miércoles, 6 de octubre de 2010

Miedo en la política

El miedo nunca ha sido un buen aliado de la democracia, ni de casi nada en esta vida. Una democracia se debe caracterizar por el voto de ciudadanos libres que escogen la mejor opción para sus intereses, ya sean económicos, morales, políticos o de cualquier naturaleza. El miedo no puede tener cabida. Con el miedo no se vota “para”, sino que se vota “en contra de”. Supone una reacción y no una construcción. Quien actúa por miedo no piensa.....reacciona (que un pueblo piense suele ser muy contraproducente para determinados dirigentes). Quita muchas energías necesarias para mejorar la sociedad y, detrás del miedo, siempre puede aparecer la violencia (así ha sido a lo largo de la historia).

La mejor manera que se tiene de fomentar pánico en la gente es con la exageración, la confusión y las medias verdades (que son mucho más peligrosas que las mentiras).

¿Cual es la mejor forma de luchar contra el miedo?. Con la lógica, con el pensamiento libre de todo tipo de prejuicio, y esto es muy difícil cuando los de un lado te intentan asustar con la destrucción de la patria, la familia y no se cuantas cosas más y los del otro lado te asustan con la extrema derecha, que van a quitar las pensiones y el paro o una vuelta al franquismo. Ambos lados quieren el voto del miedo. Ninguno de los dos bandos quieren un voto crítico, pensado y meditado, sino un voto asustado.

La derecha española es CONSERVADORA y, por ende, remisa a los cambios. No va a ser ella la que cambie lo tradicional, porque está en su propia naturaleza. No tiene ni debe ser ella la que legisle el derecho al divorcio, al aborto, derechos de homosexuales o autonomías. No es ni bueno ni malo, sólo la expresión de mucha gente que se aferra a lo conocido, a lo que siempre ha funcionado (mejor o peor). Es, en fin, una forma de ver la vida que es respetable. La izquierda española, en cambio, es PROGRESISTA....abierta a los cambios. Es a ella a la que corresponde cambiar lo establecido. Entre lo conservador y lo progresista se establece un delgado equilibrio ya que los cambios no tiene porque suponer una mejora......hay cambios a peor. Es bueno que en esta vida “haya gente pa tó” (El Guerrita). Gente más lanzada a cambiar el mundo y personas más apegadas a la tradición. Un buen equilibrio en estas fuerzas significará bienestar para todos.

Me gusta cuando la gente habla de la gran ilusión que tiene al depositar su voto para cualquier partido político, para poder cambiar o mejorar........tantas cosas. Para poder trabajar por todos y para todos. Para hacer una sociedad cada vez más justa.

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