domingo, 11 de noviembre de 2012

Desahucios


La actual Ley hipotecaria ha resultado magnífica durante casi un siglo, pero un desastre en las circunstancias actuales.

Ha sido excelente porque el hecho de que el banco tuviese una enorme seguridad en la devolución de lo prestado condicionaba que se prestara dinero para la adquisición de una vivienda a unos intereses razonables y que siempre hubiera dinero para ello, porque el inversor, tanto nacional como extranjero, veía una magnífica oportunidad de invertir su dinero en estos préstamos que rentaban poco pero eran muy seguros.

Gracias a ello, hay 17.700.000 primeras viviendas en propiedad, es decir, el 86% de las familias son propietarias de la vivienda en la que viven. Este es el mayor porcentaje del mundo de primeras viviendas en propiedad.

Pero el mundo cambia y la crisis actual ha hecho que una buena ley deje de serlo porque no da respuesta a los retos actuales. Más de 300.000 desahucios en los últimos cuatro años lo confirman.

Pero nadie es responsable. Todos ven culpable al de enfrente y se arrogan el papel de víctima.

Sin embargo, todos los actores de esta tragedia son responsables de lo que sucede: 
  1. Los políticos por haber engordado la burbuja subiendo el precio de los suelos (los ayuntamientos son los principales responsables de ello) y por la nula intervención del Banco de España en frenar créditos escandalosos.
  2. Los banqueros por haber prestado muy por encima de lo razonable. En todo lo que he leído indican que ninguna familia debería pagar por una hipoteca más del 30% de sus ingresos. En España se ha prestado a una media del 60% de los ingresos.
  3. Los hipotecados, que han preferido pisos mayores, mejores o en mejor situación, aunque ello supusiera hipotecar el 60% de sus ingresos, lo cual es una falta de previsión escandalosa. 

Todos son responsables y todos deben pagar por sus errores.

Es obvio que hay que cambiar la ley para adaptarla a las circunstancias actuales y disminuir al máximo los desahucios.

Pero hay que tener mucho cuidado porque si no se hace bien, lejos de mejorar la situación, se empeorará.

Si el giro de la ley es favorable por completo a los desahuciados y no se puede desahuciar a nadie, como piden algunas organizaciones, en vez de existir un 3% de  hipotecas impagadas, serán un 50 o un 100%. Si no me pueden echar del piso, ¿para qué voy a pagar?. En tres meses todos nuestros bancos estarán en bancarrota y nadie en el extranjero prestará un euro a un país que decide que es una buena opción no pagar deudas. Todos tendremos casas pero nadie tendrá trabajo.

Hay fórmulas intermedias en las que ni bancos ni hipotecados salen del todo beneficiados pero tampoco del todo perjudicados.

  1. Aquellas familias que acrediten suficientemente ante el juez que pasan por una situación transitoria en que no pueden pagar las cuotas, se pueden acoger a seguir viviendo en su piso pagando sólo los intereses sin pagar capital durante un tiempo determinado: dos, tres o cinco años. El banco no pierde porque sus ganancias proceden de los intereses y el capital que se debe no disminuye, además de no hacerse cargo de la comunidad e impuestos del piso. El hipotecado sigue viviendo en su casa y paga una cantidad mucho más pequeña durante un tiempo en el que pueden cambiar las circunstancias económicas.
  2. La dación por pago, pero no en cualquier caso, sino sólo cuando se acredite una imposibilidad de pagar.
  3. En las familias en que no pueden pagar nada, ni siquiera los intereses, el Estado se hará cargo de los mismos durante un tiempo determinado durante el cual el hipotecado tiene que demostrar que está en búsqueda activa de empleo y aceptar cualquier contrato de trabajo que se le ofrezca.
  4. Potenciar el alquiler y dejar de favorecer la compra en propiedad.

Estas medidas sólo deberían ser aplicables a la primera vivienda.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Trabajadores públicos


¿En España hay muchos o pocos funcionarios?. Según los sindicatos y la izquierda hay pocos, según el gobierno y la derecha hay demasiados.

Creo que este es el típico debate estéril que no sirve para nada, más ideológico que práctico.

Lo realmente importante que hay que preguntarse es que servicios desea tener el ciudadano y cuales se pueden pagar. 

¿Qué servicios desea tener el ciudadano?. Como no tengo las respuestas propongo los que yo creo que son imprescindibles
  1. En España la sanidad y la educación gratuita, de calidad y universal son servicios que casi de manera unánime se desean tener. 
  2. La investigación e innovación son los pilares para tener en el futuro empleo en cantidad y calidad.
  3. Las inversiones en energías renovables nos permitirán crear empleo nacional y no depender de importaciones de productos energéticos baratos pero muy contaminantes. Es más caro, pero a la larga harán de este país una región limpia, con más empleo y menos dependiente de un entorno internacional muy inestable, pues en donde está el petróleo es un polvorín que puede estallar en cualquier momento, como nos enseña la historia reciente. Además, gran parte de nuestro déficit en la balanza de pagos se debe a la importación de gas y petróleo. Sin ello, la deuda exterior bajaría espectacularmente.
  4. Seguridad: policías, bomberos, tribunales de justicia, ejército pequeño pero bien dotado para pequeñas intervenciones, etc.
  5. Pensiones no demasiado altas, pero suficientes. Todos querríamos jubilarnos con 55 o 60 años, pero con la inversión de la pirámide poblacional y el aumento de expectativa de vida, las cifras no salen. 67 o 68 años la edad mínima de jubilación (salvo para algunos colectivos concretos) y la posibilidad del que quiera trabajar más años lo pueda hacer.
  6. Paro suficiente pero que no suponga desincentivar la búsqueda de empleo.
  7. Una hacienda pública que no se dedique sólo a cobrar lo fácil sino dirigida especialmente a terminar con las enormes bolsas de fraude y la economía sumergida.
  8. Infraestructuras absolutamente necesarias, que creen valor y que sean económica o socialmente rentables.
  9. Burocracia mínima y una sola administración para cada gestión.

Esto es lo mínimo a exigir. 

¿Cuáles pueden pagarse?

Creo que muchos más de los que se pagan en la actualidad y no aumentando los recursos, sino gestionándolos mejor. 

Lo prioritario es crear una estructura económicamente eficiente para obtener de cada funcionario contratado un rendimiento máximo que permita tener buenos servicios al mínimo coste necesario. Para conseguirlo, es absolutamente necesario incentivar al funcionario y no hundirlo ni despreciarlo (bajar sueldos no suele incentivar).

Para crear una estructura económica eficaz las duplicidades, a las que estamos tan acostumbrados, duplican costes y disminuyen rentabilidad. Un organigrama lo más simple posible ayuda mucho. 

Tener un ideario político determinado no le da a nadie la sabiduría para gestionar miles de millones. Hay profesionales que se han preparado muy duro para gestionar y organizar el trabajo y las cuentas de cualquier organización. Los políticos, como se ha demostrado por activa y por pasiva, son pésimos gestores. Es más, no son gestores. Los políticos están para hacer leyes y para gobernar y crear líneas maestras, para administrar los recursos y decidir en que partidas se gasta el dinero público, pero nada más. Quién tiene que dirigir un hospital, colegio o las obras públicas deben ser profesionales acreditados sin vínculos políticos con el gobernante. La cantidad de dinero que va a un hospital lo decide el político, pero como gestionar ese dinero para sacarle el mayor rendimiento lo debe hacer un gestor profesional.

En España se ha creado una auténtica politicocracia de tal manera que quien lo gobierna y lo gestiona todo es el que tiene un carnet de un partido y no personas preparadas específicamente para ello. Esto se ha hecho por un concepto equivocado de que el servicio público debe ser gestionado sólo desde lo público, pero en todos los ejemplos de colaboración entre público y privado (colegios concertados, MUFACE, gimnasios concertados) la ciudadanía opta mayoritariamente por lo concertado, que tienen la misma gratuidad pero con una mayor calidad. 

Con el funcionariado que tenemos, me da la impresión de que se están obteniendo unos servicios muy por debajo de los que se podrían tener. La sanidad pública es buena, pero con los recursos que tiene, podría ser espectacular. La educación es mediocre, pero no por falta de recursos sino por una pésima gestión de los mismos…..y así podríamos seguir hasta el infinito.