jueves, 2 de octubre de 2014

Fuertes

Me llama mucho la atención que los que proclaman a los cuatro vientos lo fuertes que son, en realidad sufren mucho. 

Voy a intentar hacer un retrato robot del que se considera fuerte:

  1. Todo lo hacen por los demás, aunque nadie se lo haya pedido. 
  2. Suelen tener fuertes apegos. Necesitan que los quieran, pero nunca tienen suficiente. 
  3. Se meten en la vida ajena, sobre todo en la de sus hijos, y los juzgan cuando no hacen lo que ellos creen que deben hacer.
  4. Viven eternamente preocupados. Consideran que la preocupación los hace mejores, más humanos. Desprecian a los que no son como ellos. 
  5. No se intentan adaptar al mundo. Es el mundo el que se tiene que adaptar a ellos.
  6. Intentan controlar la vida de los demás. 
  7. Dicen darlo todo por los que quieren, pero terminan echándolo en cara: “con todo lo que he hecho por ti”. 
  8. Su vida está llena de sufrimientos y lamentaciones, generalmente por lo malos que son los demás. 

Estas características consiguen que sea muy fácil hacerles daño, es decir, son personas muy débiles, por mucho que se jacten de fortaleza. 

Para mi, la persona fuerte es aquella que ha conseguido que sea muy difícil hacerle daño. Es madura, proactiva, prefiere resolver problemas antes que crearlos, que respeta a los demás porque se respeta a sí mismo y que es capaz de comprender los muchos errores que cometen los demás, porque ha aprendido a perdonarse los propios.


Cuando veáis a una persona realmente fuerte, jamás le oiréis decir “menos mal que soy fuerte y lo soporto todo”

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