sábado, 25 de octubre de 2008

Verdad, certeza y evidencia

He buscado las definiciones que sobre la verdad hay en distintos diccionarios y enciclopedias y ninguna entrada me ha convencido. He encontrado frases de pensadores brillantes y tampoco me han dado las respuestas esperadas. En el post previo he puesto algunas de las que más me han llamado la atención.

Para mi propia comprensión, prefiero utilizar tres palabras para intentar entender mejor lo que es la verdad: el propio vocablo verdad, la certeza y la evidencia.

Para mí, la verdad no es objetiva. Sólo existe la verdad subjetiva. No hay VERDAD, sólo mi verdad.

Se me podrá decir que las matemáticas son verdad objetiva. Uno más uno siempre son dos. Sin embargo, yo diría que esto es exactitud en unas determinadas condiciones. Una persona más otra siempre forman dos personas, pero esas dos voluntades juntas pueden ser mucho más que dos o mucho menos que una. Con la creatividad puede suceder algo similar. Los dos que crearon Google, ¿lo habrían conseguido por separado?. ¿Asterix hubiera surgido sin el genio sumado de sus dos creadores?. También en estos casos 1+1 consiguen mucho más que dos por separado aunque, matemáticamente, dos sea igual a dos.

Las leyes físicas o biológicas son “verdades” incuestionables. ¿pero lo son de verdad?. Muchas de las fórmulas físicas son verdad...para un entorno determinado que es el planeta Tierra, pero en otros contextos puede que no sirvan. La biología nos explica que, en ciertas condiciones, no es posible la vida y, sin embargo, la vida se encarga de sacarle del error en el río Tinto, y si en nuestro propio planeta se cuestionan estas verdades biológicas, cuanto más no se pondrá en duda en los cientos de miles de millones de planetas que hay. Ya ni el biólogo más audaz es capaz de seguir asegurando que sin agua ni carbono no es posible la vida.

Las “verdades” matemáticas, físicas o biológicas no son verdades en tanto en cuanto no son universales. Son EVIDENCIAS que se cumplen siempre en unas determinadas circunstancias. Y es que, esto, es la EVIDENCIA: en determinadas situaciones y, siempre que se cumplan las mismas condiciones de estudio, los resultados serán siempre los mismos. Pero si se cambian las condiciones los resultados serán diferentes: no son la verdad absoluta y universal que buscamos.

La CERTEZA, para mí, no es más que la necesidad que tiene el ser humano de creer su propia verdad. Es la principal fuerza que nos aleja del miedo. Sin certeza no hay confianza y, sin ella, todo se desmorona a nuestro alrededor.

Sin embargo, a mí me gusta reivindicar la incertidumbre. Es verdad que la certeza aleja del miedo, pero también aleja del crecimiento. Estar en posesión de la verdad es el primer paso para crear el dogma y, del dogma a la imposición de nuestra verdad, sólo hay un paso.

La certeza sólo tiene respuestas. La incertidumbre sólo hace preguntas.

La certeza se expande, la incertidumbre crea.

La certeza obliga, la incertidumbre investiga.

La certeza se conforma, la incertidumbre es inconformista.

La certeza se autoalimenta, la incertidumbre está hambrienta.

La certeza ancla al pasado, la incertidumbre observa el presente y se plantea los futuros.

8 comentarios:

Celadus dijo...

Pues ya si entramos al mundo subatómico ni te cuento lo que es la verdad, la realidad o la certeza, jeje. No hace falta salir de nuestro planeta poara poner en duda muchas -si no todas- de las verdades matemáticas y físicas que rigen nuestras vidas, basta con penetrar en el mundo cuántico donde todo es probabilidad ie incertidumbre. Y este es un mundo igual de real que el que conocemos, solo que no podemos verlo. Es más, cuando lo vemos cambia su modo de "comportarse".
Muy interesantes tus reflexiones, Juan. Gracias.

Juan dijo...

Gracias por tu interés y tu paciencia

Ina dijo...

Me encantan esas afirmaciones sobre la certeza, porque la certeza sí que es subjetiva. Pero con lo de la verdad no se si estoy tan de acuerdo. Si al variar las condiciones varía el resultado no quiere decir que la verdad no exista, sino que es infinitamente más compleja de lo que nos gustaría. Relativizar todo, hasta resultados científicos más que a la incertidumbre lo que me lleva es a una especie de laxitud: (todo es posible, nada es totalmente cierto) en la que no se si se puede crecer.

Kaken dijo...

Me parece muy interesante lo que expones, Ina, es una vuelta de tuerca...a ver que responde Don Tacañón ;-)
Porque a mi se me acaban de parar las neuronas.
Un bes a los tres.

Celadus dijo...

¿Y por qué no se puede crecer en esa "especie de laxitud" a la que aludes, Ina? En realidad siempre nos movemos dentro de probabilidades, incluso en el campo de la ciencia. La ciencia explica las cosas mediante teorias y leyes que son consideradas válidas mientras no se demuestre -científicamente- lo contrario. Necesitamos certezas para movernos por la vida, sin ellas estaríamos bloqueado y no podríamos dar u solo paso. Pero eso no excluye tener una mente abierta y saber que mañana las teorías pueden cambiar.

Celadus dijo...

Ah, y siento haberme adelantado a Don Tacañón ;). Yo tb espero ansioso su respuesta. :)

Ina dijo...

Por supuesto que no lo excluye Cel, pero como tu mismo reconoces, necesitamos certezas, porque sólo afianzando el paso anterior puedes dar el siguiente. Es el método científico. Aunque está claro que todo puede volcar de la noche a la mañana y hacernos volver a los cimientos. Y está bien que así sea, nos pone en nuestro sitio.

Pero por favor, que se manifieste Don Tacañón :P

Juan dijo...

Para mí la verdad es absoluta, siempre y en cualquier circunstancia. Lo cambiante son las evidencias y una evidencia es laxa. En el mundo científico se habla de "la mejor evidencia disponible". Eso sí ayuda a crecer: es lo mejor que tenemos, pero te animamos a que lo mejores.

Por eso, hasta cierto punto, necesitamos las certezas, como bien dice celadus. El mundo en equilibrio. Una dosis adecuadad de certeza que nos dé confianza y una dosis adecuada de incertidumbre que nos anime a seguir creciendo.

Muy interesante tu comentario Ina y muy inteligente tu respuesta Celadus. Gracias a los dos.