Para saber como es alguien observa su conducta en las esferas en que tiene poder.
Te puedes encontrar con la persona tan exquisita y respetuosa en sus relaciones con desconocidos como déspota y falto del más mínimo respeto por su pareja, mascota o hijos.
El poder no corrompe, saca a la luz al que ya está corrompido.
3 comentarios:
Buff...amén¡¡¡
Qué bueno, Juan. Cómo te las apañas para decir tanto en cuatro líneas???? Cielos, qué envidia.
Qué manera de cargase un mito. El poder no corrompe, es cierto. Por qué iba a hacerlo? Lo que hace es desenmascarar al corrupto. Muy bueno, muy bueno!
Gracias Lenka.
Creo que se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida. En los políticos puede ser muy obvio.
Conozco algunos médicos de mi hospital, honrados hasta la médula que, cuando han estado en puestos de responsabilidad en la Consejería, han seguido su trayectoria inmaculada (normalmente no han estado más de un año en política y vuelven asqueados).
Con las relaciones entre padres e hijos sucede lo mismo. La persona que realmente sabe respetar al prójimo, sabe respetar perfectamente a sus hijos.
Siempre me ha resultado sorprendente como muchos conocidos, muy educados con los demás, sin embargo con sus hijos interaccionan de una manera que sería casi delictiva si esas mismas cosas se las hacen al vecino de enfrente. Es como si su verdadera naturaleza sólo saliera a la luz cuando se encuentran seguros (con las personas sobre las que tienen poder) y sólo mostraran una imagen falsa en situaciones en que no se encuentran cómodos (con los que no tienen poder).
En el mundo laboral ni te cuento, de esto seguro que tú sabrás mucho más que yo.
Un abrazo
Un abrazo
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