Hay personas que están “enganchadas” al amor, o mejor dicho, a esa sensación química que produce el enamoramiento, que no son más que grandes cantidades de oxitocina, adrenalina, dopamina, fenilalanina o endorfinas.
Pero siempre me queda la duda de si predominan estas sensaciones íntimas o si lo que de verdad engancha es sentir el enamoramiento del otro. Quizás sea una mezcla de ambas cosas.
Ir por la vida siendo adicto a enamorarse y que se enamoren de ti, sin dejar madurar las relaciones, consigue que el amor nunca fructifique, hace que no tengamos una relación íntima con una persona, sólo nos relacionamos con la imagen que hemos fabricado del otro.
Este tipo de personas suelen ser inmaduras y vanidosas y, aunque parezca lo contrario, en el fondo son personas solitarias, tan solitarias que no son capaces de entregarse de verdad, de compartir, de cuidar, de respetar y de saber ser y dejar ser libres. Prefieren unas sensaciones químicas volcánicas que la paz del amor.
2 comentarios:
Y cuando se entregan de verdad las dejan... así que.. ¿para qué?
No siempre Raquel, pero como todo en esta vida, hay incertidumbres y fracasos.
Cuando te entregas de verdad, eso es lo que tú has ganado, lo que has madurado, lo que has vivido. Y no puede dejar de hacerse por miedo a que la relación no salga, esa es la mejor manera de vivir en el vacío, cuando nuestras acciones no son dirigidas por nosotros si no por nuestros miedos.
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