domingo, 16 de noviembre de 2008

Violencia doméstica

Llamar violencia machista a la muerte de cualquier mujer a manos de su ex-pareja no es exacto.

Por supuesto que hay casos, pero posiblemente no sean la mayoría. Las rupturas son muy complejas y dolorosas y, en muchas ocasiones, la violencia no es desatada por pensamientos machistas de superioridad sino por otros factores que nada tienen que ver con el sexismo, como los celos, la venganza, la pérdida de hijos, el alcohol, las drogas o la dependencia emocional. De hecho, en la violencia doméstica, también mueren hombres a manos de sus mujeres (16 en 2007), hombres a manos de sus parejas homosexuales (6 en 2007) y mujeres a manos de las suyas (3). Es prejuicioso y peligroso pensar que todas son por machismo.

Para acabar con esta lacra, hay que estudiar a fondo todas las causas de estas muertes y dejar de utilizar políticamente la muerte de mujeres para obtener ventajas y venganza en forma de leyes injustas y discriminatorias en contra de los hombres, cuyos resultados a la vista están: en vez de disminuir la violencia doméstica, la ha aumentado de manera preocupante.

Para atajar la violencia doméstica, que es mayoritaria pero no exclusiva de hombres, el camino a seguir, a mi juicio, es:

1. Conseguir una efectiva igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, siendo uno de los puntos más importantes (en el ámbito de la violencia) la custodia compartida de hijos en caso de separación. Algunos casos de violencia se desatan cuando los hombres, de pronto, lo pierden todo: casa, hijos, patrimonio, etc. No hay peor enemigo que el que no tiene nada que perder. Imaginaos lo que sucedería si en el 95 % de los divorcios, la custodia de los hijos se los dieran a los hombres y, algunos de ellos, los utilizaran en contra de la mujer.

2. La raíz de la violencia doméstica NO es el machismo, sino la violencia del hombre. Mueren 1200 personas asesinadas al año en España y la inmensa mayoría son hombres a manos de otros hombres. Gran parte de las muertes violentas a lo largo de la historia, han sido de hombres a manos de otros hombres.

3. En los países menos machistas del mundo, como Suecia, Finlandia o Noruega, las muertes por violencia doméstica son el triple que en España. O los finlandeses machistas son mucho más machistas que los españoles o el machismo no tiene tanto que ver en este tipo de violencia. Por el contrario, en los países islámicos, el número de muertes es claramente inferior a la de España.

4. En las relaciones entre hombres, la violencia física es un factor habitual y mucho más frecuente que la violencia del hombre contra la mujer. Por consiguiente, éste es el factor en que se debe actuar fundamentalmente: desterrar la violencia masculina en general. El discurso sobre la responsabilidad del machismo en la violencia doméstica lo único que consigue es una legislación injusta y vengativa que provoca más violencia (como se está viendo claramente en España).

5. En los celos patológicos (los celillos son hasta agradables) hay una base educacional importante, contra la que es posible luchar. El que es más celoso no es el que más ama (como nos hacen creer) sino el que más sentido tiene de la posesión y, para mí, poseer y amar son dos verbos que nunca se pueden conjugar juntos. La necesidad de posesión, no tiene nada que ver con el sexismo, de hecho, hay tantas mujeres celosas como hombres. Lo que sucede es que una mujer celosa es un coñazo y un hombre celoso es un peligro.

6. El alcohol y las drogas tienen un efecto muy importante sobre nuestra parte racional, que casi la borra, dejando salir toda la emotividad, tanto positiva como negativa. La agresividad surge más fácilmente, cuando el freno de la razón se ha quitado. No hay más que ver la cantidad de violencia que se genera en los fines de semana, casi siempre auspiciada por hombres bebidos o drogados. Pues esta violencia, no sólo se da en la calle sino que también se traslada al hogar. El fomento de un consumo responsable de alcohol, medidas específicas contra los maltratadores alcohólicos y la lucha contra la drogadicción (que requeriría muchas entradas, dada la complejidad del tema), son otras medidas a adoptar.

Sé que mi discurso no es políticamente correcto, pero es lo que pienso. Las feministas, en su lucha contra el machismo, han encontrado un filón en la mal llamada violencia de género o machista. Les conviene criminalizar el machismo y generalizar que es asesino, para que su lucha pueda ser más contundente. El machismo español (que es el que conozco) es injusto, indefendible y una lacra, pero no es asesino, sino posiblemente todo lo contrario: la mujer es más débil, hay que defenderla, pegar a una mujer es de cobardes, el que pega a una mujer ni es hombre ni es ná.

Cuando se quiere terminar con un problema, hay que atacar las verdaderas causas de ese problema porque, si se lucha contra las causas “que nos interesan”, pero no son las verdaderas, nunca se solucionará.

13 comentarios:

Lenka dijo...

Tu discurso no será políticamente correcto, pero me parece de lo más acertado. Creo que esta cuestión sostiene un error de base, como bien dices. Estamos hablando de violencia, no de violencia machista. Hemos creado un subtipo, no sé por qué razón, con el que catalogamos cada muerte de mujer a manos de hombre, sin molestarnos en estudiar las causas. Naturalmente es injustificable, pero no menos que la muerte de un hombre a manos de otro, o de un hombre a manos de una mujer, o sea cual sea la combinación de elementos.

Si se tratara de machismo puro y duro, como bien apuntas, las muertes de mujeres a manos de sus parejas deberían ser muy superiores en comunidades como la musulmana o la gitana sin ir más lejos. En los países nórdicos, por contra, tendrían que ser casi inexistentes. Y aquí puedo apuntar algo. Hace años conocí a un chico danés que estaba pasmado (los medios de comunicación, como sabemos, llegan a todas partes) porque la imagen que se tiene allí de los hombres españoles es tremenda. Tanto es así que venía con la idea de encontrarse una especie de "Sicilia años cuarenta" y le asombró mucho ver grupos de chicas tomando copas, minifaldas, mujeres liberadas e incluso poder acercarse a hablar con ellas sin que ningún tío le partiera la cara. La imagen que él tenía era muy diferente porque daba total crédito a las cifras de una o dos mujeres asesinadas por sus parejas a la semana, y al ir esas muertes asociadas al "machismo" daba por hecho que la razón era que ella se había pintado mucho, o había charlado con un vecino, o había salido de casa sin permiso.

Me quedé alucinada. Y no dudo que habrá algunos casos tan tremendos, pero no puedo creer que sean todos. Estoy de acuerdo en que es vital no explotar este filón para favorecer a las mujeres en detrimento de los varones, porque entonces sólo conseguimos más discriminación (positiva para unos, negativa para otros) y más revanchismo. La situación del hombre que se divorcia es las más de las veces intolerable. Esto da para otra entrada, o para muchas, como bien apuntas. Creo que voy a tomarme la libertad de seguir con el tema en mi blog ;)

Sólo en una cosa me atrevo a puntualizarte. Las drogas y el alcohol puden en efecto sacar lo peor que tenemos, pero, en mi opinión, siempre lo que ya tenemos. Desde luego que hay que combatir esas dependencias y esos consumos abusivos, pero creo que con este tema también estamos cometiendo un error. Hasta tal punto que el consumo de drogas funciona como atenuante en algunos casos y jamás debiera ser así. Cada vez más gente lo usa como excusa ("es que había tomao cocaína, señor juez, y no sabía lo que hacía") y no creo que debamos consentirlo. Además, no tiene ningún sentido atenuar un crimen por haber consumido sustancias que, en muchos casos, hasta son ilegales! No se comprende que a un chaval se le pueda caer el pelo por cultivar marihuana (sin ningún acto violento cometido) y a otro le resten responsabilidad y pena por haber matado colocao. Seguro que todos conocemos casos del borrachín del pueblo que cantaba y hacía el tonto (en mi caso era mi propio bisabuelo!) sin jamás hacer daño a una mosca. La persona que no es violenta no tiene por qué volverse violenta al consumir. Si fuera así, cada fin de semana habría decenas de muertos en cualquier discoteca. Casi siempre que se produce el estallido se comprueba después que algo había ya en esa persona. Y no se puede negar que es más violento el momento pre consumo (si hay "mono") que el post-consumo. Pero en cualquier caso, que ponerse hasta las cejas sea atenuante, me parece de locos. Es como enviar un mensaje de impunidad.

Juan dijo...

Muchas gracias por la puntualización, es muy acertada y estoy completamente de acuerdo. Es cierto que el alcohol, por sí mismo, no hace a una persona violenta, sólo saca la agresividad más a flote.

Tampoco entiendo que sea una atenuante. Nadie obliga a beber o a colocarse, así que si tienes la libertad para hacerlo, tienes que acarrear con la responsabilidad de tu libre elección.

Muchas gracias por tu aportación.

Un abrazo

Io dijo...

Hola Juan!

Con tu permiso voy a comentar los puntos uno por uno para no perderme.

1- Estoy de acuerdo. Una relación puede terminar porque el amor se acaba, y eso no ha de condenar a un padre a dejar de serlo. Tener que abandonar el hogar de años debe de ser muy duro. Empezar de cero siempre lo es. Otra cosa es que hayan existido antecedentes de violencia en el seno del hogar. Aquí ya lo que impera es el miedo, por la propia vida o por la de los hijos, y se antepone ante todo la seguridad. Aunque sólo se haya tratado de agresiones verbales, las noticias sobre casos que degeneran en muerte son tan numerosas y alarmantes que se toman medidas que, según qué casos, pueden ser desproporcionadas. Y aquí entramos en un círculo vicioso.

2- Exacto. Hombres que echan mano de la violencia cuando se les acaban los argumentos, ya sea contra otros hombres o contra mujeres. Pero cuando el contrincante es una mujer, no hay tal contrincante, porque se está produciendo un abuso de fuerza física frente a un ser más débil. No sé si eso es machismo o no. Yo lo llamo cobardía.

3- Lo mismo. Se puede vivir en perfecta igualdad de derechos y obligaciones, pero cuando se llega a las manos la mujer siempre tiene las de perder. Lo que me gustaría saber es la causa de que se tripliquen esas desavenencias.
En cuanto a los países islámicos tal vez se deba a la educación que recibe la mujer, que le debe respeto absoluto al hombre. La ausencia de rebelión llevaría en este caso a la ausencia de muertes. Aunque me gustaría puntualizar que conozco a muchos musulmanes y hacen de la familia un compromiso vital, es lo más importante para ellos. Uno de ellos me contó, por ejemplo que su religión les obliga a hacerse cargo, económicamente, de la madre y las hermanas hasta que se casen o trabajen. Y lo llevan a rajatabla. Otra cosa es la libertad que puedan tener esas mujeres para llegar a independizarse. Aquí entramos en temas de religión y no me quiero ir.

4- Me remito a lo dicho en el punto 2.

5- Totalmente de acuerdo. Y me ha encantado tu distinción entre mujer celosa y hombre celoso, ja,ja es genial y además es auténtica.

6- Aquí estoy totalmente de acuerdo con la inteligente reflexión de Lenka. Y de acuerdo contigo en que serían otras medidas a adoptar, pero ya no nos limitamos a la violencia del hogar, sino a cualquier tipo de violencia derivada de la pérdida del control.

Y en tu párrafo final es donde veo alguna discrepancia. Yo creo que toda tu exposición ha sido sensata y cabal, y lo de lo políticamente correcto dependerá del criterio de quien lo lea.

En cuanto a los argumentos del machista... yo también incluiría "a mí una mujer no me levanta la voz", "eso se arregla con un par de hostias" "en esta casa se hace lo que yo digo". Muchas veces, más que una actitud protectora, el machismo degenera en una actitud predominante.

Machismo y feminismo son posturas extremas, que no hacen sino abrir un abismo en el entendimiento y la convivencia del hombre y la mujer, sobre todo cuando se llevan al fundamentalismo.

Yo siempre diré que me considero persona, antes que mujer u hombre, pero el feminismo ha surgido de muchos siglos de represión, de la sangre de muchas mujeres que lucharon por ir ganando libertades. Voy a parar aquí porque acabaré por reescribir lo que ya dije en un post

http://reflexionesmediterraneas.blogspot.com/2007/02/el-da-de-la-mujer.html

Te pediría que, si tienes un ratito, le echaras un ojo para que sepas con claridad cuál es mi postura.

En fin, como siempre un placer charlar contigo de temas tan interesantes y tan bien expuestos.

Un beso y un abrazo

Io dijo...

Predominante no, dominante.

Ayyyy, las priiisaaaasss, je,je

Kaken dijo...

Yo sólo quiero decir que las atenuantes pueden jugar tanto a favor como en contra del reo.

Es decir, los actos penales son castigados en función de la capacidaz de obrar (pensar, conocer) que tenga el sujeto (los animales carecen por completo de juicio, por eso no son punibles).

Si alguien comete un delito bajo los efectos de cualquier droga, sea o no legal, supone una alteración de su percepción y voluntad que ha de tenerse en cuenta en el juicio. No es lo mismo asesinar a alguien con alevosía, que matar en defensa propia ni que matar bajo los efectos de una droga.
Cuando se demuestra que alguien ha consumido ex profeso para delinquir (me emborracho para tener valor y matar)se considera una agravante, no una atenuante.

Otrosí, si os choca que hable de "una" atenuante en vez de "un", es porque el epígrafe del código Penal que contiene este tema es "De las circustancias que agravan o atenuan la responsabilidad penal".

Espero que os haya aclarado algo, Juan y Lenka, y perdón si hay errores,es lo que recuerdo de hace cienes de años ;-)

Un bes

Juan dijo...

He leido tu entrada Io y sólo puedo decir una cosa: chapeau.

Magnífica, sensible y, sobre todo, certera. La recomiendo a cualquiera que pase por aquí. Has expresado con tus palabras una de mis expresiones favoritas: me gustan las personas desnudas de ideas, o de etiquetas o de tribus. Somos personas, simplemente, sin más artificios.

Por supuesto, en el punto 1, si ya ha habido violencia, la cosa cambia.

En el punto 2, podríamos hablar del abuso de poder más que de machismo. El que tiene poder, y no tiene escrúpulos para emplearlo, lo impone. Pero se da en cualquier relación humana, no es machista. Se da entre algunos padres/madres con sus hijos, o de adultos con ancianos o jefes con subordinados. Por eso nunca me ha gustado el concepto de Poder, prefiero el concepto de responsabilidad. Mis hijos son mi responsabilidad, o mis subalternos, o mis representados, en el caso de los políticos.

En el punto 3, la verdad, es que no tengo respuestas porque no conozco lo suficiente esas culturas. Supongo que si en Irán hubiera una revolución de las mujeres, lo pagarían con mucha sangre.

"En cuanto a los argumentos del machista... yo también incluiría "a mí una mujer no me levanta la voz", "eso se arregla con un par de hostias" "en esta casa se hace lo que yo digo". Muchas veces, más que una actitud protectora, el machismo degenera en una actitud predominante."

Tienes razón en que estas frases también las dicen algunos machistas, pero no son propias de la cultura machista que yo he vivido. Mi padre era el machista típico de la época que le tocó vivir y estas frases le repugnaban, tanto a él como a todo el entorno con el que me relacionaba. A los hombres que se despachaban así se les tenía como cobardes y poco hombres.

Pra mí el machismo no tiene justificación. El feminismo extremista no lo comparto, pero lo comprendo. Es como si un judío de un campo de exterminio odiara a los alemanes, equivocado pero comprensible.

Muchas gracias Io por tu valiosa aportación. En un tema tan complejo, muchos ojos ven más que dos.


Kaken, así está establecido por la Ley y, en algunos casos, puede ser justo. Un chico que bebe por primera vez y comete un disparate, entiendo que sea una atenuante. Pero imagínate a un señor de mal beber, que la lía un fin de semana sí y otro también. No bebe para delinquir, pero sabe que cuando bebe se pone agresivo (o más agresivo de los habitual). Creo que en este caso debería ser una agravante.

Muchas gracias por la aclaración.

Un abrazo

Io dijo...

Jo, gracias Juan! Por haberla leído y por las cosas que me has dicho.

Kaken dijo...

Es que en ese caso que propones, lo es, afortunadamente.

Caramba, no lo he dicho, pero me parece muy interesante lo que habeis comentado, tanto Lenka como Io (voy a leer tu entrada ahora mismo)

Bes¡

Celadus dijo...

No creo, Juan, que a ti lo de ser políticamente incorrecto te preocupe en exceso. Estoy bastante de acuerdo en todos los puntos, aunque coincido con Lenka en lo de las drogas. Precisamente iba a apuntar algo en lo que Kaken me ha tomado la iniciativa -cómo se nota la formación jurídica-. De ehcho creo recordar algunas sentencias recientes en las que el consumo de alcohol u otras drogas se ha considerado agravante en lugar de atenuante.Y en los casos de personas adultas, reincidentes en el consumo y con capacidad de raciocinio creo que así se debe contemplar, como agravante. Porque una vez probadas más de una vez, todos sabemos como nos afecta el alcohol o las sustancias que tomemos,de modo que somos responsables de los actos que cometamos bajo su efecto.

Juan dijo...

jajaja, Celadus, tienes razón. No me preocupa parecerlo....porque soy políticamente bastante incorrecto.

Estoy de acuerdo con lo del alcohol y las drogas en lo que habeis comentado todos.

Un abrazo.

Rose dijo...

Ufff... poco se puede decir que no se haya dicho ya. Unicamente, decir que a mí también me parece erróneo el término "violencia machista" o "violencia de género", así que suelo dejarlo en "violencia de pareja". Por supuesto que la violencia es violencia y ya está, pero en estos tiempos en que necesitamos etiquetar hasta eso (maltrato infantil, pederastia, terrorismo, mobbing, bulling...) me parece una definición mas correcta.
Con respecto a que en otros países se den más o menos muertes de mujeres a manos de hombres, coincido también con lo ya expuesto. El día que el grueso de las mujeres islámicas levanten la cabeza, veremos qué sucede...Por contra, en los países nórdicos se dan mas muertes ¿hombres más machistas, o mujeres más liberadas?
Por otra parte, puntualizar que se está hablando de violencia considerando sólo el caso de las muertes, y todos sabemos que en muchos hogares la sangre no llega al río, pero violencia, haberla hayla...No me refiero sólo al caso de los golpes. La violencia puede ser verbal y también psicológica, y en el caso de la psicológica, es muy, muy difícil de detectar, no solo por la víctima, sino también por el entorno, que sin saberlo, puede contribuir a que la situación perdure y se estanque...
Sobre el tema, os aconsejo "El acoso moral" de Marie-France Hirigoyen.
Un saludo.

Juan dijo...

Anotado el libro.

En esta entrada me refería al grado extremo de la violencia de pareja (me ha gustado tu definición, es mejor que la de violencia doméstica, así que con tu permiso, me la quedo, jejejejeje)).

Las otras violencias que se producen, como la psicológica, pueden ser motivo para posteriores entradas, porque los orígenes, causas, consecuencias, e incluso los actores son muy diferentes, aunque sean igual de sangrantes. También son mucho más complejas de sistematizar.

Muchas gracias por tus aportaciones, el patio de mi casa, siempre son muy valiosas.

Rose dijo...

Muchas gracias a tí por tu blog. Es una pequeña joya. Ya soy fan...