Un mismo asunto puede ser visto por distintas personas desde diversas perspectivas. Y, dependiendo de la perspectiva, se pueden tomar conclusiones distintas y esto haga que actuemos de manera diferente.
A los derechos y deberes se les puede aplicar perfectamente este razonamiento.
Las reflexiones que vienen a continuación no tienen ninguna base jurídica ni lo pretenden ser. Son una manera personal de enfrentarme y comprender lo que me rodea.
Todos damos por entendido que tenemos derechos y deberes. Es más, aún contemplando los derechos como algo deseable y los deberes como algo no apetecible, ambos van indisolublemente unidos. No hay derecho que no implique, necesariamente, un deber.
Pero nuestra sociedad en general y los políticos en particular, han hecho del derecho el adalid de la justicia y han ocultado deliberadamente el deber. Los derechos se anuncian a bombo y platillo, todos nos regocijamos y los políticos son mucho mejor valorados. Tienen buen cuidado en encubrir los deberes.
Y de tantos y tantos derechos que nos van dando y de tantos deberes que nos van ocultando, se está formando una idea en el colectivo de que tenemos derechos, exigimos nuestros derechos, defendemos nuestros derechos, pero demasiadas veces nos olvidamos de los deberes. Y, sin deberes, no hay derecho que valga.
Aunque parezca una tontería y se sobreentienda que detrás de los derechos hay deberes, prefiero llamar a cada cosa por su nombre. Y lo que es un derecho, llamarlo realmente derecho y lo que es un deber, llamarlo por su nombre y no confundir una cosa con la otra. Dejar la hipocresía y ser realista con lo que realmente sucede en nuestras vidas.
Para mí, quién no tiene deberes, no puede tener derechos.
Me diréis: un niño recién nacido, un animal, un enfermo en coma profundo, un autista profundo o una persona con demencia senil ¿no tienen derechos?. Bajo mi punto de vista, no. Y tampoco deberes.
Dar derechos a los que no los pueden defender o exigir no tiene sentido. Lo mismo que imponer deberes al que no los puede cumplir. Dar el derecho a un recién nacido a alimentarse, o a un lince a que no lo maten o maltraten, o a un enfermo en coma cuidados médicos, no es nada realista sencillamente porque ninguno puede exigir el cumplimiento de esos derechos. No me imagino a un pollo denunciando a un matadero que lo está haciendo mal o a un recién nacido poner una denuncia a sus padres porque le están golpeando.
Los derechos sólo se otorgan al que los puede hacer efectivos. Dárselos al que no tiene la más mínima posibilidad de reclamarlos es papel mojado. Es una manera de disfrazar un deber de derecho. Es obviar la maldita palabra "deber". Es la manera que tiene el político de dulcificar una imposición, generalmente necesaria.
Entonces, ¿cómo defender a los desvalidos?.
Imponiendo deberes a los demás. Por eso, si el bebé no tiene derechos, los padres sí tienen deberes respecto a él. Los animales no tienen derechos, pero los humanos nos imponemos deberes, los que cada sociedad elija, con respecto a ellos. Los autistas o los pacientes en coma, no tienen derechos, pero sí tenemos los demás el deber de cuidarlos, darles asistencia médica y preservar sus posesiones.
Si un padre maltrata a un bebé, se le condenaría, no por atacar los derechos del niño, sino por faltar a su deber de protección.
Puede parecer lo mismo dar derechos que imponer deberes. Se defiende de la misma forma al niño dándole derechos o imponiendo deberes a los padres o a la sociedad.
Puede ser lo mismo, pero no es igual, por que:
1. Somos sinceros con la realidad. Llámamos a cada cosa por su nombre y descartamos el buenismo del "derecho" por la realidad del "deber".
2. Se va fomentando en todos la conciencia del deber, de la responsabilidad, de las consecuencias. Algo que nos está haciendo mucha falta.
3. La libertad está emparentada con los derechos. La responsabilidad con los deberes. Pero de la misma forma que no debe existir la libertad sin responsabilidad no pueden existir los derechos sin los deberes.
4. Creo que sería una forma de seguir exigiendo derechos pero también de aprender a aceptar nuestros deberes.
"No preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país."
JF Kennedy
1 comentario:
Gracias intiresnuyu iformatsiyu
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