domingo, 11 de enero de 2009

Solidaridad

A raíz de las dos magníficas entradas de Io y Celadus, he desenterrado algo que escribí en el foro hace algún tiempo. Me dio vergüenza en su día publicarla y me la vuelve a dar ahora.

Sobre el tema concreto de Israel y Palestina, soy incapaz de opinar. Ambos se dejan llevar por sus facciones más violentas. La única diferencia es que los israelíes matan mejor, no por ser peores, sino porque tienen mejores armas. Si fueran los palestinos los que tuvieran la fuerza de las armas, sería lo mismo pero al contrario. Por consiguiente, cuando dos pueblos han decidido matarse, las soluciones exteriores no suelen servir demasiado, quizás como mucho, disminuir el horror, que no es poco. Tampoco creo que los que crearon el problema, sean los que lo puedan solucionar. La única forma de terminar un conflicto así procede de los propios israelíes y palestinos.

Me he ido de madre, a continuación expongo lo que quería mostraros de mí.

Me considero una persona políticamente muy incorrecta. Soy incapaz de criticar de manera feroz a la derecha, la izquierda, los sindicatos o los empresarios. Soy incapaz de denunciar las inmensas injusticias sociales que existen en el mundo. No puedo reivindicar las igualdades ni la solidaridad, sólo reflexiono y lo escribo, pero soy incapaz de exigir. Intentaré contaros el porqué, de la forma más sucinta posible.

Durante mi infancia sufrí mucho debido a una enfermedad. Desde entonces me propuse cambiar el mundo en la medida de mis posibilidades. Sería misionero, o médico para curar a los negritos o a los chinitos, o maestro para enseñar a los mismos chinitos o negritos que previamente había curado. Todo desde un punto de vista muy espiritual y católico (me descerebraron en un colegio católico).

Pero hubieron dos hechos que frustraron mis loables intenciones: un terrible dilema físico-espiritual entre el egoísmo que suponía la masturbación (amén de secarse la médula espinal y la subsiguiente locura) y la imposibilidad de dejar de hacerlo, que me apartó de la Iglesia (después fueron muchas más razones las que me apartaron) y una visita de un misionero en Bolivia que me abrió los ojos a lo terriblemente difícil que era darlo todo por los demás. Foto a foto de aquella misión, con toda la podredumbre incluída, muy apartado de mis sueños de curaciones y enseñanzas maravillosas en un mundo pobre pero limpio en que yo era considerado como un héroe.

Varios años más tarde volvieron las buenas intenciones de la mano del PCE, hasta que comprobé que sí querían cambiar el mundo.....pero no precisamente para mejor. Sus herramientas para el cambio eran las armas y sus máximos exponentes, idolatrados, eran el Che con su fusil y Fidel Castro con el suyo.

Ahora ya no me engaño: soy un egoísta de tomo y lomo. No me falta de nada. Tengo casa, coche, televisor, no me falta un plato de lentejas, puedo permitirme mis pequeños lujos como la cervecita y la tapita con los míos, mis dos semanas de playa en el verano, mi ordenador, mi blog. En fin: un completito.

Para tener mi conciencia anestesiada podría llenarme la boca de palabras preciosas sobre igualdad, ayuda al tercer mundo, condonación de deudas, 0.7 %, todos los muertos son iguales, ayudar al inmigrante, luchar contra las injusticias sociales, que terrible es el consumismo y tantas y tantas palabras que nos hacen sentir ser buenos, ser mejores, pero que se quedan en eso: sólo palabras. Los hechos del día a día son tercos, porque después de decir o escribir semejantes buenas intenciones delante de un ordenador, lo apago y me voy a tomar la tapita y la cervecita con mi familia mientras 1000 millones de niños se siguen muriendo de hambre, mientras las mujeres siguen siendo mutiladas sexualmente y matadas por sus parejas, mientras tantos sufren persecución, tortura y muerte por sus ideas, mientras.....mientras......

No quiero ser como la miss de turno que quiere la paz en el mundo. O lucho activamente o me callo. Si todos somos tan iguales, ¿porqué no abrimos nuestras fronteras a todo aquel que quiera, sin papeles y sin gaitas?. Sí, vendrían 20 o 30 millones de subsaharianos, marroquíes, ecuatorianos, y Europa nos cerraría sus fronteras...y nosotros viviríamos mucho peor para que los que vienen vivan algo mejor. Pero eso es igualdad: no fronteras. ¿Porqué nosotros tenemos derecho a todo lo bueno que da Europa y el que ha nacido en Senegal no?. Pues amigos míos, yo no quiero abrir las fronteras libremente....porque SOY EGOISTA. No quiero vivir peor para que otros vivan un poquito mejor. Pero me niego a autoengañarme con palabras preciosas y políticamente correctas. Consumo y consumo y, entre cervecita y cervecita, hablo de lo injusto que es el mundo y lo mal repartido que está....mal repartido, pero lo que me toca a mí que no me lo quite nadie....que hasta el mileurista se queja de lo poco que puede consumir cuando hay cuatro mil millones de personas en el mundo que arriesgarían su vida por tener 500.

Soy un egoísta de tomo y lomo que mientras no luche con actos de verdad, como Ghandi, Teresa de Calcuta, mi buena amiga la hermana Isabel en Ghana, o mi buen amigo Jorge, oftalmólogo que ha preferido curar ojos en Mauritania a cambio de sonrisas, en vez de curarlos en España a cambio de millones, no me doy el derecho de decir bonitas palabras cuando ellos hacen buenos actos. Qué fácil es hablar y que difícil es ser consecuente con lo que se dice.

Soy egoísta, pero no me quiero autoengañar. Tranquilizo mi conciencia con “ya que no puedo cambiar el mundo, voy a hacer que mi mundo sea lo mejor posible”. Creo que soy un buen médico y me entrego a mis pacientes, tanto para curar su cuerpo como para confortar su espíritu. Siempre tengo una sonrisa, un beso y un abrazo para todos los que me rodean. Pero no quiero autoengañarme, podría hacer más, mucho más y, mientras no me dé la gana de HACER y siga repatingado en mi egoísmo, no me encuentro con el derecho de hablar para tranquilizar mi conciencia y sentirme mejor.

Cada uno hace lo que puede y lo que cree más oportuno. Siempre es mejor hacer algo que nada, por supuesto. Dar algo de nuestro dinero a las distintas ONGs es un pequeño remiendo de lo que realmente cada uno podría hacer. Asistir a una manifestación con el No seguido de cualquier slogan, en ocasiones, muy pocas, ha servido de algo. La cena de superlujo carísima con un objetivo recaudatorio para los desfavorecidos de cualquier tipo. No estoy en contra de nada de esto, muy al contrario, ayuda. Cumplen dos funciones fundamentales: una ayuda a los que más les hace falta y una anestesia al que la da. Ambas son positivas. Sentirnos culpables por no hacer más, o por no saber o simplemente por no ser capaces por comodidad o miedo, no mejora nada y lo empeora todo.

Vivo muy bien. Soy feliz. Pero me niego a engañarme. Soy egoísta.

40 comentarios:

Luna dijo...

Hola Juan:
La primera vez que lo he leido, he pensado que era lo que llamamos en teatro "un vómito" (la necesidad de expulsar violentamente de forma oral o escrita, un sentimiento que ahoga)leido por segunsa vez, veo que no, es un texto pensado y realista.
Guardo en la memoria las masacres de Sabra y Chatila en el 82 a nadie se ha juzgado por aquello.
Siempre me pregunto como el pueblo judio que sufrió lo que sufrió, puede ser tan cruel con los demás.
Tienes una profesión especial, de ayuda a los demás, por lo tanto YA, eres un poco diferente.

¿No voy a criticar? pues de momento no, pero algo habrá.

Juan dijo...

Hola Luna. Pues tiene algo de ambas cosas: un vómito y algo pensado.

Creo que el mundo nunca cambiará, al menos de forma importante. Es cierto que en buena parte de Europa vivimos un momento histórico único en cuanto a paz, bienestar, derechos y tendemos hacia una equidad cada vez mayor. Muchas guerras y mucha sangre ha corrido para que lleguemos a nuestra realidad actual. Pero ¿cuánto de este bienestar no se debe a la explotación del tercer mundo?.

La guerra entre Israel y palestinos está siendo alimentada de forma feroz desde dentro. Es fácil ponerse del lado del que más sufre, en este caso del pueblo palestino, pero si ellos fueran los más fuertes me temo que serían los verdugos. Es lo mismo que los judíos: han sido siempre las víctimas allá donde han ido, han sufrido persecuciones de todo tipo y genocidios, no sólo de la Alemania nazi, basta recordar algunos trozos de nuestra propia historia o las razzias en Rusia y países del Este de Europa.

Pero en cuanto tienen poder.....las víctimas de antes se convierten en los verdugos de hoy y así en un eterno péndulo.

Cuando se tiene poder, siempre aparece gente sin escrúpulos que lo utilizan de la peor de las maneras. El Imperio romano lo utilizó, los mogoles, los españoles, ingleses o franceses, los alemanes o rusos y, en la actualidad, los norteamericanos.

El poder tiene dos vertientes: conseguirlo y mantenerlo y, para ambas cosas, se necesita de la violencia, ya sea violencia directa en forma de cañones o violencia indirecta como la que ejercen los ricos actuales sobre los pobres actuales.

Las matanzas de Sabra y Chatila no creo que se castiguen nunca, ni las matanzas en Irak. Sólo se castiga a los perdedores. Los fuertes siempre tienen la razón, son los que escriben la historia y los que dictan las normas.

Un abrazo Luna

Io dijo...

Hola Juan:

Luna ha definido en una sola palabra el sentimiento que me inspiró mi entrada: un vómito, un aullido a la luna, una pregunta que dejo salir porque quema, aún sabiendo que no existe respuesta o la que existe es muy decepcionante.

En cualquier caso celebro que mi entrada, que a mí no me parece tan maravillosa, haya servido para que tú publiques esta, que si veo mucho más cabal y meditada y con la que me identifico absolutamente.

Gracias por estar aquí y por ofrecer respuestas muy concretas a preguntas muy ambiguas.

Un fuerte abrazo!

Elvira dijo...

Hola Juan: estoy de acuerdo con Luna en que tienes una profesión especial, de ayuda a los demás. Como escribí bajo el título de mi blog, me interesan "todas las profesiones u oficios que contribuyen a mejorar las condiciones de vida o el entorno", y la tuya es una de ellas.

Pocas personas tienen madera de héroes como Ghandi o Teresa de Calcuta. Pero sí que es bueno que vayamos revisando nuestros actos de manera que cada vez seamos más solidarios. Esta entrada tuya la entiendo como este tipo de revisión, tan necesaria. Un abrazo

Elvira dijo...

Io, tu entrada me pareció muy valiosa. Gracias a ti también. Mil besos

Juan dijo...

Sí Io, tanto tu entrada como la de Celadus me animaron a publicar esta que la tenía escrita desde hace tiempo.

No es mejor ni peor que la tuya, no hay comparación posible. Es mi grito, como la ha sido el tuyo.

Un abrazo y muchas gracias por la inspiración Io.

Sí Elvira, y es una profesión escogida de verdad que la intento vivir a tope día a día.

Y sí, es una convulsión de la conciencia para intentar mejorar día a día, no sentirte a gusto. No estar cómodo es la mejor manera de afrontar las injusticias.

No todos tienen la capacidad, valentía y generosidad de Ghandi o Teresa, pero sí son muchos los que lo están dando todo, como algunas hijas que están en Camboya.

Un abrazo para tí, Elviram y otro muy espcial para tu hija.

Luna dijo...

Tienes razón,los poderosos...
La entrada de lo es un grito comprensible desde mi punto de vista.
Aunque pueda parecer una crítica, no lo es y me refiero a lo de la hija de Elvira. Me gustan esas personas, no por su valentía, me gustan por elegir su propio camino, su propia vida con todos los pro y los contras. Unas veces son destinos lejanos y otras a la vuelta de la esquina. Saber lo que queremos hacer con nuestra vida es lo importante y hacerlo, mucho más.
Me cuesta decir todos los paléstinos o todos los judios, pues ahora mismo mi pareji está en la manifestación con un vecino judio, pidiendo que se callen las armas..

Saludso a todos

Elvira dijo...

Gracias, Juan. Le pasaré el abrazo especial a mi hija.

Luna: no sólo no lo tomo como crítica, sino que estoy bastante de acuerdo contigo. Uno tiene que encontrar su camino, aquí o donde sea, y ser fiel a la vocación. Pero eso, aquí o allá, a veces requiere valentía, y la vocación de mi hija requería valentía. Le ofrecieron varios trabajos remunerados aquí en Barcelona que no coincidían con su vocación, y los rechazó. Y no sabía muy bien con lo que se iba a encontrar en Camboya. Es evidente que no va a estar toda la vida de voluntaria, necesita ganar dinero como todo el mundo.

Cualquier profesión elegida de verdad y vivida de la mejor manera posible es admirable. Pero hay algunas "profesiones" que no respeto, porque sólo se trata de especular y sacar el dinero a la gente como sea.

Un fuerte abrazo a todos.

Sra de Zafón dijo...

Pues yo creo, Juan, que ayudando a una sola persona, con hechos, además de con palabras, ya se ha cambiando un mundo, y me da que tú ya has cambiando muchos...

Te invito, aprovechando una conversación con Elvira, a que te acerques al mundo de Paulo Freire, gran pedagogo y "transformador" de mundos.
Un abrazo.

Io dijo...

Gracias, Elvira. A mí la que me parece valiosa es Lucía, y tu generosidad al renunciar a ella para beneficio de todos.

Juan, no sé cómo explicarlo, pero haces que me sienta bien. Me siento bien sabiendo que vivo en un mundo donde existes tú, Kaken, Elvira, Lucía, Luna, Chusa, Lenka, Celadus, etc. y mi Carol. Este mundo también es real.

Lenka dijo...

Qué razón tienes, Juan. Cómo nos indignamos y nos revolvemos contra la injusticia, desde el salón de nuestra casa, delante de un ordenador cuyo precio pudo salvar a varios niños de morir de hambre (sólo pensarlo saca los colores). Qué pocos tienen la voluntad o el valor de agarrar el petate e ir a encontrarse con la auténtica miseria. Son muy pocos y son héroes, aunque ellos no se ven de ese modo. Nosotros, desde aquí, apoyamos sus luchas, enviamos donativos, les aplaudimos y admiramos, porque ellos son los que se atreven a hacer lo que nosotros no haríamos. Denunciamos y pataleamos, pero mejor que actúen otros más bravos, mejor que sean otros los que renuncian a la comodidad del sofá, a ponerse estupendos y mofarse del consumismo (como si estuviéramos libres de él), a la cervecita y las tapas.

Unos hacemos muy poco (casi nada) y otros hacen muchísimo. Los habrá incluso que no hagan nada de nada. Los hay incluso tan cínicos que en todo ven un "acallarse la conciencia". El rico que dona parte de su fortuna es por limpiarse la conciencia, el de clase media que colabora con unas horas al mes o unas monedas, ídem, y hasta algunos creen que el que se deja la vida en tierra extraña lo hace por lo mismo. Pues mira, la verdad, bienvenida sea esa limpieza de conciencia, en todas sus manifestaciones. Qué duda cabe que la más valiosa es la de aquellos que se atreven a meter sus manos en la miseria, hasta los codos. Pueden importar sus razones cuando se atreven a tanto?? Desde luego yo no lo juzgaré desde mi salón.

Como tú, elegí una profesión por pura vocación, con la idea de hacer algo, indignada y cabreada con las cosas pero muy consciente de que no tenía madera de heroína, con mi egoísmo y mi comodidad bien asumidos. Es poco, porque no renunciaría a muchas cosas. Es bueno (quiero creer) porque no me basta, no me siento satisfecha con eso, siempre intento un poco más. Sigue siendo cómodo, porque no me quita nada. Y así hasta el infinito. Nunca es bastante, nunca está exento de egoísmo, nunca es "puro" ni total. Es algo. Yo tampoco me engaño.

Lo que hago me hace sentir un poco mejor (ah, la conciencia), pero no lo bastante. Entonces hago un poco más, pero sin alardes, no me las voy a dar de chachi. No pienso irme a La India a vacunar niños porque soy egoísta y quiero seguir con mi vida de aquí, mi gente, mis planes. Mi lucha es comodona y fácil, por supuesto. Hace un momento mi pareja hablaba de comprarme un ordenador nuevo. Le pregunté por qué. Porque el mío ya tiene unos años, me dijo. Y qué? Funciona a la perfección, es casi demasiado bueno para el uso que le doy. Mujer, pero hay ofertas. Pero y qué?? No necesito otro ordenador, es perfecto el que tengo, para qué gastar dinero a lo tonto?? Podemos pagarlo. Sí, pero esa no es la cuestión, no lo necesitamos.

Es una tontería, ni siquiera necesitaríamos este. No necesitamos ni la mitad de lo que tenemos. Mis pequeñas luchas son así de tontas y de pequeñas. Me niego a derrochar, por ejemplo, me parece una tontería. Comprar algo sólo porque puedo hacerlo? Pero en realidad no tiene mérito, porque renuncio a cosas que no me interesan demasiado, no supone una graaaaan renuncia. Creo, eso sí, que es de sentido común. Me siento sensata, pero no especial. Habrá otros que renuncien a mucho más, o a cosas que para mí son innegociables. Qué sé yo.

Supongo que cada cual hace lo que puede, lo que quiere, lo que considera oportuno. Pero, sobre todo, todos somos más o menos egoístas y queremos vivir nuestras vidas. Quizá incluso los que las dan por completo sólo siguen el impulso de lo que desean (bendito, bendito impulso, bendito mil veces ese "egoísmo" suyo!!!) A lo mejor es una excusa, pero me gusta ser feliz, y el pensar siempre que mi felicidad es a costa de otros me amarga, me deprime, me entristece. Así que decido ser egoísta de nuevo y no pensarlo todo el rato. Lo pienso a veces, lo critico, lo pataleo, hago mis pequeñas y comodonas luchas y sigo con mi hermosa y fácil vida. Y no me engaño, desde luego.

Como dijo en su día el gran Silvio: "soy feliz y quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad".

Luna dijo...

No somos culpables de donde hemos nacido.
Las campañas navideñas, es verdad que no se hacen para aligerar nuestro corazoncito; se hacen para las empresas grandes y desgravar sus beneficios. No me voy a quejar si personas más desfavorecidas se benefician.
Gracias Elvira, tenía la sensación de que me entenderías. Creo que el tipo de personas como tu hija, llevan un gen especial que cuando se desarrolla es maravilloso, aunque vivirlo de lejos es duro ¿verdad?

Un abrazo a todos

Juan dijo...

Luna, es cierto, cada uno escoge su camino y al final, lo verdaderamente importante, es que ese camino sea fructífero no sólo para tí, sino para los demás.

Los grandes ideales como la paz, la solidaridad se pueden conseguir, quizás no a gran escala, como los que están en primera línea, pero todos, absolutamente todos, podemos poner nuestro granito de arena, mediante donativos, como propugna Celadus, mediante un trabajo bien hecho y con cariño, que no tiene porque ser social como la Medicina, desde las tablas de un teatro, o el pincel del pintor o el word del escritor, o poniendo ladrillos, da igual la ocupación que tengas, sólo es necesario hacerlo bien. La sonrisa y el buen hacer de una administrativa cuando estás cabreado con los papeleos, la charla cariñosa de la que regenta la tienda en la que compras. Todos tenemos mucho que decir en nuestra jornada laboral. Y fuera de ella, mucho más. No más miradas aviesas, freno a la desconfianza, menos gritos y más risas. De nosotros también depende hacer un mundo mejor, al menos el nuestro, el que nos rodea.

Pero esto no debe servir para lavar conciencias, porque en ese momento, nos acomodamos.

Schindler, tras salvar a más de 1200 judíos en la segunda guerra mundial, lloraba porque había hecho demasiado poco. Creo que ese debe ser el espíritu. Tener conciencia de que siempre hacemos demasiado poco.

Pues la manifestación a la que ha ido tu pareja, estoy convencido que son una mayoría de palestinos e israelíes a los que les gustaría estrechar brazos y dejar las armas, pero los dos pueblos están "suplantados" por extremistas que sólo entienden el sonido de los fusiles.

Si en vez de los dirigentes, fueran los pueblos los que negociaran, quizás se comenzarían muchas guerras, pero se terminarían muy rápidamente.

Un abrazo Luna. Gracias por tu tiempo.

Juan dijo...

Elvira, claro que en algún momento tu hija tendrá que volver, pero so no le resta ni un ápice de mi admiración. El bagaje que va a traer de vuelta a casa es impresionante. A buen seguro que será una persona que lo siga dando todo y, en ella, ese todo que tiene, debe ser mucho.

Antes he hablado del trabajo bien hecho, por supuesto que no me refiero al trabajo del especulador, con el que estoy de acuerdo contigo, sino del trabajo productivo, sea cual sea la rama. ¿Cuánto vale un buen maestro Elvira?. ¿Cuanto bien hace?. Al margen del sueldo que obtenga, el servicio que presta a la comunidad es inmenso.

Un abrazo Elvira

Chusa, me quedo con la copla: Paulo Freire. Lo rebuscaré. Me ha gustado: tranformador de mundos. Todos tenemos esa capacidad, más o menos a flor de piel. Somos capaces de mejorar nuestro entorno. Sólo tenemos que salir de nuestra piel y comprender, sonreir, escuchar. Si buscamos malos propósitos en los demás, a buen seguro nos lo vamos a encontrar. Si buscamos lo que hay debajo de las apariencias, quizás encontremos a una persona con muchos miedos, pero deseosa de ser escuchada. Ir con el corazón abierto de par en par, aunque a veces nos hagan daño, creo que al final nos hace vivir una vida mucho más plena.

Un abrazo Chusa.

Elvira dijo...

Io, Luna, Chusa, Juan: todo un placer hablar con vosotros.
Io, me has emocionado.
Luna: sí, vivirlo de lejos es duro, pero merece la pena.
Chusa: ya he echado un vistazo a Paulo Freire, gracias, investigaré más.
Juan: "cada uno escoge su camino y al final, lo verdaderamente importante, es que ese camino sea fructífero no sólo para tí, sino para los demás". EXACTO.

Besos y un fuerte abrazo. Para Lenka también, aunque no hayamos hablado :-)

Juan dijo...

Io, muchas gracias por tus palabras. Tú cambias el mundo, tú eres una transformadora de mundos, como dice Chusa. Me ha impresionado sobremanera la forma en que has llevado la cuestión taurina en tu blog. El respeto que has mostrado y el tono que has conseguido imprimir en un debate en que las emociones suelen estar a flor de piel. Eso es mejorar el mundo.
Un abrazo Io.

Lenka, el tono que has empleado es exactamente el tono que quería evidenciar. No abandonarnos al buenismo rampante de: que correctas son mis ideas, que bueno soy. Pensar en términos de "hay que ser solidarios", demasiadas veces se estrella con la cruda realidad de que no lo somos. Tenemos que ser conscientes que, la mayoría de nosotros somos egoístas, que lo que hacemos no es suficiente.

El ordenador que no vas a comprar es un grano de arena, pero con muchos ya se sabe.

Un abrazo Lenka

Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan dijo...

Luna, es cierto que no somos culpables de donde hemos nacido, pero sí somos responsables de que la suerte que hemos tenido consigamos de alguna manera distribuirla entre los que no la han tenido.

Las campañas navideñas supongo que nos sirven a todos, tiendas y a nosotros que nos encanta tirar la casa por la ventana de vez en cuando.

Los grandes almacenes sólo se aprovechan de nuestra voracidad, no son la causa del despilfarro, sino una simple consecuencia.

No se si personas como la hija de Elvira tienen un gen especial(bendito gen si existe), más bien diría que tienen una fortaleza espiritual excepcional. Probablemente sus padres tienen algo o mucho que ver en eso.

Un abrazo Luna

Elvira dijo...

Hola otra vez, Juan: escribíamos los dos a la vez :-)

Gracias por tus palabras respecto a Lucía, yo también lo veo como tú. Y un maestro de primaria o un profesor de secundaria, si se toman en serio su trabajo, pueden hacer mucho bien, cierto. Espero haber dejado buenas huellas.

Ya sabía que no te referías a especuladores, pero he querido apuntar esas "profesiones" que no admiro nada.

Estoy muy de acuerdo en alabar el respeto que ha mostrado Io y el tono que ha conseguido imprimir no sólo en el debate de toros, sino en otros también. Tiene una mezcla de valentía y de delicadeza que es admirable y poco corriente.

Más besos a todos

Elvira dijo...

Otra vez hemos coincidido escribiendo a la vez!!! Antes me refería a las palabras de tu anterior comentario, no del último (es que si no parece que yo misma me esté echando flores, me ha entrado un poco de apuro).

Io dijo...

Gracias Juan, y gracias Elvira. No tiene mucho mérito cuando se cuenta con un aforo de personas tan sinceras, cariñosas y respetuosas como los que visitáis mi/vuestro espacio.

Hoy estoy algo sensible, y este tipo de afirmaciones me tocan el alma. Me aportáis mucho, no os imagináis cuánto.

Anónimo dijo...

Excelente reflexión. Sin tapujos

Un saludo

Kaken dijo...

Juan, a pesar de que ya sabes lo que opino en cuento al hermetismo, en esta ocasión me quito el sombrero, me parece una entrada muy valiente.

Y lo mismo digo de los comentaristas.
Estupenda manera de encajar los temas, chapeau.

Un bes a todos

Guaja dijo...

Comprendo tu entrada perfectamente, Juan.
Considero heroes a las personas que cambian su vida por una causa justa, que lo dejan todo para irse a no se donde a ayudar, pero tambien valoro mucho las pequeñas luchas cotidianas de los que estamos aqui. Por supuesto que nunca es suficiente, pero es algo, y sobre todo, es mejor que nada.

Respecto al conflicto israeli-palestino , si la cosa pintase de otra manera los palestinos harian lo mismo?, la verdad es que ni me lo cuestiono, porque no creo que vaya a suceder, solo se que para hacer lo que Israel esta haciendo hay que ser algo bastante peor que extremista. Por no hablar de los organismos internacionales, a los que solo les falta cerrar los ojos.

Juan, una vez mas, enhorabuena por tu entrada.

Juan dijo...

Jajaja, Elvira, nos estuvimos pisando.

No necesitas echarte flores, jajaja, ya tienes muchos fans, al igual que tu hija. Debes estar muy orgullosa de ella.

Un abrazo Elvira.

Io, "Dios los cría y ellos se juntan". El respeto llama al respeto. Si en tu blog entran personas así, algo tendrás tú que ver, jejejeje.

Un abrazo.

Faladomi muchas gracias. Un abrazo.

Muchas gracias Kaken. Sé que no soy nada hermético, pero es que ya sabes que me gusta ser así. Todos nos guardamos algo para nosotros mismos, es normal, ¿pero cual es un buen motivo para no ser abierto?.

Un beso Kaken.

Guaja, claro que las pequeñas luchas diarias también son importantes. La gente no sufre sólo en Irak o en Corea del Norte. A tu lado hay mucha gente que sufre mucho, aunque no pase hambre, y una forma de mejorar el mundo es ser conscientes de ellos y ofrecernos.

Estoy de acuerdo en que lo que Israel está haciendo es terrorismo puro y duro. No sólo por el ataque actual, hay muchas más cosas como la construcción de muros, asentamientos en zonas palestinas, control de fronteras para que no llegue de manera adecuada la ayuda internacional y muchas más. Pero los palestinos también se dedican a tirar cohetes sobre Israel, elegir como gobierno a Hamas, o a tener en su Constitución que todos los judíos serán echados al mar.

No veo ninguna voluntad por parte de ninguna de las Autoridades a terminar con el conflicto, a esto me refiero yo. Por supuesto que lo que hace Israel es mucho peor pero, quizás sea por la razón que decía: tienen el poder.

Un abrazo Guaja

Lenka dijo...

Y mientras se tiene el poder y la impunidad, todo vale. A nadie se le escapa la relación que existe entre USA (los amos del mundo) e Israel, aunque sólo sea porque Estados Unidos está lleno de judíos ricos e influyentes, todo un lobby. No interesa incomodar a personas de tanto calado, máxime cuando los otros van en nombre de Alá, y ya se sabe que esos son los malos siempre.

Naturalmente, generalizamos. Generalizamos porque siempre se habla sólo de los conflictos, de lo malo, de la sangre. Eso es lo que vende en las noticias. Y pasa, claro, está ahí y hay que saberlo, no se puede esconder. Pero sí se esconde la lucha de muchas personas de ambos bandos que desean la paz, que llevan años y años peleando por conseguirla.

No se habla de esas personas que, además, son consideradas traidores a los suyos por simpatizar con el otro lado, por tenderles la mano y luchar juntos. Eso no interesa. El conflicto vende más, y así unos y otros pueden seguir echándose la culpa.

Y la raíz de todo esto ya casi nadie la recuerda o la conoce. Es lo que pasa con los conflictos eternos. Parece que lleven ahí toda la vida, encogemos los hombros, más de lo mismo, estos, que no paran de matarse. Los que fueron víctimas ahora son verdugos, nadie quiere renunciar un ápice a lo que considera suyo, es un desastre.

Y todos sabemos que se derrama sangre en Palestina, pero cuántos hemos oído hablar de la isla de Djerba, en la que judíos y musulmanes llevan años y años conviviendo en el respeto?? Eso demuestra que es posible, pero quizá sólo cuando no hay intereses económicos demasiado claros de por medio.

Anónimo dijo...

Celadus escribiendo desde el trabajo (no me deja entrar con mi id)

Lo primero decirte, Juan, que me acabas de “robar” una entrada, jajaja. Bueno, no exactamente, pero has dicho algunas cosas que yo pensaba escribir y con las que estoy plenamente de acuerdo. Especialmente el tema de exigir a otros que hagan. Yo tampoco soy partidario de exigir a los demás que hagan lo que uno mismo no hace –por ejemplo exigir al gobierno o a los gobiernos que dediquen mayor parte del presupuesto a ayudas al tercer mundo cuando uno no hace lo propio con su salario-. Creo que trata de una cuestión de coherencia. En eso estamos de acuerdo. Luego ya cada uno se compromete hasta donde quiere, puede o se atreve y en función a eso puede exigir más o menos a terceros o criticar lo que crea conveniente.
Sin embargo, discrepo contigo sobre algunas de las cosas que planteas. En primer lugar, el egoísmo es algo consustancial al ser humano y no exclusivo de los “ricos” o de los habitantes del primer mundo. Así que en ese aspecto no creo que haya muchas diferencias entre los de uno y otro lado de la barrera. Precisamente el otro día comentaba el caso que vi en televisión de un inmigrante marroquí que protestaba porque él tenía papeles desde hacía seis meses y ahora habían contratado a muchos rumanos y no tenía trabajo.
Por otra parte, yo también admiro a los que deciden dejarlo todo y acudir allí donde se necesita actuar en primer plano. Ellos son la infantería, la vanguardia que entra directamente en combate. Pero no es menos cierto que los de “allí” no podrían hacer nada –o muy poco- sin el apoyo y respaldo de los de “aquí”. Cada uno tiene una misión que desarrollar, una labor en la vida y cada cual tiene su importancia. La ayuda humanitaria, la asistencia a las víctimas es una cadena en la que cada eslabón cuenta. Es como el trabajo en un quirófano: el cirujano es el que hace directamente el trabajo, pero no podría hacer nada sin la señora de la limpieza que limpia el quirófano, sin el celador que traslada al enfermo, sin la auxiliar que lo lava y prepara para la intervención, sin la enfermera que decepciona al paciente y ayuda al anestesiólogo, sin la enfermera que instrumenta y el anestesiólogo que anestesia al paciente…y así hasta un largo etc. Que incluiría desde el personal de mantenimiento hasta el de cocina o lavandería. De manera que nuestra acción aquí, por pequeña que sea, es indispensable para que todo el sistema de ayuda y cooperación pueda funcionar.
Si nuestro aporte sirve para acallar nuestra conciencia, eso poco le importa a quien recibe comida o antibióticos en la otra parte del mundo. A esa persona le importan bien poco nuestro egoísmo, nuestra conciencia o nuestros motivos, siempre y cuando le llegue la ayuda.
Tampoco se trata de abrir las fronteras como dices. Eso no es igualdad. Cuando hablamos de igualdad no hablamos de igualarnos todos por abajo porque eso sería extender la pobreza y se trata precisamente de todo lo contrario, de que los de allí no se vean en la necesidad de tener que venir aquí. Naturalmente es imposible mantener el nivel de vida que llevamos aquí en todo el planeta. Pero también es verdad que bastaría un pequeño esfuerzo aquí para que los de allí pudiesen vivir mucho mejor de lo que viven.
Un abrazo.

Juan dijo...

Lo malo Lenka, es que sí saben cual es la raíz del problema y lo tienen muy en cuenta. Fue una decisión unilateral de Occidente de crear un estado judío como compensación a los sufrimientos de la Segunda Guerra Mundial, sin tener ningún respeto, ni escuchar a los palestinos. Ambos consideran, con distintos argumentos, que esa tierra es suya.

Echar marcha atrás ya es imposible. Viven como 5 millones de judíos (no sé la cifra exacta) y eso es un hecho consumado que no se puede obviar, como no se pueden obviar las aspiraciones palestinas de tener un Estado independiente.

Hará falta mucha buena voluntad por parte de los actores y confianza mutua que no se ha dado en ningún momento desde 1948 en que comenzó el conflicto.

Hay muchas personas de ambos pueblos que, como bien dices, quieren la paz, aún a costa de territorios. Pero las emociones corren sueltas y, en estas situaciones, los extremistas se adueñan de las voces de todos.

61 años en eterna guerra.....y lo que queda.

Un abrazo Lenka.

Juan dijo...

Jajaja, Celadus, no te la he robado, hazla, por Dios, seguro que tienes muchas y buenas cosas que decir.

Te doy la razón que el egoísmo no es patrimonio de los ricos, por supuesto. Todos lo somos en la medida de nuestras posibilidades. Lo que pasa es que el egoismo del que tiene mucho, hace más daño pues un aporte más significativo del mucho es bastante más que un porcentaje de lo poco.

Te doy la razón Celadus. No es discrepancia, sino puntos de vista un poco diferentes. Todos son necesarios, los de vanguardia y la retaguardia.

Lo que yo intento expresar no es restar importancia a lo mucho o poco que se haga, que cuanto más mejor, sino a no tranquilizar tan fácilmente nuestras conciencias. Que con tener ideas "correctas" o dar un pequeño donativo, es bueno, pero no debe ser anestesiante.

Tenemos que ser conscientes que siempre se puede algo más. No acomodarnos en las migajas que donamos e intentar siempre ser un poco "más agresivos" en nuestros compromisos.

Un abrazo Celadus. Como siempre, un placer.

Lenka dijo...

Por supuesto, Juan, conozco la raíz del conflicto porque desde niña me alucinaba que, de repente, los judíos fueran "los malos" cuando antes habían sido "los buenos" (inocencia infantil, ya sabes) así que andaba yo a vueltas con la enciclopedia en la mano preguntándome cómo había ocurrido todo, qué había pasado desde el fin del Holocausto hasta entonces.

Y claro, ahí está la cuestión. Compensemos a los judíos por las atrocidades sufridas y démosles la Tierra Prometida. Lo malo es que hay "okupas", pero que se las apañen. Para empezar, muy cómodo para ciertos países que se quitaron de encima el problema judío, pero de un modo más discreto. Echaros no, daros un país! Lo que hubiera sido ver a las víctimas del Holocausto volviendo a sus respectivos hogares... sobre todo en la Europa vencida. Supongo que el regreso a Alemania era, sencillamente, implanteable. Y, no nos engañemos, muchos aliados hicieron lo propio, mirar a otro lado y quitarse el marrón de encima. Sí, pobres judíos, lo han perdido todo, pero oiga, aquí no me los mande, eh??

Es cierto que a muchos se les acogió con los brazos abiertos, tampoco puede negarse. Y cierto también que, para ellos mismos, la posibilidad de su propia tierra resultaba todo un sueño. Igual estoy muy equivocada, pero lo veo como todo un alivio por ambas partes. Se acabó el problema judío, al menos gran parte de él. Dadles tierra, es la mejor forma de garantizar el fin de los líos por antisemitismo. Supongo que ellos lo vieron así también.

Y hala, a instalarse en un lugar que ya era la tierra de otros. Todos los países vecinos (musulmanes) declarando la guerra al estado de Israel en cuanto se fundó. Y acabas por entenderlos a todos, a los que lo perdieron todo y quizá pensaron: nunca más, de aquí no nos sacan. Y, por supuesto, a los que ya estaban y dijeron: pero oiga, qué es esto? Que esta es mi casa!

Sumemos los intereses por todos conocidos. Al final, cuando digo que ya ni se sabe cómo empezó todo, es porque mucha gente realmente no lo sabe. Suele pasar cuando un conflicto se alarga hasta el infinito. No sé, llevan así toda la vida, matándose. Cualquiera lo entiende. Y, además, cada vez se mezclan más intereses políticos y económicos en el tema, hasta que el conflicto original es lo de menos.

Lo triste es que lo que podía ser un ejemplo de convivencia y multiculturalidad, sea una vergüenza mundial. Que las posiciones de los más racionales se vean siempre empañadas con atentados, ataques y fundamentalismos de ambos lados, que acabe todo en una revancha sin fin. Que nunca se escuche a los que quieren el fin de la guerra.

Naturalmente que creo en un estado Palestino. Creo que es de justicia. Y lo creen muchos judíos, pero a otros no les interesa. Así que coincido contigo, Juan... lo que nos queda!!!

Juan dijo...

Perfecto el análisis que has hecho Lenka. Así fue.

Los judíos, además, siempe han sido más "listos" y siempre han sabido de que lado jugar las cartas. Los árabes apoyaron a la Alemania nazi y los judíos, evidentemente a los aliados. Tras el fin de la 2GM, los palestinos se aliaron con los rusos y los judíos con los americanos y en esas alianzas, además de la desunión total de los árabes, se fraguó el poder militar israelí y la pobreza cada vez mayor de los palestinos.

Creo que el conflicto va para largo porque se ha convertido en una forma de vida para los contendientes que, en su mayoría, no han conocido la paz. Sin embargo se hace cada vez más evidente para Israel que sin una Palestina independiente no hay paz posible y los palestinos también ven cada vez más claro que Israel es una realidad y que su objetivo no debe ser la eliminación del Estado hebreo sino una negociación que permita vivir a ambos pueblos en ese territorio. Ojalá algún día lo consigan, pero ese día seguirá estando muy lejano mientras los extremistas de ambos bandos se hagan cargo de los gobiernos respectivos.

Un abrazo Lenka

Celadus dijo...

Se os olvida mencionar un factor muy importante: el interés de muchos países árabes o islámicos en que el conflicto continúe, porque así pueden usarlo como excusa para justificar el integrismo terrorista islámico como represalia por la cuestión palestina (obviamente acusando a occidente de ser responsable de la opresión al pueblo palestino y, por extensión, a todos los hermanos árabes y mususlmanes. En esta categoría se encuentra, precisamente, Hamas. De manera que se hace aún más patente la dificultad para que se resuelva el conflicto y se pude poner en seria duda el verdadero interés en su resolución de todas las partes implicadas.

Lenka dijo...

Gracias por ampliarme la información, Juan. Al final es lo de siempre, como apunta Celadus.
A ese tipo de cosas me refería con lo de los intereses. Las guerras siempre son rentables para alguien, económicamente, para lograr votos, para conseguir alianzas, para justificar matanzas... Uno intenta tener fe en las nuevas generaciones, para las que el conflicto estará cada vez más lejano (la raíz del mismo), pero al mismo tiempo soy consciente de que el fundamentalismo se enseña, el revanchismo está ahí... no sé, es difícil tener esperanzas.

Juan dijo...

Efectivamente Celadus, tienes toda la razón. Cuando hablaba de extremismos pensaba en el integrismo musulmán, no sólo de los palestinos.

¡Qué malo es mezclar en un mismo conflicto tierra, raza y religión¡.

Algo que percibo en mucha gente, con respecto a este conflicto, es que se ponen de lado de un bando. Los hay absolutamente proisraelíes y sólo ven en los palestinos a un atajo de terroristas y otros se ponen del lado palestino.

No creo que sea una buena opción porque se ahonda aún más en la brecha, se les dan balas de argumentos a ambos bandos.

No estamos ante una agresión unilateral sino ante dos grupos extremistas enfrentados en los que ninguno tiene la razón para matar a tantos y tantos inocentes.

Tan terroristas veo a los palestinos como a los israelíes, por más que el ejército judío tenga tácticas militares.

Esperanzas hay Lenka, pero no a corto plazo. Desgraciadamente todavía tiene que correr mucha sangre antes de que se llegue a una solución negociada. Lo que sí está claro es que los dirigentes actuales de ambos países no son los adecuados para llegar a un fin negociado.

Un abrazo a los dos.

Elvira dijo...

Juan: un apunte al margen del tema de tu entrada. Como médico quizás te interese leer esto en la Vanguardia de hoy:

http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html

Yo no entiendo nada de ese tema, pero suena muy esperanzador.

Un abrazo

Portarosa dijo...

(Sin leer los comentarios)

Muy de acuerdo con la entrada, Juan.

Un abrazo.

Juan dijo...

Pues sí, Elvira. Muy interesante. Las células madre son la gran esperanza para enfermedades genéticas y degenerativas. Por ejemplo, en artrosis, hay experimentos avanzados con las mismas. Todavía no se ha conseguido un resultado brillante ni reproducible a gran escala, pero éste es, de momento, el mejor camino y la mejor esperanza.

El problema, sobre todo para las enfermedades genéticas, consiste en encontrar un véctor adecuado que consiga llevar la célula madre a todas las células implicadas.

Todo se andará.

Pero aunque el artículo sea optimista, su aplicación a la población general dista mucho de ser pronta. Deberán pasar todavía muchos años.

Un abrazo Elvira.

Muchas Portorosa. Otro abrazo para ti.

Lenka dijo...

Sabes, Juan? Creo que mucha gente se pone de un lado o de otro por motivos más "sentimentales" que lógicos. Creo. Quiero decir, los habrá que se pongan del lado de los judíos (yo no conozco a nadie en mi entorno, mi terruño es profundamente pro-palestino) porque no logran quitarse de la memoria el Holocausto y los sufrimientos de este pueblo. Y ojo, que lo uno no quita lo otro. Me he cabreado varias veces oyendo cosas como: "al final tenía razón Hitler, mejor haberlos matado a todos, son unos cabrones, blablabla".

Entiendo que a todos nos alucine la forma en que la víctima se vuelve verdugo, pero es que quizá no tenemos en cuenta que, a lo mejor, es esa la postura más "lógica" (muy muy entre comillas) Algo en plan: "a mí me lo quitaron todo, y a cambio tengo esto, así que moriré por esto". me refiero a la raíz, a los comienzos, a las motivaciones que pudieron tener aquellos primeros colonos.

Naturalmente es un mero ejercicio de intentar comprender (no implica estar de acuerdo, para nada), ya sabes, ese juego de la empatía que a veces cuesta tanto. Un intento de resolver los por qués. El caso es que hay gente que usa la 2GM y el Holocausto para apoyar a los judíos, y otra gente que lo usa para condenarlos. Yo creo, sinceramente, que puede ayudar a entender en parte la raíz del problema, pero no justificarlo, y que, en todo caso, podemos juzgar o condenar la actitud, no a todo un pueblo (lo que dices tú siempre de desnudar a las personas de ideas)

Estoy radicalmente en contra de la postura fundamentalista judía, de lo que considero un abuso total de poder, pero no por ello voy a generalizar ni decir burradas sobre Hitler. No creo que sea coherente, ni justo.

Con los pro-palestinos quizá pase lo mismo. Es normal atragantarse con el padecimiento de esta gente que son allí el colectivo más débil (y estoy pensando en los civiles) Normal exigir el fin de la masacre y los derechos de este pueblo. También hay que entender que, como siempre, los de arriba tienen sus propios intereses, que hay fundamentalismo y terrorismo entre ellos, que el civil acaba siendo siempre carnaza. Por eso me cabreo también cuando oigo cosas como: "los árabes son todos unos radicales, siempre hay movidas donde hay musulmanes".

Lo que intento decir es que no es difícil ponerse en un lugar u otro "humanamente", y que cuesta un montón buscarle la lógica a algo tan ilógico como un conflicto armado de tantos años, con tanta sangre derramada. Por eso, supongo, hay tanta movilización por uno u otro bando (con la mejor intención de quien se moviliza, quiero creer) y en contraste tanta condena a unos o a otros (llegando muchas veces a la demagogia más visceral)

Los dirigentes?? No sé qué decirte, Juan. Tengo la sensación de que aún quedan muchas personas en ambos bandos con la única intención de exterminar al contrario, gente fundamentalista y con ansias de revancha. Y tengo la sensación de que hay personas mucho más civilizadas y que creen de verdad en la convivencia, pero son suficientes? Les permitirán los otros intentarlo? Terminarán siendo acallados, considerados traidores o asesinados, como ha pasado antes? Sí tengo esperanza y convencimiento de que esas personas ya están ahí. Lo que dudo es que la rueda les permita pelear por sus objetivos.

Besos a todos!

Juan dijo...

Pues Lenka, tengo la impresión, ojo no he estado allí y no conozco nada de primera mano, que sí hay una mayoría en ambos bandos que quieren y desean la paz. Que ven que no hay un solución guerrera al tema porque, ni unos ni otros, por muchas y buenas armas que posean los israelíes, son capaces de exterminar al adversario.

Los judíos está claro que no se van a ir por muchos cohetes que les tiren, los palestinos tampoco van a renunciar a sus tierras por muchos tanques y bombardeos que les alcancen. Y esta ecuación tan lógica la saben la mayoría. La vía militar no va a solucionar nunca el problema.

La comunidad internacional tampoco la veo yo adecuada para resolverlo. Por una parte hay projudíos y propalestinos (lo cual es un error de entrada). Por otra hay intereses económicos, socio-políticos y religiosos que les interesa que el conflicto se perpetúe.

Y lo más triste es que en medio de todos estos desaguisados, siempre sufren los mismos, los más desamparados.

Más tarde o más temprano, la población va a conseguir que no manden ni los ultraortodoxos ni los islamistas. Quizás ahí pueda estar el germen de la paz: laicos moderados en ambos bandos.

Un abrazo Lenka.

pcbcarp dijo...

Sigo estando muy de acuerdo.