más cómodo eso que intentar desasnarse un poco.
;)

Lenka dijo...

Excusa? Escusa? Entre la sangría que he bebido y la cantidad de psicotécnicos que llevo hechos estos meses... ya no sé escribir!! AAAARRRRGHHHH!!! Me estoy apollinando como la Esteban!!!! Lo juro, hago tantos ejercicios de ortografía con palabros mal escritos que hay que corregir... que ya dudo de todo!!! Al final, a fuerza de ver faltas monstruosas, lejos de horrorizarme acabaré normalizándolas!!!

La gran paradoja: estoy aprendiendo mates (a estas alturas) y me olvido de escribir, que era lo mío. Socorro!!!!!
XD

Juan dijo...

Es verdad que son muy susceptibles. Y lo son porque en realidad no son sinceros sino sólo groseros.

Siempre he pensado que a la persona verdaderamente sincera se la conoce, no por las verdades que dice, sino porque sabe aceptar la sinceridad de los demás sobre sí mismos.

La sinceridad verdadera es honesta y ésta es una virtud muy ligada a la autocrítica, por eso, cuando una persona sincera es criticada con razones, lo sabe aceptar.

Por otro lado, la honestidad y la soberbia suelen estar estar muy reñidas, por lo que el "síndrome del yo-voy-a-la-cara-no-como-otros" (muy bueno, por cierto) nada tiene que ver con la sinceridad sino con la prepotencia.

Otro detalle que me llama la atención de este síndrome, y suelen utilizarlo con mucha frecuencia cuando sacan los ojos a alguien, es que para dar más credibilidad a sus insultos, dicen una o dos cosas buenas de la persona a descuartizar (que suelen ser más que obvias para todos) y, con ello, tienen presunción de objetividad cuando le echan las doscientas malas que les quieren adjudicar. Este es el "síndrome pa-que-veas-que-yo-digo-tanto-lo-bueno-como-lo-malo".

Juan dijo...

Jajajaja. Excusa.

El síndrome de Belen Esteban también me llama la atención. Comprendo que se pueda estar orgulloso de un logro, pero estar orgulloso de un defecto del que eres responsable me parece patético.

Una cosa es aceptar tus déficits y otra cosa es hacer bandera de los mismos.

Pero también me llama la atención como millones de personas la aplauden y la veneran, entre otras cosas, por ser asna y estar orgullosa de serlo. Supongo que es una forma de reconocer que también se es asno y no es tan malo serlo.

Mary Merecias dijo...

tienes razón... la verdad puede ser.."su verdad", pero una cosa puede ser saber como decir las cosas y tener tacto para no herir... yo prefiero que sean francos conmigo aunque me duela... a que me den rodeos para decir algo. Tal vez es cuestión de enfoques.

Lenka dijo...

Igual aquí pecamos nosotros de prepotentes, Juan, pero sinceramente... te diría que aplaudir a una persona que presume de asna es declarar la propia "asnez". Lo cual me parece muy triste, porque eso nos dejaría un país con varios millones de asnos confesos y orgullosos de serlo.
:S

Kaken dijo...

A mí me cae bien la Esteban. Con sus luces y sus sombras, me parece una persona sincera y honesta, consecuente.
Los porqués de su fama, de su forma de hacer, etc, pueden ser discutidos y opinables, pero yo no me considero una asna porque me sea simpática esta persona.
Creo que te has pasado, Juan, al poner de asnos a más de media España, incluída yo.

Juan dijo...

No he dicho que sean asnos todos aquellos a los que les cae bien, sino aquellos que la aplauden por ser una "chica de la calle e ignorante". Parece que sólo son personas de la calle, y que están en contacto con gente humilde, los ignorantes. Sin embargo, las personas más sabias que conozco son gente que tienen multitud de relaciones variadas, en que caben todos.

Sobre que es sincera es muy discutible. Vive de su "sinceridad" y vive muy bien. Gana 25.000 euros mensuales limpios de fijos, más los extras, que son muchos. Y su sinceridad consiste en vengarse de una familia que hace años le hicieron mal. Sin embargo, cuando alguien le dice una verdad reacciona como una loca, no sabe encajar la sinceridad cuando es dirigida a ella. No es sincera, es vengativa y aprovechada.

Que es consecuente, pues sí lo es. lleva 10 años siendo consecuente y sacando mucha pasta.

Belen Esteban no es precisamente una persona que sea un buen ejemplo de nada, y menos de honestidad y sinceridad.

Juan dijo...

Sí Mary. La franqueza puede doler, pero nunca debe insultar, herir ni faltar al respeto. Se puede ser más o menos directo, pero nunca hiriente.

La persona verdaderamente sincera emplea la franqueza para intentar mejorar al otro. La sinceridad hiriente no pretende ayudar sino herir y hundir.

Lenka dijo...

Coincido con Juan. A mí lo que me flipa es que se le defienda precisamente la ordinariez y la ignorancia de la que tanto alardea (como si fueran cosas positivas!)

No sé, Kaken, a mí no me parece ni honesta ni consecuente. Una tía que siempre tiene en la boca el nombre de su hija, que tanto machaca lo mucho que la quiere, que tanto saca las uñas cuando considera que alguien la toca... pero luego se pasa la vida de plató en plató (podría pasar un poco más de tiempo con esa hija que tanto idolatra) y amasa dinero, entre otras cosas, a costa de esa hija. Contando temas sobre la intimidad de la relación de esa niña con su padre, por ejemplo. Que si el padre la llama, o no la llama, que si le hace más o menos caso, que si la atiende más o menos que a la otra hija...

Soy hija de padres divorciados y te aseguro que oír como tus padres se reprochan cosas entre sí es demoledor para un crío. No quiero ni pensar lo que será saber que eso mismo lo oye toda España, y que cualquier crío de tu colegio sabe si tu padre te ha llamado o no por tu cumple. Si yo fuera la Esteban, me replantearía muchas cosas. Porque está haciendo todo lo posible para que, el día que su hijísima tenga 18 o 20 años, le monte un cristo de aquí te espero, haga la maleta y no quiera saber más de ella. Y con razón. Esas cosas se pagan, te lo aseguro. Se pagan muy caras. Y, aunque al final los hijos perdonen (que no siempre perdonan), puedo garantizar que no olvidan el daño que se les hizo. Nunca.

Kaken dijo...

Es posible, Lenka, no me parece precioso contar la intimidad en público.
Pero tampoco me parece tan increíblemente mala la Esteban.

No veo que presuma de ordinariez, yo interpreto que lo asume y no permite que nadie la ningunee por su extracción social o cultural. Es lo que es, no pretende ser otra cosa, como muchos que pululan por ahí dándoselas de algo que no son.
Esta misma actitud de llevar como bandera lo que se es la he vivido yo en personas cercanas y de parecido nivel a la Esteban, sólo que en privado, claro.

Lo que yo pienso ante comentarios como el de Juan es ¿qué debería haber hecho ella en sus circunstancias? ¿Quedarse en casa calladita y sin un duro y así dejar a salvo la imagen de Jesulín?

En fin, que por lo que sea (ya la estudian en Francia) esta chica levanta pasiones y opiniones encontradas.
Pero es innegable que es muy querida (o eso me parece a mí)

Lenka dijo...

Sí, es muy querida, me consta. No lo entiendo, pero me consta.

Qué es lo que creo que tendría que haber hecho esta señora? Lo mismo que creo que tendrían que hacer todos los demás que viven como ella: sí, quedarse en casa, y en su trabajo, ganarse la vida honradamente, hacer su vida, tirar palante, ser felices, cuidar de los suyos, tener amigos, rehacer sus vidas. Y sí, callarse la boca, al menos en los temas que salpican directamente a sus chiquillos o a terceros. Es decir, no se trata de la imagen de Jesulín ni de la de San Serenín de Monte (en mi opinión). Se trata de que esta tipa (como muchos otros) vive de sacar porquería y de airear su propia intimidad y la de otros. Se trata de que si un señor es mal marido o mal padre el asunto es de ellos, no una cuestión nacional. Se trata (repito que es mi opinión, ojo) de no convertir la existencia de uno en un escaparate público (eso sí, al mejor postor) máxime cuando en realidad tu vida no tiene nada reseñable ni interesante a ningún nivel.

Porque si nos vamos a las bases, al final resulta que prácticamente todos estos personajes (yo diría que un 90%) son "personajes" por la única razón de haberse tirado a alguien. Unas veces sin mayores resultados y otras veces con resultado reproductivo (y rentable) de por medio. El modo en que se ganan la vida me parece sencillamente vergonzoso. Airear cuestiones de alcoba es algo que ni entre las prostitutas se suele hacer, ya que al menos tienen sus códigos de discreción (aunque ya hay muchas que se los saltan alegremente porque les es más rentable).

Esta señora (y otros muchos como ella) se dedica a esparcir su intimidad (y la de otros) por dinero, haciendo alarde de unos modales pésimos y un mal gusto asombroso, además de dejar muy claro que no sirve para nada (o eso parece, la verdad). Oigo a mucha gente defenderla como si fuera Santa Juana de Arco (me pregunto por qué, si seguramente hay millones de personas que, como ella, han tenido una relación fracasada y malos encuentros con la familia política, vamos, no es nada del otro jueves) y clamar que "lo hace muy bien" (no sé a qué se refieren, porque sigo sin tener claro qué es eso que hace exactamente).

Sinceramente no lo entiendo. Es una tipa que se lió con alguien, tuvo un crío, se llevaba mal con los suegros y los cuñaos y se separó. Vamos, una historia fascinante que se puede encontrar en cualquier calle de cualquier ciudad. Además de eso, desconozco qué interés tiene o qué méritos. Ella y otros tantos como ella. Se me escapa por completo a santo de qué se ha convertido en una especie de heroína una señora que sencillamente ha vivido su vida con mayor o menor fortuna, como todo el mundo, y que ni canta, ni baila, ni escribe, ni tiene oficio conocido, ni el menor talento concreto (por tener no tiene ni un mínimo conocimiento de su propio idioma, y tampoco es que sus formas me parezcan dignas de aplauso).

Lenka dijo...

Vamos, que la figura de esta mujer y de montones de personas como ella, me resultan un misterio incomprensible. Yo no la describiría como "mala", la verdad. Mala no es la palabra que usaría. Usaría otras, pero eso me haría caer en la brutalidad que criticamos en este hilo, y no es plan. Tampoco me extraña que la estudien en Francia. Yo la estudiaría si (por mi profesión, por ejemplo) me intrigara saber cómo alguien aparentemente tan mediocre y anodino ha podido despertar el interés de tanta gente. Si me dedicara a la sociología, a lo mejor.

Que conste que el tema del corazoneo me provoca una mezcla de desinterés, espanto y perplejidad supina, así que supongo que por eso tengo esta opinión de la Esteban y de casi todos los que viven de tales historias. Lo de ella quizá sea lo que más me asombra, porque es alguien de quien uno no puede escapar ni queriendo. No veo programas rosas y he conseguido que montones de caras y nombres de famosos no me suenen de nada ni los ubique, pero lo de esta señora es flipante. En el gimnasio, en la cola del super, la maldita vez que voy a cortarme el pelo cada tres o cuatro meses, en el parque cuando saco al perro, cada vez que subo a un bus... ella, siempre ella por todas partes y casi en cada conversación. No lo entiendo, de verdad, es un misterio.

(Juan nos va a matar por meterle a la Esteban en el blog!!!!!)

Lenka dijo...

Es más, es que ahora que lo pienso... no entiendo por qué existe todo esto del corazoneo. De dónde puñetas sale esa necesidad del ser humano por saber de la vida de otros??? Y ojo, por saber... tontadas!!! Porque no hablamos de leerse la vida de un político ilustre, una científica notable, un tremendo estratega militar, una actriz premiadísima, un tenor... no, hablamos de cosas normales y corrientes de gente muy normal. De quién duerme con quién o si tal señora lleva a sus críos al cole. Cosas que hacemos todos!

No sé, puedo asumir que seamos cotillas por naturaleza y que nos guste conocer cosas (incluso cosas tontas) de nuestros ídolos. A mí (lo reconozco) me intriga por qué la de Havilland y la Fontaine se llevaban a matar siendo hermanas. Qué pasaría? Cosa de egos?? Y me gusta conocer (en lo posible, tampoco necesito meterme en muchas profundidades) cosas de la vida personal de tal Rey o tal escritora (será por aquello de humanizar al mito y porque gusta la sensación de que les conoces un poco como personas). Pero no sé, gente interesante, gente que haya hecho ALGO. Pero toda esta banda de ex amantes, vividores, chulos, guarrillas de medio pelo, separaos de unos y de otras, cornudos y cornudas, despechaos y despechás, concursantillos de programas chorras, todos ellos sin oficio (pero con beneficio, eso sí), por qué interesan tanto????

Es verdad que me despierta interés la psicología de la gente, observarles y tratar de entenderles, pero es que casi toda esta peña me parecen iguales. Creo que no aportan absolutamente nada. Sólo son gente corriente (muchas veces tremendamente mediocres y sin el menor interés) puesta en medio de la caja tonta por razones que se me escapan. No entiendo la pasión que despierta alguien como la Esteban. Tipa de barrio separada y con una hija. Por dios. Como mi madre y como millones de mujeres! Por qué nos parece ella una heroína y no nos lo parecen nuestras vecinas, que están como ella pero friegan portales o doblan turnos en el super del barrio, o se terminan los estudios robándole horas al sueño, o se montan su propia empresa de la nada??? Sólo porque, en lugar de acostarse con Pepe el carnicero o Manolo el abogao, la Esteban lo hizo con un tío que torea?? (Y que, en mi humilde opinión, también tiene menos luces que una patera, el nota??) Lo dicho, un misterio.

Kaken dijo...

Intentaré contestarte mañana, que ya voy con sueño, Len, pero leerte ha sido igual que escuchar a Juan en mi orejilla ;-)
Nasnochessss¡¡

Juan dijo...

Juas, Lenka. Tú me has estado espiando por alguna rejilla. Jajajajajaja.

Suscribo punto por punto lo que has escrito. A mí me deja anonadado también el interés que despierta, porque no tiene nada de interés que mostrarnos, al menos desde mi punto de vista. Y mucho menos me parece una heroína, o al menos no más heroína que millones de mujeres anónimas que están en situaciones peores, mucho peores y siguen en la brecha contra viento y marea.

La verdad es que siempre he sido admirador del héroe/heroína anónimos, que son los que realmente cambian la historia, aunque nunca lleguen a salir en los libros.

Y Kaken, ya sabes que no la considero una mujer mala, pero tampoco ejemplar.

Lenka dijo...

No, yo en la maldad no entro, porque desconozco el dato. Y no osaría. Además, creo que lo de "maldad" es una cosa demasiado grande. Pienso que todo esto del mundo rosa no va tanto por ahí. Supongo (supongo, es sólo una teoría) que la gente que se mete en estos fregaos (y muchos están literalmente locos por meterse) tienen otras motivaciones que eso de la "maldad". No sé, exhibicionismo, necesidad de aplauso, ego, codicia, baja autoestima (sí, lo creo en serio. Cuando se busca tanta aceptación me suena a eso), o todo lo contrario: complejo de superioridad. No sé, habrá quienes se crean iluminados, unos artistas, gurús de a saber qué... ni idea, imagino que hay tantas motivaciones para meterse a famosillo como famosillos en sí. Desde luego es un mundo alucinante, y a mí cada vez me recuerda más a "La parada de los monstruos".

Jajaja, Kaken, siento haberte sonado como un clon de tu costillo, qué rabia debe dar eso de que te den la coña en estéreo!!!!!!

Juan dijo...

Yo tampoco hablo de maldad, pero personalmente no me enriquece y no creo que sea algo ejemplar. Respeto al que se entretenga con estos programas. Si los hay es porque tienen audiencia.

Pero no entiendo que la gente viva, no ya de contar su vida privada, que cada cual es muy libre, sino de contar la vida privada de los demás, de gente que un día confió en tí y ahora por dinero, le traiciones contando todas las intimidades que se te confiaron en su día.

No sé como está la ley, pero la vida privada de los demás debería ser mucho más respetada.

Lenka dijo...

Opino lo mismo. Y es que, además, me parece algo feísimo. Supongo que las personas así se sentirán tremendamente mejor cuando despotrican de quienes les han hecho daño, pero a mis ojos pierden cualquier atisbo de razón actuando de ese modo, se desacreditan y se retratan de un modo muy pobre. Lo de esa chica, por ejemplo, no lo entiendo. Creo que han pasado ya unos cuantos años desde lo suyo con el torero, y por lo visto ambos han rehecho sus vidas. No sé a santo de qué seguir dale que dale con el asunto. Yo no soportaría estar con alguien así, siempre con el temita. Es como si siguiera despechada y desde luego parece muy rencorosa (igual simplemente rentabiliza, lo cual tampoco me parece elegante). Y si el asunto es porque el torero desatiende a su hija, casi peor. Porque esas cosas se arreglan en casa o en los tribunales, no delante de todo el país. Creo yo. Es que no sé cómo lo verán otras personas (sobre todo las que la admiran), pero a mí me parece que en su supuesto empeño por defender a su hija lo que consigue es que toda España asuma que a esa niña no la quiere su padre. Y me parece muy duro.

Juan dijo...

Jajajajajaja.

¡¡¡Kaken¡¡¡. ¡Te aseguro que no he hablado de este tema antes con Lenka¡.

Lenka dijo...

Yo también te doy mi palabra, Kaken!!! Esto no es lo que parece!!! Juan y yo no tenemos conversaciones secretas sobre la Esteban!!!!!!

;)

Kaken dijo...

Juas¡¡ estaría bueno eso de veros a los dos atacando a la Esteban¡¡
Par de conspiradores¡ :-)

Sra de Zafón dijo...

Bueno días, Juan.

Es verdad que a veces la sinceridad hiere por más delicado que uno pretenda ser.
Si crees que le tienes que decir a alguien que se está muriendo, o sin ir tan lejos, si le tienes que decir a un amigo que lo que está haciendo, bajo tu perspectiva, es una estupidez, o a tu pareja que ya no le amas y te sientes mejor cuando estás sin él o ella, sabes que vas a provocar dolor.
Pero una cosa es ser sincero sobre algo que te parece necesario comunicar, (aunque puedas equivocarte) y otra muy distinta, ser un cretino que se vende así mismo que la sinceridad consiste en arrojar, normalmente con total grosería, todas las barbaridades que se te pasen por la cabeza.

Sobre Belén Esteban, Lenka y tú, Juan, ya habéis dicho todo lo que yo pienso. Pero mi gran duda sigue siendo ¿qué es lo que une a esta mujer con sus fans? Ya que todos los fans, de quien sea, suelen identificarse de alguna manera con ese alguien, además de admirarle. Y eso es lo que me tiene alucinada.

Ser macarra no es sinónimo de ordinariez, se puede ser muy macarra y ser extraordinariamente exquisito :-)
No haber cursado estudios no es sinónimo de lerdez,conozco a montones de personas que no han hecho más que la EGB, o ni siquiera, que le dan vueltas en todo tipo de conocimientos y sabiduria a muchos licenciados.
Defender los derechos de tu hija tampoco tiene que confundirse con el despotrique hacia su padre y su familia.

Yo creo que hay personas que confunden el ser genuino, con ir por la vida haciendo el asno, (aunque ya les gusastaría) el ser luchador con ser un broncas, y el ser sincero con gritar en público lo que a uno le cabrea máxime si te da un montón de pasta, como es el caso.

Lo de la honestidad ya no me cabe por ningún lado. Una tía que cobra un pastón cada vez que acusa, insulta, y cuenta que su pobre niña fue rechazada por la familia de su ex, por muy cabrón que sea su ex, qué honestidad puede tener?
¿Qué es ser honesta, montarse en una burra, no apearse y sacar un pastón con ello?
¿Quien puede ser honesto sin contemplar el bajarse de la burra porque hacerlo supondría tener que salir a trabajar? :-)

Creo que muchas de las fans de esta chica jamás bajaran de su propia burra, por todo tipo de dependencias, y por ello Belén es su heroína. Y eso me resulta triste.

Pues eso...Buenos y dormidos días.

Sra de Zafón dijo...

Me queda decir que por supuesto ser de barrio no es ser Belén Esteban :-)

Otro beso.

Juan dijo...

Exacto Chusa. Recurrimos al barniz de una virtud (en este caso sinceridad) para esconder lo que no es más que desfachatez (en este caso grosería).

Y es que demasiadas veces nos tenemos que considerar perfectos y eso lleva a esconder o disimular nuestros defectos. La consecuencia natural es que esos defectos, que no los queremos ver o dejar ver, de tanto esconderlos, los negamos y nunca los corregimos.

O utilizamos otra táctica, no menos dañina: cuando un defecto es demasiado evidente como para esconderlo, hacemos bandera del mismo, somos los primeros en decirlo a los cuatro vientos para que ya nadie lo pueda criticar. Y no suele ser un examen de conciencia para que, una vez detectado el problema luchemos para corregirlo, no. Es una excusa perfecta para no hacer nada al respecto. "Soy así y así me quedaré". "Es que soy débil".

Lenka dijo...

Totalmente de acuerdo, Chusa. Algunas de las personas más sabias que he conocido no tenían estudios. Conozco a personas muy macarras que tienen buenos modales (quiero creer que yo soy una de ellas). Ser de barrio no implica ser ordinario, ni paleto. Ser sincero o ser honesto no implica soltar lo primero que te viene a la boca. Querer y defender a los tuyos no implica poner verde a nadie. Etc, etc.

Ciertamente, a mí también me alucina la fascinación que despierta esta mujer. Qué le ven sus fans? En qué se identifican con ella? Qué le aplauden exactamente? Como no sea precisamente que se tiende a confundir "autenticidad" con "grosería", no lo entiendo. Aunque igual es otra cosa que yo no veo, claro.

Sra de Zafón dijo...

Yo sigo pensando que lo que les mola de esta chica es ese no apearse de la burra y que aún encima le paguen por ello.

Una tipa que se monta en la burra de la mujer herida, abandonada, y se pone a despotricar,como el 90% de las mujeres y hombres que les dejan,(mucho en común con la peña) pero que tiene la "suerte" de ser pareja de un tipo famoso y peculiar, tan analfabeto como ella, pero tan chistosiño (que se dice por aquí) que tiene fascinadas a no sé cuantas señoras, que hasta le tiran sus sujetadores en las corridas:-).
Y ella ahí, abandonadita, contando las miserias del toreto y su familia , y dando carnaza a quien le gusta el patio mediático y sus criticoneos y haciendo peña propia, entre la gente que es de un equipo o de otro.
-Yo soy de Belén.
Ay, pues yo de Jesulín.
Pues eso año tras año, y doña AR que se la lleva con ella como si de una flor de barrio se tratase.

Sabrán ellas qué es ser flor de barrio! Flor de barrio es mi prima Amparo, con cuatro churumbeles antes de los 23, y la EGB sin terminar.Limpiando escaleras desde los 14, y a los 30 ya tenía una casa de comidas en una playa, a la que casi no iba nadie hasta que se enteraron de lo bien que ella cocinaba. Y antes de los cuarenta ya tenía un camping, un aparhotel, una asociación de padres, que consiguió que la xunta les construyera una escuela, otra de montes, y una corte de marginados de su barrio trabajando para ella. Y a los 45 vendió todas sus posesiones, con un par de hijos, que habían estudiado hosteleria y turismo, y un montón de amigos dentro, y se puso a estudiar y hoy es maestra. A ésta también la dejó su marido, y la dejó, ni más ni menos, que por su mejor amiga. Tenía todas las papeletas para ser una alcohólica, camella y puta, para cagarse en todos los santos, y no saber hablar más que de desgracias.
(Vaya ladrillo que se me ha colado, pero es que siempre que veo a la Belén esa pienso en mi prima.)

Sigo

Sra de Zafón dijo...

Pues eso, que la AR por puro contraste, imagino, se sentiría más inteligente y fina, (la muy escritora) además de muy democrática, mientras inflaba el personaje hasta que le explotó. Y la otra cobra que cobra, cuantas más broncas y ordinariez más pasta. ¿Por qué no si lo hacen todos los demás?
Y la pasta fácil crea adicción, y la tía que sigue dando caña a los Janeiro, y los Janeiro que también quieren cobrar, y venga circo, y a la peña que le mola más este circo que el del sol. Y, como dice Juan, hagamos de los defectos virtudes, sobre todo si nos dan pasta por ello.
Y entre defectos que se convierten en virtudes, grosería que se transforma en sinceridad, y trapos sucios que sacian las ansias de marujeo de multitud de televidentes, la chica se convierte en heroína nacional.

"Dice verdades como puños, qué cabrones los Janeiro, todos ellos. La despreciaron. La tía hace bien, que saque la pasta que pueda que ella sólo mira por su hija.

Valiente manera de mirar por su hija, ganando pasta por poner podre a su padre y , vanagloriándose de su incultura y zafiedad.

Desde mi punto de vista la peña siempre merece a sus héroes. Que les aproveche...


Me voyyyyy

Un abrazo.

Juan dijo...

Las verdades como puños se pueden decir de muchas formas. Y las verdades, como hemos hablado muchas veces, no son absolutas, sólo relativas de acuerdo con un determinado punto de vista.

Para mí, las verdades como puños, no hieren, ni hunden, ni insultan ni faltan al respeto.

Muchas veces pueden doler, sí, pero la finalidad siempre debe ser el sumar, ayudar, apoyar o dar un coscorrón a alguién para que despierte, para que crezca.

La verdad vengativa, que sólo hace daño, es negativa hasta para el que la dice, porque entra en un círculo destructivo de odio y, el odio, destruye más al que lo siente que al que es odiado.

Yo también conozco analfabetos con una educación exquisita y un sentido común que los hace más sabios que muchos doctores que han vivido toda su vida entre libros.

Lenka dijo...

Mi gran duda es: todo eso será por dinero o habrá despecho también? A estas alturas??? Me parecería flipante, pero no lo descarto. Hay gente así, que no puede avanzar. Si es así, pena me da. Ganar ganará dinero, pero cuando se acabe el chollo qué le va a quedar a esta mujer??

Juan dijo...

A mí me da la impresión que hay despecho, odio y venganza y que este es el principal motivo de su despotrique. Lo que sucede es que es jaleada y aplaudida por lo que hace y eso la potencia más a seguir por el mismo camino. Si encima hay pasta de por medio, pues mucho mejor.