lunes, 15 de noviembre de 2010

Quiero que me quieran

No hay nada más humano que querer que nos quieran. Pero dependiendo de como lo consigamos, así de felices podemos ser.

Simplicando el tema al máximo, hay dos formas de obtener el éxito.

1. Que nos quieran es un fin en sí mismo.
Es la más usada. Consiste en hacer todo lo posible para que nos quieran. En las palabras “todo lo posible” hay un amplio rango de palabras y verbos como “sacrificio”, “consentir”, “mimar”, “humillación”, “sometimiento”. No todas usadas por todos, pero casi siempre hay alguna de ellas.

2. Que nos quieran es una consecuencia.
Mucho más rara y difícil, pero a la vez más sana. Nos aman como consecuencia de nuestra manera de relacionarnos con los demás. No consentimos, mimamos, nos sacrificamos, humillamos ni nos sometemos. No buscamos que nos quieran (aunque nos guste), sino que actuamos en la vida con nuestra forma de ser.

4 comentarios:

Alberich dijo...

Yo quiero que me quieran!!!
:(

Juan dijo...

Tu y todos Alberich. Pero hay diferencia en el modo de conseguir que nos quieran. Siguiendo nuestro propio camino sin hacer cosas "para que nos quieran", sino que, lo que hacemos, lo hacemos porque nosotros queremos hacerlo y no bucando la finalidad de que nos amen, creo que podemos ser mucho más felices.

Alberich dijo...

Ya, de acuerdo.
Lo malo es cuando pierdes la esperanza...

Kaken dijo...

O lo malo es cuando te dejas perder la esperanza.
Un ser humano inteligente puede adquirir recursos para ser feliz orientando correctamente sus emociones por encima de sus experiencias, intentando no distorsionar la realidad en su contra.
Lograr la felicidad, nuestro propio bienestar, es una lucha en la que intervine la objetividad y la falta de expectativas irrealizables.
Poner el contador a cero es muy difícil, a veces es necesario contar con ayuda profesional.
Un bes, Albe.