sábado, 1 de noviembre de 2008

¿Porqué somos como somos?

Del Blog de Eduard Punset:

Ya está en las librerías el libro Porqué somos como somos que recoge diez años de reflexión del programa Redes. Al igual que ocurrió con el primer libro de la Colección Redes,El alma está en el cerebro (Aguilar, 2006), esta nueva reflexión no se habría podido llevar a término sin que el equipo del programa que produce Redes con TVE y la productora Smart Planet, sus redactores y editores hubieran rescatado las ideas, los datos y las interrelaciones subyacentes a lo largo de los últimos años.

Hace muy pocos años, sobre todo en las décadas de los sesenta y los setenta, una reflexión sobre la naturaleza humana habría versado casi exclusivamente sobre genética y la programación de las conductas humanas implícita en los genes. Antes de 1953 -fecha histórica del descubrimiento del “secreto de la vida”, como llamaron Watson y Crick a la estructura de la molécula del ADN- el entorno modulaba las almas. En la Rusia soviética se podría y debía construir un hombre nuevo transformando la organización social.

Antes de eso era todavía peor. Habíamos fabricado dioses a nuestra imagen y semejanza, y aplacábamos sus iras despeñando humanos por las murallas y consumando sacrificios humanos. Cualquier cosa salvo mirar qué pasaba dentro de uno mismo cuando aprendía, lidiaba con el vecino, amaba, sufría y moría. Es incomprensible -y sobre todo ha sido una fuente de amargura indecible- que hayamos sobrevivido sin saber nunca qué nos pasaba dentro, por qué nos comportábamos como lo hacíamos cuando estábamos emocionados, acosados por el miedo o la indiferencia.

Descubrir por qué somos como somos ha sido la primera pista para intentar ser de otra manera y rescatar de las tinieblas y el dogmatismo el código de los muertos que todavía rige el destino de millones de personas. ¿Cuántos años serán precisos para que las pautas configuradas para situaciones pasadas de hace decenas de miles de años den paso a sugerencias más adecuadas a unos humanos que acaban de triplicar su esperanza de vida? Lo primero era profundizar en saber por qué somos como somos.

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