viernes, 16 de enero de 2009

Desengaño

Mil batallas inició, las mismas que perdió.

Mil amores anheló, ninguno fraguó.

Mil mujeres deseó, ninguna consiguió.

Mil océanos soñó, ninguno cruzó.

Mil capullos plantó, ninguno floreció.

Mil veces dijo sí, nunca murmuró un no.

Mil bailes danzó, nadie le acompañó.

Mil colores intuyó, ninguno lo plasmó.

Mil árboles contempló, ninguno prosperó.

Mil dones regaló, ninguno recibió.

Mil desengaños sufrió, nunca aprendió.

22 comentarios:

Luna dijo...

Pues vaya panorama....¿Puedo poner un final un poco diferente? Risas...

Si nada consiguió,
al loquero visitó
y más si en el post anterior
su propio comentario duplicó.

Juan dijo...

Jajajaja Luna. Me acabo de dar cuenta.

Pero mil veces no lo repitió, fueron sólo dos.

Me parece que no era consciente de que necesitaba ayuda. Siempre actuaba igual y siempre cosechaba los mismos fracasos. Si siempre hacía lo mismo es que creía que hacía bien, o simplemente no era capaz de cambiar.

Un abrazo Luna
Un abrazo Luna

Jajajajajaja

Elvira dijo...

¡¿Quién?! No puede ser todo tan malo, y todo junto en la misma persona, aunque a algunos parezca que les guste "presumir" de desgracias, o hacer competiciones de "a ver quién es más desdichado".

(Perdón: mi lado jardinera se rebela ante eso de plantar "capullos". Plantamos semillas, o si acaso esquejes :-))

Un abrazo

Io dijo...

¿Quien es? ¿Ha cambiado? ¿Eras tú de joven?

Como hablas en pasado me dejas con la intriga...

Mil besos!

Rose dijo...

¡Hola! No he desaparecido... sólo ando un poco ocupadilla....
Pues yo no sé si este post tiene nombre propio y dni. De ser así supongo que no sé a quién se refiere. Pero me deja con la sensación de que si en vez de mil, se hubiese conformado con tres o cuatro, probablemente algo, algo, hubiese conseguido. O quizá no.....
Un beso a todos.
Buen fin de semana...

Rose dijo...

Juan, si sacas un ratillo libre ¿Puedes contarme algo sobre las paperas? No sé si te ha dicho Kaken que ando sufriéndolas. Ir., con siete meses y medio, las ha contraído. No sabemos cómo. Es el primer caso, tanto en la guardería, como en el pueblo...
Juan, no te quiero agobiar. Sólo si te viene bien. Algo de información ya me han dado los médicos que la han atendido, y algo ya me ha contado san google, aunque a veces es mejor no tratar de investigar...
Besos nuevamente, bostezantes y soñolientos....

Juan dijo...

Elvira, tienes razón....nadie planta capullos, jajajajaja. Es que los "poetas", cuando nos ponemos en efervescencia somo indomables. Jajajajaja.

Un abrazo Elvira

Io, no es una persona real, sino el compendio de lo que muchos piensan: que todo les sale mal siempre. Me lo sugirió una paciente que había visto esa mañana. Se quejaba que después de 70 años de vida, nada le había salido bien en su vida: ni su marido, ni sus hijos, ni su negocio ni nada. Cuando le pregunté que cambiaría ella me contestó que no se habría casado ni habría tenido hijos, pero que en sí misma no cambiaría nada porque consideraba que ella no tenía nada que cambiar, que todo lo había hecho bien, pero nunca tenía suerte.

Un abrazo Io.

Rose, las paperas es una infección vírica que se produce sobre todo en la infancia y que suele ser muy benigna, aunque muy molesta, tanto por la inflamación de las glándulas como por la fiebre que da. Rara vez da complicaciones en los niños. Cuando se produce en los adultos, la posibilidad de complicaciones aumenta, aunque tampoco de manera alarmante. Como el virus tiene un especial tropismo por las glándulas, puede haber mastitis en las mujeres y orquitis en los hombres.

No leas mucho San Google porque te puedes asustar. Verás que puede causar mil y una complicaciones potencialmente graves, como sucede con la varicela o sarampión o simplemente la gripe. Todas las virasis pueden producir la muerte, pero es excepcionamente raro, así que no te preocupes, es más peligroso coger el coche que las paperas, en serio.

Los antibióticos no sirven para nada. Los analgésicos y los antiinflamatorios consiguen aliviar los síntomas. Aplicar calor o frío local a las zonas inflamadas también alivia.

Verás como en una semana estás nueva.

Por cierto, ¿tu hija está correctamente vacunada?. las vacunas no protejen al 100%, eso es cierto, y por eso es tan raro hoy en día ver paperas en un niño.

Un abrazo Rose y que os mejoreis.

Lenka dijo...

Hala, qué cosa más triste y descorazonadora!!! Tremendo que haya personas como la paciente que describes (y me temo que hay muchas, yo misma era así hace años, hasta que me decidí a ir cambiando cosas en mí en lugar de esperar a que cambaira "el mundo" o "la suerte")

Personas que no aprenden y no cambian. Que parecen estar siempre esperando, sin esperanza. Es muy triste. Son personas que pasan por la vida, pero la vida no pasa por ellas. Creo que hay que combatir eso. Pero claro, y cuando no se dan cuenta???

Elvira dijo...

Personas "que parecen estar siempre esperando, sin esperanza". Muy bien descrito, Lenka.

Juan: me alegro de que sea un compendio, y no alguien cercano a ti.

Un abrazo

Juan dijo...

Pues sí Lenka. Soy consciente que la mayoría de estas personas no lo hacen por autocomplacencia ni porque les guste sufrir, sino simplemente porque no saben cambiar o no se dan cuenta que los errores no están sólo en los demás. Que podemos cambiar para que esos "errores" o no se produzcan o, si se dan, aprender a que no nos afecten tanto.

Gracias Elvira. De todas formas, sí que hay personas de mi entorno que les pasa algo similar (ten en cuenta que el texto es una metáfora exagerada).

Tengo una amiga muy especial y querida, una de las personas más buenas, cariñosas y generosas que conozco, que tiene problemas con sus hijas y se queja amargamente de su relación con ellas, ¡¡desde hace 35 años¡¡. Está absolutamente convencida que su manera de educarlas y de tratarlas es correcta. Todos los de su alrededor vemos muy claro donde radica el problema (en este caso la hiperprotección), pero por mucho que se lo comentamos ella no lo admite, sus hijas son las culpables del malestar.....y sigue y sigue con los mismos problemas de convivencia con sus hijas.

Un abrazo.

Lenka dijo...

Gracias, Elvira, no sé por qué razón las frases más acertadas son las que salen sin pensar!

Ay, Juan, es muy cierto lo que comentas, cómo nos cegamos a veces y no vemos nuestros errores, ni las posibilidades de cambio que tenemos. Y sí, a veces caemos (caigo) en el error de cabrearme con las personas que están así, estancadas, y me entran ganas de zarandearlas (soy tirando a bruta, hasta para demostrar afecto) y montarles un pollo terrible. Que nada, que se me va la fuerza por la boca, que luego soy mucho más delicada, lo juro!

Pero claro, también es cierto que es más fácil ver el humo desde fuera que el fuego desde dentro (esta cita es de alguien, pero no recuerdo de quién) Por eso creo que es vital analizarse y ser sincero con uno mismo, pero cuesta, cuesta. Lo bueno es que una vez que lo aprendes, cada vez es un poco menos difícil. Lo chungo es aprenderlo, y supongo que por eso hay tantas personas en ese estado de desesperanza.

Sra de Zafón dijo...

¿De donde saldrá esa certeza que tienen algunas personas de que es la vida (el destino, la suerte...) la que manda sobre todo lo que nos ocurre?

Todo lo aprendido lo dan por válido, por real, por correcto, por único...supongo que es eso, pero no lo sé.

Como ves esto sólo es una observación en voz alta.

Un beso, Juan.

Elvira dijo...

Es verdad, Lenka, a mí también me pasa: a veces le suelto una frase a una amiga sin pensar, y luego me doy cuenta de que no está mal. Es como que ni sabía que pensaba eso... y de pronto salió.

Juan: Siento que tengas una amiga con ese problema, aunque no sea tan exagerado como en el texto. Todos conocemos a alguien así. Son "inconvencibles".

Chusa: yo creo que es una mezcla, ¿verdad? Ni todo "es la vida", ni todo está en nuestra mano. A veces cuesta distinguir hasta dónde podemos incidir en la situación y cuándo conviene dejar de darnos golpes contra la misma pared, porque ya no no está en nuestra mano hacer más.

Besos de buenas noches a todos

Io dijo...

Juan, espero que no te hayas enfadado por suponer que eras tú de joven. Es que cuando lo he leído me ha dado la sensación de que estaba escrito en primera persona hablando en pasado. Luego ya he salido del error, y he respirado, aunque me extrañaba mucho que pudieses haber llegado a ser así alguna vez.

La experiencia, las vivencias, nos tienen que servir para cambiar, para evolucionar en nuestra manera de ser. No se puede ser tan inflexible como para mantener una personalidad férrea y además equivocada y que los errores que cometes ni siquiera te infundan una duda. El caso de tu amiga es muy fuerte. Pero es cierto que hay gente así. Y si el fracaso con sus seres más queridos no le han hecho plantearse una posible actitud equivocada, nadie conseguirá hacerles cambiar de opinión.

Lo siento por ellos, y por los seres que se vieron afectados por su intransigencia.

Besos para todos.

Juan dijo...

El problema Lenka es la falta de una autocrítica constructiva y sincera.

El camino es que cuando algo sale mal en tu vida, busques en que te has equivocado tú, no en que se han equivocado los demás, porque lo primero lo puedes corregir mientras que lo segundo rara vez se consigue solucionar.

Pero me temo que la mayoría hace lo contrario, busca justificaciones externas a sus errores y la conclusión final es muy simple: el mundo es muy malo, porque obviamente yo soy muy bueno.

Un abrazo Lenka.

Chusa, eso es la comodidad. Lo aprendido no cuesta pero innovar supone un ejercicio activo que la mayoría no está dispuesto a asumir. El dejarse llevar es, a la larga, infinitamente más incómodo.

Las cosas salen mal una detrás de otra y, en vez de enfrentarte a tus errores, prefieres centrarte en la hipotética mala suerte que te persigue, o en Dios lo habrá querido así, ¡qué se le va a hacer, la vida es así¡.

Solución: rezar a Dios para que sea él quién cambie la situación, o acudir a una bruja que nos dé las soluciones, por supuesto de forma mágica y sin esfuerzo para nosotros.

Un abrazo Chusa

Juan dijo...

Elvira, dices "Ni todo "es la vida", ni todo está en nuestra mano."

Por supuesto que es verdad. ¡¡¡Hay tantas cosas que no están en nuestras manos¡¡¡. Pero no nos debemos centrar en ellas, porque supondría un gasto de energía brutal intentar cambiar el mundo, además de no servir casi de nada. Debemos buscar en nosotros lo que no funciona y, si lo conseguimos, sí que podremos mejorar algo en el mundo, pero esto vendrá sobreañadido.

Un abrazo Elvira.

Io, has citado en un texto muy corto tres palabras clave: inflexibilidad, personalidad férrea y duda. Creoq ue resume muy bien todo lo anterior.

La flexibilidad es uno de los valores más apreciados por mí. Nos hace ser más fuertes porque nos adapta a las circunstancias cambiantes con las que nos vamos enfrentando.

Hay personas que se adaptan al mundo y otras que intentan adaptar el mundo a ellas. La frase es un tanto rotunda, pero creo que muy certera. Por adaptarse al mundo no me refiero a dejarse manipular, o ser un pasota en todo, o simplemente reaccionar, sino en tener muy claras tus ideas pero siendo flexible y cambiando de acuerdo a como vaya haciendo falta según el entorno que te rodee en cada momento.

El que adapta el mundo a ellas, son en el fondo unos dictadores. Esto hay que hacerlo así y esto otro tiene que funcionar de esta forma. Si se le hace caso, los demás se tienen que adaptar a sus condiciones, si no se le tiene en cuenta, tienes a una persona insatisfecha a tu lado que va a estar continuamente poniendo trampas y creando cizaña en el grupo.

Por supuesto que no me he enfadado Io, jajajaja. Yo de pequeño era bastante peor, ajajajajaj, en serio. Creo que tuve tantas equivocaciones, fui tan fiero, tan agresivo incluso, que ya no me quedan fuerzas para pelearme, jajajajajaja. Algún día hablaré de mi infancia, de la que no estoy en absoluto nada orgulloso, pero aprendí de ella.

Un abrazo Io.

Rose dijo...

¡Hola!
Gracias, Juan. Leí tu respuesta ayer pero no saqué un segundo para darte las gracias.... Tienes razón, es mejor no leer demasiado a san google... efectivamente, hay datos terroríficos...
Ir. ya está muchísimo mejor. Es increíble lo deprisa que se recuperan los niños. Efectivamente, está correctamente vacunada, y tiene además tres dosis de Prevenar que, al menos aquí, Osakidetza no cubre... Lo que sucede es que la triple vírica no se pone hasta el año (ignoro si es así en todas las comunidades) y ella sólo tiene siete meses.
Gracias, Juan, por permitirme abusar de tus conocimientos, y disculpa que me haya ido por completo de tu tema....
"Algún día hablaré de mi infancia, de la que no estoy en absoluto nada orgulloso, pero aprendí de ella." Pues estoy deseando que lo hagas....

Rose dijo...

Por cierto, yo también conozco una persona que se queja de la terrible dependencia de su hija (única hija), que con casi treinta años y casa propia sigue yendo a que su madre le haga la comida, le lave la ropa, incluso le compre ropa y zapatos. Tampoco se da cuenta de que la raíz del problema es la tremenda sobreprotección que aún continúa ejerciendo sobre ella. Ve peligros por todas partes, y tiene un miedo terrible incluso de que su hija salga a tomar un café con amigas. A veces se queja de que su hija la trata mal, le responde agresivamente, o incluso le da órdenes, y no se da cuenta de que ese tipo de relación que ha contribuído a crear es tan dañina para ella como para su hija, y le frustra tanto a ella como a su hija. De hecho, la dependencia es mutua...

Juan dijo...

De nada Rose, ha sido un placer poderte servir.

Lo que cuentas de esta chica de 30 años es exactamente el mismo caso, idéntico, con la salvedad que las dos jias tienen 35 y 25 años.

Además has dicho algo muy interesante: la dependencia es mutua. No me había fijado en este detalle y tienes toda la razón. Mi amiga no puede ni imaginarse que algún día sus hijas dejen de necesitarla y, al fin y al cabo, es otra forma de dependencia.

Creo que nuestra obligación como padres es hacer de nuestros hijos seres independientes y capacitados, pero eso da mucho miedo a algunos y parece que hacen lo imposible en criar "irresponsables y dependientes" con tanto proteccionismo.

Un abrazo Rose. Gracias a tí.

Lenka dijo...

Es curiosísimo lo que comentáis, Rose y Juan. Conozco a varias personas así, generalmente mujeres, madres que han sobreprotegido a sus hijos y han creado con ellos unos lazos de dependencia que no me parecen sanos para ninguna de las dos partes. Te encuentras con personas adultas que necesitan que alguien les siga sacando ciertas castañas del fuego, cosas como lavarse la ropa, o cocinar. Y, seamos serios, vale que no nos salgan las lentejas como a mamá, pero caramba, ser mínimamente autosuficiente creo que no es tan tremendamente complicado.

Ojo, que lo dice una que sigue llevando los vaqueros a su madre para que le cosa los bajos. Horror y vergüenza debiera darme!!! Luego, aunque sea una mera justificación mía, intento compensarla en otras cosas que a ella no le gusta mucho hacer, como cosas de papeles y reclamaciones. Afortunadamente tampoco es que nos "necesitemos". Nos ofrecemos a ayudarnos mutuamente en ciertas cosillas, pero ni ella precisa de mí realmente ni yo de ella (en esas cosas). Comodidad, supongo.

Y luego es una lucha, porque algunas madres (la mía) son de las que se ofrecen a todo. Vendría a casa a limpiar y cocinar para mí si yo no la mantuviera a raya en eso. Porque no, caray, tengo 30 años largos. No cocino como ella, pero tampoco aprenderé nunca si siempre dependo de que me lo haga.

Es curioso, no hay día que no me suelte algún "reproche cariñoso" cuando tiene que ayudarme en algo. Qué harías tú sin mi? Qué harás cuando yo falte? Obviamente no voy a morirme si tengo que pagar a una modista, madre. Pero claro, no se lo digo. Porque, qué cosas, existe esa dependencia, aunque sea mínima. Porque si pasan semanas y no le pido nada, es ella la que anda sondeando. No tienes ropa para arreglar? Te hago unos cojines para el sofá? Es como si necesitara esa utilidad. La riño siempre. Su utilidad no se basa en hacerme cortinas nuevas. Es tremendamente útil e importante sólo por existir y ser mi madre, las cortinas son lo de menos. Y al final claudico, por comodidad supongo, y porque hay algo misterioso que lleva a algunas madres a "necesitar" hacer cosas por sus hijos, aunque se lo reprochen después sin la menor convicción. Mi madre me riñe porque no sé coser, pero cuando lo intento me quita las cosas de las manos para hacerlo ella. Qué harías tú sin mí? APRENDER!!! Jajaja, a veces paso ganas de decírselo.

Sorprendente que a veces tengamos que luchar por esa autosuficiencia. Increíble que se empeñen en hacernos cosas que deberíamos saber hacer, y que nos riñan luego por no saber hacerlas. Por qué será? Es por devolvernos otras cosas? Por las poquísimas veces que somos los hijos los que nos tomamos una pequeña molestia por ellas? Por miedo a sentirse una carga? Por miedo a que ya no las necesitemos para nada?

A lo mejor es un sentimiento de lo más natural en una madre, no lo sé. Pero parece que en la mayoría de casos esa dependencia existe. Claro que, hay grados. En casos que conozco, y en los que comentáis, parece un poco más "insana". Casi ninguna madre se priva del gustazo de recordarnos lo desastres que somos con la casa, con la cocina, con casi todo. Qué haríamos sin ellas. Riñen, y no nos las creemos. Luego haces un bizcocho insípido y desinflado, y madre mía, le cuentan a todo el mundo que eres poco menos que el Arzak reencarnado. Mi niña, lo que sabe. Y tiene estudios. Y lo guapa que es. Ayns.

Pero claro, también hay relaciones mucho más complejas, o extremas. Hijos que abusan de sus madres, las exprimen. Madres que sobreprotegen hasta el delirio, incapacitando a sus hijos (que muchas veces se dejan incapacitar, por comodidad, supongo) pero luego se lamentan amargamente toda la vida (unos y otras). Sé de madres que no tienen en la boca más que quejas y reproches sobre la inutilidad y el egoísmo de sus vástagos. Pero jamás aflojan esa dependencia, jamás se plantan. Es como si necesitaran que ellos las necesitaran. Sentirían culpa, qué mala madre soy, si se plantaran? Y si es así, por qué hacen sentir a sus hijos culpables por necesitarlas? Y culpables también cuando no las necesitan????

Buf, se me complica el tema por momentos. Supongo que somos complicados y a veces tejemos relaciones complicadas. No ocurre también con muchas parejas? Seguiré meditando!!

Io dijo...

Rose, me alegro de que Ir ya esté mejor.

Un besazo, guapa!

Juan dijo...

Lenka, creo que todos necesitamos que nos necesiten.

Las mujeres de la generación de tu madre fueron educadas para ser necesarias, para cuidar a los demás. Por eso veo muy normal que tenga esa necesidad de no sentirse una inútil, de que aún puede echar una mano, a la vez de ser de alguna forma "admirada", algo que pueda hacer mejor que tú para recibir algún elogio del tipo: "tus lentejas son insuperables".

Tú eres una persona independiente, que se saca sus castañas del fuego, pero tampoco está de más hacerle ver lo importante que ella es para ti y, de vez en cuando, admirarla por lo bien que cose o cocina. Seguro que la hace muy feliz.

Un abrazo.