lunes, 8 de octubre de 2012

Educación en Finlandia y Senegal



En este artículo de ABC me ha llamado la atención algo que ya he escrito en este blog  en varias ocasiones: la mejor educación no la consigue la escuela sino toda una sociedad implicada en la mejor formación de los pequeños.

Muchas veces me da la impresión que en España la mayoría de niños sólo se educan en el colegio. Parece que los padres tan sólo están para alimentarlos, vestirlos y soportar el coñazo de unos mocosos. Y si los padres sólo están para eso imagínense los vecinos, amigos y el resto de la sociedad en general.

Parece que en Finlandia sucede todo lo contrario, es la colectividad la que se implica en la formación y el colegio sólo es un buen complemento. Su sistema educativo poco tiene que ver con el ministro de educación y los políticos. Son los finlandeses en bloque los que educan a los pequeños. De ahí vienen los excelentes resultados que consiguen sus alumnos.

No conozco nada del sistema educativo de Senegal. Posiblemente en cuanto a escuelas y medios sean infinitamente peores y cuenten con muchísimos menos recursos que las españolas. Pero en general en Africa, y en particular en los países subsaharianos, es la tribu entera la que educa al niño y, aunque la mayoría no terminan siendo arquitectos, ingenieros o físicos, esos niños reciben una magnífica formación y se nota en los subsaharianos que viven en España: personas con lo mínimo, que son felices, dicharacheros, buenas personas, nada agresivas, que se ayudan mutuamente y que no tienen una mala mirada para nadie (contando con las excepciones que siempre las hay). Pero las segundas y posteriores generaciones, “educadas” en nuestros colegios y en nuestra sociedad, pierden todas esas virtudes y en demasiados casos se ven avocados a la marginalidad violenta.

Algo hay que aprender de la educación en Finlandia y en Senegal: o educamos todos o de nada sirve pedir más recursos al Estado. El colegio, sin la sociedad en pleno educando, apenas tiene sentido.

9 comentarios:

Lenka dijo...

Efectivamente. Pero sin un Estado implicado tampoco hacemos nada. Siempre es mejor poner medios que no ponerlos. Siempre es mejor invertir que no hacerlo. Siempre es mejor que los profesores estén valorados, bien preparados y bien remunerados que no que sean los últimos monos, se les explote o se les pague fatal. Siempre es mejor una clase política que entienda que destinar dinero a educación no es un despilfarro inútil ni una especie de excentricidad de la que se puede prescindir, sino la mejor apuesta de futuro de un país, toda una inversión que SÍ que genera beneficios para toda una sociedad.

Y, claro, los padres tienen que ser los primeros en implicarse, en dar ejemplo. Si tus hijos crecen viéndote leer es más posible que lean. Si crecen viéndote vegetar ante la tele lo raro será que te salgan unos genios por ciencia infusa. Para que los padres se impliquen hacen falta ganas, sobre todo. Pero también tener la posibilidad real de hacerlo. Y en eso, me temo, entran los gobiernos otra vez. Con jornadas laborales eternas, pésimamente gestionadas, cada vez menos ayudas, cada vez menos recortes y una conciliación que es de auténtico chiste, se hace muy difícil implicarse en la educación de los críos, porque, sencillamente, no estás. Estás pringando en la oficina.

En otros países la cultura es un valor, no una zarandaja como aquí. Se le dedican medios, recursos, tiempo. Aquí, no. Es recortable, prescindible. Jornadas maratonianas que sólo estresan y sobrecargan a padres y críos (y que son ineficaces, además, lo que tú dices siempre: pésima gestión), una educación pública que cada vez es menos "para todos", material escolar por las nubes, sin becas de transporte ni comedor, a la cola en idiomas, sistemas educativos que cambian con cada gobierno en una especie de pulso ridículo que podría titularse "a ver quién lo hace peor", un programa diferente por cada CCAA, profesores emputados, mal pagados, sobrecargados y que, encima, terminan cargando con las culpas de todo (para más inri no les respetan ni alumnos ni padres), si quieres formación musical, o artística para tus hijos, paga (que eso es un caprichito, majo), si quieres que de verdad dominen un idioma, paga (ídem de lienzo), si quieres que practiquen deporte, paga (salvo que te conformes con el sempiterno test de Cooper y dar vueltecitas al patio, así es en la mayoría de los colegios), y así todo.

Total, a la cola de Europa. Un fracaso escolar alarmante, universitarios que no son capaces de comprender un texto, una ortografía que no tenían ni nuestros abuelos semianalfabetos, ni idea de historia, ni zorra en geografía, en idiomas como el culo, en mates de pena (total, no entendemos ni los enunciados de los problemas...) y, supongo que para no parecer tan cutres, a pasar cursos con docenas de asignaturas cateadas. Y hala, mediocridad por un tubo. Y la creatividad... ojito, que es peligrosa!!! Aquí a los niños que piensan o cuestionan se les castiga, coño, que dan más trabajo. Qué se habrán creído??

Todo esto, encima, combinado con una titulitis repugnante en la que hasta pa ser barrendero te piden carrera. ¿¿?? Un país en el que no importa la cultura, importa tener un papel, a ser posible enmarcadito. Importa que sepas memorizar y repetir datos como un loro, aunque no los entiendas. Lo que menos importa es que tengas aptitudes o que realmente seas bueno en lo que haces. Qué más da? Total, pa lo bien que está el tema laboral... "Ingeniero naval da clases particulares de matemáticas". Jodó. Y en la misma sección del periódico: "se necesita licenciada en filosofía y letras, con máster, tres idiomas y experiencia mínima de cinco años para hacer fotocopias. Vehículo propio, buena presencia, don de gentes, certificado de minusvalía, menor de 25 años y que sepa bailar la polka. Contrato en prácticas. 450 euros al mes".

Hala, jódete y baila (la polka).

Juan dijo...

Jajaajaja. Me rio por no llorar.

Pero volvemos a caer en lo de siempre, Lenka. Exigir al Estado, lo cual me parece bien, pero en nuestra sociedad precisamente eso es lo que sobra. Todo el mundo exige al Estado. Y así nos va.

Debemos exigirnos a nosotros mismos, a hacer las cosas mejor, a implicarnos en el futuro de nuestro país, y no hay mejor inversión que implicarse en el desarrollo de nuestros hijos y de nuestros niños (aunque no sean nuestros hijos). No sé cuanto se gasta en Educación en Finlandia, pero no me extrañaría que no sea mucho mayor que en España y desde luego es mucho menor que en países como USA, Noruega o Suecia. Y de Senegal ni hablemos.

Lo importante no es el colegio sino la sociedad, pero todas las quejas que oigo en España es sobre el colegio, los ministros, el Estado, la falta de inversiones, etc. y me parece correcto que se invierta más y sobre todo mejor, pero esta inversión es baldía sin un cambo global de toda la sociedad. Es muy fácil criticar al gobierno pero muy dificil criticarse a uno mismo y eso es de lo que más adolecemos, de autocrítica.

Estamos construyendo un edificio, la educación pública, sin los cimientos imprescindibles: la implicación directa de todos. Por mucho dinero que metamos en el edificio, éste se derrumbará.

Lenka dijo...

Ah, no, conste que mi crítica es a todos nosotros en pleno. Los políticos no son "la sociedad"?? Si tienen ese concepto tan penoso de la educación es porque ese es el concepto que por lo visto impera en este país. Vamos, anda. Llevamos nosotros a los críos de museos?? Escuchamos música clásica, leemos, vemos debates y documentales en la tele, les educamos para que sean cívicos?? Les damos ejemplo en algo???? No, pa qué. Si nosotros mismos pasamos la vida delante del fútbol y el Sálvame, no abrimos un libro ni a la de tres, los museos nos aburren, la música clásica nos parece un muermo, nos pasamos por el forro las reuniones y tutorías en el cole, tiramos las colillas al suelo y llamamos hijolagranputa (delante de los críos) a ese que se ha despistado y se ha saltado el ceda... qué queremos? Magia??

La mayor aspiración de muuuuchos adultos de este país (padres de familia) es tomar vinos en el bar, que España gane el mundial o que Fulanita gane Gran Hermano. Vamos, que no, que no me-nos quito responsabilidad. Para nada.

Y es que de esa sociedad mediocrilla sale nuestra mediocrilla clase política (o también queremos magia en eso??) La educación y la cultura NO son prioridad en este país para casi nadie, y ahí está el mal. Que sé de muchos padres "responsables" que tienen para un coche nuevo cada cuatro años o para cenar fuera todos los sábados, pero les jode pagar clases de inglés o de tenis a sus críos ¿¿¿????

En mi casa, por suerte, jamás dolió pagar por infinidad de actividades para nosotros, la tele estaba muy restringida y sí, los libros llegaban al techo. Menos mal. En otras casas, me consta, se gasta más en trapos, por ejemplo.

Claro, en Finlandia no hay que exigirle al gobierno que ofrezca una enseñanza pública de calidad porque la mentalidad del país YA es tener una educación pública de calidad. Aquí hacen falta ambas cosas: cambiar la mentalidad, implicarse más y sí, me temo que hacer exigencias. Mejor gestión, nada de recortes, profesores preparados y bien tratados, conciliación REAL, nada de precios por las nubes (lo del IVA del material escolar es un escándalo), becas de transporte y educación... se puede, coño, yo lo creo. Con buena gestión se puede, seguro. Tú sabes bien lo que consigue una buena gestión.

Es que el problema aquí tiene muchas cabezas. Hay que reformar muchas cosas. Con nuestra vida laboral crees que es fácil implicarse, incluso queriendo, en la educación de los críos? Saliendo de casa a las siete de la mañana, llegando a las nueve de la noche, mal pagados, muchos no asegurados, emputecidos vilmente, trabajando los dos porque si no no se puede vivir, con los críos aparcados en el colegio, o con la canguro, o, con suerte, con los abuelos... es un desastre.

Es toda una mentalidad, todo un sistema el que habría que cambiar. Crees que muchas personas no currarían media jornada y gozarían dedicando más tiempo a sus hijos??? Fijo, yo estaría encantada. Pero es que vamos de mal en peor. La vida se encarece cada vez más, los números no cuadran, desaparecen las pocas ayudas que había, seguimos currando sin asegurar, o mal asegurados, o bajo chanchullos, las jornadas son infinitas, las administraciones nos siguen pidiendo sacrificios mientras derrochan y dilapidan... arrrrghhhhhh... así no hay manera.

Claro que nos tenemos que implicar todos, pero cómo se rompe este círculo???

Juan dijo...

La crisis que vivimos es una buena manera de romper ese círculo. Estoy convencido que hacía falta un terremoto en España para sacudir conciencias.

Nos hemos aburguesado. Y en el nos hemos me incluyo yo. Nos hemos acostumbrado (en general, con excepciones) a vivir por encima de nuestras posibilidades, a tener pisos de 100 metros con piscina, vacaciones en Cancún, bodas-bautizos-comuniones pantagruélicas, ropa a montones, varios coches por familia, 1,5 móviles por persona, casas puestas hasta en el último detalle ¡¡¡¡antes de casarnos¡¡¡, Reyes magníficos, niños con miles de juguetes, casas con miles de libros y bibliotecas vacías, varias televisiones y un larguísimo etc.

Pero para consumir tanto nos hemos autoesclavizado. Hemos cambiado lujos innecesarios (aunque todo nos parecía necesario para llevar una vida "digna") por tiempo libre. Hemos asumido enormes cotas de stress, la gente ha tenido que ir como pollos descabezados durante 50 semanas al año para "descansar" dos semanas en Cancún.

Hemos pasado de una España austera, en donde las relaciones eran nuestra mayor riqueza, a una España consumista en donde el dinero es el rey y hay que sacrificarle lo mejor de nuestras vidas.

Hemos construido una sociedad en los últimos años basada, en buena parte, en el capitalismo liberal, la peor de las versiones del capitalismo, quizás no tan exagerado como en USA, pero donde los pelotazos y el dinero fácil ha fluído.

Como no se trabaja con tanta calidad como en Europa del Norte, este ritmo de vida no se ha podido mantener sólo con lo que producíamos, sino que ha sido a base de endeudarse. La crisis de deuda, más tarde o más temprano, tenía que estallar.

Necesitamos volver a la frugalidad, a ser austeros, a trabajar para vivir y no a vivir para trabajar. Con esto obtendremos lo que realmente nos hace falta: tiempo y, con el tiempo, las relaciones interpersonales y las relaciones con nuestros hijos.

Juan dijo...

Yo he vivido las dos caras de la moneda. Mi padre era obrero de una fábrica y con su sueldo, los cuatro hijos vivíamos con lo puesto. Reyes con un solo regalo, para leer sacábamos libros de la biblioteca a miles, piso de 60 metros para seis con poco más que las camas, sillas y mesas, vacaciones en el pueblo en la casa de mi tía, dos pantalones, una camisa, un par de camisetas, unos únicos zapatos. Y todo nuestro entorno exactamente igual. Pero hablábamos todos con todos. Había tertulias nocturnas casi todas las noches. Los niños jugábamos a diario en la calle solos con otros niños. Y me da la impresión que estábamos mucho mejor educados y éramos más felices que los de hoy. Y todo esto en una dictadura que no ayudaba en nada a ser feliz, pero la mentalidad del pueblo, por muy impresentables que fueran los gobernantes, era otra.

Ahora tengo un nivel de vida infinitamente mejor, pero esto no me ha hecho más feliz, pero tampoco me he esclavizado. No nos hemos endeudado jamás, salvo la hipoteca y ésta, pequeña en relación a los ingresos. He podido y puedo trabajar mucho más en el sector privado para ganar el doble o triple de lo que gano, pero no me merece la pena. Preferimos ajustarnos el cinturón a trabajar ni una sola hora más al día. Dedicamos el día a leer, escribir, pintar, salir y estar junto a nuestros hijos.

Pero yo también me aburguesé. Me dediqué a lo mío y pasé de la cuota de gobierno que todos deberíamos tener. Vivía mi vida y me importaba poco lo que hicieran los políticos. A lo sumo, los criticaba y punto. De alguma manera yo también he contribuido a que los chacales hayan hecho su agosto, no por acción, pero sí por omisión.

Margui (ARG) dijo...

Perdón chicos que me intrometa en vuestra conversación, llegue al artículo desde los confines de América Latina, y porque siempre me ha importado defender la gratuidad de la educación pública, sí que como se podrán imaginar que leer “éxito-educación gratuita-y-ayuda financiera a las familias” despertó todas mis alertas.

Permítanme contarles que leo entre líneas desde estos pagos, no solo en vuestra conversación sino en casi todos los foros (principalmente de noticias) españoles, frances y hasta ingleses.

Leo mea-culpas como si todos fueran vagos, y se castigasen por pretender una mejor calidad de vida. Leo críticas a los elementos de progreso y planteos de retroceso cultural. Pero ¿saben que no leo? Conciencia del origen del estilo de vida del que se responsabilizan!

Todos asumen que terminaron en la crisis en la que están por haber tomado malas decisiones “financieras”, pero no leo ningún análisis sobre como fue que llegaron (o mejor dicho llegamos) a la cultura social que es la que realmente generó el estado actual.

En la entrada original Juan habla de “la Sociedad”, en el primer comentario Lenka habla del Estado, y así siguen. Pero ninguno habla de la Familia, la chica e inmediata y la grande (tios, primos, etc.), ninguno habla del barrio, de los vecinos, de la escuela inmediata a nuestra casa.

En la entrada Juan, tu esbozas algo sobre Senegal y la tribu. Y creo que ese es EL gran tema.

Ese fue el GRAN cambio que “curiosamente” ¿? no se analiza.

En algún punto de la historio no tan lejana el mensaje cultural empezó a cambiar. Ser exitoso dejo de significar tener una familia, disfrutar de pasar tiempo con ellos, a veces ayudarlos, a veces pelearse, para después tenerse paciencia y volver a arreglarse. Ser una persona “genial” dejo de ser la clase de persona que sale en la tormenta ver si el vecino necesita algo de ayuda con el techo en mal estado, o si le puedo cuidar el hijo a la vecina mientras tiene que hacer un trámite… son ejemplos básicos, no siempre aplican, se pueden buscar miles.

Pero la verdad es que culturalmente se nos fue bajando un patrón muy diferente al de nuestros abuelos (tengo 37 y creo que nuestros padres fueron las primeras victimas del cambio). Ser exitoso es dejar la familia atrás, irse a alguna ciudad de renombre “llegar” ¿:-S? “hacerla en…” competir y ganar, sobre todo eso “ser un winner!” “ser cool!” …

Entonces todo el mensaje se sostiene en eso. Simple y cruel. Si te vas de vacaciones con tu mujer que tiene celulitis a alguna playa cercana a patear una pelota en la arena con los chicos: sos un perdedor, acá dirían “un grasa” (que es como un vulgar, popular, no se como le dirán allá).
Si te pasas tu cumpleaños con tus padres, tus tías viejas, y tu cuñado que trabaja en la fábrica en vez de salir de copas con tus amigos cool, de conversación ingeniosa, sos CLARAMENTE un perdedor! Los amigos DEBEN ser de igual o mejor calidad, si no? te tiran abajo!

Otra vez, ejemplos pueden buscar miles. Lo que desgraciadamente ya nadie puede negar es la influencia del “mensaje” en el cambio socio-cultural.

Pero de eso nadie habla. De rever ese cambio no se discute. Las cultas son “individuales”: trabajar más, escuchar música clásica, ahorrar y no tomarse vacaciones sí. Pero analizar si nuestros valores sociales son los correctos?... nop… a ver si quedamos del otro lado!!!! Por Dios NOOO!!! Eso es de “simplones”… ¿o no?

Saludos! (y perdón por el largo!!!)

Juan dijo...

En el escrito hablo sólo de educación. Pero he creído entender, y estoy absolutamente de acuerdo, que nuestra crisis global, además de ser financiera o política, tiene mucho más que ver con una crisis moral.

Hemos olvidado valores que realmente importan, sobre todo la importancia de las relaciones, y los hemos sustituido por "tener", poseer, por imagen, por clases como dices: perdedores y vencedores.

Mientras consideremos vencedores a los que tiene coches estupendos, vacaciones en sitios paradisíacos, apartamentos en la playa, ropa de marca, cuerpazos imposibles, seguiremos teniendo una crisis tras otra. Gastamos demasiada energia y tiempo en trabajar hasta la extenuación para conseguir esa imagen de vencedor.

El mundo de las relaciones es el verdadero mundo humano, en donde no hay vencedores ni vencidos, sino personas que se enriquecen mutuamente.

Lenka dijo...

Es que, en efecto, no hemos hablado de esos temas en esta entrada concreta. Pero No te quepa duda que los hemos hablado CIENTOS de veces. Diciendo exactamente lo mismo que nos comentas tú.

Hemos hablado de todos esos cambios en los valores, del consumismo exacerbado, de lo absurdo que nos parece pedir un crédito para irse de vacaciones al Caribe (no sea que sólo te alcance para ir al pueblo de los abuelos y ALGUIEN crea que no eres un triunfador...) Hemos hablado de toda esa idiotez infinidad de veces. De hecho, creo que es uno de nuestros temas más recurrentes (verdad, Juan??) ;)

Lo hablamos mucho y creo que estamos de acuerdo. Ah, por el largo no te disculpes, estamos acostumbrados!! (El día que aprenda a resumir, Juan me regalará algo, seguro!!)

Juan dijo...

jajajaja. Es que me encanta que escribas largo, porque lo importante no son el número de palabras sino lo que se dice y como se dice con ellas, y en eso tienes un nivelazo que ya lo quisiera yo para mí.